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Itsumademo aishiteru yo por ValexWalker

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Notas del capitulo:

Aquí el tercer capítulo 

A xdleer 

Llegó a su casa. Como todos los días fue recibido con un beso y una gran sonrisa por parte de Nana, se duchó, almorzó y fue a hacer los deberes a su habitación


Tras terminar su tarea de inglés, se fijó en la hora y se dio cuenta que aún eran las 6 pm


El castaño suspiró, ¿Qué las horas no podían pasar más rápido? Tsuna no entendía porque tenía la ansiedad de que ya fuesen las 7 de la mañana y poder alistarse para ir a la escuela


 Si lo único que hacía antes el castaño era rogar porque no amaneciera y no tener que ir al lugar en el que vivía un martirio a diario ahora era todo lo contrario...


Hibari-san -el castaño negó con la cabeza - ¿Por qué me viene a la mente en este momento?, sé que me siento agradecido con él por haber sido amable conmigo, pero hay algo más, no entiendo qué, pero cada vez que pienso en Hibari-san yo...


Tsuna sintió su corazón acelerarse, suspiró nuevamente y cerró los ojos, luego fue hacia su mesa de noche y tomó sus auriculares, trataría de distraerse escuchando música, para ver si así Hibari dejaba de apoderarse de su mente


....................


El timbre del receso había sonado. El castaño no supo cómo de un momento a otro llegó a la puerta que conducía hacia la azotea, al entrar, miró por todos lados pero luego de unos minutos se sintió un poco decepcionado


Hoy no está aquí, debe encontrarse en el comité de disciplina


Tsuna se apoyó en el borde de la azotea, miró hacia el horizonte y disfrutó del viento que le golpeaba el rostro, estuvo así un rato hasta que sintió la presencia de alguien parado tras él


Volteó lentamente y al solo ver la persona de la cual se trataba, una felicidad embargo todo sus cuerpo, era él, Hibari Kyoya, mirándolo con esos ojos negros profundos que lo ponían sumamente nervioso


-Tú de nuevo, Sawada Tsunayoshi- dijo el pelinegro mientras sonreía internamente


Parece que no me equivoqué, en verdad el pequeño herbívoro vino aquí


-Hi-Hibari-san- respondió Tsuna, desviando la mirada- yo... t-tan solo vine a tomar un poco de aire- añadió el castaño con un ligero sonrojo en sus mejillas


-Uhm...- Hibari sonrió de medio lado- solo no hagas ruido- dijo el pelinegro para luego alejarse un poco de Tsuna y sentarse en el suelo apoyando su espalda en una pared cercana y cerrar sus ojos


Tsuna supo entonces que el prefecto estaba allí para descansar, no quería incomodarlo, pero tampoco quería irse, quería observar su rostro dormido, quería volver a ver esa expresión relajada y llena de tranquilidad en el pelinegro


Se quedó observándolo hasta que la campana que indicaba el fin del receso sonó. Le molestó el hecho de no poder seguir allí pero tenía que volver a clases aún en contra de su voluntad.


Tsuna se levantó del suelo y salió de la azotea tratando de hacer el mínimo ruido hacia su salón de clases


Hibari abrió sus ojos al escuchar cerrase la puerta que conducía hacia las escaleras


Es la primera vez que dejo que alguien me observe mientras duermo, siéntete afortunado, Sawada Tsunayoshi- el pelinegro volvió a cerrar sus ojos, estaría un rato más en la azotea y luego seguiría con sus deberes


.....................


Pasaron varios días en los que Tsuna iba a la azotea en la hora del receso y allí encontraba a Hibari, no conversaban ni nada parecido, tan solo un "Hola Hibari-san" por parte del castaño y un "Uhm... herbívoro" como respuesta de Kyoya era todo lo dicho ya que ambos disfrutaban de la presencia del otro y del silencio cómodo que se presentaba cuando estaban los dos solos.


