─Mochi, mochi
Luego de haber leído la carta de Rebecca, Yugi decidió llamar a casa de sus primas, necesitaba hablar con Akari.
─ ¡Yugi! Qué bueno escucharte ¿ya has regresado?
─Si nee-san, ya estoy en casa ─respondió ─ ¿cómo están? ¿y los niños?
─Todos bien gracias, los niños no paraban de preguntar a donde te habías ido, igual que Kurumi.
─ ¿A ella tampoco le dijiste? ─preguntó con una risilla.
─No, lo que me recuerda, Ukyo estuvo por aquí estos días ─Yugi suspiró ─dime algo ¿se pelearon, Yugi?
─Bueno, digamos que tuvimos un malentendido ─se rascó la mejilla con el dedo índice ─no eh hablado con él porque no quiero que sigamos peleando, sabes cómo se pone cuando se obstina con algo ─le respondió. Yami lo miró serio ─aunque, supongo que ya es tiempo de aclarar las cosas ─suspiró por lo bajo.
─Siempre has sido un niño muy maduro para tu edad, Yugi ─dijo la mujer con orgullo ─estoy segura de que sabrás hacer lo mejor.
─Gracias nee-san, dime ¿crees que pueda llevarme a los niños al parque con Darkness?
─Por supuesto ¿vendrás a la casa?
─Sí… nos vemos nee-san.
─Ja ne, Yugi.
Yugi colgó con un suspiro, luego miró a su yami ─ ¿quieres acompañarme? ─le preguntó con una sonrisa. El mayor asintió ─en ese caso ¿por qué no vas a darte un baño caliente? ─le ofreció con una sonrisa, empujándolo ligeramente por los hombros.
─De acuerdo aibou ─Yugi le dio una toalla.
─Por cierto, un día de estos debemos salir a comprarte ropa ─dijo más para sí ─habría que ponerse de acuerdo con Ryou y Malik ─musitó con una risilla.
Yami parpadeó varias veces pero no dijo nada y se metió al baño, Yugi se recostó en la cama, mirando su celular, abrió un mensaje nuevo y pensó muy bien lo que iba a escribir.
“Espero que ya te hayas calmado un poco onii-chan, creo que ya es tiempo de que tú y yo hablemos las cosas pero no quiero que sea por teléfono ¿cree que podamos vernos… mañana?”
Añadió el destinatario y lo envió antes de arrepentirse, le había prometido a su mamá que arreglaría las cosas.
No pasó ni un minuto cuando recibió una llamada entrante, en la pantalla estaba una foto de él con Ukyo, suspiró fuertemente mirando al baño desde donde escuchaba el agua. Contestó.
─Mochi, mochi.
─ ¡Yugi! ─la voz de alivio de Ukyo al llamarlo hizo temblar su corazón.
─Hola, Uky-nii ─se forzó por esbozar una sonrisa, aunque él no lo viera ─ ¿cómo estás?
─ ¿Cómo? ¡Estoy angustiado, terriblemente preocupado por ti! ¿Se puede saber a dónde fuiste? Ni el abuelo ni Akari o Kurumi me dieron razón de ti ¿qué fue lo que pasó? ¿Por qué no contestabas mis llamadas o respondías mis mensajes?
─Tranquilízate un poco, una pregunta a la vez ─pidió Yugi, acomodándose mejor entre las almohadas ─tuve que hacer un viaje de un par de días, fui con mis amigos pero ya estoy de regreso en casa, todo está en orden así que no te preocupes por mi ─le calmó ─les pedí al abuelo y a Akari-nee que no le dijeran a nadie sobre a dónde iba porque no quería un comité de bienvenida en el aeropuerto cuando regresara… algo me decía estarías aquí en Domino.
─ ¿Cómo lo supiste? ─cuestionó sorprendido.
─Digamos que aun te conozco lo suficiente como para saber esas cosas ─no pudo evitar una risilla al decir eso.
─Yugi ─musitó con ternura y gran cariño.
