Resultó que Mei quería que Kuramochi conociera al catcher con el que formaba batería. Confiaba en el buen ojo de Youichi para detectar si era o no un buen jugador. Aun no habían tenido partidos y quería asegurarse que Miyuki estaba a su altura, el rubio no dejaba de ser un arrogante. Claro que cuando pensó en eso, no estaba entre sus planes que esos dos pudieran generar algún tipo de conexión. Aun cuando Mochi parecía molesto, Mei no podía negar que había algo que funcionaba entre esos dos. Kazuya no dejaba de fastidiar y Youichi no dejaba de alegar.
Llegaron a la cafetería porque Kuramochi tenía que trabajar. Se despidió de ellos esperando librarse de ese par pero ese no fue el caso. Kazuya solía asistir cada tanto a esa cafetería y no le importaba entrar a tomar un café con Mei para hablar de sus asuntos en el campo.
Mientras esperaban por su orden Miyuki no dejo de seguir con la mirada a Mochi, el otro sentía la mirada pero fingía que no lo notaba y seguía atendiendo sus asuntos. Mei se divertía con la situación, esto podría volver aun más entretenida la universidad
-¿Qué tanto le miras? –Miyuki regresó su atención a su acompañante
-mmm como decirlo, trato de entender que lo detiene –Mei inclino la cabeza sin entender
-¿de qué hablas?
-pues, que siempre está viendo las practicas, pero nunca se acerca. Tiene cuerpo de jugador y en verdad parece desear estar en el campo
-pues es que, sí desea estar en el campo…
-¿y entonces?
-digamos que hay cosas que no controlamos y que nos impiden seguir en lo que deseamos
Mei no quería hablar en claro de lo que había pasado, es más seria una completa indiscreción hacerlo, sin mencionar los riesgos que aquello podrían ocasionar. Miyuki frunció el seño y dirigió su atención a Youichi. La intensión de Mei era hacer sonar aquel impedimento como si de una lección se tratara. Por la expresión del catcher, parecía que lo había conseguido.
Su orden no tardo mucho en llegar y los dos regresaron su atención a lo importante.
…
Kuramochi le había dicho a Mei, después de rodar los ojos por los planes tan egoísta del pitcher, que Kazuya parecía alguien más que competente para su puesto. Los siguientes días que se había sentado a ver la práctica no había podido evitar buscar al catcher. Cuando lo encontraba fruncía el seño y regresaba su atención a sus deberes para al poco tiempo volver a buscarlo.
Desde que Mei los presentó, Miyuki decidió regresar con ellos a casa o a la cafetería, incluso Kuramochi se había resignado a quedarse hasta el final de la práctica. Pero no todo era tan malo, según él, Yuuki y Jun, dos de sus compañeros de carrera también salían tarde y se habían unido al regreso a casa. Yuuki también formaba parte del equipo de beisbol mientras que Jun era el capitán del equipo de Kendo.
Inevitablemente terminaban todos en la cafetería, Youchi trabajando la mayoría de las veces, hasta que Haruichi o Eijun lo suplían y él se unía al grupo. A los ojos de los dos menores aquello era un gran progreso. Por lo regular en Tokio casi no salía con sus amigos y aquí parecía muy a gusto aunque pasaba casi todo su tiempo quejándose de lo molesto que era Miyuki.
Haruno se sonreía cada vez que oía a Youichi quejarse, su sobrino era un completo tonto pero ella no le diría lo que le estaba pasando. Dejaría que Kuramochi por su cuenta llegara a la conclusión, confiaba en que no era tan lento. Aun así si después de seis meses no se daba cuanta, entonces intervendría pero solo hasta entonces.
…
Sin darse cuenta Youichi comenzó a pasar más tiempo del que pretendía con Kazuya, al parecer sus descansos coincidían y comenzaron a desayunar juntos, todos por cortesía de Miyuki; estudiaba gastronomía y su clase antes del descanso era de cocina entonces cada día le presentaban un platillo diferente. Se habían acostumbrado a estar juntos, con todo y las personalidades complicadas de ambos.
Podían pasarse hablando de cualquier tema y en ningún momento encontrarse con un silencio incomodo… sin embargo esa mañana mientras comían un pastel de carne, Miyuki parecía algo distraído
-bueno y ¿a ti que te hicieron?
-Ah ¿de qué hablas?
-pues que hemos estado en completo silencio desde que llegaste con esto, que por cierto esta buenísimo
-hahahaha no me di cuenta, estaba repasando algunas cosas –Youichi había juzgado mal, Miyuki no estaba distraído sino todo lo contrario, demasiado concentrado
-ya empieza la temporada ¿no? –quería sonar como siempre pero aun así su voz falseo un poco
-sí, el primer partido es mañana. Me temo que no podre traerte de comer. Lo siento Mochi tendrás que conformarte con la comida de la cafetería.
-hyahahaha ni que estuviera tan buena, además puedo traer de casa.
-mooo, eso dolió.
-hahaha tonto
-¿asistirás?
-¿eh? –aquello no parecía tener sentido, Youichi levantó una ceja
-digo que si vas a ir a ver nuestros partidos
Kuramochi detuvo su cubierto de camino a su boca. La verdad no pretendía hacerlo pero en ese momento no estaba tan seguro, tal vez había sido el tono en que Miyuki lo había pedido que le impedía decir que no.
-mmm no lo sé, tal vez si va Jun. Y si no tengo clases…
Había asistido a dos de los partidos con Jun o sin él. Para ese punto ya era más que obvio para todos en la casa que entre Kuramochi y Miyuki había química. Haruichi y Eijun se sentían felices y sobretodo aliviados, aun cuando no lo decían, se sentían culpables por la soledad del mayor. Pero mientras los veían desde detrás de la barra en la cafetería, se daban cuenta que eran tal para cual. Aunque Youchi siguiera sin querer aceptarlo.
…
El tercer juego era el verdadero reto, el equipo enfrentaba al actual campeón nacional. Tanto Miyuki como Mei habían entrenado arduamente y se habían estresado un poco. No sería un rival fácil y ambos tenían que probar que no solo eran nombres.
El partido estaba empatado y Youichi se comía las uñas desde las gradas, Jun gritaba hasta desgarrarse la garganta, incluso Eijun y Haruichi habían asistido y estaban de pie gritando a todo pulmón.
Era la última entrada, casa llena, 2 outs y el turno al bat recaía en Miyuki, solo necesitaban una carrera para ganar... Claro que Kazuya estuvo al nivel de las circunstancias y bateo un home run que determinó el resultado del juego.
Todo mundo prorrumpió en gritos, porras, aplausos. Youichi no dejaba de temblar de la emoción del momento, sin embargo al ver a todo el equipo festejando alrededor de Mei y Miyuki. Los sentimientos lo golpearon, dejo de aplaudir y bajo las manos, guardo silencio y se mordió el labio, unas horribles ganas de llorar lo habían invadido. Veia de lejos el lugar al que pertenecía y al cual no podía llegar.
Como si alguien le gritara que volteara, Miyuki dirigió su mirada hacia las gradas justo en el momento en el que los ojos de Youichi se ponían vidriosos y apretaba los puños para no llorar. El pecho de Kazuya se sintió apretado y termino de aceptar que Kuramochi era más que un amigo.