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Together... amor, verano y parejas por DanyNeko

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Notas del capitulo:

Hola, bienvenidos a todos de regreso a este loco mundo ^^/

Yugi-oh! No me pertenece si fuera así esto lo estrían viendo como capítulos en televisión.

Las canciones que utilice tampoco me pertenecen.
Cuando canta Yugi:
bla, bla bla. Cuando canta Ryou: bla, bla, bla. Cuando canta Malik: bla, bla, blaCuando cantan juntos: bla, bla, bla

Pasarse por mi página de face, porfa, un like me ayudaría mucho  https://www.facebook.com/pages/DanyNeko/786629491430778?ref=hl

Ryou regresó al poco rato a su asiento, junto a Yugi, tenía el cabello y el cuello ligeramente húmedos.

─No sé por qué, pero te juro que me estoy impacientando mucho ─le dijo con algo de gracia, meneando su pierna izquierda de arriba a abajo.

yo también estoy impaciente por tenerte entre mis brazos ─le murmuró Bakura al oído.

─Sí, yo también siento esa inquietud ─le respondió el tricolor, tamborileando sus dedos sobre su rompecabezas. Yami depositó un beso en su frente.

Los dos amigos se voltearon a ver a Malik, el moreno seguía tumbado en su asiento moviendo ligeramente su cabeza al ritmo de la música que escuchaba, igual que su pie, el cual golpeaba con ligereza el asiento delantero en señal de impaciencia; tenía los ojos cerrados y las manos tras la cabeza.

Ryou y Yugi se miraron entre sí con una gota bajándoles por la sien y una risa nerviosa.

─ ¿Tu qué crees que… nos encontremos al llegar allá? ─preguntó el albino, levantando una pierna para apoyar el pie en el asiento y recostar su rostro contra su rodilla mientras rodeaba su pierna con los brazos.

─Creo sinceramente que podemos esperarnos cualquier cosa ─le respondió mientras sacaba debajo de su asiento una mochila, de la que extrajo el cuadernillo que antes guardaran los Ishtar en el museo y lo abrió; durante su estadía en Tokio se había escrito en una nueva página lo mismo que los dioses les habían dicho en aquel sueño.

“Diferentes pruebas habéis pasado, diversos resultados habéis mostrado. Dos corazones unidos. La fuerza de tres en conjunto brinda apoyo y soporte, en busca del mismo ideal.

Sentimientos puros y nobles corazones crean un hogar y son las llaves de un futuro brillante. La búsqueda del equilibrio, la lucha por lo que se anhela sin perder la bondad o la humildad. Ayudando al prójimo crecéis vosotros mismos.

Su meta está clara y sus esfuerzos bien valen la pena. Sus sentimientos puros han logrado grandes cambios. Su deseo ha sido aceptado y la prueba final está por llegar. Si la superan, alcanzarán al fin lo que tanto ansían. Os esperamos en el lugar donde todo comenzó, la fuerza de sus almas será la clave para alcanzar la meta y su persistencia será recompensada”.

─El lugar… donde todo comenzó ─musitó en tricolor ─la fuerza de sus almas será la clave… para alcanzar la meta ─leyó por lo bajo.

─ ¿Qué piensas de…? ¡Ah! ─un fuerte pálpito resonó tanto en los tres hikaris como en sus inadvertidos yamis ─ ¿Se-sentiste eso?

Malik se irguió abruptamente, quitándose uno de los audífonos.

─ ¿También lo sintieron, cierto? ─les preguntó, mirándolos con una ceja alzada.

Recibió un asentimiento por parte ambos. Malik tomó con una de sus manos el dije del cetro reducido y lo apretó entre ellas.            

Se escuchó la voz del piloto pidiendo que se colocaran los cinturones de seguridad pues estaban a punto de empezar el aterrizaje.

A los tres hikaris les dio un ligero vuelco el corazón de ansiedad, se pusieron los cinturones al igual que los demás y se acomodaron en los asientos.

─Juro que muero por salir de aquí… no sé cómo me voy a aguantar el vuelo de regreso… los aviones no son lo mío ─dijo Malik, quitándose lo audífonos.

─Dímelo a mí, el viaje de ida seguramente nos pille de noche y yo no puedo dormir en un avión.

─ ¿Y eso? ─preguntó Yugi apretando un poco las manos al sentir el ligero vuelco en su estómago cuando el avión comenzó a descender.

─No lo sé, jamás he sido capaz de dormir en un avión…─se encogió de hombros, apretando los parpados ante la misma sensación ─me siento incómodo y simplemente no concilió el sueño.

─A mí nunca me ha molestado volar pero… el despegue y el aterrizaje siempre me revuelven el estómago ─comentó el tricolor.

─El sentimiento es compartido ─le dijeron ambos al unísono.

Finalmente aterrizó su vuelo. Eran casi las nueve de la noche.

─ ¡Al fin en tierra! ─gritó Joey en cuanto salieron del avión ─creí que iba a volverme loco.

─ ¿Qué? Pero si te la pasaste jugando todo el camino ─regañó Tea en un tono divertido, provocando las risas de Duke, Tristán, Mokuba y Serenity.

