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Together... amor, verano y parejas por DanyNeko

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Notas del capitulo:

Hola, bienvenidos a todos de regreso a este loco mundo ^^/

Yugi-oh! No me pertenece si fuera así esto lo estrían viendo como capítulos en televisión.

Las canciones tampoco me pertenecen.

Pasarse por mi página de face, porfa, un like me ayudaría mucho  DanyNeko

En el capítulo anterior

─Ne, ¿podrías explicármelo?

 

─ ¿El qué, aibou?

 

─esto que siento… en momentos como ese. Me siento de una forma como nunca antes… es nuevo para mí y yo,, no sé qué es, anhelo cosas que… desconozco y que,, siento el deseo de experimentar… solo contigo.

 

─Con mucho gusto te enseñaré todo eso que deseas conocer… cuando llegue el momento adecuado… y yo también espero que llegue pronto… Que descanses amor.

 

─Hasta mañana Yami, dulces sueños.

 

-o-

 

A la mañana siguiente, Yugi fue el primero en despertar, se frotó los ojos y bostezó mientras se sentaba bien en su lugar, levantándose del pecho de Yami, su novio seguía profundamente dormido con una tez pacifica que le daba muchas ganas de volver a acurrucarse sobre él, besarlo y seguir durmiendo…. Peeeeero, no podía, vaya lastima… claro que nada le impedía robarle un besito, a su yami no le iba a importar, menos estando dormido.

 

Le echó un ojo a sus sobrinos, ambos estaban igual de dormidos, acomodados frente a frente y medio abrazados. Se inclinó lentamente sobre el rostro de su novio, aguantando la respiración y procurando no hacer movimientos bruscos, detalló las masculinas y -a su parecer- perfectas facciones antes de juntar sus bocas en un dulce beso casto, acariciando tenuemente los labios ajenos.

 

Se mantuvo así unos segundos y luego se separó algo ruborizado, se apresuró a levantarse del lecho y tomar su ropa para entrar al baño, darse una ducha rápida y vestirse, se colocó el collar de su madre al cuello, peinó un poco su cabello y termino de arreglarse.

 

Al volver a su habitación se topó con una escena algo graciosa, Yami fruncía el ceño y se movía lentamente, como si lo buscara a él, hasta que dio con la almohada del oji-amatista y se abrazó a ella, aun visiblemente inquieto.

 

Yugi aguantó la risa y salió escaleras abajo para preparar el desayuno, mientras hablaba por mensajes de voz con Ryou y Malik. Al poco rato sus risas fueron interrumpidas por dos conocidos brazos que lo rodearon cálidamente desde atrás por la cintura ─buenos días, mi koi ─le susurró dulcemente al oído, con la voz algo ronca por estar recién levantado -cosa que hizo temblar a Yugi- antes de depositar un dulce beso en su mejilla, cerca de la oreja.

 

─Bu-buenos días Yami ─Yugi ladeó el rostro para regresarle el beso pero sus labios fueron atrapados por los ajenos, recibiendo un encantador beso de buenos días ─ ¿dormiste bien? ─le sonrió en cuanto se separaron. Yami asintió y empezó a besarle suavemente el cuello a lo que Yugi rió levemente ─ ¿qué pasa? ¿Hoy amaneciste de buen humor? ─preguntó con gracia.

 

─ ¿Qué? ¿No puedo consentirte, mi vida? ─le susurró sin cambiar el tono, acariciándole las caderas y paseando sus labios ahora por el lado contrario de su cuello. Yugi ahogó un gemido de gusto, cerrándolo los ojos luego de apagar la estufa, dejándose hacer entre los brazos de su amado ─mi hermoso niño… te amo tanto ─le dijo con cariño.

 

─Yo también te amo… mi Yami ─el mayor le dio un nuevo beso, luego juntó sus narices, rozándolas cariñosamente, haciendo reír a su amado ─ ¿me ayudas con la mesa, por favor? Iré a despertar a los niños.

 

─Por supuesto, mi aibou ─le dio un tierno beso en la nariz antes de soltarlo para que él subiera.