Me agrada estar con Hibari-san, a pesar de que no hablemos, tan solo su presencia me hace sentir tranquilo y relajado... me gusta mucho estar a su lado -pensó Tsuna, mientras un ligero sonrojo se apoderaba de su rostro, en el fondo él sabía que sentía algo más que tan solo admiración o agradecimiento por el prefecto, ¿pero qué?


Me gustaba Kyoko-chan, pero lo que siento por Hibari-san es más fuerte e intenso, tanto que siento que todo mi ser quema tan solo al verlo y comienzo a temblar ligeramente al solo fijar mi mirada en sus hermosos ojos profundos, entonces me pregunto...¿Qué es lo que realmente siento por él?


El castaño escuchó la campana y en 5 minutos ya había salido de Nami-chu rumbo a su casa.No divisó al pelinegro en el portón, así que se conformó con haberlo visto en la azotea ese día


Tsuna estaba tan distraído que no se fijó que un grupo de chicos lo seguía desde la secundaria. Al caminar por varios minutos llegó hacia una esquina y antes de voltear sintió que alguien le tapaba la boca


-Shhhh, dame-tsuna, ¿me recuerdas?- dijo un chico alto un poco musculoso mientras que el castaño trataba de gritar y soltarse del agarre


-Mejor llevémoslo hacia el callejón- dijeron otros dos chicos


El castaño reconoció sus voces, eran los chicos del club de Kendo que a menudo lo golpeaban, ya le parecía raro que desde hace más de 15 días no lo hicieran y pensó esperanzado de que quizás se hubiesen cansado de hacerlo, pero parece que se equivocó


Arrastraron al castaño hacia el callejón y lo dejaron caer al suelo de una forma muy brusca


-¿Pensaste que te librarías de nosotros dame-tsuna?, pues estas muy equivocado- dijo uno de los atacantes para luego propinarle una patada a la altura del estómago


-Jajaja miren como se retuerce, es tan delgado y débil, tan inútil- dijo otro chico del club de kendo mientras jalaba del cabello a Tsuna y obligaba a que este lo mirara


-D-Déjenme por favor....qué les hice p-para...-Tuna fue interrumpido por un puñetazo en el rostro que le dio aquel sujeto que jalaba fuertemente de su cabello- ¡Porque eres un dame!, ¡eso es suficiente!- añadió el chico y luego estampó la cabeza del castaño en el suelo con fuerza, lo cual que hizo que Tsuna diera un grito de dolor y quedara algo aturdido


Los demás chicos comenzaron a patearlo e insultarlo mientras Tsuna tan solo trataba de protegerse lo más que podía con sus brazos, siguieron así por unos minutos hasta que, al parecer el  jefe del grupo, pidió que parasen y se acercó a él


-Dame-Tsuna, ¿te gustaría divertirte con nosotros?- Le dijo el chico para luego obligar al castaño a que levantase el rostro


-¿A qué te refieres?- le preguntó uno de sus amigos


-¿Acaso no están estresados últimamente?, creo que aquí Tsuna podría ayudarnos con nuestro "problemita", vamos mira su cuerpo y su rostro, ¿te parecen los de un tío?-respondió el chico mientras que le abría la camisa a Tsuna


-Entiendo, tienes razón, no parece un chico, tiene cuerpo de nena...nos divertiremos ¿o no muchachos?- los otros 2 chicos asintieron y se acercaron al castaño


-Qué...que  piensan hace,  ¡no! Aléjense, ¡no me toquen!- Tsuna trataba de evitar que le quitasen la camisa, pero uno de sus atacantes lo agarró de los brazos con una mano impidiéndoselo y con la otra le propinó una bofetada


-¡Cállate!, ¡pórtate bien o lo lamentaras!


