Haruichi no entendía muy bien porque se sentía tan nervioso, aquel joven le sonreía con amabilidad y le había ofrecido un delicioso pastel mientras esperaba. La casa le resultaba agradable pero no podía evitar sentirse torpe.
-¿así que Takako-san y Haruno-san son tus tías? La verdad no me las imagino como tías consentidoras hahahaha -aquello le provocó un pequeño salto en su corazón al sentir como el sonido calmaba sus nervios
-pues no son precisamente las más estrictas del mundo pero me dan terror cuando se ponen serias
-hahahahaha puedo imaginarlas. Por lo regular son muy buena gente con nosotros pero las he visto bastante estresadas en la cafetería, aunque supongo que ahora con ustedes ayudándoles el trabajo ya no será tan agotador
-hacemos lo que podemos, yo trabajo cuando salgo de la escuela y estaré encantado de que nos visite
-lo tomare en cuenta pero no me hables tan formal, no estoy tan grande. Christ está bien.
Las mejillas se le tornaron completamente rojas y se golpeo mentalmente ante semejante reacción. Todo aquello era ridículo y una lejana punzada de culpabilidad cruzo su mente. Antes de que el silencio se volviera incomodo, la señora Takigawa apareció con un hermoso arreglo de flores rojas, naranjas y amarillas.
-lamento haberte hecho esperar. Espero que mi hijo no te causara problemas -la mujer lucia bastante joven para tener un hijo como Christ pero el parecido era evidente, ambos poseían un porte elegante que no cualquiera poseía.
-n-no no, para nada. Más bien me disculpo por llegar antes. No era mi intensión apresurarla
-¡oh no digas esas cosas! se nota que eres un niño muy bien educado ¿seguro que eres sobrino de Takako-san? Por el escándalo que últimamente sale de esa casa, no pensé que se tratara de un niño tan propio…
-mamá...
-no, tiene razón, no soy yo pero seguramente se refiere a mi... -se detuvo por una fracción de segundo no podía llamar a Eijun hermano. Porque eso después traería complicaciones. A Christ no se le escapo esa pausa -primo, él y su hermano también llegaron conmigo.
-así que son tus primos y ¿a los tres se les ocurrió mudarse con sus tías?
-bueno, es que aquí está la carrera de mi primo el mayor y ya de por si vivíamos juntos, así que se nos hizo buena idea venirnos con él.
-mmm supongo que tiene lógica
-pero no era nuestra intención perturbar su tranquilidad –la mujer estaba a punto de agregar algo cuando Christ la interrumpió
-tampoco es como si fuera tan malo, nos hace falta un poco de actividad por aquí, tanto silencio es aburrido. Ahora si me disculpan tengo que irme. –Christ se puso de pie mientras revisaba su celular. Haruichi también se puso de pie
-yo también me retiro. Muchas gracias por el arreglo y por el pastel, estuvo delicioso. Imagino que usted lo preparó
-sí y me da gusto que te gustara. Cuando vuelva a preparar te invitara para que vengas a comerlo
-mu-muchas gracias
Haruichi hizo una reverencia antes de salir acompañado de Christ, que en ningún momento dejo de sonreír. Ambos caminaron en silencio en la misma dirección, cuando Haruichi se detuvo frente a su casa, el mayor agregó
-un gusto en conocerte, me daré una vuelta por la cafetería en estos días.
-cuando quieras
Haruichi se quedo parado en su lugar viendo la espalda de Christ mientras se perdía de vista. Permaneció unos minutos más antes de entrar a la casa y no notar que tenía una sonrisa en el rostro y estaba sonrojado.