 

-o-

 

Luego de que Yugi despertara a los niños, los cuatro juntos desayunaron amenamente. El abuelo se despertó un rato después cuando Yugi había mandado a los niños al baño y estaba terminando de guardar sus cosas y las de Yami. Finalmente el oji-amatista se encargó de arreglar a sus sobrinos mientras el faraón se aseaba y cambiaba.

 

─Salúdame a Tsubasa, hijo ─despidió el anciano, tomando su taza de café mientras leía un periódico.

 

─De acuerdo abuelito, nos vemos en la noche ─se despidió, saliendo con su novio y sobrinos.

 

(Pasemos a cámara rápida xD) Se dirigieron al centro comercial donde se unieron con las otras dos parejas yami/hikari para comprar los trajes de baño de los mayores. El de Yami fue azul oscuro con detalles en negro. El de Bakura rojo con detalles color crema. Finalmente el de Marik fue color bronce con acabados amarillos.

 

Como estaban cerca de la casa de Akari, los gemelos insistieron en llevarse a Darkness con ellos por lo que pasaron a la casa. Las hermanas no estaban, solo estaba Naomi la cual le dio poca importancia a la presencia de los chicos por lo que Yugi tomó la correa, unos juguetes y algo de comida del perro para llevarlo con ellos.

 

De allí tomaron el autobús hacia las afueras de Domino. Darkness se quedó obedientemente sentado frente al asiento de Yugi y casi a las 10 de la mañana ya habían llegado.

 

─ ¡Que casa tan grande! ─dijeron los niños a coro ─ ¿aquí vivías tú, tío Yugi?

 

─Sí, y ustedes también, unos cuantos meses cuando eran bebes ─les respondió con una sonrisa ─ ¿vamos? ─cabeceó hacia la casa.

 

Los niños sonrieron, corriendo hacia la casa. Yugi le soltó la correa a su perro y este salió tras ellos.

 

─No corran, niños ─les dijo el tricolor.

 

─Eres tan mono con ellos ─le dijo Ryou, empujándolo juguetón con el brazo.

 

─Sí que lo es ─Malik se le recostó en la espalda, pasándole los brazos por los hombros.

 

─Mooo, no molesten ─se quejó apenado.

 

Los yamis solo se rieron de la escena.

 

En la puerta ya los esperaban Tsubasa y Ukyo. El peliverde tenía una playera blanca holgada y un bañador color naranja.

 

─ ¿cómo están mis adorables nietos? ─los recibió el peli-azul, inclinándose para abrazar a los niños.

 

─ ¡Hola abuelo! ─los saludaron los menores.

 

─Hola tío ─saludó el tricolor en cuanto los alcanzaron.

 

─Bienvenidos chicos ─saludó el peli-azul

 

─ ¿Y mi hermanito no va a saludarme? ─dijo Ukyo con gracia, abriéndole los brazos a Yugi con un puchero. Yugi rodó los ojos, riendo antes de abrazar al peli-verde, este depósito un tierno beso en su coronilla antes de acomodarle uno de sus flequillos rubios tras la oreja con cariño ─esa es mi dulce estrella ─le sonrió, guiñándole un ojo ─vamos adentro chicos, el patio trasero está listo ─dio una palmada para llamar la atención y se dirigió a la puerta de la casa, tomando a Yugi de la muñeca ─vamos ─le sonrió, jalándolo.

 

Yugi le sonrió y corrió tras él, seguido de Darkness.

 

─No cambian ─sonrió Tsubasa ─chicos, no corran ─pero ambos hermanos no le hicieron caso al peli-azul.

 

Al llegar al patio trasero había un panorama diferente al del día anterior. La piscina estaba limpia y llena de agua fresca, hasta parecía más grande ya en funcionamiento. Una tv plasma estaba puesta en la pared, conectada a una consola de 4 mandos y junto había un gran equipo de sonido con varios amplificadores. Había varias sillas, una hamaca y la silla mecedora del jardín frontal, una mesita tenía una jarra de limonada con hielo y varios vasos.

 

Jun y Shon estaban jugando con el balón de futbol que Yugi había visto en el cuarto de juegos el día anterior. El pelirrojo tenía un bañador color de color plateado y Shon uno de color amarillo verdoso, como sus ojos.

