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La vida sin ti, segundo acto (O la pequeña historias de cómo una estrella se creyó luciérnaga por miles de años hasta su irremediable implosión que le convirtió en agujero negro) por sunshinebunny

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Notas del capitulo:

Aprovechando mi último día de vacaciones escribo esto para mi gatito hermoso al que amo mucho, gracia a todos los que leen y espero lo disfruten.

Capitulo 2

              La araña tejió una fina jaula para no dejarle escapar, le llamo amor.

-¿Qué haces aquí afuera, yoi? No te veo lo suficientemente gordo como para no caber por la puerta.- dijo marco con esa sonrisa tranquila al ver al pequeño pelinegro que en aquel momento se ponía en pie para dejarlo acercarse a la puerta.

Girando los ojos ante aquella broma de mal gusto estaba casi seguro que el otro seguiría tratándole de “niño gordo” para el resto de su vida, aunque en defensa del rubio este probablemente no se libraría del mote de cara de piña tampoco.- me eh olvidado las llaves a casa.- dijo entrando tras de el mayor y cerrando la puerta tras ellos, había pasado más o menos una hora en el porche delantero arrepintiéndose de no haber aceptado la invitación que le había hecho su amigo Zoro a comer tras la salida del gimnasio al que Marco le había inscrito para que no se estuviera flojeando durante todas las vacaciones de verano, pues según el de otra forma se la pasaría en casa comiendo hasta recuperar todo el peso que había perdido en esos últimos meses de la secundaria, no estaba tan mal, debía admitir que era entretenido ir ahí y le daba algo en que entretenerse cuando su hermano estaba en sus clases de regularización para la preparatoria ya que ese año había sido el ultimo que estudiaría, lo cual a parecer del menor era una lástima, le hubiera gustado pasar algo de tiempo con él en la escuela, aunque tampoco era que fueran a estar en el mismo salón ni nada parecido, aun así hubiera sido agradable pasar un poco más de tiempo con él. –tsk, no olvides ese tipo de cosas ¿Qué habrías hecho si no llegase temprano yo?- le reprendió el rubio trayéndolo un poco de regreso a el presente.

-Hubiera esperado por Ace.- quitándose los zapatos y acomodando estos en la entrada comenzó también a quitarse la camisa ahí mismo en la puerta.

-¿Qué se supone que haces?- le pregunto el rubio al ver aquello, ya se había soltado el nudo de la corbata y quitado el saco, de manera que no lucia tan formal como cuando recién llegaba del trabajo.

-Tengo calor y vengo del gimnasio, me daré una ducha.- dijo el menor como si  fuera natural, estaba sucio y sudado por el ejercicio, además no le gustaban las duchas del gimnasio por lo que siempre esperaba llegar a casa para asearse,  claro que normalmente para la hora en que llegaba Marco ya estaba limpio así que suponía que era normal que no se enterara.

-Me refiero a por que te quitas la ropa aquí y no en el baño.- dijo el rubio con un leve sonrojo al ver el cuerpo semidesnudo del menor que ya solo traía puestos los shorts de ejercicio azul marino, el estomago del chico ya no era la prominente barriga de antaño si no un suave vientre que aunque aún conservaba la redondez de la infancia no lucia del todo desagradable, en realidad ese no era tanto el problema, ni las pequeñas marquitas blancas en sus caderas resultado de aquel cambio de peso, el problema era, más que nada,  que el pecho del chico había conservado cierto volumen que les hacia lucir parecido a los de una adolecente en crecimiento, aunque aun eran indiscutiblemente masculino por los pezoncitos demasiado pequeños estos tenía un relieve que les brindaba un deje completamente obsceno, el rubio no podía observarlos al descubierto sin sentirse ligeramente incomodo, a tal grado que había llegado a procurarle al menor corpiños y algunas otras cosas pero con poco resultado.