El rubio soltó un bufido bajo la discreta pero divertida mirada de Seto.

Los hikaris bajaron también. Malik suspiró mirando a todos lados ─tanto tiempo ─susurró.

─Eh ─Yugi y Ryou lo miraron ─es cierto ─sonrió el albino ─en unos pocos meses se cumplirá un año de que Malik se mudara a Domino ─dijo con una sonrisa.

Yugi asintió, igual sonriendo ─sí, casi un año… como pasa el tiempo “casi un año, desde que Yami y yo nos separamos… no, desde que nos dijimos hasta luego… mañana eso se convertirá en un ’bienvenido de nuevo’… lo prometo” Yugi empuñó una mano con decisión.

─Que brisa ─Ryou se abrazó a si mismo cuando una ligera ráfaga de viento frio corrió en el lugar “qué bueno que me puse una chaqueta manga-larga” pensó.

Malik asintió pasándole un brazo por los hombros ─las noches aquí pueden llegar a ser algo frías ─le dijo ─pero parece que tu temperatura no ha disminuido ─declaró juntando su frente con la del albino.

Están demasiado cerca ─murmuraron en desacuerdo Marik y Bakura.

─ ¡Oigan, dense prisa amigos! ─Duke les llamó desde dentro de una gran camioneta que había venido en un compartimiento del avión Kaiba, en ella llegarían al puerto donde subirían al barco que los llevaría al valle de los reyes.

─ ¡Sí, ya vamos! ─Yugi afianzó la mochila en su hombro y empezó a trotar en su dirección con Malik y Ryou siguiéndolo.

Como costumbre se sentaron juntos, esta vez dejando a Ryou en medio, al albino lo recorrían escalofríos de malestar de cuando en cuando por lo que Malik y Yugi lo mantenían en un abrazo.

─ ¿Cuánto trayecto hay hasta el puerto? ─consultó el albino.

─unos 15 o 20 minutos ─respondió el egipcio ─después, llegaremos al valle de los reyes al amanecer*.

─Hmmm ─Ryou asintió y se volvió a acurrucar al costado del moreno, cerrando los ojos.

─ ¿Seguro que se siente bien, Ryou? ─preguntó la amable Serenity.

Ryou enfocó sus orbes cafés en la castaña menor ─Umm ─asintió ─estoy bien, gracias por preocuparte ─le obsequió una amable sonrisa que la chica imitó.

─Si tú lo dices ─musitó Tristán no del todo seguro.

─Descuiden, mañana estaré como nuevo, solo necesito descansar un poco ─tranquilizó antes de retomar su postura junto a Malik “Estará todo mejor una vez pueda estar entre los brazos de Bakura” pensó, abrazándose a sí mismo “Bakura… espérame, voy por ti

Eso espero” pensaron Yugi y Malik, también preocupados.

─ ¿Tienen alguna idea de lo que deben hacer allá? ─preguntó Joey de manera despreocupada, pero audiblemente curioso. Los hikaris se miraron entre sí, luego al rubio y negaron con su cabeza. A Joey le bajó una gota por la sien ─ ¿en serio?

─No tenemos… un plan a seguir en concreto ─dijo Yugi cabizbajo y serio ─pero ¿Cuándo nos detuvo eso? ─dijo despreocupado alzando la mirada con una sonrisa tranquila, cosa que logró hacer sonreír a todos los presentes -excluyendo a Seto, que manejaba- Yugi definitivamente hacía maravillas con el ánimo del grupo ─supongo que…  sabremos lo que tendremos que hacer en cuanto estemos allí.

─Ese es nuestro Yugi ─con una sonrisa, Joey estiró una mano para alborotar suavemente los cabellos del tricolor, provocando una ligera risa colectiva.

Entre comentarios divertidos y triviales los casi 20 minutos de camino se pasaron volando, finalmente llegaron al puerto donde un barco mediano pero visiblemente lujoso en tonos grises con detalles en azul los esperaba.

Seto y Mokuba subieron primero, intercambiando algunas palabras con el capitán y unos pocos hombres que trabajaban allí también, pronto el pelinegro les indicó a todos que subieran.

Dado lo tarde que era acomodaron a todos de inmediato en las habitaciones correspondientes.

Amablemente Mokuba les había dado a los hikaris una habitación espaciosa donde había dos camas medianas para que Malik y Yugi pudieran cuidar de Ryou durante la noche.

Los tres portadores de los artículos milenarios dejaron sus maletas en el cuarto y dos de ellos se tumbaron en las camas enseguida, aun sin cambiarse. El tercero se excusó brevemente y salió hacia la proa del barco, allí se recargó en el barandal de metal que rodeaba el borde del mismo y soltó un gran suspiro.

¿Qué te pasa aibou? ─preguntó Yami, recostándose a su lado, aunque sabía que su luz no le escuchaba.