En la casa ya se encontraban Eijun y Youichi, por supuesto también Mei. Kuramochi por su parte ya iba de salida porque tenía que ir a trabajar. Sawamura discutía algo con su hermano cuando presto atención a su mejor amigo, inclinó ligeramente la cabeza y frunció el seño
-Haruchi ¿te encuentras bien? Estas todo rojo de la cara, seguramente es fiebre, si te sientes mal deberías decirlo, no es bueno que te guardes cosas –Youichi también prestó atención al menor y comprendió que algo bueno había pasado. Le dio un manotazo en el brazo a su hermano para que dejara de alegar
-Eijun cállate. Es solo el calor, deja de ser tan alarmista
Revolviéndole el cabello al menor salió de la casa. Los dos menores siguieron con la mirada al mayor
-definitivamente esta de mucho mejor humor, ¿crees que por fin se diera cuenta?
-yo creo que si, tal vez solo quiere evitar que hagamos todo un escándalo.
-¿Quién? ¿Nosotros?
-Si Eijun, nosotros. Solo imagínate, en el momento que lo admita, todos podremos hacerle bull… digo felicitarlo y tendrá que escuchar el sermón de Takako-san. No es por nada pero vivo por ese momento
-Mei, eso es demasiado retorcido…
-nah, Kuramochi sabe que lo queremos hahahaha
Haruichi seguía la conversación de los otros dos, pero sus pensamientos estaban en otra cosa, analizando como Youichi había cambiado y en la mirada que le había dedicado antes de irse. No parecía que algo en él hubiera cambiado pero tal vez esa repentina ligereza se le notara en el rostro.
…
Youichi llego a la cafetería y solo estaba Haruno para su buena suerte, de otra manera Takako lo habría regañado por llegar tarde. Sin embargo su mirada se estrecho al salir de la cocina y ver que en una de las mesas que daba a la ventana, se encontraba Miyuki con un cerro de libros y un café en manos. Lo miraba fijamente y su sonrisa burlona apareció. Kuramochi soltó un suspiro y camino hacia el.
-bueno, tu lo que quieres es que mi tía Takako te dé el sermón.
-hahahah la verdad yo creo que nuestro teatrito nunca fue muy eficiente. –en un movimiento rápido Miyuki tomó la mano de Youichi y besó sus nudillos. –y bueno no creo que importe. Puedo soportar un sermón.
Youichi se sonrojó pero no retiró la mano, nunca lo admitirá pero le encanta el contacto de los dedos del catcher sobre su piel. El momento se rompió al escuchar la campanilla de la entrada, Miyuki soltó la mano para dejar que Youichi atendiera. Cuando entró en la cocina con la orden su tía lo miraba con una ceja levantada y las manos en la cadera
-¿pasa algo?
-no te hagas el tonto conmigo Youichi, ¿hasta cuando piensas mantener esto en “secreto”? –Haruno hizo con sus dedos las comillas con la última palabra. Kuramochi apretó los labios –porque la verdad son pésimos para ocultarlo
-solo lo hago porque estoy seguro que ustedes hasta se pusieron a apostar con respecto a este asunto
-¿Quién te lo dijo? ¿Digo de qué hablas?
-¡¿eehhh?! ¿es verdad?
-no para nada –Haruno desvió la mirada y en un susurro agrego –pero si pudieras decirlo dentro de dos días en la cena… no me molestaría –Youichi negó con la cabeza
-no puedo creerlo, son imposibles… pero supongo que te lo debo –Haruno inclino ligeramente la cabeza al no comprender –si, tu dijiste que le diera una oportunidad a lo que antes no creía posible y tal vez inconscientemente deje de poner esa barrera. Digo, no termine con la persona mas adecuada pero… -no pudo seguir porque Haruno lo abrazó
-es que no se trata de que el mundo piense que es el adecuado. Se trata de lo que a ti te complementa y aun con todo lo que pueda parecer retorcido con Miyuki, creo que se complementan a la perfección. Se ven tan bien juntos que parece inevitable que terminaran juntos. –las palabras de Haruno siempre tenían un fuerte impacto en Youichi y lo que acaba de decir solo confirmaba que le debía mucho a su tía
-¿entonces en dos días durante la cena?