Zoro se encamino al colegio, al menos tenía una excusa por haber faltado a sus clases y bueno le echaría la culpa al cocinero. Al llegar a su escuela entro rápidamente se dirigió a su salón, él no quería verle la cara a ninguno de sus compañeros, seguro lo molestarían como en todos sus antiguo colegio. Una persona totalmente antisocial.
Abrió la puerta de su salón, inmediatamente todos lo miraron, incluyendo a la profesora.
-¿Disculpe?-pregunto la profesora, una chica bastante alta, hermosa y morena, traía un delantal que tenía la insignia de aquel colegio, uno falda que hacia relucir sus hermosas piernas y unos altos tacones, que la hacían ver mucho más alta de lo que era.
-Pues soy Zoro, Roronoa Zoro…-dijo con un tono un poco molestó, odiaba todas las miradas enzima del.
-¿Por qué llegas tan tarde?, tienes que tocar la puerta antes de entrar-observo al chico de pies a cabeza-y te ves todo sudado, no te aceptare en mi clase hasta que hables con el director-suspiro mientras apuntaba a la salida, el moreno solo suspiro y asintió con la cabeza, en el salón solo se escucharon las risas de los alumnos.
El moreno camino sin ganas hasta donde se encontraba el director, Monkey D. Garp, ese sujeto, Zoro realmente lo odiaba ya que cuando fue a inscribirse junto con su hermana y su padre, lo conoció y realmente no le agrado para nada.
~Flash Back~
El padre adoptivo de Zoro, Dracule Mihawk se encontraba caminando por los pasillos, no iba solo si no que también con su hermosa hija y su hijo.
-Zoro ¿puedes comportarte?-Mihawk ya estaba que explotaba, todo el camino Zoro le había molestado con que no quería irse a un nuevo colegio, Zoro como respuesta le lanzó un gruñido.
-Papá tiene razón, Zoro-la pelirosa caminaba junto a su padre, mientras sostenía un espejo en su mano izquierda y pintaba su pálido rostro-Si no te comportas no serás aceptado y no podrás graduarte.
El moreno solo se quedó en silencio hasta llegar a la puerta de ese sujeto. El mayor abrió la puerta y se encontró con un hombre ya de edad, con una barba blanca, lucia muy formal.
-Buenas tardes, señor Garp-dijo el azabache, sus hijos solamente se quedaron atrás mirando. Perona alegremente y Zoro con una mueca de desagrado.
-Un gusto-respondió.
-El gusto es mío-ambos solamente se miraron.
-Supongo que esos son tus hijos.
-Así es y espero que pueda aceptarlos en esta institución, son muy inteligente-apunto a sus retoños que aun que no eran sus hijos de sangre realmente los amaba.
-Mira, mira a mí no me interesa que sean los más inteligentes-sonaba molesto-Solo quiero que no rompan ninguna de las reglas de mi escuela.
Zoro inmediatamente supo que aquel lugar no era para él y enseguida el sujeto se ganó su odio.
-Yo no me comprometo a nada-el moreno se asomó para estar frente a frente con el sujeto.
-¡Zoro!-susurro la pelirosa, Garp solo hizo una mueca de desagrado.
~Fin Flash Back~
Y pues ya estaba allí, enfrente de la sala del director, suspiro y abrió la puerta. Para su sorpresa no había nadie allí.
-(Que bien)-suspiro aliviadamente-(Solo tendré que devolverme a clases)-pensó y se encamino a la salida, pero al darse la vuelta se encontró con ese sujeto.
-¿Qué te trae por aquí, Roronoa?-pregunto, su voz se escuchaba relajada y no molesta como siempre.
-Pues necesito una autorización para entrar a clases…
-Te la daré enseguida, Sanji ya me conto todo-le sonrió y se dirigió a su escritorio, escribió algo y se la extendió a Zoro-Ten, dale esto a Robin, tu maestra.
¿Acaso ese viejo era simpático? Se sorprendió un poco, al parecer el viejo estaba de buenas. Tomo la nota y se dirigió a su salón, nuevamente, pero no sin antes darse miles de vuelvas por todo el establecimiento. Después de eso finalmente llego a su destino. Toco la puerta y espero a que su maestra le diera la pasada, la maestra al verlo abrió la puerta.
-¿Y bien?-alzo una ceja.
-Aquí tiene-le entrego aquel papel la maestra inmediatamente lo abrió y leyó aquella nota-¿Dónde puedo sentarme?-miro a sus nuevos compañeros, todos les parecieron unos idiotas y solo había un asiento disponible, junto a un niño de pelo negro que miraba afuera de la ventana, se veía aburrido.
-Pues te sentaras junto a Luffy-le apunto el asiento junto al chico, Zoro asintió y se dirigió a su asiento.
La maestra reanudo nuevamente la clase. Aquel chico llamado “Luffy” seguía viendo hacia afuera. Luego de 30 minutos de una aburrida clase de biología por fin tocaron el timbre, el azabache que estaba junto al lado del moreno, regreso al mundo en sí. Zoro se levantó y se disponía a salir, pero alguien lo tomo de la mano.