-¡Ahh!- gritó del dolor que le propinó el golpe- ¡no! Déjenme, no me hagan esto, ¡suéltenme!- dijo el castaño con un mar de lágrimas en los ojos.  Uno de los chicos había bajado sus pantalones y estaba tocando su miembro por encima de sus bóxer, otro lamía su pecho y el último tocaba sus muslos y nalgas, tan solo podía revolverse y patalear lo más que podía, como odiaba sentir esas manos en su cuerpo, le repugnaba


A los chicos del club de Kendo no les importaba los gritos de desesperación o las lágrimas que derramara el castaño, simplemente querían satisfacerse y follárselo hasta que se cansaran


-No...por favor- Tsuna tenía los ojos fuertemente apretados y no paraba de llorar, sentía que perdía las fuerzas


-Grita más... me excita el solo escucharte


Uno de los agresores quitó los bóxer del castaño y comenzó a lamer su miembro


-Ahh... !no¡, ¡alejate!


-Se nota que te gusta- el líder del club succionó fuertemente uno de los pezones del castaño mientras que con su mano izquierda pellizcaba el otro- haré que ruegues por más


-nngh... s-suéltame- Tsuna lloraba, no podía ni quería creer lo que le estaba sucediendo. 


Prefería mil veces que lo golpearan hasta cansarse, que lo mandasen al hospital si fuese necesario, pero no esto... no que abusaran de él


-Eres tan delicioso, creo que te haré mi puta personal dame-Tsuna- el chico que antes lamía los pezones del castaño lamió sus mejillas llevándose consigo resto de las lágrimas que este no dejaba de derramar- Hiro, prepáralo, yo seré el primero- añadió dirigiéndose a uno de sus compañeros para luego lamer y morder el cuello del de ojos caramelo


-Ahh! q-qué me hacen... ¡duele! no... no quiero


Tsuna gritó al sentir dos dedos profanar su entrada. Iban a ultrajarlo y no podía hacer nada más que gritar y llorar... se sentía tan patético


-Sigue gritando, anda... sé que después gritarás por más... porque  te follemos hasta que pierdas la razón...


-S-Sueltenme nngh...- de su boca solo salió un susurro y un quejido por el dolor, estaba a punto de resignarse a que sus atacantes hiciesen con él lo que tanto querían cuando sintió que lo soltaban y comenzó a escuchar ruidos de golpes y gritos de dolor


Tsuna abrió los ojos y vio como Hibari, la persona de la cual no había dejado de pensar en todos esos días, les propinaba una reverenda golpiza a esos sujetos.


El castaño tan solo trató de alejarse tanto como pudo, estaba muy asustado y las lágrimas aún caían por sus mejillas, habían estado a punto de abusar de él, se sentía terrible.... tan sucio


Luego de unos cuantos minutos dejó de escuchar ruido, por lo que se atrevió a levantar el rostro y vio a sus atacantes tirados en el suelo, no se movían, estaban inconscientes y con múltiples magulladuras en el cuerpo


-Tsunayoshi- dijo Hibari acercándose a él para luego tenderle su mano. 


 El pelinegro se sentía terriblemente irritado y frustrado, no sabía si esos malditos habían... ¿¡Por qué carajos no llegó antes?!


-Hibari-san- Tsuna tomó la mano de Kyoya, se abalanzó contra él y lo abrazó


Hibari correspondió como algo muy impropio de él y  pasó su mano por los cabellos del castaño para que dejara de llorar


Esperó unos minutos hasta que Tsuna se calmó un poco para luego separase de él. Hibari lo observó durante unos segundos y su mirada cambió a una llena de ansias de asesinar. 


Tsuna tenía chupetones y moretones por todo el cuerpo y la cara, sus pezones estaban rojos y lastimados, se encontraba practicamente desnudo y se tapaba su parte intima como queriendo que él no viera lo que le habían hecho en esa zona


Entonces ellos... ellos...


Hibari se levantó bruscamente con la intención de regresar a donde estaban inconscientes los agresores del castaño. Él los mataría, morderlos hasta la muerte sería poco para lo que su  mente pensaba hacer con esos bastardos que habían hecho algo tan repugnante como forzar a...


-¡No!- la voz y el agarre del castaño en la manga de su chaqueta lo detuvo- ya están incoscientes


-Como puedes defenderlos después de lo que te hicieron- Hibari estaba sumamente irritado- los voy a...


