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CERCA DEL CIELO por hermanas yaoi

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Notas del capitulo:

Hola, me da gusto saludarlas, pero no mucho con la noticia que traigo, sé que dije que este sería el final, pero me quedo largo, y pues siguiendo el ejemplo de una autora, pues decidí cortarlo,  tranquiz ya lo escribí, y lo publicaré lo más pronto posible.

Después que Asami se  dispuso a entregar a Mirian, grande fue su sorpresa al bajar las escaleras con la infante  y recibir una llamada de Kirishima su fiel guarda espaldas, con la noticia que el edificio estaba rodeado de hombres de Mikhail y Fei Long. Pensó rápidamente en volver al departamento y resguardar a Miriam en la cámara secreta que tenía, pero era tarde, los enemigos se encontraban al acecho.

-Asami-sama, tengo miedo…-dijo la pequeña rubia sosteniendo la mano del yakuza temerosa por los disparos que resonaban.

Asami era un hombre con vigilancia absoluta, y sus subordinados  estaban peleando  ferozmente con el fulgor de la pólvora amparándolos un piso debajo de ellos.

- Tranquila, todo estará bien-consoló el pelinegro ideando un plan de escape al que  pudiese recurrir para entregar a la ojiverde sin contratiempos ni riesgos.

Cuando se escucharon unas voces conocidas  no muy lejanas  a lo que el yakuza reaccionó ocultándose en las sombras de la temprana noche y escasa luz del hotel, ya que los mafiosos habían cortado el suministro de luz.

-esa rata se está ocultando, pero juro por Dios que Asami Ryuichi  no vivirá un día más-dijo Mikhail con el arma lista a disparar, pues les habían informado que el departamento se encontraba vacío, sin embargo otros informes marcaban su presencia dentro de las instalaciones, por lo que Fei y Salvatore  se encontraban rastreándole.

-papá… susurró la pequeña al reconocer el timbre de su progenitor, pero Asami cubrió  la boca de Miriam evitando ser detectados.

De modo que el rubio y pelilargo continuaron  sin siquiera especular la presencia de los otros dos.

Esperando unos momentos antes de salir de las sombras, Asami pidió a Miriam no llamar a su padre hasta que él le dijera, ella sin saber muy bien los motivos  accedió.

Pasaron a abandonar el lúgubre color solo para ser pillados por dos hombres de Fei Long y uno de Mikhail, que  de inmediato reconoció a Miriam,  evitando el fuego, pero sus acompañantes no lo sabían, y abrieron detonaciones en su contra con intenciones de acabar con el yakuza.

Miriam se colocó detrás de Asami y él se cubrió con una  pared de concreto protegiéndose.

-deténganse, la señorita Miriam esta con él-intentó persuadirlos, pero ellos se negaron a prestarle atención, por lo que sin más alternativa el preocupado hombre al servicio de Mikhail golpeó en la nuca a uno de los chinos quien cayó al suelo inconsciente mientras que el otro actuando en defensa propia dejo escapar  un tiro en contra del ruso,  Asami aprovechó la cruzada tomando a Miriam  abandonando el lugar maldiciéndose por haber precedido de la ayuda de Kuroda- ¿en dónde carajos se metió?, se preguntaba molesto, ya que aunque se esforzaba por llamarlo con el pensamiento simplemente no respondía.

Sin esperanzarse a más ayudas divinas o demoniacas decidió dirigirse a la terraza  en donde ya había dado órdenes telefónicas a Kirishima de acercar un helicóptero como medio de  rescate, algo un tanto difícil, ya que también había guardias extranjeros armados, vigilando el sitio.

Pero se acababan las opciones y sólo sabía que tenía que proteger a la mocosa, porque era la única manera de ayudar a su castaño de ojos azules, a quien deseaba cada minuto, con más intensidad verle.

-…Takaba…

…………..