Yugi levantó la mirada al cielo, viendo la luna llena y las estrellas que le acompañaban esa noche ─Yami ─le llamó en un murmullo, pero fue suficiente para sobresaltar al mayor. Yugi estiró una mano al cielo interponiendo sus dedos entre el brillo de la luna, moviéndolos ligeramente como si tratara de alcanzarla ─esto se termina mañana ─dijo con decisión, luego tomó entre sus manos su rompecabezas ─mou hitori no boku ─se mordió los labios, hace mucho que no utilizaba aquel termino ─acompáñame, necesito de tu valor si es que quiero superar esta prueba ─susurró, depositando un suave beso en la pirámide.

De algún modo, Yami sintió un ligero cosquilleo en su boca, como si hubiera recibido en cierto modo el beso de Yugi.

Aibou ─con suavidad se puso a su espalda para ponerle las manos en los hombros ─lo haremos juntos.

Una fuerte brisa movió los cabellos tricolor, Yugi se abrazó a si mismo ─será mejor que regrese a la habitación… ─dijo para sí, dándose la vuelta ─no recordaba que hiciera tanto frio aquella noche ─dijo rememorando la noche antes de la batalla ceremonial ─supongo que estaba demasiado concentrado en Yami, en que debía vencerlo y… que se iría,, como para notarlo ─largó un suspiro.

Mientras Yugi se adentró de regreso en los pasillos del barco, alcanzó a notar una cabellera rubia que avanzaba cautelosamente entre los mismos ─ ¿eh? ─siguió a aquella persona con los ojos unos segundos sin ser notado hasta que desapareció de su vista ─ ¿ese era Joey? ¿A dónde iría a esta hora? ─Yugi sacó su móvil, fijándose en la hora: las diez de la noche, se encogió de hombros y siguió su camino, pero luego de un par de pasos se detuvo abruptamente ─ ¿la habitación de Kaiba no estaba de ese lado? ─se preguntó extrañado, con una ceja arqueada, reprimió una risilla y retomó su camino. Yami se le quedó viendo extrañado, antes de seguirlo fue tras los pasos de Joey, encontrándose con que este, con ligero rubor en las mejillas tocaba una puerta con suavidad y luego se adentraba en tras la misma, tuvo el impulso de averiguar que estaba pasando pero se contuvo y fue con su hikari.

Yugi entró tranquilamente en el cuarto con los ojos cerrados, cerró la puerta y se apoyó en esta antes de abrir sus orbes amatistas, encontrándose con una escena rara, no pudo evitar arquear una ceja.

Ryou estaba sentado en una de las camas, con clara postura de indignado, el ceño fruncido graciosamente junto con un puchero en sus labios, las mejillas infladas y los brazos cruzados a la altura del pecho, mirando a la cama de al lado.

Yugi siguió la mirada del albino.

Junto a la otra cama estaba Malik, dirigiéndole una mirada algo severa al albino antes de bajar su maleta de la cama y empezar a empujarla junto a la otra, habían apartado la mesita de noche que antes estaba en medio de ambas.

─ehhh… ─no supo que decir.

─ ¡Yugi! Qué bueno que llegas ─el primero en hablar fue Ryou, dándole un sonrisa aliviada ─haz entrar en razón a Malik ¿quieres? Está insoportable ─le pidió, regresándole una mirada algo molesta al moreno.

─Querrás decir que te haga entrar en razón a ti, testarudo ─le sacó la lengua infantilmente, gesto que Ryou imitó por lo que Yugi supo enseguida que se trataba de una tontería y seguramente estaban exagerando algo sin importancia.

─ ¿Qué está pasando? ─preguntó tranquilo mientras caminaba hacia Malik, quien hizo amago de volver a mover la cama ─déjame ayudarte.

─ ¡Ese es el problema! ─señaló el albino ─Malik no me deja ayudarlo solo porque ‘no estoy bien’ ─hizo las comillas con sus manos ─ es un exagerado ─declaró molesto.

A Yugi le bajo una gota por la sien ─ ¿es en serio? ─miró a Malik mientras entre ambos empujaban la cama.

─Le estoy diciendo que se quede tranquilo, a ver si se mejora pronto pero es un terco que no escucha razones ─se defendió Malik, sacudiéndose las manos luego de que hubieran acomodado la cama a la par de la otra ─si en algo te pareces a Bakura es en lo testarudo, seguro ─miró al albino, llevándose las manos a las caderas.

Las mejillas de Ryou se pusieron rojas, más de lo que ya estaban por la fiebre ─solamente tengo un poco de temperatura ¡no me voy a morir ni nada por el estilo! Eres un completo exagerado Malik Ishtar.

Se miraron a los ojos con molestia, casi enseñando los dientes. Marik y Bakura los miraban entre divertidos y extrañados.

Yugi contuvo el impulso de facepalm que lo embargo ─y se supone que yo soy el menor ─murmuró para sí negando con la cabeza, luego se movió para recostarse en medio de ambas camas.

─ ¿Yugi? ─los dos mayores lo miraron extrañados.