-Tan solo quiero irme de aquí- las lágrimas de Tsuna estuvieron presentes de nuevo- por favor Hibari-san- suplicó, y el prefecto no pudo hacer otra cosa que abrazarlo 


Luego de unos segundos se alejó para recoger la ropa del castaño y entregársela. Estaba algo rota y arrugada pero servía para cubrirlo momentáneamente. Se voltio mientras Tsuna se vestía y luego que este terminó de hacerlo, Hibari lo cubrió con su chaqueta y lo llevó hacia su moto para llevarlo a su casa


....


Tras unos minutos de camino llegaron a un departamento. El pelinegro sacó la llave de su bolsillo del pantalón y abrió la puerta, invitó a Tsuna a pasar y este obedeció sin decir palabra


El prefecto indicó a Tsuna que se sentara en el sofá de la pequeña pero elegante sala que allí había y fue hacia su habitación para buscar ropa para el pequeño herbívoro. Tras unos minutos Hibari regresó a la sala y le entregó una camisa blanca y unos pantalones negros 


-Cámbiate - dijo el peliengro y con la cabeza indicó donde estaba el baño. El castaño asintió y fue rápidamente hacia allí


Tras esperar unos minutos sentado en el sofá, Hibari vio a Tsuna salir finalmente del baño vestido con las ropas que le entregó, las cuales obviamente le quedaban grandes


Hibari lo observó y se dirigió hacia él para sentarse lentamente a su lado


-Tsunayoshi- Tsuna le dirigió la mirada- lamento no haber llegado a tiempo


-.... a-a qué se refier...


-Si lo hubiese hecho esos miserables no hubiesen...tsk- Hibari chasqueó con molestia- quiero despedazarlos, como se atrevieron a...


-¡No!- Tsuna interrumpió al prefecto dándose cuanta a lo que se refería este- ellos no...-el castaño mordió su labio inferior sin poder continuar


-Mírame- demandó el pelinegro haciendo que Tsuna lo obedeciera intuitivamente- dime lo que te hicieron


-Yo...-los ojos de Tsuna comenzaron a aguarse- s-si lo hago, ¿Hibari-san no tendrá asco de mí?


El prefecto afiló su mirada y llevó su mano derecha  ala mejilla del castaño ¿Cómo podía decirle eso?


-No- Hibari hizo una pausa- y no vuelvas a repetirlo de nuevo


Tsuna lo miró algo aliviado con su respuesta y luego de que Hibari retirara la mano de su rostro comenzó a hablar


-Ellos...m- me golpearon-el castaño apretó sus puños sobre sus rodillas- m-me tocaron y... sus dedos...


-Tsk-Hibari no podía controlar sus ganas de asesinar e interrumpió al castaño al intuir todo lo sucedido tan solo con las pocas palabras dichas por el pequeño chico


-H-Hibari-san- Tsuna se dirigió al prefecto con un poco de temor al notar su expresión-                      - yo, quería agradecerte por haberme salvado... si tú no hubieses llegado seguro ellos...- Tsuna calló y respiró profundo-g-gracias- dijo mirando fijamente al pelinegro


-No tienes por qué dármelas,debí llegar antes...- Hibari apretó los dientes y por primera vez en su vida se detestó a sí mismo- dime herbívoro, esos tipos fueron los que te golpearon hace poco, cierto- preguntó el pelinegro


El castaño bajó la mirada y comenzó a jugar con sus dedos- l- los que me golpearon la otra vez no fueron ellos- respondió Tsuna nervioso


-Entonces, quiénes lo hicieron y ¿porqué?, ¿que es lo que hace que te hagan todo esto?


