-_-
Nuevamente la rutina diaria volvía, pero no regresaba para quedarse, ese día se vería interrumpida. Y quizás no volviera a ser lo mismo.
Arion, prepara su mochila, mientras que su hermanastra a duras penas comía su desayuno.
Ella, una chica seria, pero si se le llegaba a tratar era muy dulce, ojos castaños acompañado de una cabellera mediana, sedosa color fuego.
Le dirigió una mirada curiosa a la expresión de su hermanastro, estaba llena de, esperanza cansancio, curiosidad, admiración, Y más profundo se podía leer las palabras; “Te voy a encontrar”.
Ella no pudo disimular su entusiasmo, por primera vez podía ver el interés de su hermanastro en una persona, quizás una chica, no sabe con seguridad, pero sea lo que sea, le daba esperanzas de que quizás cambie su actitud tan mezquina y arrogante que tenía desde que se conocieron.
Arion tomo su mochila, y engullo su licuado que le habían preparado, se dirigió con una pesada pisada. Volteo a ver a su hermanastra, como forma despedida, saliendo, a lo cual su hermana interrumpió y casi susurrando, como si fuese un secreto.
-Suerte..
-¿Eh? –Se detuvo y le miro dudoso. Ella le sonrió
-Encuéntrale pronto.
Sus mejillas tornaron un rojo carmesí muy llamativo, volteando con violencia. No le gustaba cuando su hermanastra hacia eso. Se imaginan, que alguien con quien no tienes lazos de sangre te conozca tan bien, que parezca que lee tu mente. Un escalofrió le recorrió su espina dorsal.
-Uh,…
Apresuro su caminata.
^-^ ¿?-*
Subió el cierre de su sudadera, cubriendo indeseados moretones que le marcaban todo su cuello.
Ya estoy harto de este dichoso trato, está bien que mi tía me cuide, pero… ¿Acaso esto es cuidar? Lo dudo.
Flashback
Me retire lentamente de la escuela. Con paso lento, contando cada pasó de la puerta de salida a su casa.
156 de 789, eso, 789 pasos eran los que tenía que dar para llegar a su “adorada” casa.
Trague en seco, cada paso mi inquietud crecía mas, oprimiendo mi pecho. Debería ya estar acostumbrado, pero no era así desde cuando se podía llamar esto, una vida.
La rutina me trae agotado, divisó las nubes pesadas, grises amenazan con llover, creo que esta no será una simple brisa, los pronósticos en la mañana anunciaban fuertes lluvias, y lo que viene es más que una fuerte lluvia.
El aire me empuja con más fuerza, 576 de 789, puedo ver mi casa un tanto alejada.
Mi tía, acostumbraba a consentir en el pasado, pero después de… diviso, la puerta se abre lentamente y ella sale, casi exasperada de esperar, me ve, y hace algunas señas de que me dé prisa.
Supongo que tengo que hacerle caso, entre más rápido mi castigo, menos sufrir, o al menos esa es mi idea.
“Solo cumplo los 19 y me voy… Solo los 19”
Reiteraba en su mente.
Entro, ella estaba apoyada en la pared del lado derecho, mirándome con sus ojos profundamente amenazadores, podría jurar que salían llamas de sus ojos.
-¿Cuántas ve..?
-.. Veces tengo que decirte que, saliendo de la escuela regreses…
Osó contestarle, casi burlescamente.
Ella aún más irritada, sé que va a decir. “Te pareces tanto a tu padre”.
-¡Te pareces tanto a tu padre!
-Supongo que sí.
-Entonces, ¿para qué carajos estoy cuidándote?
-No sé.
Digo cortante, este monologo me trae harto.
-Ándate de la casa.
-No.
-¡Ah!, ahora el niño, no quiere salir a ser lo que es en realidad.
-No lo soy.
-¡Pero, si lo traes en las venas¡ -Dice casi divertida.
-Te equivocas.
Intento disimular mi dolor, pero creo que no le importa, eso, fue como echarle leña al fuego.
Dirige sus manos a mi cuello.
-Vaya esto es nuevo- Le dirijo una mirada casi indiferente.
Pero realmente grito ayuda.
-¿Por qué tenías que ser hijo de ese bastardo?
Apretando mi cuello aún más, mi respiración se hace difícil, lo demás me da vueltas, solo logro verla. Ver la ira que tiene, todo el odio y rencor, dirigido hacia una sola persona, y esa persona, soy yo, nadie más, solo yo.