─Parecen niños pequeños ─dijo con toda calma sin abrir los ojos ─ni mis sobrinos pelean así por una pequeñez como esa ─dijo sentándose bien, Malik y Ryou hicieron un puchero ante tales palabras ─Ryou, Malik solo está preocupado por ti ¿no es eso lo que hacen los amigos? ─le dijo al albino, que se encogió en su lugar, relajando su postura ─y Malik, Ryou no está taaaan mal, no tienes que tratarlo como un bebe, lo estas a sofocando ¿no lo ves? ─ Yugi hizo de mediador con toda la tranquilidad del caso. El egipcio imitó la acción del albino ─ ¿y bien? ─el tricolor los miró a ambos.

Ryou y Malik agacharon la mirada ─lo siento ─murmuraron con algo de pena, mirando hacia arriba al otro.

Yugi sonrió y asintió ─eso está mucho mejor ─volvió a cerrar los ojos y se dejó caer en la cama con los brazos extendidos.

─ ¿Te pasa algo Yugi? ─consultó preocupado Ryou, moviéndose por la cama hacia él, acomodando los mechones dorados del tricolor.

─ ¿Yugi? ─imitó Malik, sentándose también a su lado.

─A no, si se van a centrar en mí, sigan discutiendo ─dijo divertido.

Los tres soltaron una risilla ─ya, habla ─insistió el egipcio.

─No lo sé, esa inquietud no me deja en paz ─les respondió llevándose una mano al pecho.

─Malik… ¿Ishizu no te dijo nada? ─preguntó Ryou.

El aludido negó con la cabeza ─nada… más allá del hecho de cuestionarme unas 10 veces mínimo si estaba seguro de lo que quiero –dijo encogiéndose de hombros. Marik gruñó.

Una melodía irrumpió en el salón.

─Yugi, creo que es tu teléfono ─dijo tomando el aparato en la cama, que se había salido del bolsillo de Yugi cuando este se había tumbado en el lecho.

─ ¿Qué número es? ─consultó el menor irguiéndose.

Ryou le mostró la pantalla ─Ukyo.

Ahora Yami ahogó un gruñido. Yugi tomó su móvil y observó la pantalla, una foto del peliverde y él, suspiró y colgó dejando el móvil de nuevo en la cama, ante lo que Yami sonrió.

─ ¿Aun no le contestas? ─preguntó Malik. Yugi negó, el moreno tomó el teléfono morado con negro ─ ¿68 llamadas y 45 mensajes en dos semanas? ─dijo impresionado viendo la lista de lo anterior dicho del peliverde hacia Yugi ─wow.

─A eso llamo insistencia ─dijo Ryou.

─ ¿estás seguro de seguir así? ─preguntó el moreno.

Yugi suspiró ─no lo sé, no tengo cabeza para pensar en eso ahora ¿sí?

─ ¿saben? Me llamó mi padre… cuando estábamos en el avión ─reveló el albino, abrazándose a sí mismo.

Sus amigos lo miraron ─ ¿qué? ─dijeron al unísono ─ ¿qué te dijo? ─siguieron a coro.

Ryou retorció sus manos ─Está aquí en Egipto ─dijo ─de hecho está en El Cairo ─informó.

Yugi y Malik abrieron los ojos como platos ─ ¿le dijiste que estabas aquí? ─consultó Yugi, Ryou asintió ─ ¿qué te dijo?

─Me preguntó qué ¿qué hacía aquí? Le dije que vine con unos amigos y que a lo mejor estaría mañana a la tarde en el puerto ─dijo para finalizar con un suspiro.

─ ¿Te dijo si vendría a verte? ─preguntó esta vez Malik.

Ryou llevó sus rodillas hasta su pecho y rodea sus piernas con los brazos ─es lo más probable ─dijo en un murmullo, a Bakura le tembló el corazón, salió de la sortija para sentarse al lado de Ryou y abrazarlo fuertemente.

Tranquilo Yadonushi ─le murmuró al oído sin ser escuchado por los otros dos yamis ─te quiero mi pequeño ─le dijo con cariño.

Ryou se estremeció, sintiendo un vuelco en el corazón.

─Ryou ─Yugi se acercó y lo abrazó ─estamos contigo, amigo ─le sonrió, depositando un beso en la frente del albino, entre su flequillo.

-o- 12:00 media noche.

─ ¿les digo algo? No creo que pueda dormir esta noche ─dijo Ryou, recostado en el regazo de Yugi, quien le peinaba delicadamente sus cabellos.

─Somos dos, Ryou ─le dijo el tricolor.

Malik emitió una risilla ─bueno, solo serán unas seis horas hasta que atraquemos allí ─dijo con gracia.

─Oh cállate ─Yugi se dejó caer de espaldas, con cuidado de no molestar a Ryou.

─Siento que las horas pasan demasiado lento ─se quejó el albino.

─Así es ─correspondió el moreno.

-o- 2:00 am

─ ¿Ya va a amanecer? ─se quejó Malik, tumbado de lado en la cama.

─Ojala ─respondió el tricolor, que tenía el celular en manos ─apenas son las dos.

─Me lleva… ─murmuró Ryou, que estaba entre medio de ambos, con un paño mojado en la cabeza.

─ ¿Cómo es posible que aún no se te baje la fiebre? ─dijo Malik preocupado ─en primer lugar ni entiendo cómo te enfermaste.

