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CERCA DEL CIELO por hermanas yaoi

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Notas del capitulo:

Ya estoy de regreso, como lo había prometido intenté no demorar, muchas gracias a  las lindas chicas que comentaron, y bueno, que les digo a un capítulo del final, veamos como andan las cosas en la tierra.

Recuerden actualización –jueves/Viernes

Todos los preparativos estaban hechos y planeados, Mikhail y Fei Long se encaminaban al departamento  del gran hotel en donde se quedaba  Asami Ryuichi, lugar del atentado.

Acompañados por sus respectivos empleados entrenados y capacitados, el rubio sabía que podía morir pero, eso ya no le interesaba, con su querida Miriam descansando en paz le importaba poco arder en el infierno.

-¿A qué se debe esa cara de seriedad Miki?-se burló Haitani en voz de Fei Long pero, el ojiesmeralda no respondió nada y continuó andando guardando su recién cargada Pistola Taurus Mod.917  CS  en color negro y plateado, pesada, peligrosa y con deseos de dispararse. Solo un milagro podría evitar a Maikel acabar de una vez por todas con Asami.

…………………………

Misaki aunque lo intentaba, no podía dejar de pensar en  su amigo ¿En dónde estaba? ¿Si Se encontraba bien?, rogaba porque así fuera, y pronto apareciera para  decirle al yakuza que le dejara en paz.

No terminaba por entender cómo era que se había enamorado de tremendo tipo, cruel, malvado e inhumano, su personalidad asimilaba la de un demonio, y hablando de tales espíritus Kuroda no le permitía ni el más mínimo pestañar sin presentir que se tratara de un intento de escape.

-¿En serio que eres de lo peor? Asami Ryuichi, me alegro de que Aki, no se encuentre presente, porque realmente se decepcionaría de ver que estas interfiriendo en mi labor de mensajero celestial-si como no, se dijo a sí mismo el castaño.

-cállate mocoso, además Takaba volverá…no hables como si estuviera…-no quería admitirlo, pero cada instante  le aturdía  más la idea de que Akihito se encontrara herido o… muerto.

Bueno, pensaba  Misaki -al menos parece que el fantoche guarda un poco de amor para Akihito, pero ¿Qué sucedería si algo grave  le pasara?

-Asami-sama-resonó la voz infantil de Miriam que gracias a Kuroda no distinguió la angelical figura del ojiesmeralda quien herido  desde el encuentro con Onodera se encontraba con las manos atadas a un lado del pelinegro, como un prisionero al cual oraba su Akihito  buscara, y así poder volver a verlo.

-esta niña no es tuya ¿A quién se la robaste?-interrogó Misaki con preocupación, pero Asami pasó de él y la envió a su habitación.

-…es hija de mi peor enemigo y voy a matarla  si no haces algo que me regrese  a Takaba.

-¿EH?, ¿De que hablas?, yo no fui quien le lanzó ese rayo, en todo caso-volvió sus ojos en dirección a Kuroda-…no es que reparta culpas…

-Entonces no lo hagas-intervino el mismo-…esa prisión no es para destruir, es para perdonar, y si ese ángel lo consigue, vendrá.

-lo hará-agregó Asami seguro de sus palabras- Akihito regresará a mi lado.

-¿Y si no lo hace?-cuestionó Misaki con mirada gélida. Ambos, el ojiesmeralda y Ryuichi se conectaron en una mirada retadora, en la cual Asami sabia podía perder.

-¿Qué pretendes que responda?

-quieres que Aki vuelva, pero no deseas cambiar, ¿sabes?, ahora mismo él se metió en un buen lio por su romance contigo…puede ser juzgado y destruido.

-no lo permitiré-respondió Asami acercándose a Misaki para tomarlo con fuerza de la barbilla y acercar su rostro al suyo-si cualquiera se atreve a ponerle un dedo encima a Takaba, lo mato- Misaki sintió un escalofrió en el corazón, ahora lo comprendía, ese hombre, temperamental que parecía odia toda existencia amaba profunda y desesperadamente a su amigo.

-…entiendo-farfulló Misaki con pesar, pues se preguntaba ¿Qué sucedería con ese amor?, estaba prohibido, y aun así no quería que desapareciera.

Asami liberó su mueca y lo recargó con fuerza en la  pared-no me importa si es un ángel, y no pueda pertenecerme, yo lo protegeré -entonces Misaki se identificó, y recordó el momento en el cual protegió a Usagi, no le importaba ser un ángel inferior o morir, solo quería preservar la vida de su amante.