Me azota contra el suelo, y escucho mis huesos casi desistir. Ahogo un grito. Ella me había pateado el estómago, sacándome el poco aire que aun contenían mis pulmones, acompañándolo con mí sangre.
¿Realmente me merezco esto?, o, ¿Acaso es mucho respeto aun a mi persona, después de todo?
La lluvia cae, llenando el recibidor de ese hermoso sonido, las gotas cayendo con fervor, impactándose contra los cristales.
Eso me ayuda, mis siguientes gritos de dolor son ahogados por la melodía de la lluvia.
Hoy no tendrán que escuchar los vecinos.
Sonrió.
Fin del Flashback
Mis costillas aun me duelen, espero que hoy no toque educación física, no deseo cambiarme enfrente de esa escoria de compañeros que siempre platican en los vestidores.
Tengo suerte que no haya arremetido contra mi cara, no quería sentir las miradas curiosas, y las voces a lo bajo susurrando, que era un busca pleitos.
Estoy tan sumido en mis pensamientos, que no me doy cuenta, que soy asechado por esa bandita de 5, los dichosos populares. No tienen nada que hacer, más que molestarme.
Despierto de mis pensamientos, cuando siento perder el equilibrio, uno de ellos me había puesto su pie, y reía orgulloso de ver mi expresión desconcertada.
-¡Vaya, vaya! Artemis, ¿Cuánto tiempo?
Me toma del brazo, haciéndome recuperar el equilibrio, pero eso no dura mucho, lo que tenían planeado era peor, que otros días.
Me van orillando a la carretera. No puedo escapar.
Las manos del Axel, me empujan.
Siento el tiempo ir más lento.
Puedo ver sus expresiones, Charly me ve triunfante, o es ¿Erick? No sé. Alguno de los dos gemelos me ve triunfante, mientras que el otro me indiferente. Will, sigue su camino, como si no le importase sus amigos, Axel emboza una tonta sonrisa de satisfacción, Matt ve hacia el camino, falta alguien, su querido líder, el que creo que planea hacerme la vida imposible. Arion.
*-_ Arion.
Cruzo mirada, con la suplicante y débil mirada de Artemis.
Observo impaciente el show. Vaya, creo que… Algo me inquieta.
Esta vez ellos van enserio con hacerle más que daño.
Trago en seco, cuando veo las manos de Axel dirigiéndose al menor, para empujarlo.
Volteo a ver una camioneta viene en camino.
Mi cuerpo reacciona, sin pensarlo. Tiro mi mochila, y corro.
Evito que un coche me mate, y alargo mis zancadas. Puedo ver su rostro temeroso, sus ojos suplicantes, perdidos, casi sin alma.
Le tacleo, tirándole dentro de la banqueta, rodando hacia el pasto. Mientras que la camioneta pasa justo después de mi acción.
El copiloto me grita.
-¡LOCO, FIJATE!
Mi respiración esta al cien por ciento, intentando saciar a mis demandantes pulmones faltos de oxígeno.
Quedo encima de él, de sus ojos brotan algunas lágrimas de gratitud.
Observan atónitos mis compañeros. Will, sin dudar un segundo fue a auxiliarme.
-¿Estas bien?
No logro responder, aún sigo intentando procesar lo sucedido.
Se acerca un poco ellos, pero solo logro atinadamente a dirigirles una mirada de, odio y desaprobación. Ellos comprenden y se retiran de la escena.
-G-gracias….
Dice con un hilo de voz.
Solo me paro, y me retiro, dejándole en el suelo.
-._ Artemis._-
Siento como si me fuera a dar un paro cardiaco, Arion me había salvado.
Nunca hemos estado tan cerca, me siento en el pasto, y suspiro, liberando todo mi estrés. Intento tragar pero mi saliva recorre mi laringe aun adolorida. Creo que he empezado con el pie izquierdo el día.
Espero a verles más lejos, y reanudo mi caminata.
Llego a mi salón, y solo me siento, masajeando mis cienes, espero que este día se pase rápido, y que regresemos a la rutina diaria.
La mirada pesada de uno de ellos está dirigida a mí, en casi todo momento, volteo a ver disimuladamente es Arion, pero dudo que sea dirigida a mí, esta absorto en sus pensamientos, y da la casualidad que su mirada ha estado fija en mí.