─Cuando te enteres me lo comunicas por favor ─le respondió con cansancio ─ni yo lo sé ¿vale?

─Ya, relájate ─contestó calmado, tomando el paño para volver  a remojarlo.

-o- 4:00 am

Ryou llevó sus manos a su abdomen, no lo había dicho, pero también había empezado a sentir unos ligeros calambres en su vientre bajo por ratos que le erizaban la piel y se aceleraban ligeramente la respiración.

─Te hubieras traído la guitarra Yugi ─comentó de pronto Ryou, girándose a ver al tricolor.

Él le respondió con una sonrisa ─tienes razón.

El teléfono de Yugi sonó, con un ligero vistazo se dispuso a ignorarlo ─ ¿Qué piensas hacer con Ukyo? ─preguntó en lo que Malik volvía a ponerle el paño mojado.

─Sinceramente no lo sé.

─ ¿Te está llamando ahora? Que pesado ─se burló el egipcio.

─Bueno, en casa son como las 11 de la mañana, es normal, supongo ─dijo Yugi, encogiéndose de hombros.

─Pienso que deberías hablar con él Yugi, no deberías alargar eso más tiempo ─aconsejó el moreno.

─Lo sé… pero yo…  ─bajó la mirada, pero sintió una mano que le acariciaba el cabello, así que alzó la vista para encontrarse con la sonrisa de Ryou, quien le acariciaba.

─Ya, olvídate de eso por un rato ─le mimó el albino.

Me muero por suplicarte 
Que no te vayas, mi vida, 

Ryou empezó a cantar.

Me muero por escucharte 
Decir las cosas que nunca dirás, 

Yugi sonrió, conocía la canción así que espero para acompañar a Ryou.

Más me callo y te marchas, 
Mantengo la esperanza 
De ser capaz algún día 
De no esconder las heridas 
Que me duelen al pensar 
Que te voy queriendo cada día un poco más
Cuanto tiempo vamos a esperar
 

Malik sonrió, acomodándose mejor para escucharlos. Así como los tres yamis salieron de los artículos.

Me muero por abrazarte 
Y que me abraces tan fuerte, 
Me muero por divertirte 
Y que me beses cuando 
Despierte acomodado en tu pecho, 
Hasta que el sol aparezca. 
Me voy perdiendo en tu aroma
Me voy perdiendo en tus labios que se acercan susurrando
palabras que llegan a este pobre corazón
Voy sintiendo el fuego en mi interior

Un ligero sonrojo adorno ambos pares de mejillas pálidas, Yugi se arrimó un poco más a Ryou quien desvió su mirada a la ventana de la habitación para ver el cielo estrellado.

Me muero por conocerte, 
Saber que es lo piensas, 
Abrir todas tus puertas 
Y vencer esas tormentas que nos quieran abatir, 
Centrar en tus ojos mi mirada
Cantar contigo al alba 
Besarnos hasta desgastarnos nuestros labios 
Y ver en tu rostro cada día 
Crecer esa semilla, 
Crear, soñar, dejar todo surgir, 
Apartando el miedo a sufrir


Me muero por explicarte 
Lo que pasa por mi mente, 
Me muero por intrigarte 
Y seguir siendo capaz de sorprenderte

Sentir cada día 
Ese flechazo al verte
Que más dará lo que digan 
Que más dará lo que piensen 
Si estoy loco es cosa mía
 
Y ahora vuelvo a mirar el mundo a mi favor, 
Vuelvo a ver brillar la luz del sol. 

Por la mente de los tres pasaron fugaces flash back, de hermosos momentos que habían pasado con sus yamis, y también ellos juntos. A pesar de todo la nostalgia y las lágrimas que a lo largo de los últimos 9 meses no cambiarían ni un minuto de lo vivido… ya que al amanecer por fin todo concluiría. 

Me muero por conocerte, 
Saber que es lo piensas, 
Abrir todas tus puertas 
Y vencer esas tormentas que nos quieran abatir, 
Centrar en tus ojos mi mirada
Cantar contigo al alba 
Besarnos hasta desgastarnos nuestros labios 
Y ver en tu rostro cada día 
Crecer esa semilla, 
Crear, soñar, dejar todo surgir, 
Apartando el miedo a sufrir.
 

Me muero por conocerte, 
Saber que es lo piensas, 
Abrir todas tus puertas 
Y vencer esas tormentas que nos quieran abatir, 
Centrar en tus ojos mi mirada, 
Cantar contigo al alba 
Besarnos hasta desgastarnos nuestros labios 
Y ver en tu rostro cada día 
Crecer esa semilla, 
Crear, soñar, dejar todo surgir, 
Apartando el miedo a sufrir
.

Cuando Ryou y Yugi terminaron de cantar los tres chicos  intercambiaron unas sonrisas.

Yugi llevó una mano al frente, Ryou y Malik le imitaron de inmediato.

─Juntos ─dijeron en un murmullo a coro.

-o- 5:00.

─Quiero salir de aquí ─dijo Ryou, levantándose de la cama, dejando el pañuelo en la mesita de noche.