-no estoy seguro que volar el edificio completo sea la mejor decisión-comunicó Mikhail a la opción que Fei Long le conversaba, pues en todos los medios eran la noticia, Hotel Shion, víctima de terrorismo.

-escucha Miki, no debes dudar, recuerda lo que quieres, “quieres que Asami muera a cualquier precio”-vio fijamente las esmeradas de Salvatore manipulando su juicio, con el propósito de que aceptara acabar con la vida de los demás huéspedes.

-…tienes razón, Asami debe morir…- respondió obediente a las ocultas ordenes de Haitani, cuando la puerta de la habitación en la que estaban se abrió sin ser tocada, era Érick el guardaespaldas que había atentado en contra de los sirvientes de Fei Long, sus ropas estaban manchadas de sangre y apenas respiraba, en vista de  que  también había sido herido en el abdomen por los disparos de sus enemigos.

-¿Érick que fue lo que pasó? ¿Te encontraste con Asami? Dime-exigió  el rubio que afortunadamente volvía a sus cinco sentidos.

-…señor, Miriam-sama…ella…ella, está viva-avisó con su último aliento perdiendo la luz de los ojos frente a Mikhail.

-¿Cómo que Miriam está viva? ¿Érick?, respóndeme-pero era tarde el tipo estaba muerto.

-tranquilízate Mikhail, seguramente confundió las cosas, recuerda que hay más huéspedes, Asami pudo haberse topado con otra niña, tu hija está muerta…-pero sus palabras se cortaron al sentir en su bolsillo como vibraba el móvil que llevaba consigo.

-….

Mikhail por su parte sentía en el fondo de su alma como se avivaba la esperanza de que su pequeña pudiese seguir con vida.

-tenemos que irnos, Asami está en la terraza, un helicóptero intentará sacarlo, y si no nos damos prisa habremos hecho todo esto por  nada.

-de acuerdo-aceptó encaminándose al piso más alto.

El clima frio y olor a pólvora se percibió de inmediato por ambos hombres al pisar la terraza, Haitani en cuerpo de Fei Long le hizo una señal a su compañero de dirigirse con cautela a las orillas del balcón.

Cuando de repente una bala perdida rozó el hombro del rubio a lo que Haitani insultó su suerte compartida con Mikhail de ser simples mortales. En su caso, habitar el cuerpo de uno.

-¡PAPÁ!-gritó la pequeña Miriam quien de lejos había visto a su padre sangrar.

Entones Mikhail pudo ver claramente a su pequeña al lado de Asami quien llevaba un arma y parecía ajeno a dañarla.

-¡dispárale!-vociferó Haitani (Fei),  ya que Mikhail tenía una oportunidad de oro frente a sus ojos, el ángulo adecuado para destruir al yakuza que ataba el servicio del demonio que deseaba poseer. Pero el rubio se negó a cometer dicha acción, en cambio se movió rápidamente escapando de la línea de fuego, a donde se dirigió el pelilargo para llegar al lado del ruso.

-¿Por qué carajo no mataste a Ryuichi?-reclamó Fei Long

-estaba con mi hija, ¡Miriam está viva!, tenemos que detener esto, ella puede salir lastimada.

-por supuesto que no, por mi esa escuincla puede morirse con o sin Asami.

-estás hablando de mi hija, maldito...conozco a Fei, el jamás diría algo tan inhumano ¿Quién demonios eres tú?-amenazó apoyando el cañón de su arma sobre la frente del ojinegro.

-……

Y  colocando su mano frente a la  cara del rubio, sus ojos cambiaron de negro a un carmesí obteniendo aparente control absoluto en Mikhail.

-muy bien Miki, ahora hazme un favor y ve a matar a Ryu y de paso a tu linda hijita.

Los ojos del ruso ya no mostraban  ningún destello y retirando su arma de Fei Long cual títere del diablo, se dirigió a donde estaba Asami y Miriam.