-…debería hacerlo por Aki, Asami-sama…reivindicarse por Takaba, esa es la única manera en la que puede hacer algo por él.

Asami se separó del castaño y contempló por un momento, la luz de la tarde.

-…Akihito… ¿Realmente esa es la única manera?-se preguntó Asami.

Después se dirigió a la habitación de Miriam y le dijo, prepara tus cosas, porque te llevaré con tu padre-se resignó, quería venganza pero, deseaba con mayor instanciada volver a ver a Takaba, y asegurar su bienestar.

 

……………………………………….

Takano no vaciló y fue por Onodera atacándolo de frente, no conocía los detalles pero, solo bastaba con ver el estado de su hijo para deducir un combate que aseguraba fue con el caído, por ello lo haría pagar.

-¡Padre ya basta, detente!- Akihito pedía a gritos, le costaba trabajo sostenerse en pie, pero no permitiría que dañara a Onodera por algo que ya estaba olvidado.

Por su parte Ritsu no hacía nada, absolutamente nada para defenderse,  sin emitir palabra sentía correr la sangre de las múltiples heridas que con sus puños provocaba Takano, hasta que reaccionó dándose cuenta de que debía pelear para sobrevivir.

-¡déjame en paz!-exigió Onodera empujando con fuerza al azabache quien desenvainó su espada dispuesto a terminar el asunto.

-tengo ordenes de matar a cualquier ángel obscuro-informó Takano intentando atravesarlo con la punta filosa del arma blanca.

-Ah sí, pues que lastima, porque a mí no me tocaras con eso-y de la nada apareció su látigo bañado en llamas negras que de tocar al ojiavellana sufriría gran daño.

-…Lo siento…Takano-san…-se decía para sí el ojiesmeralda, si había algo que lamentara era el no haberse declarado en aquel entonces y se imaginaba tantos escenarios distintos al vivido, que sólo quedaban en eso, sueños.

-por favor ya detente, él no es malvado, él me ayudó, ¡Takano!

Onodera consiente de lo que significaba combatir con quien fue alguna vez el amor de su vida alzó vuelo con la poca fuerza que le quedaba y extendió su defensa al mismo tiempo que abría sus alas.

Takano le observó con desagrado, no alcanzaba a distinguir que se trataba de un antiguo compañero, y sin pensarlo mucho liberó una mano del mango de la espada y en su palma concentró energía para extinguir al castaño y sin preámbulos la liberó en su dirección, Onodera la vio claramente pero, al levantar el látigo intentando desviarla, este se desgarró y la energía golpeó su pecho causando  un descenso inmediato.

Takano sabía perfectamente que con eso no fallecería y que tenía que terminar el trabajo, por lo que se dirigió a él, estaba apenas consiente con un hilo de sangre escurriéndole por la comisura del labio y una  mirada nublada.

-…así es como todos ustedes deben terminar-  tomó su espada con firmeza disponiéndose a  encajarla en el corazón de Onodera cuando.

-¡Nooooo Ritsu! –sollozó Akihito con desesperación de sentirse  incapaz de detener a su padre.

Lo que no sabía, era que gracias a ese nombramiento a tan sólo un milímetro de que la punta perforara el pecho de Onodera, Takano se detuvo y quedó totalmente en pausa.

Sus manos comenzaron a temblar y otra mirada más profunda al rostro del ángel caído bastó para que una de sus manos palpara la mejilla de Ritsu y colocara la espada en el suelo.

-¿Onodera? ¿Onodera Ritsu?... –interrogó el azabache molesto consigo mismo.

-…Takano-san-murmuró con dificultad el menor, se estaba sintiendo morir por lo que no le importó ocultarlo más y dijo-Takano-san yo, yo lo am…

-Papá, ya basta, déjalo en paz, te lo ruego, él, él-intervino Akihito impidiendo a Onodera su revelación.

-Akihito ¿Cuál es el nombre de este ángel?-preguntó a su hijo más tranquilo de ver que se encontraba bien.

-Onodera, Onodera Ritsu, él dijo que te conocía.

-Onodera…-repitió sin quererlo, aun no se explicaba como un buen amigo que creyó muerto estaba vivo y era un caído-dime Akihito ¿él te ataco?-los ojos de Takaba no pudieron mentir, sin embrago alegó.