 

─ ¿Lo llevaron a inflar? ─le preguntó Yugi.

 

─Sí, hoy temprano, cuando llevamos a inflar esas ─señaló a un costado, donde habían algunos flotadores (http://g01.a.alicdn.com/kf/HTB1iUNhHVXXXXcaXFXXq6xXFXXXw/2015-venta-caliente-ee-uu-inflable-transparente-silla-reposabrazos-respaldo-silla-flotante-sofá-agua-flotador-de.jpg http://g01.s.alicdn.com/kf/HTB1WK7UHFXXXXbTXpXXq6xXFXXXA/221513264/HTB1WK7UHFXXXXbTXpXXq6xXFXXXA.jpg ) había uno que incluso tenía dosel (http://g02.s.alicdn.com/kf/HTB1yW8nFVXXXXavXVXXq6xXFXXXU/200670630/HTB1yW8nFVXXXXavXVXXq6xXFXXXU.jpg )

 

Yugi sonrió ampliamente ─Genial.

 

Ukyo le dio un guiño.

 

─ ¡Wow! ─los gemelos corrieron directamente hacia la piscina y se hubieran lanzado de una al agua si no llega a ser porque Yugi y Ukyo los detuvieron a tiempo, tomándoles en brazos.

 

─ ¿A dónde, a dónde, dijo el conde? ─dijo el peliverde con gracia.

 

─Tienen que cambiarse primero, jovencitos ─regañó Yugi.

 

─Moooo ─los pequeños hicieron un puchero de queja, cruzándose de brazos, haciendo reír a los presentes.

 

─Anda, vamos a mi cuarto a ponerles el bañador ─sonrió Yugi, tendiéndole la mano al niño que Ukyo sostenía.

 

─ ¡Sí, sí, sí! ─saltaron juntos.

 

Yugi se llevó a sus sobrinos y amigos para que pudieran cambiarse en las habitaciones de arriba. A los poco minutos alcanzaron a los demás en la piscina, donde Ukyo ya estaba repartiendo la limonada.

 

Luego de que Yugi les aplicara el protector solar los niños se lanzaron juntos al agua, salpicando a los que estaban más cerca, haciendo reír a los hikaris.

 

─ ¿para qué tenemos los bafles afuera? ¡Que suene la música! ─dijo Ukyo animado, pasándole el mando a distancia del equipo de sonido a Jun.

El pelirrojo lo atrapó y puso a sonar alguna canción animada.

 

Malik se puso a jugar con la pelota de futbol junto a Jun, Ukyo y Shon. Yugi y Ryou se estaban echando el protector solar así como sus yamis.

No pasó mucho para que Yugi y Ryou se sumaran al jugueteo de los gemelos en el agua mientras que los yamis se enfrascaron en peleas de Street Figther V.

 

-o-

 

Cerca del mediodía la música seguía sonando animadamente. Ryou y Malik eran quienes ahora estaban en la piscina junto a sus yamis y los gemelos, de hecho los albinos estaban tumbados juntos en el flotador con dosel. Jun y Shon jugaban al Mario Cards mientras Yugi, Yami, Ukyo y Tsubasa estaban en las sillas reclinables.

 

─ ¿Dónde está su esposa? ─preguntó Yugi a su tío.

 

─Salió temprano, iba a pasar un ‘día de chicas’ con Akari y Kurumi ─contestó el peli-azul.

 

─Con razón no estaban cuando fuimos por Darkness ─comentó el oji-amatista, acariciando la cabeza del canino tumbado al lado de su silla. Ante esto el siberiano emitió un tierno sonido y se dio la vuelta para exponerle su abdomen blanco, agitando de un lado al otro su larga y pomposa cola blanca con negro ─owww, ven aquí amigo, vamos, sube ─se ladeó de perfil, palmeando su silla para que el perro subiera a su lado a lo que Darkness obedeció feliz. Saltó al lado de su dueño y se tumbó panza-abajo  allí, dejando que Yugi le abrazara y acariciara su pelaje a lo largo de su lomo, soltándole cariñosos lametones de cuando en cuando. Yugi le decía cosas como “buen chico” “¿Quién te quiere?” “mi gran amigo” mientras lo consentía, sacando sonrisas de los tres varones que estaban cerca de él ─ne Uky-nii ¿no crees que sea hora de que empecemos a preparar el asado? Ya ahorita empieza a hacer hambre ─sugirió el tricolor.