Asami se encontraba tan atento a la aparición de Kirishima y encuentro con los otros mafiosos que apenas se percató cuando Mikhail tomó fuertemente la mano de la pequeña y jaló a su lado.

-¡papi!-por un breve instante  la inocente ojiverde  se sintió feliz hasta que se resintió el agresivo agarre que ejercía su padre sobre ella -…papi, me lastimas ¿acaso estás enojado conmigo?

Asami no sabía si sentirse aliviado de que Mikhail tuviera a su hija, o preocuparse por el modo en el que parecía agredirla.

-…Asami-sama tengo miedo- la menor pidió ayuda con lágrimas en los ojos de sentir a su papá ido.

-oye Salvatore, ella es tu hija ¿si lo recuerdas, no?- Pero no recibió contestación alguna, en su lugar dirigió el arma a la mejilla de Miriam sin presente recriminación.

Asami abrió los ojos con impacto a la escena que mostraba el ruso, si bien Mikhail ya se encontraba en garras de Haitani y no era más que una simple marioneta de sus deseos,  obligado a cumplir sus órdenes, tenía que matar a su propia hija y al yakuza.

-oye, espera-reaccionó al ver que el ruso se preparaba para tirar del gatillo, y moviéndose de frente a gran velocidad sujetó a Miriam y la hizo a un lado tumbándola a un costado de ellos, Mikhail soltó el arma y con sus propias manos ejerciendo gran presión tomó el cuello de Asami intentando estrangularlo.

-¡papá! ¡Asami-sama! No pelen…-gritaba y sollozaba pávida con las acciones de su querido padre.

La respiración se escaseaba para Asami, quien con un golpe en la barbilla se liberó del rubio, que no tardo en buscar el arma,  la cual el pelinegro ubicó primero y pateó a las rejas cayendo al vacío.

Mikhail  se reincorporó mostrando un cuchillo militar como segunda opción, Asami sabía que no había manera de escapar, ya que todos los disparos cercanos se encontraban en calma, y los mafiosos los veían en espera de que corriera sangre, al igual que Haitani.

Kirishima desde los aires hacia hasta lo imposible por defender a su jefe, pero era demasiado complicado, pues el mismo yakuza había dado la orden de no lastimar al rubio ¿por qué? Lo desconocía.

  -…

Mikhail dio los primeros, lentos e incitados pasos hacia  Ryuichi –Matarlo-era la única  palabra que podía escuchar, no lograba siquiera distinguir cuerpos,  Asami y su pequeña, todos frente de él no eran más que sombras, que sentía debía extinguir.

Y a sólo un metro de su enemigo, una valiente e inesperado intervención lo interrumpió.

-no lo hagas papi, por favor, Asami-sama a cuidado de mí- dijo Miriam con los ojos irritados y pies temblorosos, Mikhail continuaba totalmente fuera de sí, no la reconocía y veía como un obstáculo que impedía acabar con el otro y más peligroso blanco.

El rubio estiró su mano y tomó a la pequeña de cabellos dorados con violencia  acercando a su garganta el cuchillo, Asami no pudo evitar sentir miedo, pero se limitó a pronunciar con efusión el nombre de la niña -¡MIRIAM!-Con la esperanza de que Salvatore reaccionara.

-.. .papi, ya no estés enojado…me das miedo…-admitió con más tranquilidad, como si supiera que su padre jamás le lastimaría, y levantó  su delgada mano hasta palpar el frio y húmedo rostro de Mikhail-yo, yo te quiero mucho papi,  Vamos a casa,  te extraño.

Y víctima de una potente punzada Mikhail dejó  caer el arma blanca al mismo tiempo que sus ojos se llenaban de tristeza, no sabía lo que sentía, pero ya no estaba todo ensombrecido, pues de la figura que tenía frente a sus ojos, aunque pequeña   resplandecía luz y calor.

-¿Qué me pasa?-se preguntó el ruso formando puños, con el juicio entre  nublado,  mientras voces continuaban susurrando –mátala/mátalo- ¡aléjate!-ordenó reconociendo la carita de su hija, a quien temía lastimar.