─Pero… ─Malik quiso detenerlo pero Yugi lo interrumpió.

─Me parece bien, quiero un poco de aire fresco ─le imitó el tricolor, tomando su chaqueta azul para ponérsela sobre los hombros, tal como Yami frecuentaba hacerlo.

Malik suspiró, tomando su chamarra de mezclilla y yendo tras ellos.

Caminaron sigilosamente por los pasillos para no despertar a nadie, sus amigos no tenían la culpa de su insomnio. Así llegaron a la proa del barco y respiraron profundamente la fresca brisa matutina.

El cielo estaba claro, la luna apenas si se distinguía, ni se diga de las estrellas, no había ninguna nube a la vista y abajo el agua, ligeramente agitada, corría a su favor.

Luego de unos pocos minutos ya se podían distinguir algunos rayos de luz asomándose por el horizonte, anunciando la pronta salida de Ra, así como su cercanía al punto donde atracaría el barco… ya casi podían divisarlo.

─Ya casi ─murmuró Yugi, apretando su antebrazo izquierdo con su mano derecha.

─Buenos días, parece que alguien madrugó hoy ─dijo una amable voz divertida desde atrás.

Los chicos se giraron para ver a Duke, quien se acercaba con una taza de café en manos.

─Buenos días, Duke ─le respondieron los tres con amables sonrisas.

El pelinegro se acercó y silbó por lo bajo ─linda vista ─murmuró, tomando un sorbo de su bebida.

─ ¿Qué haces despierto a esta hora? ─le preguntó Malik, quien estaba a su lado.

─No es muy sencillo dormir con los ronquidos de Tristán cerca ─dijo con simpleza pero divertido.

Los cuatro rompieron en risas ante el comentario.

─ ¿Por qué no vamos adentro? ─dijo el oji-esmeralda ─ya están preparando el desayuno, después de todo llegaremos pronto ¿no?

─Si ─afirmó Malik.

─Genial, me muero de hambre ─Ryou fue el primero en avanzar despreocupadamente, llevándose las manos tras la nuca.

─ ¿Ya te sientes mejor? ─consultó Duke, avanzando a su lado.

─Ya mejor, gracias ─le sonrió amablemente con los ojos cerrados, aunque tuvo que morderse el labio cuando un nuevo calambre le recorrió el vientre, esperaba que estos se calmaran en cuando comiera algo.

Se dirigieron al comedor del barco, donde ya se encontraba Seto con una pinta bastante informal, la camisa blanca tenía dos botones abiertos arriba y otro más abajo, además sus cabellos estaban mojados, prueba de que había tomado una ducha rápida hace pocos momentos, además unas ligeras bolsas levemente oscuras, casi invisibles se formaban bajo sus ojos, señal inequívoca de que esa noche no había dormido lo usual*

Yugi se mordió el labio inferior intentando reprimir una sonrisa divertida al recordar como vio a Joey hace unas horas.

─Buenos días, Kaiba ─le sonrió amablemente el tricolor.

El castaño levantó su vista a los cuatro chicos que entraban mientras se llevaba una tasa humeante a los labios, les respondió con un suave sonido y un asentimiento de cabeza.

Uno de los trabajadores se acercó para informar que el desayuno estaría en tres minutos y que el barco pararía en seis u ocho máximo.

Seto se puso en pie, diciendo que iba a despertar a Mokuba por lo que Duke le imitó, para ir a despertar a las chicas ─intenta tocar la puerta de Joey a ver si al menos se va desperezando ─dijo Yugi con una sonrisa inocente, solo para ver como Seto tragaba duro y apresuraba el paso, eso solo confirmó sus sospechas.

A los dos minutos regresó Duke con Serenity y Tea, la menor usaba un vestido hasta la mitad de la pierna en color rosa pastel con bordes blancos, mientras que la castaña mayor lucía una ombliguera negra con mini-falda roja entallada, unas botas cafés y una chamarra gris que le llagaba más abajo de las caderas.

Unos pasos más atrás llegó Tristán con camisa gris y pantalones café, bostezando y estirando los brazos.

─Buenos días muchachos ─saludo con una inusual alegría la castaña mayor ─ ¿qué tal están? ─sonrió ampliamente mientras se sentaba en la mesa junto a su amiga.

─Buenos días Tea ─le respondieron los tres hikaris.

─ ¿Han visto a mi hermano? ─consulto la menor, luego de saludar a todos.

─Aquí estoy princesa, descuida ─respondió el somnoliento rubio que venía por el corredor junto con Mokuba y más atrás Seto ─ ¡buenos días amigos! ─saludó con su habitual ánimo, fue a darle un beso en la frente a su hermana y luego se sentó a su lado.

Todos le respondieron el saludo.

─ ¿A qué se debe el milagro? ─le preguntó Duke con una sonrisa divertida, apoyando su mentón en su mano derecha.

─ ¿eh?

─El que te hayas despertado temprano, por su puesto ─aclaró, todos se echaron a reír ─eso solo auguria lluvia… y mira que estamos en medio del desierto* ─continuó mientras los trabajadores empezaban a servir los platos del desayuno.