─Tú y yo necesitamos hablar ¿no es así? ─fue directo al punto ─ ¿te parece si no vemos mañana, onii-chan? ─pidió con voz suave. El agua dejó de caer.
─Por supuesto ¿quieres que vaya a tu casa?
─No ─negó de inmediato, no quería energía del reino de las sombras flotando por su casa mientras estuvieran conversando ─ ¿nos vemos en el parque central a las dos de la tarde? ─escuchó movimiento en el baño.
─Claro, como tú quieras Yugi.
─Está bien… nos vemos mañana Uky-nii ─se despidió justo cuando la puerta del baño se abrió dejando ver a Yami simplemente en pantalones, con la toalla por los hombros secándose el cuello y el pecho al descubierto.
A Yugi casi se le cae el teléfono ante semejante visión, luchó por que su boca no se abriera de par en par pero no pudo con el sonrojo en sus mejillas.
─Estoy ansioso por verte Yugi, extraño abrazarte y verte sonreír ─Yugi se forzó a volver a la conversación ─cuídate mucho tesoro, te veré mañana.
─T-tú también cuídate ─tragó saliva ─n-nos vemos ─colgó con un suspiro.
─ ¿Aibou?
Yugi soltó un respingo, bajando el celular y desviando la mirada, sentía las mejillas arder. Yami sonrió enternecido ante la reacción del menor, Yugi era simplemente adorable. Se acercó a él, poniendo una rodilla en el colchón e inclinándose para besar la frente del menor.
─ ¿Yami?
El mayor le sonrió, Yugi aun sonrojado rodeó con sus brazos el cuello de Yami, atrayéndolo a un dulce beso en los labios. Yami apartó la toalla de su cuerpo mientras se inclinaba sobre Yugi hasta que ambos terminaron tumbados en la cama. Yugi deslizaba sus manos por la fuerte espalda descubierta del faraón mientras Yami besaba con delicadeza y parsimonia la piel blanca del rostro y cuello de su compañero.
-o-
─ ¡Tío Atem!... ¡¡Tío Yugi!! ─Keita y Shouta se le fueron encima a Yugi casi que tumbándolo, de no ser por Yami quien lo sujetó justo a tiempo por los hombros ─ ¿dónde estabas? ¿Por qué te fuiste? Mamá no nos decía nada y la tía Kurumi estaba desesperada.
─Niños, niños calma, una pregunta a la vez ─dijo Yugi con remolinos en los ojos, los niños se bajaron de él y Yami lo ayudó a mantenerse erguido ─tuve que atender unos asuntos en otro ciudad pero solo me tome un par días. Eso fue todo ─les explicó, ya de pie él solo.
─ ¿Entonces no fuiste a un torneo de duelos? ─preguntó Shouta.
─No ─respondió ─ ¡Ahhhh!
─Yugi ─esta vez Yami no tuvo los reflejos suficientes como para evitar que Yugi terminara en el piso, cortesía de Darkness quien, al igual que los gemelos, corrió hacia Yugi, tumbándolo en el piso, lamiéndole las mejillas.
─Darkness para ya, fuera muchacho ─trato de contenerlo el tricolor, revolviéndose en su lugar. Los gemelos no pudieron evitar su risa al ver la escena. Yami se arrodilló frente a su novio ─ ¡Darkness, suficiente! ¡Siéntate! ─gritó al fin con firmeza y seriedad, frunciendo el ceño.
Ante ese tono Darkness retrocedió unos pasos de Yugi, sentándose sobre el piso del jardín delantero, mirando al tricolor atento con la lengua afuera y moviendo su pomposa cola.
─Así está mejor ─Yugi se sentó dónde estaba, limpiándose el rostro con la manga de su playera para luego acariciar el lomo del can. Yami se levantó tendiéndole las manos para ayudarlo a levantarse.
─ ¿Estás bien?
─Sí, descuida.
─ ¡Yuuuuugi! ─esa era la voz de Kurumi, quien salió de la casa, corriendo hasta su primo.