-¿Qué tiene de malo? Ace lo hace…- Era difícil discutirle eso al menor, en los días calurosos incluso el andaba sin camisa por la casa en ocasiones, pero aun así no le gustaba que el chiquillo fuera por ahí exhibiéndose de aquella manera, quizá solo fuera un instinto protector surgido tras los años de convivencia, quizá que el mocoso que comenzaba a dejar de ser un niño para pasar a ser un adolecente comenzaba a despertar en el ciertas cosas que no quería admitir conscientemente, pero que cada vez le era más difícil negar con el chico luciéndose por la casa de aquella manera, mas de una vez debía admitir haberse saciado instintos nada sanos con el pecoso a causa del menor. No iba a tocar a un niño después de todo, no podía tocar a un niño y menos al hermano de su novio, habría tres personas que le castrarían definitivamente de hacer aquello, la primera se llamaba Marco Phoenix… si, el mismo no podía concebir una traición peor…-Solo no lo hagas- Murmuro un tanto malhumorado el rubio.- lárgate al baño.- gruño desviando la mirada del cuerpo ajeno antes de darle una suave palmada al trasero del chico para apremiarlo, el suave quejido que escapara de la boquita del niño le había hecho imaginarse exactamente aquella expresión de indignación y molestia que el otro tenia cada que hacia aquello, se fue derecho a la sala a servirse un trago de algo fuerte ¿A qué horas era que regresaba Ace?

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-Oye Marco… si se supone soy tu esposa o algo así ¿No deberíamos dormir juntos o algo?-

El chico pelinegro con una toalla alrededor de su cuello y bermudas de mezclilla limpias había entrado y sentándose a su lado en el sofá, el cabello aun le escurría un poco de agua haciendo que este se ondulara ligeramente, asemejándole un poco más al del hermano mayor de aquel, el trago que se hallaba dándole a la bebida el rubio casi se le había atorado en la garganta al escuchar esas palabras, ¿Quizá algún dios maligno le estaba castigando por sus impuros pensamientos? Intento tranquilizarse recordándose que el era el adulto y que un chiquillo no tenia por que ponerlo nervioso de aquella manera, pero la cercanía del menudo cuerpo ajeno le imposibilitaba aquella tarea.- ¿De dónde el interés repentino por cumplir con tus “deberes” de esposa Luffy?- aquello debía ser una broma definitivamente, el sonrojo en las mejillas del otro sin embargo le tenía al borde de un colapso nervioso. Aquello era un sueño, o una alucinación, o algo así… ¿quizá el chiquillo había echado algo raro en su bebida? Si, seguro que era eso, aquello no podía ser real. Casi había dado un salto al escuchar la puerta abrirse.

-¡Estoy en casa!- la voz del pecoso desde el recibidor había sido clara señal para que el pequeño remolino a su lado se pusiera en pie efusivamente.

-¡Ace!¡Tengo hambre! ¡Bienvenido a casa! ¡Te extrañe mucho!- escucho al menor gritar camino al recibidor, ya podía verlo echándosele encima al pecoso  mientras el se ponía en pie a darle la bienvenida a su novio, ya, aquello era mucho más normal, no podía escuchar las respuesta del otro pues su voz no era normalmente tan escandalosa como la del pequeño, pero podía imaginárselas.

-¿Cómo te fue en la escuela pequitas?- pregunto Marco llegando justo a tiempo de ver al menor acomodando los zapatos de su hermano mientras este le sonreía animadamente, contándole de su día.

-Me ah ido bien.- dijo el aludido sonriendo ampliamente antes de recibir un cariñoso beso de su novio.- Creo que esta vez eh pasado todos los exámenes, pero no me darán los resultados hasta el viernes.-

-El viernes habrá que celebrar entonces.- comento el rubio con una amplia sonrisa, sentándose al lado de su novio en el recibidor, tenían una sala muy cómoda apenas unos pasos de ahí, o podían conversar en la cocina, pero por algún motivo gustaban de sentarse ahí a tomar aliento cuando estaban los tres por fin en casa antes de seguir con las labores.

-¡Carne! – grito el menor que hasta el momento intentaba no prestar mucha atención a la melosa escena de los otros dos o comenzaría a sentir celos de nuevo, el pensar en la carne le había emocionado, una celebración definitivamente inmiscuía carne, y la carne era lo mejor en el mundo después de su hermano.

-Eso espero en verdad, no quiero volver a saber de estúpidos exámenes en lo que resta de mi vida.- dijo el pecoso tumbándose al piso de manera dramática, dejando que su cabello callera de manera desordenada por el piso de madera mientras reía por el grito de carne de su hermano, no necesitaban de una ocasión especial para comerla pero está definitivamente sabría mucho mejor si era para celebrar que ya no volvería un año más a la escuela, aunque no estaba muy seguro que se suponía que hiciera una vez terminada la preparatoria, estaba seguro que si le preguntase a marco le diría que debía estudiar la universidad también, pero aquello de estudiar verdaderamente no era lo suyo, con mucho esfuerzo había conseguido concluir la preparatoria ahora, no quería ni imaginarse lo difícil que podría ser la universidad y no sabía como marco lo había logrado cuando joven. Se preguntaba vagamente si aquello consistiría de un mal ejemplo para Luffy si decía que no quería hacerla.