─Muy gracioso Devlin ─gruñó el rubio, mientras, en venganza, le arrebataba el plato de bocadillos que el pelinegro iba a alcanzar, haciendo que su mano pasará directamente a una taza con café hirviendo, provocando el quejido del oji-esmeralda.

Otra risa colectiva inundo el salón ante la escena, así se dispusieron a comer.

Yugi y Malik observaron algo sorprendidos como Ryou mostraba una actitud completamente diferente a la de hasta hace tan solo unas horas, reía tranquilamente de las bromas y tonterías que hacían Joey y Tristán, de los regaños de Tea y las burlas de Duke para los mismos mientras comía hasta lo último de su plato… claramente sabían que esa no era la forma en que se sentía, como una especie de mascara, la cosa era que no le hallaban la razón de ser ¿por qué se comportaba de esa manera si no tenía motivo?

Bakura conocía muy bien la razón: la llamada de su padre. Siempre era la misma reacción, aun sin quererlo Ryou formaba esa coraza a su alrededor cada vez que hablaba con su padre, el dulce albino ni cuenta se daba… y Bakura era la única persona que podía traspasar esa muralla, prácticamente sin esfuerzo.

Seto y los hikaris fueron los primeros en terminar su desayuno. Ryou se levantó de la mesa ─me adelantaré a lavarme los dientes ─les dijo a Ryou y Malik ─los veo en un momento ─les sonrió ligeramente y se fue.

─Oye Yug ¿le pasa algo a Ryou? ¿Aún no se siente bien? ─preguntó Joey mirando preocupado el camino que siguió el albino.

Yugi y Malik se miraron entre si brevemente ─no, tranquilo. ─Malik le guiñó un ojo al rubio, tratando de calmar el ambiente ─solamente está algo pensativo de lo que podría pasar cuando lleguemos, eso es todo.

─Así es, no hay nada de qué preocuparse ─Yugi se levantó ─Ryou ya está mejor ─les dio una sonrisa tranquilizadora y junto con Malik fue tras su amigo.

─ ¿No creen que haya algo más que podamos hacer por ayudarlos? ─preguntó Tea a los demás.

─No lo sabemos Tea ─dijo Joey, repentinamente serio ─está vez no tenemos una guía como las palabras de Ishizu… sin embargo si vemos que podemos hacer algo por ayudarlo claro que lo haremos ─dijo confiado, empuñando una mano.

─ ¡Por supuesto! ─Duke y Tristán asintieron a coro, mostrando una decidida sonrisa.

─Hummm ─Seto solo emitió un sonido disconforme ante tanta palabrería, siguió tomando su segunda taza de café mientras leía algo en un gran Ipod.

Joey le dirigió una rápida mirada al castaño.

.

Yugi y Malik entraron a la habitación, encontrándose a Ryou mirando por la ventana con su maleta al lado sobre la cama y cepillando su cabello. Sin decir una palaba Yugi se sentó a su lado, quitándole el cepillo para encargarse de peinarlo ─ ¿qué te ocurre Ryou? ─preguntó con voz suave.

─ ¿eh? ¿a qué te refieres? ─consultó descolocado el albino.

Malik tomó la palabra ─Estas actuando extraño Ryou ¿qué ocurre? Sabes que puedes decirnos todo ─le dijo con una amable sonrisa.

─Claro que sí, pero estoy bien, realmente no sé porque lo dicen ─Ryou parecía convencido de sus palabras, por lo que Malik y Yugi intercambiaron miradas extrañadas.

Antes de que alguien más dijera una sola palabra, el barco se detuvo sonando el claxon. Dejando en claro que acababan de llegar a su destino.

A los tres les dio un vuelco en el corazón, un nuevo pálpito resonó en sus pechos. Era la hora de la verdad.

Yugi llevó sus manos al rompecabezas, era consciente de que esta vez, lo más probable era que ninguno recuperara al final su artículo, pero estaba totalmente dispuesto a dejarlo ir si con eso Yami regresaba a su lado. Luego llevó también una mano a la joya amatista que adornaba el revés de su muñeca, seguía utilizando como pulsera el collar de su madre, aquel que le había entregado Ukyo el día de la boda de su tío, rezó en silencio por que sus padres le estuvieran apoyando desde el cielo.

Sin necesidad de palabras los tres se levantaron decididos y avanzaron con una mirada firme por los pasillos hasta el lateral del barco por donde ya bajaban Mokuba y Seto, no tardaron en unírseles los demás.

Avanzaron por el arenoso camino del valle bajo los nacientes rayos de sol, aun así el calor de los mismos era impresionante. Tea se había quitado su chamarra para envolverla a su cintura, Ryou también se quitó su chaqueta para ponerla sobre su cabeza, y taparse un poco del sol, su cuerpo estaba comenzando a calentarse nuevamente y eso no podía ser bueno.

Llegaron frente a las conocidas puertas de aquel mundo subterráneo que Malik tanto detestó.

─Oigan, no es por ser inoportuno, pero ¿no se supone que esto se derrumbó la última vez que estuvimos aquí? ─sus amigos tuvieron que admitir que era una buena observación.