-pero también me ayudó a salir de una especie de cárcel, por favor papá, Misaki está en graves problemas, tenemos que salvarlo-avisó de la situación, a lo que Takano de inmediato encajó la información del plan que había descubierto.

Matarlo, sacrificar a Misaki, comenzaba a comprender lo que ellos querían, lo que no sabía era si salvar a Onodera o dejarlo morir.

-¿Por qué Ritsu…?

-escúchame papá, Onodera no es malo, simplemente se equivocó, ayúdalo, ayúdanos, estoy seguro que no quieres dejarlo morir-dijo casi a modo de regaño.

-me alegro de que tengas tantas energías, hijo-sonrió  sosteniendo su mano, desprendiendo una luz blanca que recorrió su cuerpo curando sus heridas.

Akihito extendió sus palmas y se vio con asombro, pues nunca lo habían curado de tal forma.

-gracias papá, pero…ahora es Onodera quien más te necesita… por favor-Takano dejó escapar un suspiro, tenía tantas dudas al respecto, aun así cargó cuidadosamente el cuerpo de Ritsu y lo abrazó delicadamente sanando los daños que el mismo había provocado, sin embargo durante ese pequeña conexión de energías, Takano sintió claramente como su corazón palpitaba con mayor fuerza, como si hubiese esperado ese momento por mucho tiempo.

Al terminar, lo colocó en el suelo y poco a poco los ojos verdes de Onodera  mostraron nuevamente su brillo al abrirse y contemplar con serenidad la cara de  Takano.

-¿Quieres seguir golpeándome? ¿O por qué que me has sanado?-comentó sin distinguir  a Takaba.

-está bien Onodera, mi padre no te lastimará-hablo dejándose ver.

No muy contento el ojiesmeralda se  separó del mayor y puso de pie guardando sus obscurecidas alas.

-no pienso agradecértelo, eh-especificó evitando los penetrantes ojos de Takano.

-…Ritsu…-pronunció suavemente en una especie de reproche que solo Onodera identificó.

-¡No digas mi nombre!-gritó con fuerza enfurecido de escuchase en boca del azabache, ese que seguía queriendo con la misma intensidad que en su juventud, y se recriminaba por ello.

-¿Por qué Onodera? ¿Por qué?-interrogó Takano con despreció, no encontraba razón alguna a su conducta desertora.

-… ¿De verdad te importa?-levantó los ojos que se reflejaron en los de Takano, no fue nesaría una palabra, el ojiavellana demostraba que sí.

-…

-…Onodera…-llamó Akihito, quien no entendía lo que sucedía, pero sabía que no podían seguir perdiendo el tiempo, ya que el paradero de Misaki era desconocido-…tenemos trabajo,  ¿Qué tal si mi padre y tu  arreglan sus mal entendidos después?-propuso un tanto presuroso por partir.

-¿Cuál es la situación?- preguntó Takano con seriedad.

-Haitani,  uno de los generales con los que combatiste durante  la guerra de purgatorio, planea abrir los portales de conexión del cielo, tierra e infierno, además Misaki… por mi culpa, él ahora quizás, este sufriendo en manos de esos tipos-pues recordaba al belicoso rubio que les había atacado.

-No creo que Sudou tenga a tu compañero…-agregó Onodera-el demonio, él que nos encerró ¿Lo recuerdas?- preguntó al ojiceleste quien asintió con la cabeza-creo que él lo tiene, y si no me equivoco, debe estar al servicio de Asami.

-¿Ryuichi?, para ser un humano sigue metiéndose en asuntos que lo sobrepasan, es un idiota-repitió Takano, al parecer Asami era conocido en las alturas mientras, Akihito  sudaba frio de pensar que su padre pudiera enterarse de lo que Asami y él eran, “Amantes”.

Onodera simplemente veía Akihito lamentarse en silencio.

-AYUDA-AYUDA-resonó con fuerza en los tímpanos del apenado chico, era la voz de Fei Long que lo seguía llamando, su alma lo necesitaba y rogaba su asistencia.

-Akihito-dijeron a una voz Onodera y Takano preocupados por él.

-estoy, bien-intentó calmarse- tengo, tengo que ir con Fei Long–desenvolvió sus alas pero Ritsu, de inmediato reconoció el nombre humano de Haitani, deteniendo a Takaba.

-¡no puedes!-dijo tomándolo del brazo.