-Después de unas cuantas clases.-
Dirijo mi cansada mirada a la ventana que tengo cerca, el día esta aun soleado, no parece como si hubiese llovido ayer. Los árboles se alzan altivos, mostrando sus hermosas ramas, llenas de hojas verde manzana, anunciando la llegada del otoño. Mi estación favorita, solía pasar mis mejores momentos de la infancia en otoño, cuando podía ver el paisaje calmado, mientras las hojas caen, haciendo parecer una danza de su despedida, para volver en primavera.
Con un poco de esfuerzo puedo observas las siluetas de mis acechantes, uno de ellos, con sus bromas infantiles, prepara un popote, mientras masca algo. Está a punto de lanzármelo, solo espero que no sea chicle. Pero Arion, le dice algo, a lo cual solo veo que retira su popote, y sigue mascando, inflando una burbuja de chicle.
Vaya, le agradezco haberme salvado de cortarme el cabello.
Nada fuera de lo usual transcurre a lo largo del día. Por fin puedo ir al aula de música.
Me levanto rápidamente, necesito quitarme todo este estrés, estoy desesperado por hacerlo.
Corro casi volando al aula A-11.
Nadie esta, que alivio. Me siento. Y me quedo en mis pensamientos.
-_* Arion*-_
No tengo ganas de estar mis amigos, supongo que me siento decepcionado por el extremo que han logrado llegar hasta ahora.
Se me cruza una idea, quizás este mi musa en el salón de música, tal vez, ella se sienta más a gusto ahí que en cualquier otro lado.
Sin tanta prisa avanzo, intentando disimular la dirección a donde me dirigía. Casi nadie se le veía por el área de música, y sería aún más raro verme a mí.
El pasillo está completamente vacío, avanzo con la seguridad de que se encontrara ahí, y no me equivoco, la misma tonada empieza a sonar, se escucha muy tenue, así que apresuro mi paso.
Si pongo mucha atención, se logra escuchar que está cantando.
“”I wish I didn’t have to make all those mistakes and be wise.””
Se escucha tan melancólico, y me adentro más en el pasillo.
“” I’m sorry that you have to see …”
Conozco la canción, La había memorizado hace tiempo, casi corro a la puerta, y me paro en seco.
“” Where are you my angel now don’t you see me crying?”
Mi corazón se estremece, era Artimes, con la nariz roja, y cantando con todo el corazón, algunas lágrimas recorren sus mejillas, puedo verlo tan frágil. Me apoyo en la pared del lado y escucho con atención, como si el estuviera declarando sus sentimientos.
“”I’m on mi knees in front of him….
But he doesn’t seem to see me””
Un nudo se hace en mi garganta. Y respondo susurrando
-Yo si te veo…. –
A lo cual sigo la canción, ya que su voz se estaba entre cortando.
“”Buta ll his troubles on his mind…
He’s looking right through me ….”
Ahora el sentimiento me invade. Él no se intimida, y sigue cantando. Parece como si le hubiera dado apoyo.
“And I’m letting myself down”
Los ojos se me había vuelto llorosos, y algunas lágrimas escaparon.
“”And I wish that you could see…
That I have my troubles too”
Le acompaño con algunas estrofas, antes de romper a llorar. Me reincorporo, y deseo salir corriendo de ahí, suspiro y camino lentamente hacia la salida más cercana, mientras escucho aun cantando, noto sus lágrimas interponiéndose en su hermosa voz.
Mi hermosa musa, es hombre.
No sé si reír o seguir llorando, el hecho de que su voz me supere, tenga tan buenos gustos… Pero dudo que sea eso, nunca antes había sentido empatía por alguien, nunca.
Y que lo haya sentido por él, me revuelve el estómago.
La melodía se pierde, yo ya estoy muy lejos.
_-Artemis*._-
Termino de tocar el piano, me siento extraño, alguien estaba en esta área, y me había visto.
Lo que me sorprende es que me haya acompañado al cantar.
Salgo, con la esperanza de verle, quizás esa persona se sienta sola, quizás y podamos ayudarnos mutuamente, Quizás….
Él ya no está aquí.
Bajo la mirada, y por alguna razón, sé que no estoy solo y embozo una sonrisa tonta.
Nos encontraremos en un futuro, y eso no tardara.
Sentenció.