 

─Tienes toda la razón, tesoro ─coincidió el peli-verde, levantándose ─anda, vamos ─le tendió una mano al oji-amatista.

 

─Sí ─Yugi besó la frente de Darkness antes de pararse, tomando la mano de su hermano para ir al interior de la casa y tomar lo que necesitaba.

 

─Van a necesitar ayuda ─afirmó Tsubasa, levantándose seguido de Yami.

 

Yami ayudó al tío de su pareja a sacar la parrilla, el carbón y una mesa alargada de madera ligera mientras entre Yugi y Ukyo llevaban los implementos de cocina necesarios y los alimentos: piezas de carne, pollo y cerdo ya lavadas y preparadas para cocinar, papas, algunas verduras y salsas, dejando todo en la mesa alargada que ya habían sacado.

 

Yugi insistió en encargarse de preparar la comida y Ryou en ayudarle, entonces Yami y Bakura terminaron de alguna forma compitiendo contra Ukyo (quien ya había encendido la parrilla para su hermanito) y Jun en otro videojuego mientras Shon estaba tomando el sol sobre uno de los flotadores al igual que los egipcios que estaban tumbados en el que tenía dosel y los gemelos estaban jugando con Darkness y la pelota.

Ambos hikaris traían puestas a medias sus camisas mientras cocinaban, iban de un lado a otro de la mesa sazonando las piezas de carne, poniéndolas o dándoles la vuelta sobre la parrilla.

 

─Veo que te gusta nadar ¿no es así? ─le decía Marik a Malik, tumbados en el flotador, con el menor mimosamente apegado a él.

 

─Sí, Yugi y Ryou me enseñaron a pocos días de haberme mudado a Domino y fue realmente divertido ─luego frunció el ceño al caer en cuenta de algo ─pero ¿cómo es que tú, Bakura y Atem…?

 

─Porque ustedes saben nadar, recuerda que para regresar a este mundo ustedes fueron nuestra base ─le respondió el yami ─muchos de los conocimientos y habilidades fueron compartidos en ese proceso, por ejemplo Bakura puede entender el inglés tal como lo hace Ryou dado que es su lengua natal.

 

Malik abrió su boca en un perfecto círculo, murmurando un ‘oh’ en entendimiento. Marik le sonrió de forma ladina y le plantó un beso en el cuello que hizo al menor estremecer.

 

..

.

 

─Keita, Shouta, salgan del agua un rato: es hora almorzar.

 

─ ¡Sí, tío! ─corearon en respuesta, Shouta salió de la piscina de un impulso y luego le tendió las manos a su hermano para ayudarlo a salir. Yami los envolvió a ambos en una amplia toalla para que se secaran mientras esperaban sus platos.

 

Ukyo, Yugi y Ryou se estaban encargando de servirla comida, ya lista para que todos pudieran almorzar, el tricolor menor también le puso unos trozos de carne en el plato de Darkness junto a su concentrado para perros.

 

La tarde avanzaba alegremente, todos jugando, nadando y divirtiéndose. Cerca de las tres de la tarde Yugi estaba jugando junto a sus sobrinos con Darkness.

 

─Tráela, amigo ─Yugi pateó el balón de futbol hacia la reja lo cual lo hizo rebotar por el lateral hacia el frente de la casa.

 

Los gemelos fueron tras el can entre risas y Yugi con ellos.

 

─Yugi se ve tan adorable con los gemelos ─sonrió Ukyo.

 

─Verlos me recuerda a cuando ustedes eran pequeños ─le dijo su padrino.

 

─ ¿Ah sí? ─Ukyo río, de la nada se escuchó el chillido de los gemelos a coro, seguido por un grito de Yugi llamando a Tsubasa ─ ¿Yugi? ─musitó, levantándose de golpe al oírlo. Yami no demoró en seguirlo y después los demás ─tesoro ¿qué sucede? ─consultó al ver al tricolor parado de modo protector frente a los gemelos, mirando a la reja que bordeaba la entrada.