Otra opción era buscar un empleo, pero uno que se adaptara al horario de el rubio y de su hermanito de preferencia, odiaba aquello de no pasar tiempo con ellos por estar estudiando en las tardes… o dedicarse a tiempo completo a la casa… aquello último no le incomodaría tanto, ya estaba más o menos acostumbrado a ello y le agradaba poder sentirse útil para el rubio.-¿Tu día como estuvo amor?- abriendo los ojos perezosamente sonrió ampliamente para el rubio que sentado a su lado le dedicaba una sonrisa enamorada, sin notar que su pequeño hermanito hacia una ligera mueca al verlos así, quería ignorar todo lo que era aquella conversación entre los mayores por lo que paso corriendo al lado de ellos con dirección a su habitación.

Luffy creyó poder soportarlo en aquella ocasión, creyó que quizá habiendo estado con su hermano apenas una cuantas noches antes podría soportar estar con este y su novio en aquella ocasión, que quizá el cansancio de sus cuerpo o el baño le ayudarían con lo que sentía pero los terribles celos que iban creciendo cada día mas no ayudaban en lo absoluto a aquello, Marco le agradaba y podía darle a su hermano la estabilidad que este necesitaba, Ace se veía tan feliz y pleno como sabia que nunca lograría serlo con él, el único que sobraba en aquel lugar era él, la idea de dormir con el rubio en un intento de alejarles aunque fuera solo momentáneamente se le había venido a causa de las malas bromas del rubio que siempre le jodia con su peso o con los papeles de adopción, pensó que el también podría aplicar aquello para molestar al mayor y darle una cucharada de su propia medicina, pero ahora lo pensaba enserio.

No salió de su habitación hasta que fue hora de cenar, se había entretenido jugando un juego en línea que Zoro le recomendara, algo de piratas y corsarios, el personaje de Zoro era un espadachín pero él había escogido ser un “usuario” que al parecer eran una especie de magos (o así lo entendía el) con poderes raros asignados al azahar, el poder que a Luffy le había tocado era estirarse cual si fuera de goma, por la diadema del intercomunicador su amigo se había mofado diciendo que aquello era un poder inútil, pero a él le gustaba y después de unas cuantas horas dentro del juego (y de morir un par de veces en las situaciones más estúpidas imaginables) le había callado la boca al demostrar que aquel poder valía la pena si sabia como usarse, la voz de su hermano llamándole a cenar había sido la causa de su ultima muerte.- ¿Regresaras después de cenar?- pregunto la voz del peliverde por el intercomunicador, Luffy se lo pensó unos momentos.- No. Creo que te veré mañana en el gimnasio.- dijo tras tomar una decisión.- ok, hasta mañana Luffy.-

-hasta mañana Zoro.- murmuro antes de apagar la consola y bajar a cenar.

La cena había transcurrido de manera amena, el menor escuchaba en calma a los otros dos darse las novedades de su día a día, Law, uno de los compañeros de salón su hermano había puesto una protesta de que el examen de biología y estudio de los organismos no incluyera ninguna parte practica mientras que a Thatch se le había atorado el copete en la maquina impresora haciendo quien sabe qué cosa y habían demorado más de media hora en desatorarle, incluso Luffy había aportado un poco a la plática contándoles sobre aquel nuevo juego que había estado jugando toda la tarde y al final habían decidido que algún día los mayores se harían una cuenta con algún personaje, solo por la mera curiosidad de ver aquello de los poderes asignados al azar, ya que esto a ambos les había parecido bastante llamativo. Ninguno supo bien decir que sería Ace, pero Luffy había insistido en que marco seguramente sería un hombre piña con púas por todo el cuerpo, o alguna especie de pollo que el devoraría.

Habían estado riñendo y riendo acerca de quién sería el mejor de los tres y que clase de cosas podría hacer si aquello fuera real, pero al finalizar de comer y beber y tras que todos ayudasen a recoger la mesa y lavar y guardar la vajilla el menor había soltado la bomba nuevamente.- Ace, desde hoy creo que deberías mudarte a mi cuarto y yo dormiré con Marco, no creo que sea apropiado que duermas con mi esposo.-  murmuro de manera seria para sorpresa de los otros dos que abriendo los ojos como platos no se creían lo que acababan de escuchar, quizá la bromita se les había salido de las manos.