─ ¡Ya no! ─se quejó el menor, dando un giro alrededor de Yami para ocultarse a sus espaldas, provocando la risa de su pareja.
Kurumi se detuvo a pocos pasos de Yami ─ah, hola Atem ─saludó.
─Hola.
─ ¡Yugi! ─el menor se encogió a las espaldas de su novio ─se puede saber…
─dónde estuve ─interrumpió él ─ya, por favor, es la tercera vez que me lo preguntan en una misma tarde.
─ ¿Tercera?
─Uky-nii ─respondió.
─Ahhh, me lo veía venir ─estuvo aquí, preguntado por ti, pero como CIERTA personita no dejó nada dicho ─lo fulminó con la mirada ─pues no pude darle razón.
─Precisamente por eso no les dije nada ─dijo el menor con una sonrisa nerviosa, los ojos cerrados y una gotita bajándole por la sien.
─ ¿Qué? ─Kurumi parpadeó extrañada ─ ¿sucedió algo con Ukyo-kun?
─Una pequeña discusión, nada grave ─respondió saliendo por fin tras de Yami ─bueno ¿nos vamos ya?
─ ¡Síííííííi! ─gritaron los menores.
Kurumi suspiró ─iré por la correa del perro.
-o-
Yami miraba enternecido a Yugi subir a los gemelos a la resbaladilla, el menor se veía sumamente tierno entre los niños.
─Te pillé ─sintió a Kurumi taparle los ojos desde atrás.
─Soy yo ─retiró con delicadeza las manos de la peli-azul, girándose para verla, pensando que lo había confundido con Yugi.
─Lo sé ─le sonrió ella, sorprendiéndolo ─la altura los diferencia jeje ─rió con los ojos cerrados ─como decía, te pillé viéndolo.
Yami se sonrojó casi imperceptiblemente ─Yoooo…
─Dime algo ¿te gusta mi primo, cierto? ─Yami parpadeó tres veces ─vamos, dímelo con confianza ─Yami desvió la mirada, asintiendo.
─Eso es tierno… cuñado ─Yami abrió los ojos como platos ─me parece que es obvio que a Yugi tú también le gustas ¿Cuándo lo harán oficial? ─Yami estuvo tentado a decirle que lo era, pero debía esperar a que Yugi decidiera decírselo a su familia. Kurumi le ofreció una amable sonrisa, yéndose pues Darkness tiraba de la correa.
─Tío Atem ¿me empujas en el columpio? ─Shouta le jaló de la bota del pantalón para llamar su atención, señalando a los columpios donde Yugi empujaba a Keita.
─Por supuesto ─le sonrió al menor, tomándole la mano para ir hacia los dos menores.
-o- al día siguiente.
En la tarde, Yugi y Yami estaban haciendo la siesta en la habitación, a eso de la una de la tarde. Yugi se despertó, hizo aparecer entre sus manos el rompecabezas y se lo colgó a Yami con delicadeza, depositó un beso en su frente y entró al baño. Al rato salió ya arreglado, dio un último vistazo a su novio y salió de la habitación.
─Saldré un rato abuelito ─dijo al salir por la tienda, donde el anciano estaba atendiendo.
─ ¿Saldrás tu solo? ¿Y Atem? ─consultó sumamente extrañado.
Yugi se ruborizó un poco ─Sí, no me tardaré mucho ─dijo mientras se soltaba el collar de su madre de la muñeca ─él sigue dormido, si se despierta dile que no se preocupe por mi ─sonrió mientras abrochaba la cadena al cuello, junto con su gargantilla ─te veré más tarde ─y así salió por la puerta de la tienda, haciendo sonar la campañilla.
Arriba en la habitación, Yami se agitó entre sueños, frunciendo el ceño ─Yu…Yugi.
..
Al llegar a la entrada del parque Yugi se tomó un momento para recuperar aire mientras visualizaba el lugar, buscando a Ukyo con la mirada, lo encontró sentado en la base de un frondoso roble a un lado del sendero principal del parque, sonrió al verlo mirar su reloj de muñeca antes de acomodarse el flequillo, un gesto típico del peli-verde cuando está intranquilo.