 

─Hay que cerrarla ─le dijo, algo alterado ─niños, no se acerquen ─dijo firme.

 

─ ¿Qué pasa? ─preguntó Yami. Darkness se echó a ladrar a todo pulmón.

 

─ ¿Una vaca? ─musitó Ryou, viendo el animal que pasaba trotando por el amplió camino frente a la casona.

 

Ukyo se apresuró a la reja junto con Yugi mientras que Tsubasa se inclinaba a retener entre brazos a los gemelos. Los hermanos empezaron a empujar ambos lados de la reja para cerrarla antes de que al animal pudiera entrar, por lo mismo Darkness estaba ladrando amenazadoramente para que no se acercara.

Lograron asegurar la reja justo antes de que la vaca la empujara con su cabeza y pequeños cuernos, sin lograr abrirla pero Yugi se quedó medio en shock al verla por lo que Ukyo tuvo que jalarlo entre sus brazos unos pasos atrás.

 

─ ¿Todo en orden? ─le susurró el peli-verde al oído. El menor se estremeció un poco.

 

─Sí, solo fue el susto* ─afirmó Yugi, tomando un profundo respiro.

 

─ ¿Eso es normal? ─preguntaron a coro Jun y Shon.

 

─Pueeeeees ─alargó Ukyo ─no mucho, pocas veces pasó mientras vivíamos aquí ─dijo mientras Yugi se soltaba de sus brazos ─debe ser de alguna de las fincas cercanas que se le escapó mientras sacaban al ganado a pastar ─supuso ─pronto vendrán uno o dos tipos a caballo para llevarla de vuelta.

 

Yugi caminó hacia sus sobrinos y le acarició el cabello a Keita ─recuerdo cuando me sostenías en brazos mientras el tío Tsubasa y Shinsuke nii-san cerraban la puerta cuando eso sucedía ─le dijo a Ukyo.

 

─Oh sí… viejos tiempos ─rió Ukyo ─ ¿qué rayos…? ─musitó descolocado cuando se escuchó un extraño ruido que parecía acercarse y aumentar cada segundo más.

 

Darkness retomó su ladrido junto a la reja. Al poco rato empezaron a pasar todo el rebaño de bovinos.

 

─Es toda una estampida ─dijo Yugi, muy sorprendido.  

 

─ ¿Qué estará pasando? Esto no es nada usual ─dijo Tsubasa.

 

A Ukyo le sonó en ese momento el celular, le estaba entrando una videollamada ─ ¿Kasumi? ─musitó al ver el identificador ─niña ¿qué está pasando? ─dijo de primeras, al contestar.

 

Kasumi era una chica de unos quince años, hija del dueño del terreno de al lado de la casa, era amiga de Ukyo y Yugi de pequeños y el peliverde había ido a saludarla la tarde anterior luego de que Yugi se hubiera ido. Tenía el pelo a la altura de los hombros de color naranja y los ojos dorados, era de piel trigueña, delgada y de facciones aniñadas.

 

─Parece ser que hubo un alboroto en el corral del viejo Hotori ─dijo la muchacha, refiriéndose a una finca que estaba a algunas hectáreas más rio arriba ─estaban entrando a las vacas pero se alteraron y todas se salieron, los encargados apenas están alistando a los caballos.

 

─Para cuando les den alcance podrían haber daño ─dijo Yugi serio, acercándose a Ukyo y sumándose a la conversación.

 

─Aquí tenemos los caballos disponibles, pero la mayoría del personal no está hoy ─informó Kasumi.

 

Yugi miró a Ukyo ─onni-chan ─lo miró serio, sabiendo que él le entendería.

 

Ukyo dudó, podría ser peligroso pero sabía que era lo correcto ─alista a los caballos, iremos para allá a ver si podemos ayudar un poco.

 

─De acuerdo, pasen por el lateral de la casa, salir al camino es un suicidio ─afirmó la peli-naranja, cortando la llamada.