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 ¿Cómo habían accedido al final de cuentas? El mismo rubio no estaba muy seguro de ello. Pero ahí estaba con su “esposa” en la cama, durante bastante tiempo había utilizado aquel titulo que no era del todo real para decirle al menor que hiciera cosas como ordenar su habitación o respetarlo u otra serie de sinsentidos a los que el otro solo le mostraba la lengua groseramente antes de más o menos atender a lo que se le pedía, nunca pensó que aquella bromita pudiera voltearse en su contra, mucho menos que ahora tendría al menor de los D únicamente con sus bóxers metido en la cama y abrazándole cariñosamente, aunque aquello ultimo se pensaba era costumbre de cuando solía dormir con su hermano pues este también solía abrazarle para dormir pero mientras aquel chiquillo dormía plácidamente a él le costaba trabajo conciliar el sueño.

De manera intensa miraba el techo de la habitación cual si este fuera algo sumamente interesante mientras con una de sus manos acariciaba la espalda del menor distraídamente, agradecía enormemente aquella costumbre suya de usar pijamas pues si ya sentir la piel desnuda del otro con la yema de los dedos siquiera era tentador no quería imaginarse aquel menudo cuerpo apegado al suyo sin el pijama de por medio, si bien el chico cumpliría los 15 aquel mayo comparado con el que ya rondaba los 38 aun era un mocoso, un mocoso que le tenía como una piedra, valiente afirmación le parecía ahora aquella de que se castraría a si mismo antes de tocar al muchacho.

Sentir al otro removerse entre sus brazos le había hecho detener cualquier movimiento en seco, tensándose al darse cuenta de las caricias que inconscientes que brindaba al cuerpo ajeno.- nhh… Ace…- aquel susurro le había hecho saber que el otro aun dormía, soltando un suspiro se pregunto exactamente con que soñaría, el con quien pues era bastante obvio, volviendo a acariciar la espalda ajena al parecer solo había alentado el sueño del muchacho pues este se había comenzado a apegar más a su cuerpo y rosarse de manera que no había tardado en notar el problema entre las piernas del muchacho, aquello ya había sido demasiado, no iba a dejar que ese chiquillo tuviera un sueño erótico con el pecoso en su cama después de haberle privado de una noche con este, removiéndole de manera poco delicada le miro con cara de poco amigos incrementada por el insomnio del que el menor también era culpable.- Lárgate a tu habitación yoi,  esto ya fue demasiado.-

-¿eh?- aun medio adormilado observo al rubio por un segundo antes de decidir que estaba bastante cómodo como para moverse, no recordaba con que había estado soñando pero había sido agradable, quería volver a dormir.- No.- el chico se le había abrazado a el pecho con más fuerza y aquello solo había hecho que el mayor gruñera, el problema entre las piernas del muchacho había desaparecido tan rápido como apareciera, bendita juventud, pero el suyo no.

-En verdad Luffy, hay cosas que necesito hacer y no quiero que estés presente.- ya no había duda de que tendría que hacerse cargo de su problema por el mismo pero aun le quedaba el suficiente pudor para no hacerlo frente a aquel muchachito.- Dudo que quieras atender a “esos” deberes de esposa, lárgate a dormir con Ace.- el pelinegro que comenzaba a quedarse dormido de nuevo se froto un ojo y soltó un bostezo en un esfuerzo de despertar lo suficiente para saber a qué se refería el otro, mientras se removía por error rozo la zona de la entrepierna ajena con uno de sus muslos y pudo por fin comprenderlo.- Ah, estas duro.- quizá había sido el sueño que no le permitiera avergonzarse por haber tocado aquella parte supuestamente privada del cuerpo ajeno, quizá no le veía nada malo a aquello, como fuera al parecer era el rubio quien lo encontraba mal pues de manera algo brusca le había empujado para separarle de él.- Vete a tu cuarto Luffy.- dijo aun más molesto de que el otro se hubiera dado cuenta de su problema.

-Puedo atenderte si quieres.- dijo el pelinegro bastante serio y sin una pisca de vergüenza, ya estaba bien despierto y entendía el problema del otro, no había pensado en aquello cuando pidiera dormir con él, pero suponía que era algo lógico teniendo en cuenta las preferencias sexuales del mayor y que este aun era un adulto sexualmente activo, quizá aun no comprendiera del todo aquello pero sabia lo suficiente para hacerse “responsable” de lo que había provocado sin querer, el sonrojo del rubio le había hecho sonreír bastante.