-…vaya, parece que después de todo si tienes espíritu Miki,  da igual quien lo haga-comentó refiriéndose a  la fuerza de voluntad del rubio, para después  apuntar desde lejos a la cabeza del yakuza con su automática.

Pero antes de poder liberal la bala, un impactó lo sorprendió al perforar su abdomen.

-pero que rayos ¿Quién?-ese disparo pertenecía al rifle de franco tirador que llevaba Kirishima, quien afortunadamente había distinguido las intenciones de Fei Long.

Gracias a lo cual, Mikhail pudo volver completamente en sí, y recobrar el control sobre su cuerpo para poder abrir los brazos y estrechar a su pequeña con fuerza y amor.  

-oh princesa, te creí muerta…-dijo en voz alta sin poderse creer su suerte.

-papi…

Ahora lo entendía, Asami se dio cuenta que el haberle una hija a un padre era la peor tortura del mundo, sin poder evitarlo pensó, Akihito espero que esto te ayude en algo.

 -Asami…sólo por esta vez, gracias-aceptó el ruso  poniéndose de pie con Miriam en brazos.

-olvídalo, no lo hice por ti…-se acercó a ellos-pero recuerda que en el mundo que elegimos vivir, nuestro seres queridos son quienes corren más peligro, cuídala bien.

-…lo siento-repentinamente expuso Mikhail, refiriéndose a Hiroki.

-yo no seré quien te acabe, será mejor que te vayas y te lleves a Fei Long contigo.

-a ese desgraciado ni me lo menciones-dijo enfurecido al recordar fragmentos de enunciados dichos por él-…ese tipo, no se quien sea, pero el hombre con el que vine no es Liu Fei Long.

Aseguró para después retirarse del lugar con su gente quienes  le dieron  parte sobre la retirada que había ejecutado Fei Long y sus subordinados minutos antes.

Con una armadura frágil, hasta el mejor general pierde, por su cuerpo humano y herido, Haitani se vio obligado a huir, en busca de Sudou o Ijuuo, para llevar a cabo el sacrificio del ángel puro lo antes posible, que según especulaba ya estaría sometido por sus secuaces.

…………………………………

-…te creí muerto Ritsu-expresó hipócritamente su combatiente Sudou Shuu-lástima que sigas con vida.

Onodera tenía en cuenta, desde el momento en que le dijo a Takaba que se fuera, que tenía las mismas oportunidades de ganar que Sudou, y que no se daría por vencido fácilmente.

Sudou dio el segundo movimiento en contra de Onodera desplazándose a gran velocidad empujándolo con energía obscura impactándolo contra un árbol, le importaba poco haber sido compañeros, solo sabía que ya no eran aliados y que él representaba una amenaza a sus planes.

 Por lo que comprendía él y Takaba, el anterior ángel, planeaban algo, que se relacionaba con Kuroda, y no podía dejar que se efectuará por lo que debía acabar con Onodera rápidamente para seguir al otro castaño y detenerlo.

-Esto acabara pronto te lo aseguro- mostró un tridente nocturno con puntas filosos de color purpura, que mostraban veneno del averno, capaz de matar a cualquier ángel, humano o demonio.

-¿eso crees?…-sin vacilación y con una velocidad idéntica, Onodera levantó vuelo, colocándose detrás suyo con su látigo al aire extendiéndolo con ímpetu en contra del rubio que recibió el azoté por la espalda dejando caer alguna plumas negras.

-infeliz-reaccionó de inmediato girándose con el tridente en mano, su único deseo era traspasar el cuerpo del ojiesmeralda y acabar de una vez por todas con Onodera a quien de verdad nunca acepto porque en el fondo conocía su alma gentil.