A Yami le tomó por sorpresa aquello ¿en serio se había desmoronado el lugar luego de que él se fuera?

─Creo que solo hay una forma de saberlo ─dijo Tristán acercándose a la puerta.

─Ya rugiste hermano ─Joey le imitó y entre ambos abrieron las puertas.

A sorpresa de todos, las escaleras hacia abajo estaban prácticamente libres a excepción de unas pocas piedras sueltas.

Tea y Serenity miraron con algo de temor la bajada, los hikaris bajaron sin titubear por las escaleras, seguidos de Joey, Tristán y Duke, luego Tea y Serenity tomadas del brazo y cerraban Mokuba y Seto.

Claramente fue de agrado el cubrirse del sol a la sombra del lugar, Ryou se sacó la chaqueta de encima, más no se la puso, manteniéndola en su manos.

Finalmente llegaron a la planta baja, el lugar no parecía haber sufrido más que un ligero temblor en vez del derrumbe que los había sacado la vez pasada, sin embargo la ‘piedra del inframundo’ no se encontraba en el lugar.

─Es increíble, no pareciera para nada que el lugar se hubiera derrumbado la vez pasada ─murmuró Mokuba viendo todo a su alrededor, las esquinas del gran salón estaban llenos de grandes rocas, solo el suelo entre ellos y las enormes puertas con el ojo de Horus. El ambiente se sentía ligeramente pesado para todos, lleno de energía mística. A Yami le recorrió un ligero escalofrío desagradable, igual que a Bakura. Marik se mantenía con el ceño fruncido, sentía como hace años el desagrado que Malik tenía al vivir atado bajo tierra en Egipto.

─Moki tiene razón ─murmuró el rubio, también mirando a todos lados.

A los lados de la puerta estaban dos altas antorchas que se encendieron por si solas. Serenity se abrazó a Tea.

Yugi sacó el cuadernillo de una tula* que había traído Malik, donde también estaba el cofre dorado donde habían venido las piezas del rompecabezas y los discos de duelo de los tres hikaris… solo por si acaso.

Yugi subió las dos pequeñas escaleras hasta la mini tarima donde antes estuviera la piedra de los artículos, se arrodilló allí dejando el libro abierto en la página donde estaba el último escrito, luego le siguió Malik a su derecha con una postura similar a la que tomó Ishizu la vez pasada, Ryou también se arrodilló a su izquierda.
Los demás se quedaron al pie de las escaleras.

Malik regresó el cetro a su apariencia original y los tres sostuvieron entre sus manos su respectivo artículo, estos emitieron un leve brillo y en respuesta, una ligera columna de luz emanó del libro, dando paso a Shadi.

─Bienvenidos, elegidos ─les dio un reverencia en lo que los tres chicos se ponían de pie ─ha llegado el momento, muchas felicidades por superar las pruebas que hasta ahora se les han presentado ─dijo con voz solemne ─ha llegado el momento de enfrentar su prueba final ¿Están listos? … su otra mitad les están esperando ─añadió en un susurró.

Los tres hikaris asintieron ─ ¡Sí! ─aceptaron con seguridad. Los ojos de Shadi se desviaron a las espaldas de los tres, donde sus yamis mantenían sus manos en los hombros de su respectiva pareja.

El centro del ojo en las puertas brilló…

─Pues que de inicio la prueba final…                                   

…Continuara… (sonido dramatico de violin)

Notas finales:

1. Me muero por conocerte, Alex Ubago y Amaia Montero.

*: Por esos días (ubíquense como a mitad de abril) en Egipto sale el sol como a las 5:30 más o menos.
*: Que alguien me aclare,, ¿Seto Kaiba duerme? … no, ya a lo serio ¿ese hombre duerme alguna vez en la vida? xDDDD
*: a pesar de lo que pueda parecer, en Egipto y demás zonas altamente desérticas, si llueve. En Egipto el promedio de lluvias por años es ente 12 y 14 días, siempre entre Marzo y Octubre.
*: No sé qué otros nombres tiene, pero busquen en google ‘tula-bolso’ para que sepan como es.

Aquí está el siguiente capítulo de esta loquísima historia, los próximos capítulos serán sumamente emocionantes, un capítulo por cada prueba, tres caps de locura asegurados.
Aun no sé con quién voy a empezar, supongo que será Ryou, con él y Bakura/Akefia es con quienes más ideas tengo, quiero dejar a Yugi de ultimo pero es que no tengo ni p*ta idea de lo que voy a hacer con Malik y Marik… bueno tengo una pero no me convence del todo y no daría para un solo cap.

Bueno, ya iremos viendo.

Por cierto, presento aquí mi apoyo a una colega escritora con la petición de que agreguen a los personajes: Heba, Seth y Jouno en la lista de personajes para los fics ^^

Bueno, creo que eso es todo. Cualquier duda les espero en los comentarios =3

Aquí estoy porque eh venido
Porque eh venido, aquí estoy
Y si no le gusta mi canto
Como eh venido. Me voy!

Nos leemos

 


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