El equipo y compañía terminó festejando en la cafetería, las tías de Eijun cerraron al público para permitirles tener su pequeña fiesta privada. Eso y que querían tener un ojo sobre Sawamura y Mei, esas eran el tipo de oportunidades que los adolescentes no dejaban de aprovechar. Aun les faltaban tres partidos, pero se sentía tan bien haberle ganado al equipo campeón que sentían la necesidad de festejar.
Entre todo el alboroto, Miyuki no le perdía la pista a Kuramochi, que desde que habían llegado no se le había acercado, se veían tan animado como el resto, pero había pasado ya el suficiente tiempo con él como para distinguir el ligero rastro de tristeza en sus ojos. Aun así ambos sonreían, Kazuya había enviado algunos mensajes y pedido algunos permisos, tenía algo metido en su cabeza y no pensaba detenerse hasta conseguirlo
Estaba contestando el último de esos mensajes cuando por fin Kuramochi se sentó a su lado, al notar que se trataba del catcher, se sorprendió un poco pero puso su sonrisa burlona de siempre
-buen juego, catcher, nadie se imagino que fueras a batear un homerun
-¿ni siquiera tu?
-hyahahaha yo menos que nadie
-¿tan poca confianza te doy?... espera no responsas, casi lo puedo imaginar hahahaha
-eres un idiota, ¿lo sabes verdad?
-hahahah eso he oído. Antes que se me olvide te veo mañana en la entrada de la universidad a las 6 de la tarde.
-¿Qué?
-ya te lo dije te veo ahí
Antes de que pudiera seguir con aquel asunto, Kuramochi notó que cierto hermanito suyo, no estaba por ninguna parte y tampoco estaba el pitcher arrogante. Al comprender eso se levantó de golpe y salió disparado hacia la cocina. Kazuya lo vio alejarse y se sonrió de lo tonto que también podía ser Youichi.
La cocina y la bodega estaban desiertas y no creía que estuvieran en el baño, era un lugar demasiado obvio. Estaba a punto de regresar, regañándose internamente por ser un exagerando cuando escucho el ruido de unas botellas y algo parecido a un gemido procedente de afuera… Corrió hacia la salida que tenía la cocina y en el callejón encontró lo que estaba buscando: Eijun y Mei en apasionado beso, el menor con las manos enredadas en el cabello del otro y el mayor con una de sus manos metida debajo de la playera sobre la espalda de Sawamura. Ambos se detuvieron al percibir la mirada intensa de Kuramochi.
Kuramochi parpadeo antes de abalanzarse sobre Mei y hacerle una de sus legendarias llaves. Mei se rindió antes de que Kuramochi se sintiera del todo satisfecho. Cuando lo soltó, intento gritarles pero decidió mantener la voz baja porque si Takako salía, no podía asegurar que Mei saliera vivo de eso
-¿Qué están tontos o qué? ¿No pueden esperarse?- estaba a punto de agregar “búsquense un cuarto” pero se contuvo, no quería darles ideas
-Kuramochi que tú seas un amargado, no es nuestra culpa, además es mi premio –Eijun le tapo la boca a su novio mientras veía con pánico a su hermano que se tronaba los dedos
-¿a quién llamas amargado? Date de santos que estoy de buen humor y que EIjun está aquí, de lo contrario…
-You-ni ya lo entendimos. –Kuramochi resoplo resignado antes de darse la vuelta hacia el interior
-tienen cinco minutos, no mas… -los otros dos parpadearon para después sonreírse.
…
Kuramochi llego a las 6 en punto a la entrada de la universidad, más que nada atraído por la curiosidad. No le daba buena espina la dichosa invitación de Miyuki aun así saber de qué iba todo aquello podía mas con él. Kazuya apareció un minuto después desde el interior de la universidad. Traía su típica sonrisa y no había nada que le permitiera a Youichi adivinar que estaba pasando. Lo saludo con la mano, cuando estuvo junto a él lo invito a entrar, mientras caminaban Kazuya le cubrió los ojos con sus manos, haciendo que Kuramochi se detuviera y se tensara
-confía en mí, solo tiene que caminar
-ja es más fácil decirlo que hacerlo.
Aun así comenzó a caminar, sintiéndose cada vez mas intrigado por esa dichosa visita. Caminaron un buen rato antes de detenerse. No estaba muy seguro de donde se encontraban, la escuela era prácticamente igual por todos lados y con los ojos cubiertos le resultaba aun mas difícil ubicarse, solo estaba seguro que estaban afuera y que olía a césped.
-ok, sorpresa Mochi
Miyuki le descubrió los ojos, Kuramochi parpadeo para acostumbrarse a la luz y cuando lo hizo, frunció el seño, estaban en el campo de prácticas, había una de las maquinas para lanzar bolas, un bate, un guante y toda una caja de pelotas de beisbol. Volvió a parpadear pero esta vez de sorpresa y de que no entendía nada.
-es todo tuyo, puedes batear todo lo que quieras. Se que quieres jugar, pero no lo haces por una razón aun más fuerte, sin embargo ayer al final del juego… te veías completamente deshecho y se notaba que anhelabas demasiado estar aquí, por eso pedí algunos favores para que pudiéramos estar aquí… sabia que en ese momento y en este preciso instante no necesitas palabras de consuelo o que te digan que todo va a estar bien. Esas ya te cansaste de oírlas, casi lo puedo apostar. Solo necesitas que alguien te diga que lo entiende, que sabe que estas así por lo que perdiste y que era inevitable, no puedes seguir siendo el mismo cuando has perdido una parte de ti…
Kuramochi lo escucho y no podía creer lo bien que esa persona lo había leído, sentía como su corazón se aceleraba y todo era culpa del catcher, no recordaba que nadie hubiera tenido ese tipo de gesto por él y en el tono de voz con el que le estaba hablado solo le decía lo sincero que estaba siendo y que le preocupaba. Miyuki era molesto y tenía una personalidad retorcida pero lo conocía mejor que su propia familia y en ese momento le estaba diciendo las palabras que tanto necesitaba oír.
Dejo de pensar en lo que hacía y se giro lentamente para encarar al catcher, se aferro al borde de la playera contraria y se pregunto
-¿desde cuando mi corazón late de esta manera cuando estoy con él? ¿Cuándo paso? Y ¿cómo fue posible que no me diera cuanta? ¿será esto a lo que se refería tía Haruno? - ya estaban lo bastante cerca y aun así acortó aun más el espacio que los separaba, lo miro a los ojos, se paró un poco en puntitas y pego sus labios a los del contrario evitando que siguiera hablando. Kuramochi no se alejo y profundizo aun mas aquel beso mientras que Miyuki llevaba una de sus manos a su cintura y lo apegaba aun mas mientras la otra mano la posaba en su mejilla. No se separaron hasta que el aire les hizo falta y aun entonces permanecieron sintiendo el calor del otro, los dos estaban sonrojados y demasiado juntos
-¿qué significa esto?
-la verdad no tengo idea, solo sé que quiero estar cerca de ti…