Ritsu esquivó el ataque, librándose del corte, en cambio Sudou uso el bastón para dar vuelta al arma y golpearlo en el rostro, el castaño volvió en sí y tomó distancia para ejecutar otro ataque,  enredo el pie derecho de Shuu con el cuero del látigo que desprendió fuego negro, flamas propias de la destrucción, inextinguibles y consumibles de todo lo vivo amenazaron con afectar al rubio, pero este consciente del riesgo cortó el arma y rió.

-con tus tácticas de combate barato no llegaras a ningún lado Ritsu-menospreció planeando a su dirección-¡Solo me estas distrayendo, desaparece!

-…eso crees-y tras un chasqueo de Onodera alrededor de cuatro explosiones aturdieron  fuertemente el ambiente sacando  de curso a Sudou, haciéndolo caer.

Pues no se había dado cuenta que Onodera solo había jugado con él dejándose dañar para colocar las bombas de energía como plan primario.  

-eres un maldito-refunfuñó desde el suelo, mal herido y con pocas estrategias-tu jamás podrás ganarme…antes acabo contigo- y convirtió el tridente en un anillo obscuro con gemas moradas, volando por tercera vez rumbo a Onodera.    

-esto no servirá-lo reflexionaba Ritsu, el que un arcángel te sane es inútil respecto a poder, aunque se viera sano, le quedaba menos poder del que siquiera podía imaginarse, le costaba demasiado mantenerse en el aire.

Aunque Onodera podía  ver  directamente a Sudou dirigirse de frente, lo sorprendió con su mismo método, girándose a la izquierda atacándolo por detrás.

-ya no te podrás escapar Ritsu-tomó su anillo y lo elevó sobre ambos-este anillo es  una bomba de tiempo, dentro de cincuentainueve segundos  se convertirá en miles de dagas envenenadas que lloverá sobre ti, y te destruirán, si no es el corte, lo hará el veneno-explicó con inmensa alegría de imaginarlo apuñalado por doquier.

-¿así que ese es tu plan? Tan enfermo como siempre Sudou, siempre te ha gustado provocar las peores  muertes.

-será todo un espectáculo-sonrió soltándolo para huir, ya que su agarre también le había ocasionado parálisis en las alas que le impedía huir.

-si será un espectáculo deberías quedarte para verlo de cerca-invitó Onodera enredando ambos cuerpos con su látigo reforzado, quedando espalda con espalda.

-¿pero qué diablos?-intentó liberarse el asustado rubio-Onodera no lo hagas, estás loco-continuaba palidecido.

-oh Sudou, siempre serviste tan fielmente a Haitani y mírate ahora, estás solo sin alguien que pueda salvarte -pronación en tranquilas y frías palabras.

-ja, no soy el único, te conozco Ritsu, no quieres morir, si me sueltas detendré esto-negocio con él.

-quizás, pero a diferencia de ti…yo tengo a alguien a quien quiero salvar.

El tiempo terminó, y tal como lo había dicho Sudou, el anillo comenzó a deformarse en miles de dagas que con la punta hacia abajo cayeron sobre Sudou y Onodera.

…………………………………

-Onodera por favor no mueras, cuida de Takaba- recordó sus palabras el azabache que repentinamente sentía un dolor en el pecho.

-Takano Masamune el gran arcángel del oeste, ¿Quién lo diría? Que tú y yo nos batiríamos en batalla…esto me trae tantos recuerdos.

-…Ijuuo, siempre tan altivo, orgulloso, llevándole la contra a Akihiko en las reuniones, creo que en el fondo  desde que te conocí percibí hipocresía y maldad, traicionar al cielo, a Dios, a tu Dios- alegó Takano puntualizando su falta.

-¿Traicionar al cielo? Por favor Masamune, ¿cómo se traiciona a algo que jamás tuvo devoción? Desde un principio años atrás, más atrás que la guerra del purgatorio, yo estuve de lado de belcebú, Haitani y las fuerzas de la oscuridad, esperé por tanto ver la caída de tu cielo, y justo cuando las cosas parecía tomar su lugar ustedes se las arreglaron para ganar…sin embargo también perdieron una que otra cosilla importante…amigos, familia, alas, “esposas”.- dejó escapar una leve pero notoria sonrisa-mentiría si dijera que en todos los años de espionaje que dediqué en el cielo nunca me atraparon ¿sabes por qué dije que tú me traías recuerdos Masamune?