-¿Onodera?, lo siento, pero ya no puedo seguir ignorando el llamado…

-¿Ignorando?-se preguntó Takano.

-Lo sé, pero ahora mismo, Liu Fei Long…-no quería aceptarlo, no frente a Takano-…él, no es seguro, te está llamando a propósito porque en realidad es…Haitani, el general del inframundo y seguramente te está buscando para usarte de sacrificio, o al menos experimentar-terminó diciendo causando en los otros gran sorpresa.

-¿Tu también estas involucrado en todo esto, Onodera?-regañó Takano sosteniendo con violencia el cuerpo de Ritsu.

Inevitablemente negarlo, aunque no directamente Onodera sabía y reconocía sus culpas, pero también deseaba ayudar, aunque fuera un poco.

-eso ya no importa papá, Onodera ¿Hay alguna forma de separar a Haitani de Fei Long?-cuestionó Akihito, ya que el asiático no dejaba de ser su protegido.

-…no lo sé, pero si la hay, no será fácil.

-tengo que intentarlo.

-¿Y Misaki?, no podemos dejarlo-argumentó el azabache pensando en Usagi.

Pero no hubo respuesta, Akihito quería encontrar a Asami, pero también ayudar a Fei Long y rescatar a Misaki, la pregunta era ¿Cómo? Y Takano estaba demasiado inseguro respecto a la compañía de Ritsu, no confiaba en el como para dejarlo solo con Akihito.

-dejen de quebrase la cabeza, yo les daré una respuesta, mueran-escupió con soberbia un ángel que descendía del cielo con delicadeza y belleza.

-Ijuuo, ¿Qué significa esto?-expresó con sorpresa al ver de quien se trataba.

-Masamune, tan lento como siempre, de haber sido una serpiente te hubiese mordido ¿no crees?-cuando distinguió la presencia de Onodera-oye Ritsu, ¿no estabas muerto?, eso dijo Sudou…-admitió con decepción-bueno, tendré que encargarme de ti también-después pasó sus ojos a Takaba-oh, pero si también está presente el hijo prodigo, Akihito, créeme, disfrutare mucho aniquilarte-decretó al recordar su interrupción durante el cortejo a Misaki.

El azabache seguía ajeno a tan impactantes revelaciones, Onodera y ahora Ijuuo, no sabía qué hacer, pero si conocía lo que no haría.

-no permitiré que los lastimes-defendió Takano al sacar su espada y aparecer su armadura, pues conocía las habilidades de su combatiente, un guerrero en su época formidable, imposible de vencer para su hijo o Ritsu.

-Akihito…váyanse- susurró.

-papá, no voy a abandonarte-aclaró Akihito con preocupación, a lo que Takano respondió con una sonrisa.

-tranquilo, nos volveremos a ver, te lo prometo- Onodera tampoco quería dejarlo, pero  no quería mencionarlo-Ritsu, a ti también te veré después, tenemos mucho de qué hablar…por ahora, te encomiendo a mi hijo, protégelo-pidió confiando en el ojiesmeralda, provocándole un leve sonrojo.

-¡Ahora!-vociferó lanzándose a Ijuuo para distraerlo y dar oportunidad a Takaba y Onodera de volar lejos de allí, Akihito no quería irse por lo que Ritsu se vio obligado a tomarlo de la mano y llevárselo.

-nunca te perdonare si me fallas esta vez papá-gritó al mayor intentando contener sus lágrimas, pues deseaba en lugar de esas palabras expresar un te amo, no pierdas.

-Qué lindo es Akihito, me recuerda a Nai…-comentó Ijuuo al inmortalizar en su mente la manera tan cruel en la que le había arrebatado la vida a su tan querida esposa de Takano.

……………………….

-maldito Ijuuo, sabía que no era de fiar pero, ser un caído oculto-incriminaba Akihito con ira.

-cálmate Takaba, en realidad es un espía del cielo, no un caído-corrigió Onodera volteando su cara atrás,  culpable de haber dejado a Takano.

-¿Qué hacemos ahora?-pregunto el desorientado Akihito.

-lo mejor es ir en busca de Shinji, si está al servicio de tu novio quizás nos ayude-reflexionó Onodera.

-de acuerdo, ¿pero y Fei Long?

-olvídate de él, no es humano, no mientras Haitani este controlándolo-aseguró Ritsu preguntándose ¿Cómo y cuándo había sido que cambió de bando?