-¿Quién eres tú?-pregunto el chico que hace un rato miraba hacia afuera, como si hubiera alguien o algo que llamaba su atención.
-¿Qué no prestaste atención, idiota?-bufo molesto, odiaba realmente a la gente así.
-Shishishishi-rio el pequeño, a Zoro le pareció extraño aquel chico-Soy Monkey D. Luffy, un gusto-decía mientras le estiraba la mano en señal de saludo. Zoro dudo en corresponderle, pero finalmente lo hizo.
-Zoro…Roronoa Zoro-ambos agitaron sus manos.
-Y dime ¿Por qué estás en aqu…-no alcanzo a terminar su pregunta, al parecer alguien lo esperaba afuera del salón-Nos vemos luego-salió disparado hacia la salida.
El peliverde se quedó pensando ¿Qué fue eso? Se preguntó mientras caminaba hacia la salida. Ya era bastante tarde y seguramente su hermana estaría rodeada de chicos, siempre hacia eso cuando de cambiarse de colegio se trataba.
Las clases para el pasaron demasiado lentas, cada vez que lo observaba alguno de sus compañeros maldecía en voz baja.
Al salir finalmente sonrió, ya había pasado su primer día de clases y no había tenido problemas, sin duda un gran logro para él.
Estuvo esperando un buen rato a su hermana, no la había visto desde que había llegado y eso le parecía extraño, pero no le tomo mucha importancia. Camino en dirección a su casa, iba lentamente, no tenía prisa y quería relajarse. Suspiro y de un momento a otro su celular empezó a vibrar.
Número desconocido: Oye, Marimo. Quería invitarte a mi casa a ver una película y a comer, debo agradecerte por lo de hoy y lo que aras desde mañana por mí, realmente gracias. :S
Pd: Conseguí tu numero con Garp, el director.
El moreno suspiro, ¿Qué podía perder si se divertía un rato? Si es que divertirse podía con ese idiota.
Se dispuso a caminar pero entonces su vista se encontró con el pequeño que había conocido hoy, estaba en un callejón que tenía muy poco luz, pero aun así puro diferenciarlo ¿Cómo se llamaba? ¿Lofi? ¿Gofy? ¿Dofy?
-¡Luffy!-pensó en voz alta mientras veía a su compañero, al parecer estaba sido molestado por un rubio bien grande que lo apuntaba con un bate de béisbol. Mas el moreno no lo escucho, miraba fijamente a su adversario. Al parecer se matarían allí mismo.
Zoro en el momento que se dio cuenta de las intenciones del rubio, se acercó a él con mucha velocidad.
-¿Qué piensas que vas a hacer?-el peliverde apareció y agarro el bate con su mano izquierda.
-¡Zoro!-grito Luffy.
-Mira niño-el grandote había empujado a Luffy hacia otro lugar-No debiste de haberte metido en los asuntos que no te interesan, este pequeño me debe mucho ¿O acaso quieres pagar todo lo que me debe tú?
-Mira si hay algo que no soporto es a la gente como tú, con gusto yo pagare lo que te debe-saco su billetera, Luffy no parecía un mal chico, y sí que estaba en problemas metiéndose con una persona como él.
-Él no me debe dinero-agarro la billetera de Zoro y la lanzo alguna parte de aquel sitio, Zoro lo miro con cara de indignación, aquel sujeto lo estaba sacando de sus casillas-Él se robó algo que era mío y nunca más podre recuperarlo-una mueca de tristeza se formó en su cara-Pero bueno, ahora por ser un chico curioso y entrometido pagaras todo ¡Tu!-se abalanzo frente al chico y le propino un puñetazo justo en su estómago. Luffy miraba nervioso aquella escena.
-N-no debiste de hacer eso-agarro la playera de su adversario y lo lanzo contra un bote de basura que se encontraba en aquel lugar, luego le propino puñetazo en la cara, noqueando completamente a ese sujeto. Luffy observaba con la boca abierta aquella escena-Metete con Luffy nuevamente y te ira peor-se dio media vuelta para poder mirar al azabache.
-Eres genial shishishi-reía mientras observaba al peliverde-Pero no debiste de hacerlo eso a Bellamy, ahora te ara pagar muy caro-su voz cambio a una de completa seriedad-¿Por qué lo hiciste? Era mi problema…
-Mira mocoso, yo no soporto a nadie que golpee a un indefenso, y menos a alguien tan flacucho y débil como tú-se cruzó de brazos, tenía la mirada fija en Luffy.
-¡Yo podía defenderme solo!-dijo con un puchero en la cara.
-Pues por lo que vi-se acercó y le puso la mano derecha en el hombro-No podías-Luffy solo lo miro, aún seguía con ese puchero en la cara-Bueno, te veré ¿mañana?