Yugi miró su celular, faltaban cinco minutos para las dos ─impaciente ─susurró para sí con diversión y se encaminó hacia el oji-naranja, sintiendo su corazón latir inusualmente rápido y unos ligeros retorcijones en su vientre, se puso tras aquel roble con una sonrisa traviesa ─ ¿esperas a alguien? ─le dijo con gracia.
─Ahhh ¡Yugi! ─se giró a verlo, Yugi salió tras el árbol para sentarse a su lado ─pequeño, cuanto me alegra verte ─lo envolvió en sus brazos apenas el menor se sentó.
─ ¿Cómo has estado… Uky-nii? ─le sonrió amablemente.
─Eso… quiero preguntarte, Yugi yo… ¿sigues molesto conmigo? ─puso una mano en la mejilla del tricolor.
Yugi parpadeó tres veces, llevó una mano a la de Ukyo y le ofreció una tímida sonrisa ─no estoy molesto ─le tomó una mejilla con la mano y depositó un beso en la otra ─ ¿lo ves?
─Lo que veo es que no confías en mi ─dijo llevando una mano sobre la de Yugi.
Yugi desvió la mirada.
─Yugi… ─le miró fijamente, luego se acercó de golpe casi juntando sus narices, Yugi abrió los ojos sorprendido, haciéndose para atrás de manera casi automática ─ ¿Te sientes bien? Te noto cansado ¿No has dormido bien? ¿Estas enfermo? ─llevó su mano a la frente del tricolor.
Yugi parpadeó un poco ─Estoy bien, no te preocupes ─le sonrió amablemente ─estaba un poco mareado cuando regresé pero eso es todo, ya todo está en orden ─se acercó a darle otro beso.
-o-
Los parpados de Yami temblaron ligeramente antes de abrirse de golpe ─ ¿Yugi? ─fue lo primero que musitó mientras se sentaba en la cama, espabilándose al no sentir a su compañero cerca ─ ¿el rompecabezas del milenio? ─tomó el objeto que colgaba en su pecho ─ ¿Por qué está aquí? ¿Dónde está Yugi? ─no sentía su presencia en la casa así que se acomodó la ropa y bajó hasta la tienda.
─Ah! Ya despertaste Atem ─le saludó el abuelo, despachando a un cliente.
─Sí… ¿de casualidad sabe en dónde está Yugi?
─ ¿Yugi? Claro, dijo que iba a salir un rato.
─ ¿No dijo a dónde?
─No, dijo que no te preocuparas pues no se iba a demorar mucho ─expuso, tratando de tomar una caja de una estantería alta.
Yami frunció ─ ¿necesita ayuda? ─Yami se acercó a bajar la caja
─Muchas gracias hijo.
Yami le sonrió al abuelo y luego regresó a la habitación donde se sentó de piernas cruzadas, dispuesto a utilizar su magia en el rompecabezas ya que mientras Yugi no lo tuviera no podía contactarlo con su vínculo puesto que Yugi aún no aprendía a manejar su propia magia.
Luego de un pequeño resplandor violeta que mostró el ojo de Horus en la frente Yami, el faraón pudo ver con claridad la escena en el parque.
-o-
─Entiendo que estuvieras molesto conmigo y eso pero ¿Por qué no respondiste ninguno de mis mensajes? Me preocupaste ¿sabes?
─Lo sé, lo siento… simplemente no sabía que decirte o como hablarte y además estaba muy preocupado por el asunto que nos llevó a viajar y no podía concentrarme en otra cosa… pero eso ya no importa ─dijo con ánimos ─todo está bien ¿verdad?
Ukyo suspiró, pasando un brazo por sobre los hombros de Yugi ─tesoro ─le llamó ─dime algo ¿crees que las cosas hubieran sido diferentes… si mi madre no me hubiera obligado a irme de Domino? ─le planteó, mirando al cielo.
Yugi lo miró unos segundos ─…sí ─Ukyo lo miró, desde casa Yami se estremeció ─las cosas hubieran sido muy diferentes… si a ti y a mí no nos hubieran separado en ese momento.