-no cabe duda que una vez gallina, siempre los serás-molestó Sudou quien los veía de lejos acortando distancia, concentrando energía para atacarles.

Pero la buena percepción de Onodera lo ayudó a proveer el acechamiento y apoco de que la energía de Sudou los impactara empujó a Takaba dejándolo fuera de la línea de fuego.

-¡Onodera!-gritó al verlo alejarse.

-Akihito, no hay tiempo, tienes que buscar a Kuroda por ti mismo, convéncelo de que nos ayude, eres la última esperanza que pude impedir un apocalipsis -dijo perdiéndose en una nube de pólvora negra que el ataque había levantado -lo siento Takano, pero parece que no podré cumplir tu encomienda.

………………………….

Takano y Onodera había abierto paso a Takaba, sabían que solo él podría recuperar a Misaki y hacer algo en contra de Haitani,  pero Akihito no tenía ni la menor idea de cómo.

-piensa, piensa-se regañó así mismo reflexionando sobre el posible paradero del demonio Kuroda, que después de un rato se convenció tenía que habitar el departamento de Asami o Shion, pero en el momento se encontraba más cerca del edificio Shion, por lo que  se desvío esperando no equivocarse y Kuroda se encontrara allí.

Se adentró con temor a la construcción, bastaba respirar el aire pesado y oscuro para darse cuenta de que no estaba equivocado.

-Misaki-llamó en espera de una respuesta a la vez que se introducía a  la oficina de Asami.

-…Takaba Akihito ¿verdad?-nombró Kuroda apareciendo detrás suyo. Quien se encontraba en Shion por órdenes de Asami que dictaban  esperarle allí mientras cumplía con el pedido de Misaki, para favorecer a su Aki-chan.

Akihito se tensó y cayó de rodillas frente a la energía tan potente del demonio, era de otro mundo.

-¿En dónde está Misaki?-preguntó con esperanzas de que la teoría de Onodera fuera acertada.

-mmn, te refieres a este-y levantando su mano aparición  al desmayado y herido castaño, ángel sin alas.

-¡Misaki!-dijo aliviado de contemplarle, para formularle su otra incógnita-¿En dónde está Asami?

-el señor Ryuichi salió, pero vendrá pronto, y se complacerá de ver que está aquí-comunicó tomando su mano izquierda sellando un tatuaje de pentágono.

-¿Qué hiciste? ¿Qué es esto?-se quejó con aflicción, ya que el mencionado le quemaba.

-con eso te tendré bajo mis órdenes, así no escaparas, Asami-sama ha estado muy preocupado por ti, y no permitiré que te vayas a ningún lado.

-¿pero de que hablas?, yo viene a…-intentó explicar su solicitud, pero entonces una luz blanca iluminó y consagró el aire de la oficina.

Usami Akihiko estaba en el sitio.

Harto de esperar noticias de su castaño decidió bajar el mismo, desobedeciendo y retando a Aikawa,  no le importaba en lo absoluto, y desde las alturas se las ingenió para triangular con exactitud la ubicación de Takahashi, dando en con él.

Pero también con Kuroda su enemigo por naturaleza y ¿Takaba?, quien estaba siendo sostenido de manera comprometedora.

Que más podía imaginarse, si no que Akihito tenia tratos con el inframundo, y al ver  Misaki junto a ellos  inconsciente y herido, terminó por idearse una historia totalmente equivocada, teniendo como principal villano y traidor a Takaba Akihito.

-…Tu…-señaló con desprecio y semblante asesino mostrando el filo de su espada.

-quédate detrás Takaba-Salió en su defensa Shinji con otra espada que lucía una  hoja nocturna.

Continuará.

Notas finales:

Y así está el asunto, no muy favorable, ¿Quién diría que el canijo de Ijuuo era tan malote?, y eso que esta re guapo el condenado, pero afortunadamente Usagi ya llegó y ahora sí que antes muerto que permitir que a Misaki le toquen un cabello lo malo es que ya reconfundio todo.

Eso sería todo por ahora, muchas gracias por leer la historia y nos leeremos la próxima con el capítulo final.

Oh, y para las seguidoras del pequeño Ryui, será hasta el sábado en la noche, porque mi hermanito tiene su clausura este jueves (hoy) y por hacer mole ya no terminé el capítulo, una disculpa a las chicas que les haya prometido el presente día.

Besos y abrazos kazz.


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