 

─Chicos… ─los llamó Tsubasa. Ambos pensaron que iría a detenerlos ─tengan mucho cuidado ─dijo terriblemente serio.

 

─Sí señor ─contestaron ambos.

 

─Tío Yugi ─lo llamarón los gemelos.

 

─Quédense aquí y pórtense bien ¿de acuerdo? ─le dijo inclinándose frente a ambos, besando sus frentes ─no se acerquen demasiado a la puerta, volveremos pronto.

 

─Yo me quedaré aquí también ─dijo Ryou, tomando a Shouta en brazos ─tengan cuidado.

 

Yami entrelazó su mano con la de Yugi ─iré contigo.

 

─No es necesario ─le sonrió él.

 

─Siempre juntos, aibou ─sentenció él, Yugi caminó junto a su novio, Ukyo, Jun y Shon hacía la reja del lado derecho.

 

─Yo también voy ─se apresuró a seguirlos Malik, Marik por supuesto fue tras él.

 

─Ve con ellos, Bakura ─le dijo Ryou.

 

─Pero… ─le miró a los ojos.

 

─Me quedaré aquí, lo prometo ─bajó al niño y se acercó a su novio ─ve pero prométeme que tendrás mucho cuidado Kura ─le acarició una mejilla.

 

─Está bien… solo porque me lo pides tú ─beso la mano ajena con cariño y se apresuró a alcanzar a los egipcios.

 

Los ocho chicos atravesaron la reja y corrieron hacia el terreno vecino  seguidos de Darkness. La chica de pelo naranja los recibió pronto, apenas si pudo cruzar palabras con Yugi a modo de saludo cuando ya estaban escogiendo caballo y acercándose a la salida.

El padre de la chica se les acercó también, deseándoles suerte y aconsejándoles ser precavidos.

 

Yugi, Yami y Ukyo posicionaron sus caballos frente a la verja firmemente cerrada, los otros cinco se quedaron un poco atrás.

 

─Necesito tu ayuda, amigo ─le dijo Yugi a Darkness, que estaba junto a los pies de su caballo. Apenas abrieron la reja lo suficiente para que pudieran salir uno por uno el can se adelantó y empezó a ladrar a todo pulmón, logrando que las vacas se alejaran y los ocho jinetes pudieran salir del lugar ─ ¡Darkness! ─apenas Shon y Marik, quienes iban al final, salieron, Yugi llamó a su perro para que se pusiera al lado de su caballo y saltara para que pudiera quedarse sobre el lomo del mismo entre su regazo y el cuello del equino. No quería que su preciada mascota saliera herida entre aquella estampida.

 

Yugi iba al frente, se abrió paso hacia la derecha del tumulto mientras Ukyo se quedó a la izquierda para que pudieran rodear de lado y lado al ganado. Yami, Shon y Malik imitaron al oji-amatista, creando una hilera que cercaba del lado derecho mientras que Bakura, Jun y Marik se quedaron tras de Ukyo.

 

─Hay que hacer que se den la vuelta para que vayan de regreso ─le gritó Yugi a Ukyo, por sobre el galope de los caballos y trote del ganado.

 

─ ¿Alguna idea? ─le regresó el peliverde.

 

─Tal vez ─respondió Yugi. Tomó una cuerda que estaba amarrada en la silla del caballo, le hizo un nudo como un lazo y empezó a agitarlo por sobre su cabeza.

 

─Excelente Yugi ─Ukyo hizo lo mismo.

 

─Trata de empujarlas hacia este lado ─le indicó Yugi, logrando enlazar a una de la primeras vacas, la cual aceleró un poco más el paso por lo que a Yugi le costó un poco mantenerse estable ─Darkness ayúdame ─el siberiano empezó a ladrarle a la vaca que Yugi tenía enlazada, este frenó un poco el caballo mientras  jalaba la cuerda de modo que la vaca diera una curva hacia la derecha. Ukyo, que había enlazado a una vaca cercana a la de Yugi y la jaló en la misma dirección, provocando un giro en el recorrido de las vacas.