Tsuna comenzó a llorar de nuevo, no podía decirle, no quería que Hibari se enterara que lo golpeaban por ser dame-tsuna, no quería que también Hibari se alejara de él


-................-


- Oi- el pelinegro se dio cuenta de la reacción del castaño e inconscientemente lo envolvió en un abrazo, sentía la necesidad de protegerlo, no quería verlo llorar de nuevo, no le gustaba ver esa expresión de tristeza en el pequeño herbívoro- cálmate, no llores- el pelinegro limpió con su dedo pulgar las lágrimas que caían por las mejillas de Tsuna


-L-Lo siento, Hibari-san, pero no puedo decirte,  no quiero que tú también me odies, no lo soportaría- respondió el castaño mientras enterraba su rostro en el pecho de Hibari


El pelinegro tomó con sus dos manos el rostro de Tsuna y lo obligó a sostenerle la mirada- ¿Porque te odiaría?, no hay razón Tsunayoshi, así que puedes contarme


-Hi-Hibari-san- el castaño observó los profundos ojos del prefecto y suspiró- e-está bien- respondió el castaño reincorporándose


-Yo... siempre, desde la primaria, he sido "dame-tsuna"...- el castaño comenzó a contarle todo lo que había vivido desde hace tantos años a Hibari


-... y a pesar de que me sentía tan feliz, luego supe que todo había sido una apuesta...- el pelinegro escuchaba atentamente todo lo que decía el pequeño castaño


-... sabes- Tsuna sonrió amargamente- he pensado muchas veces en suicidarme, acabar con todo pero no puedo, nunca me perdonaría hacer sufrir a mi madre...


Luego de aproximadamente 15 minutos, Tsuna terminó de contar su "historia"


-Tsunayoshi- Hibari atrajo hacia sí a Tsuna y apoyo su frente contra la del pequeño-no quiero que vuelvas a pensar de esa manera, ¿entendiste?, tú no eres una persona débil, si lo fueses no hubieses soportado todo esto durante tanto tiempo, eres muy fuerte, creéme


-Hibari-san -el castaño estaba sumamente sonrojado, el pelinegro estaba muy cerca de él – gracias por tus palabras, necesitaba escucharlas- añadió Tsuna con una tierna sonrisa


Maldición, es jodidamente adorable, quiero besarlo


La mente de Hibari lo traicionó, era la primera vez que lo hacía. El prefecto se acercó aún más al castaño, lo miró fijamente por unos segundos y se apoderó de sus labios.  Fue un beso dulce y lento que duró apenas unos instantes


Tras separase, se miraron nuevamente a los ojos. El castaño tenía el rostro sumamente sonrojado y sus orejas se encontraban rojas, ese había sido su primer beso y fue aún más maravilloso de lo que alguna vez hubiese imaginado


-Hi-Hibari-san ¿Por qué?- se atrevió a preguntar Tsuna bajando el rostro sumamente nervioso ¿Y si Hibari lo había besado por lástima?


- Tsunayoshi- el prefecto se encontraba nervioso aunque nunca lo admitiría- ¿lo odiaste? ¿odiaste el hecho que te besara?- preguntó 


-¡No!  yo, no...- trataba de responder el castaño


-Tsunayoshi, escúchame atentamente porque no pienso repetir algo tan herbívoro como lo que te voy a decir


Tsuna asintió algo confundido y Hibari prosiguió


-Lo que siento por ti es algo nuevo para mí. Puedo decir que me agrada mucho tu compañía, cada vez que te veo siento una calidez que nunca pensé podría llegar a sentir, creo que ni siquiera pensé que podría sentir algo aparte de querer morder herbívoros- el prefecto sonrió de lado- tengo ganas de protegerte, tengo ganas de abrazarte, tengo ganas...de besarte y no dejarte ir... ahora dime, ¿qué es lo que tú sientes por mí?


Al escuchar las palabras del prefecto Tsuna no pudo evitar sentirse inmensamente feliz ¿qué le respondería?, ¿Cómo podría hacerle saber el pelinegro todos los sentimientos que despertaba en su interior?


Al notar que Tsuna no respondía, Hibari se sintió muy decepcionado 


Quizá el no siente lo mismo


-Lamento si te molestó mi pregunta- Hibari estaba por pararse del sofá pero fue detenido por una pequeña y tímida mano que lo sujetó de la manga de su camisa


-N-No... yo...


 
Notas finales:

Espero les haya gustado

:) 

 


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