Takano guardó silencio planeando el primer ataque que podía formular en contra del traidor.

-¿Cuál era al nombre de tu mujer? Takaba Nai ¿cierto? – Takano se quedó en blanco, ¿Por qué Ijuuo estaba preguntando el nombre de su difunta esposa? ¿Era acaso que él tenía algo que ver con su muerte- la primera vez que vi a tu hijo, me di cuenta del gran parecido que comparte con ella, a excepción de que él aparenta más inteligencia, da igual porque correrá el  mismo destino que ella y tú, asesinados por la misma  persona.

Una confesión que el oji avellana  no vio venir ni por un segundo, Ijuuo había matado a su querida amiga y esposa Nai, le había arrebatado la oportunidad de tener una familia, y a Akihito el cariño y cuidado de su madre. Sus palmas se cerraron, el cuerpo entero pareció arderle, sintió una vaga sensación de llanto que se quedaba atorada en su garganta, ganas de gritar y odiar que solo parecieran tener  una salida.

-Ijuuo- llamó con resentimiento - voy a matarte.

Levantó vuelo con la espada en mano, matar o morir, no importaba, Takano a causa del inmenso rencor que sentía inundar su alma olvidaba la tarea principal que debía cumplir, sobrevivir para reencontrarse con su hijo y Ondeara.  

Por su parte Ijuuo sonrió ya que había logrado turbar la cualidad estratega de Takano con su vil  sinceridad. El otro ya no pensaba y únicamente batía la espada contra la de Ijuuo  intentando cortarlo.

-relájate un poco Masamune-dialogó Ijuuo- ¿no sé por qué estás tan enojado?, Nai murió de una manera rápida y sin dolor, de hecho ella me agradaba, fue una lástima que descubriera mis verdaderos propósitos- y tras un rápido movimiento golpeó a Takano bajándolo de las alturas con una patada en el pecho y mando a volar su espada al chocarla con la suya en  el mango de la hoja con fuerza para después con un corte diagonal acabar con el azabache a sus pies  - sabes aun cuando sus ojos perdían poco a poco el brillo de la viada continuaba llamándote, lástima que nunca llegaste- escupió pisando la cabeza de Takano que estaba boca abajo, mientras él se recriminaba la ausencia y agonía de Nai.

-oh Masamune, me decepcionas, el gran general del oeste y mírate, tan pronto en el suelo  desangrándote, eres un fraude- dijo guardando su espada- solo espero que Takaba-kun dé mejor pelea  que tú.

Entonces Takano recordó - papá, no voy a abandonarte. Como Akihito le había llamado y opuesto a dejar solo,  quería volver a verlo, se lo había prometido, y lo cumpliría, aunque le costara la vida no permitiría a Ijuuo llagar con  a la única persona que le quedaba.

La espada regreso a su mano sin que Ijuuo lo viera, estaba demasiado confiado en la agonía de Takano como para creer que reaccionaria, se levantó y con intenciones de apuñalar al mencionado actuó, pero a poco que la punta tocara a Ijuuo él lo detuvo.

-Takano, atacando por la espalda, ¿eres o no un arcángel?- cuestionó el acto de cobardía.

-si lo soy…- se defendió viendo como la silueta de  una espada  hecha de energía envestía el pecho de Ijuuo arrebatándole la vida.

Takano sabía perfectamente que Ijuuo estaba alerta, por ello el movimiento que había realizado de querré atacarlo por la espalda no había sido más que una distracción para finalizarlo con su espada de luz creada con sus últimas fuerzas.