-¿Y cómo piensas hacer eso exactamente?- que el menor dijera algo como aquello tan a la ligera le había tomado un tanto por sorpresa, de ahí su sonrojo, pero también había un ligero deje de molestia en su voz, si el otro ya se había dado cuenta de las cosas esperaba que al menos fuera lo suficientemente considerado para dejarle a solas para que se atendiera el mismo en lugar de seguir con aquel estúpido juego, el ligero nerviosismo que el chico mostrara ante su pregunta sin embargo le había hecho dudar en ciertas cosas, mas aun cuando en lugar de responderle viera al otro ir bajo la sabanas en lo que en un inicio pensaba seria alguna otra broma tonta.

-No se lo digas a Ace, ¿Ok?- escucho al menor murmurar desde debajo de las sabanas antes de sentir las manos de este en su ropa, sacando de entre la ropa interior su ya rígido miembro para después sentir la cálida lengua del otro trazar un círculo alrededor de su glande y derramar un poco de sus saliva sobre el antes de comenzar a introducírselo en la boca, tomando con aquellas manitas lo que no podía abarcar a succionar con fuerza ¿Qué se suponía que le dijera a Ace? “tu hermanito acaba de darme la mamada de mi vida” no, no le parecía una frase muy viable, la forma como el chiquillo le estaba atendiendo sin embargo era demasiado placentera como para negarse a aquello, por no decir lo mucho que se había estado conteniendo, aun así eso no estaba bien, ¿En donde era que aquel niño había aprendido a chuparla de aquella manera? Dudaba que fuera un don nato, de hecho probablemente sabía la respuesta pero siempre había hecho de ciego debido al amor que le tenía al pecoso.

 

-Basta.- Jalo los cabellos del azabache para que se detuviera, el ver el hilo de saliva y preseminal que conectaba la boca de aquel niño con su falo aun completamente duro le había hecho sentir una punzada de dolor en su necesitada hombría, aquello era demasiado morboso de observar, demasiado obsceno, si no hacia algo pronto acabaría corriéndose en esa estrecha boquita, aunque con todo quizá aquello sería lo mejor de todas las cosas sucias que le pasaban por la mente esa era la menos enferma. Los ojos del muchacho lejos de reflejar duda o miedo solo le transmitían la más pura lujuria, si acaso había alguna duda en aquel joven rostro era la de por qué le había detenido.- ¿No te estaba gustando? Pensé que lo disfrutabas… ¿No aprieto lo suficiente? ¿O es que lo hago muy despacio? Lo lamento…eres demasiado…- la obscenidad en todas esas preguntas contrastaba de manera absoluta con la timidez que había comenzado a mostrar ante la ultima parte.

- Grande…- la mirada de Marco clavada en su rostro mientras le sostenía la barbilla para que no desviara la vista del frente le había acabado por hacer sonrojar ligeramente, esto le estaba poniendo nervioso, cuando hacia aquello con su hermano nunca sentía pena o inseguridad, pero es que ya conocía perfectamente cada uno de los gustos del pecoso, del rubio y sus gustos realmente no sabía nada así como tampoco sabía si por orgullo o por capricho se le había metido en la cabeza que si había comenzado con algo debía llevarlo hasta el final y aquello quería decir hacer que el otro se corriera, por cualquier método posible.

- Lo haces bien…- escucho al rubio susurrar de manera pesada pero impersonal, como si no quisiera mostrar lo mucho que aquello le estaba gustando en verdad.- pero no quiero ser el único que disfrute.- aquello le había hecho sonrojar mil veces más, no estaba acostumbrado a que el pecoso se preocupase por si estaba disfrutando o no, en realidad nunca lo había pensado pues él se conformaba con que lo dejara atenderle, aquel era un concepto completamente nuevo para Luffy.- ven…- el rubio le quito la ropa interior para dejarle completamente desnudo antes de abrirse la camisa del pijama de manera que al dejarse guiar hasta que sus piernas estuvieran a los costados del pecho del mayor mientras le daba la espalda podía sentir la piel del pecho ajeno entre sus muslos rosar provocadoramente y cuando el otro le indicase que se inclinara no dudo en hacerlo.