-Pues…-una llamada los interrumpió. Luffy rápidamente contesto-Ah ¡Sí! Voy enseguida-Colgó y luego salió corriendo del lugar-¡Adiós Zoro!-decía mientras corría-Y gracias-callo, pero rápidamente se levantó y volvió a correr.
-Valla chico-suspiro Zoro quien tenía una gotita de sudor por la frente.
Iba a disponerse a seguir pero, “¿Dónde vivía ese idiota?” pensó y volvió a suspirar. Sin duda se demoraría en llegar a su destino.
El tiempo pasaba y ese idiota aun no aparecía…Sanji decidido salir a fumar, estaba cansado y adolorido.
-Debí suponer que no vendría-pensó en voz alta y encendió su cigarrillo mientras miraba el cielo que amenazaba con una fuerte lluvia.
Después de un rato decidió entrarse a dormir. La noche callo rápido y la lluvia comenzó. Sanji quien ya estaba en la cama no podía sacarse a ese idiota de la cabeza ¿Qué le llamaba la atención de aquel sujeto? Simplemente no lo sabía. Cerró sus ojos con enojo, le costaba mucho pensar en otra cosa que no fuera Zoro. Después de varios intentos de dormir decidió a ir a fumar nuevamente, a él le gustaba la lluvia y sin duda aprovecharía el momento para aclarar su mente afuera. No se vistió y solamente se colocó su abrigo, salió rápidamente de su cuarto con su cigarro y encendedor en mano y luego bajo, se dirigió a la puerta lentamente y la abrió. Para su sorpresa cierta personita se encontraba enfrente de él, estaba tiritando y totalmente paliducho, Zoro.
-¡No sabes que son como las doce de la noche!-grito malhumorado, pero de cierta forma se alegraba de que él estuviera allí.
-L-lo sé-respondió un poco tambaleante, se estaba congelando y estaba completamente empapado, ambos se observaron unos segundos-¿Me vas a dejar entrar o qué?
-¡Claro que no te dejare entrar!, es demasiado tarde-suspiro-vete a tu casa.
-No creo que me dejen entrar-se abrazó a sí mismo-Vine aquí por tu invitación y no dijiste a qué hora-le sonrió tiernamente, y si Zoro tenía razón. Sanji no puedo evitar ponerse feliz, le alegraba que él estuviera allí ¿Qué le pasaba? Y ¿por qué encontraba tan lindo a ese estúpido marimo? De cierta forma también le dio un poco de pena “quizás cuanto rato lleve aquí” pensó mientras le cedía la entrada.
-Gracias-le susurro y se adentró en la casa.
-No mojes las cosas-lo dejo aun lado de la salida, donde había una hermosa alfombra color marrón-Iré a por ropa para ti-después de esto salió para su habitación.
-Es-está bien-seguía abrazándose a sí mismo. Suspiro cansadamente y se dedicó a observar la casa-ese idiota tiene buenos gustos-sonrió, luego escucho unos pasos.
-Sécate y luego ponte esto-le entrego una toalla y un pijama de osito. Zoro afirmo con la cabeza.
-¿Dónde puedo cambiarme?
-Ahh lo siento-se retiró rápidamente hacia la cocina.
Varios minutos pasaron, Sanji supuso que Zoro tendría hambre y le preparo un café con un pedazo de pastel que tenía ya listo hace un buen rato.
-Ya me puse esta cosa-decía un poco sonrojado, pero agradecía que se preocuparan por él.
-Te queda bien-lo miro de pies a cabeza-te pareces a mi hermano-esto último lo dijo bajito y con cierta tristeza, Zoro no había logrado escucharlo.
-¿Bueno, no me invitaste aquí para ver una película?
-Sí, arrende una película de terror muy buena, pero ¿no es muy tarde?
-No, está bien-Ambos se miraron sonrientes, llevaban más de 15 minutos sin pelear y era ciertamente bueno.
Sanji le ordeno a Zoro sentarse en su sillón que daba vista a la gran televisión que tenía allí y luego de eso se fue a meter la ropa de Zoro a la lavadora, estaría como nueva para mañana. Después de eso puso la película y se sentó junto a Zoro, la película comenzó y tenía un título escalofriante; Masacre en Texas.
-Supongo que no te dan miedo las películas de terror, Marimo-rio bajito mientras ponía su mano derecha en su boca.
-No me dan miedo, para nada estúpido Cejas de sushi-ambos se miraron amenazantemente, la paz se había roto nuevamente.
-¡¿Cómo mierda me dijiste, Estúpido marimo?!-ambos se levantaron de su asiento y quedaron frente a frente.
-Te dije CEJAS DE SUSHI-ambos siguieron discutiendo un buen rato, mientras la película avanzaba.
-¡No vuel…-no pudo terminar su frase ya que un enorme grito proveniente de la película lo había interrumpido. Dio un salto y quedo pegado a Zoro. Como un koala a un árbol. Ambos se miraron unos segundos, como queriéndose decir algo con la simple mirada. Sanji abrió la boca como queriendo decir algo, pero simplemente nada salió. Zoro tomo la cara del rubio con ambas manos…
Continuara…