-eres un maldito Masamune…pero al menos me quedo con el gusto de saber que todo tu cielo se derrumbará y no podrás hacer nada, seguirás siendo solo un triste inútil-Se convirtieron en las últimas palabras de Ijuuo al morir por el fulminante ataque del arcángel.

Takano intentó levantarse para ponerse en pie y buscar a Takaba, pero su mirada se nubló y sintió como el aire se volvía pesado, entonces de su pecho sintió correr la sangre que se deslizaba por su piel con suavidad emergiendo de la herida  causada por Ijuuo, en ese momento  reflexionó sobre el comprobado uso de veneno en las armas de los caídos, que equivalía a su compañero traidor.

Solo, y sin nada más que hacer Takano sintió poco a poco perder la conciencia.

…………………………………

-Usami-sama le juro que no he hecho nada de lo que me arrepienta, bueno nada grave de muerte de lo que me arrepienta- reformuló a la mirada y palabras incriminatorias de su superior.

Usagi despreció la sola idea de que su querido Misaki hubiera sido engañado por ese maldito, que aunque hijo de su mejor amigo se arrepentiría de haber nacido.

Se lanzó a los enemigos pero Shinji continuó velando por la seguridad del ángel, era de saber que Asami sentía afecto o quizás mero sentimiento de conveniencia hacia él, mejor mantenerlo a salvo.

-los arcángeles de hoy en día son bastante desatentos, ¿Qué no piensas presentarte?- comentó a Usagi de manera burlona, aunque en el fondo se sentía nervioso e intimidado, pues sentía la tremenda bruma de poder que denotaba el peli plata.

Kuroda pasó a chasquear los dedos y Misaki se vio rodeado de humo negro que disipó su presencia, para cuando Usagi quiso dirigirse a él,  el oji verde ya no estaba.

-¿A dónde lo enviaste?- gritó Usagi con preocupación, pero Shinji se limitó a sonreír de manera descarada  expresando poca  disponibilidad de dialogo.

Aunque Akihito quería intervenir en defensa de Usagi, sentía la segura agresión que él le daría, por lo que optó a quedarse de lado de Kuroda, sin embargo también le preocupaba la ubicación de Misaki, pues sabía perfectamente que le buscaban para sacrificar. Sin más opciones el castaño ojiceleste se dio a la fuga, Usagi no perdió el tiempo e intento atraparlo, pero antes de poder rozar Shinji lo tacleó empujándolo a la ventana.

-estupendo ahora yo soy el malo de la historia, con estelar y todo, oh Misaki, ¿En dónde estás?-  se preguntaba Akihito buscado indicios de su compañero, no sabía si estaba bien, o si estaba cerca, aunque si esperaba que siguiera dentro del edificio.

Cuando en la planta baja, justo en el  vestidor  sintió una presencia familiar, volteó a la derecha, izquierda, pero no vio nada, hasta escuchar su nombre.

-Akihito-era Asami quien desde la puerta le hablaba, el castaño sonrió con luz de amanecer al poder ver a su tan querido yakuza una vez más.

Pero antes de correr a su lado distinguió a Misaki en una de las esquinas de la construcción, sus ojos aún sellados eran muestra de su inconciencia, su rostro palidecía ante el color blanco de la telaraña que lo mantenía sujeto en el aire.

-Misaki…-murmuró  Akihito con deseo de actuar a su favor.

Cuando se escucharon dos palmas chocar, resonando un pausado y tétrico sonido de aplauso, y al voltear vio a quien era originalmente el humano que debía cuidar. Lui Fei Long.

 

 

Continuará.

Notas finales:

 

Uhh que sucederá ahora, Onodera y Takano a lo mejor ya se petatiaron, y para acabarla al pobre de  Akihito ya se le juntaron todos, Usagi, Misaki, Asami y Fei Long.


Espero de corazón les haya gustado, y nos leemos en….ya veré en  cuál de todas las historias.

Gracias y las espero en el final.

KAZZ.


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