Marco de nuevo podía sentir aquella húmeda boquita tomarle el falo casi por completo y una oleada de placer le había recorrido mientras con sus manos tomaba las amplias caderas del chico para lamer su entrada de manera parsimoniosa, rosando con su lengua aquel salado orificio que comenzaba a hacer que el menor ahogara suaves sonidos de excitación en su miembro ¿Qué tanto habían llegado a hacer su querido pecoso y aquel niño? No estaba seguro y tampoco tenía muchos ánimos de preguntarlo en aquel momento pues la pequeña abertura entre esas carnosas nalgas no parecía especialmente acostumbrada a aquello, al rosarla ligeramente con uno de sus dedos aquella se había contraído por sí misma, como si no hubiera sido tocada de aquella manera nunca. – dijiste que ibas a atenderme, pero no dijiste como…- no sabía porque pero deseaba escucharlo, quizá solo era el morbo, como única respuesta solo había obtenido la boca del otro succionando con mayor fuerza y subiendo y bajando con mayor velocidad, causándole algo de dificultad para articular las palabras.- ¿Piensas hacerlo solo con tu boca?- aquello había sonado casi malicioso acompañado de uno de sus dedos ya bien húmedo presionándose en la entrada del otro hasta penetrarle con la primera falange.

Aquel intruso aunque cuidadoso al pequeño azabache le había parecido demasiado grande, haciéndole estremecer y casi morder al otro por el placer entremezclado con una leve incomodidad y un toque de dolor que estaba experimentando, le costaba guardarse sus gemidos de manera callada, jamás en su vida le habían tocado de aquella manera y aunque ligeramente culpable por ello no podía negar que lo estaba disfrutando, al final no podría usar solo su boca como había planeado, no quería acabar lastimando al otro al no poder controlarse pues ya casi no era dueño de sus actos, su boca había comenzado a salivar de manera poco común, sus ojos lagrimeaban ligeramente.- Ma…marco… no…- la mano del otro en su propia excitación le había hecho magnificar aun mas todas aquellas sensaciones aun mas, con sus manos emulando de manera un poco torpe el ritmo de el otro en su propio miembro mientras aun brindaba una que otra lamidita o beso en el miembro ajeno cuando le era posible, ahogando en la medida de lo posible sus gemidos en aquella hombría que atendía casi con desespero, sentía que no aguantaría demasiado.

Luffy acabo por correrse sin avisar al sentir todo el dolor y la incomodidad del dedo que el otro usaba para estimular su interior esfumarse cuando aquel rosara una zona que le había hecho soltar un gemido incontrolable, apresando el miembro ajeno mucho más fuerte que antes entre sus manos, el leve gruñido de excitación y placer que soltase el rubio al correrse poco tiempo después contra los labios ajenos había sido bastante agradable de escuchar, le había manchado la boca junto con las mejillas al menor que solo había alcanzado a abrir está un poco para que toda aquella semilla no acabara derramándose por completo entre sus manos.

Tras terminar con aquello el menor comenzó a lamer el cuerpo ajeno cual si se tratase de un minino recogiendo la leche derramada, aquello había resultado tan provocador que el rubio había tenido que jalarle hasta sus labios para besar aquellos de manera lenta y pausada, saboreando todo aquello que el chico había logrado recoger antes de que lo detuviera. Le había detenido pues no pensaba que pudiera contenerse de tomarlo una segunda vez en la noche- No era necesario que hiciera eso yoi…- susurro al separarse de el otro, mirándole intensamente a los ojos como intentando adivinar que había sentido el menor con aquello, ¿había algo de especial en ello o era algo que haría con cualquiera? Verdaderamente esperaba que fuera lo primero.

-Quizá tengas razón y debería irme a dormir a mi habitación… o a la sala.- murmuro Luffy no estaba seguro de poder o querer ver a su hermano tras lo que acababa de hacer, el rubio había soltado un gruñido algo molesto y abrazando al otro le había jalado hasta su pecho, tapando ambos cuerpos para dormir así.- Solo duérmete yoi, mañana aun tengo que ir a trabajar.- dijo sin soltar al otro que de espaldas a él y en un apretado encierro cerró los ojos para caer dormido en una extraña suerte de protector abrazo, ya a la mañana siguiente se preocuparían por las consecuencias de sus actos, por esa noche valía mas disfrutar de dormir tranquilos.

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Continuara.

Notas finales:

Y bueno, aquí lo dejamos, muchas gracias por leer y los comentarios son muy muy bienvenidos, ¿Qué pasara cuando Ace se dé cuenta de lo que paso? Quizá lo mismo que cuando yo me de cuenta de que ya se terminaron mis vacaciones, tristeza, tristeza y desolación… pero al menos aun tengo a mi gatito gordo u.u


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