Está declaración de parte del oji-amatista fue un gran impacto para sus dos ‘pretendientes’
─Yugi…
Ahora fue el turno del tricolor de mirar al cielo, mientras Ukyo lo observaba atentamente ─Quizás yo no me llevara de la misma forma con mis amigos… quizá mi carácter sería distinto, o no fuera tan tímido o inseguro en ciertos aspectos… Quizás tu no sintieras lo mismo por mi o fuera sido yo él que lo sintiera por ti en algún momento ─Yugi suspiró ─hay muchas posibilidades Uky-nii… muchos quizás que no fueron y nunca serán ─Yugi jugueteó con la amatista de su collar ─las cosas pasan por una razón Uky-nii… pero si te estas refiriendo a mi relación con Atem… ─sonrió ─no, déjame decirte que nada habría cambiado.
─Yugi… ─al menor le tembló el corazón escuchar el tono tan triste en la voz del peliverde.
─Quisiera que las cosas fueran como antes Uky nii-chan ─le sonrió, recostándose en su hombro ─cuando solo nos preocupábamos de jugar y cantar, de divertirnos y estar bien… cuando solo éramos nii-chan y ototo… cuando los sentimientos no eran tan complicados.
─Sí… esos eran buenos tiempos.
─Lo eran… quisiera que volvieran ─Yugi lo miró a los ojos.
─…yo también ─le respondió Ukyo, mirándole de forma intensa.
Yugi sonrió, estaban llegando a algún lado ─entre los dos, aun podríamos lograr eso ─alentó.
─ ¿En serio lo crees? ─lo miró dudoso.
Yugi asintió ─para mi… siempre serás mi hermano mayor ─le respondió, recostándose con libertad en su hombro.
─Yugi ─Ukyo sonrió, recostando su cabeza contra la de Yugi ─te quiero mucho, mi pequeño ototo.
─Y yo a ti, nii-chan.
(N/A: Yugi: bla, bla, bla /Ukyo: bla, bla, bla /Ambos: bla, bla, bla)
Si el llanto, que hay en ti
no puedes contener.
-Ukyo sonrió al oír cantar a Yugi, una canción de un programa que solían ver juntos de pequeños.
Ven a mí, y abrázame,
libera tu alma
Yo sé, yo sé, yo sé, que sientes
Yo sé, yo sé, yo sé, que sueñas
Quiero quedarme aquí
Ambos cerraron los ojos, dejando sus mentes viajar a antiguos recuerdos de su infancia.
Ven a mí, donde la luna brille más...
Únete a mí, y un rayo de luz gozar
Ven a mí, ven a mí
Quiero estar cerca ya de ti,
así que ven a mi...
─Llevas varios días aquí en Domino ¿no cierto, nii-chan? ─Ukyo asintió ─ ¿Cuándo regresarás a Tomoeda?
─Pues verás ─Ukyo se llevó una mano tras la nuca ─aproveché también de hacer unas averiguaciones de la universidad.
─ ¡Es cierto! ¿Dime a que universidad aplicarás?
─Mis amigos y yo iremos a la Universidad de Artes Kitahoro.
─ ¿Kitahoro? ─Yugi se lo pensó un poco ─ ¿Esa no es la universidad que queda a las afueras de aquí de Domino?
Ukyo sonrió con los ojos cerrados ─ ¡Así es!
─Pero… ¿cómo le vas a hacer?
─Mi padrino va a mudarse por eso lados con su esposa y me permitió irme con él ─explicó.
─Eso sí que es suerte para ti ─le sonrió de vuelta.
─Sí, y eso significa que estaré más cerca de ti, también ─Yugi negó con la cabeza divertido ─ ¿quieres que te diga a dónde se mudará? ─sonrió de lado.
Yugi asintió y Ukyo se inclinó hacia su oído a decirle. Las joyas amatistas se abrieron como platos ─ ¡¿Qué, dónde?!
…Continuara… xD