 

Marik y Bakura se quedaron en esa curva para evitar que las vacas siguieran de largo. Lo mismo que Yami y Malik se quedaron en el punto en que Yugi había hecho girar a la vaca mientras el oji-amatista seguía guiándolas junto a su hermano para que tomaran el camino de vuelta.

Jun y Shon se quedaban un poquito más atrás, aun cercando la hilera del rebaño. En ese momento llegaron cuatro hombres, con más pinta de vaqueros imposible, agradeciendo a los ocho chicos por haber controlado la estampida y asegurándoles que se encargarían de dirigir al rebaño de vuelta a la finca correspondiente a lo que Yugi y Ukyo les cedieron las riendas.

 

─Lo has hecho muy bien, Yugi ─felicitó Yami, acercándose a su novio, dejando a Malik y Shon en la curva del rebaño.

 

─Gracias, aunque aún no logro respirar tranquilo ─dijo con algo de broma, llevándose una mano al corazón ─gracias por la ayuda amigo ─abrazó a su perro, que seguía con él en el caballo y beso su frente.

 

─Woff ─Darkness agitó su cola de felicidad, lamiendo la mano de su dueño.

 

─Gracias por la ayuda ─dijo uno de los ‘vaqueros’ acercándose, sin embargo esto provocó que Darkness ladrara y que el caballo del hombre retrocediera ¿resultado? Una de las últimas vacas se asustó y enloqueció un poco.

 

─ ¡Uky-nii, cuidado! ─chilló Yugi.

 

Todo pasó muy rápido, la vaca embistió hacia el caballo de Ukyo, quien apenas si atinó a moverlo hacia un lado para esquivarla. Dos de los hombres fueron a controlar al bovino pero el caballo de Ukyo se había alterado y se sacudió al peliverde, este intentó mantenerse estable y controlarlo pero a los pocos segundos cayó al suelo.

 

─ ¡Ukyo! ─el tricolor se bajó de su caballo y corrió hacia donde su hermano estaba tumbado sobre su costado derecho, lo mismo que Shon y Jun.

 

─Iré por el caballo ─dijo Bakura, dando la vuelta para alcanzar al desbocado animal.

 

Malik se bajó de su caballo y le entregó las riendas del mismo a Marik antes de ir junto a Yugi.

 

El tricolor estaba arrodillando frente a Ukyo, quien tenía los ojos fuertemente cerrados y un rictus de puro dolor ─Uky-nii ─lo llamó a duras penas con voz quebrada, el mayor no respondía. Los ojos de Yugi se aguaron y temblaron, llevó una mano a la mejilla de Ukyo para limpiar algo de tierra de su piel dorada ─nii-chan ─le llamó de nuevo ─abre los ojos… respóndeme, por favor ─Yami y Marik seguían sobre sus caballos observando todo, para el yami tricolor era obvio que su hikari estaba a punto de llorar.                    

 

Notas finales:

 

…Continuara… xD

*: Puede que una vaca no de miedo pero verlas alborotadas y corriendo en tu dirección asusta a cualquiera, se los digo por experiencia. Cuando me iba de vacaciones al pueblo de mi papá y se escapaba alguna vaca que llevaban al matadero todo mundo se encerraba en sus casas con cualquiera que anduviera por la calle, porque esos animales se pueden llevar a cualquiera por delante.
Recuerdo sobre todo una ocasión en que iba a hacer un mandado con mi prima pequeña a algunas (varias) cuadras de la casa de mi familia y una de las vacas que iban al matadero se había soltado y dos muchachos (que estaban bien buenos) en caballo apenas si pudieron controlarla. Mi prima y yo nos metimos en la casa de una amable viejita que nos ofreció ayuda cuando se oyó el grito de que iba la vaca.

Y, tranquilos todos…. No voy a matar a Ukyo… ¡Yami, no te emociones!

^^ Hola mis amores ¿qué tal están?
Espero que les haya gustado este capítulo mis nekitos, no tengo mucho que decir en esta ocasión espero que estén todos muy bien.

Saludos! Ja ne! 

Aquí estoy porque eh venido
Porque eh venido, aquí estoy
Y si no le gusta mi canto
Como eh venido. Me voy!


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