--En un parque en medio de la ciudad--
Allí estaba yo, en la gran caja de arena del parque al que iba antes de que mi madre muriera y nos mudaramos de pequeño con ese cuerpo diminuto con el que parecía que todo a mi alrededor era grandioso, llorando de pie porque unos niños malos me habían molestado mientras que un niño, el cuál no podía ver su rostro y que en su lugar solo veía una mancha borrosa, estaba de pie delante mía observando como lloraba.
-No llores más, ¿de acuerdo? siempre me tendrás a tu lado pase lo que pase- me decía aquel niño mostrandome una gran sonrisa-.
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--Normal Pov's--
Sonó la alarma del reloj despertando a un joven que hoy, empezaría el primer año de preparatoria- otra vez ese mismo sueño, ¿quién será ese niño?...- se preguntó el joven apoyando su muñeca en su frente con la palma de su mano hacia arriba. Desde ya hace un tiempo Komiya había tenido ese sueño varias veces, él de pequeño llorando junto a un niño del cuál no podía ver el rostro- uff*- suspiró mientras recordaba las últimas palabras de ese niño- siempre me tendrás a tu lado pase lo que pase eh...- susurró- que gracioso...-miró la hora que era en el reloj de la mesita de noche para después levantarse de la cama y ponerse su nuevo gakuran para ir a la ceremonia de apertura-.
Ya cuando acabó de vestirse y preparar todas sus cosas, se fue a la cocina para merendar, encontrándose con una nota en la mesa de su padre junto a dinero suelto:
<<Komiya, hoy he tenido que salir temprano, recuerda que hoy llegaré tarde por lo que no me esperes, aquí al lado te he dejado dinero para que te compres la cena.>>
-Otra vez eh...- susurró el chico mientras cogía el dinero y arrugaba la nota que dejó su "padre" para después tirarla a la basura e ir a prepararse algo para comer, lo cuál fue un bol de cereales y el típico colacao de todas las mañanas- woaa*- bostezó como toda persona humana por las mañanas por culpa del sueño mientras empezaba a merendar- ¡Itadakimasu!-.
Su nombre era Komiya Shiro, estudiante de primer de primer año de preparatoria a partir de hoy, es mediano tirando a bajo de estatura y tiene la piel pálida, la cuál contrasta con su cabellera tan negra como el cielo nocturno de verano, vivía con su padre en un tercer piso enmedio de la ciudad.
-Gochisoosamadeshita!- finalizó de merendar y dejó todo en el fregadero para después mirar la hora- será mejor que salga ya si quiero llegar a antes de tiempo para no toparme con un atasco- decía mientras agarraba su maleta para salir de casa no sin antes ir al salón y pararse delante de un santuario y juntar las palmas de las manos mientras se arrodillaba-.
-Buenos días mamá, ¿comó has amanecido? yo bien, ahora estoy a punto de salir hacia al colegio para la ceremonia de apertura jejeje- decía mientras miraba fijamente una foto en medio del santuario de una señora joven con el mismo color de cabello que Komiya pero con una larga melena recogida con una coleta y algunos rasgos simulares al del antes mencionado- Bueno, creo que ya es hora de que me vaya- decía mientras se levantaba y inclinaba la cabeza hacia adelante- ¡me voy a clase, mamá!- decía mientras se giraba y e iba hacia la puerta para salir de su casa y empezar a caminar lentamente a su paso hacia su colegio-.
Como podréis haber observado, la familia del chico no parece estar muy unida pero no es reciente, ya era así desde que era pequeño y sus padres cada día se peleaban más y más...
*Flashback*
Después de acabar clase, un muy joven Komiya estaba esperando a que sus padres lo vinieran a recoger en el patio de la escuela para después pasar toda la tarde juntos como le prometieron ya que por culpa de sus respectivos trabajos nunca podían ir los tres juntos a algún sitio- ¡Hoy vendrán papá y mamá!- pensaba Komiya de niño mientras se balanceaba en el columpio esperando por sus padres pero... Pasó media hora, después, esa media hora se convirtió en una hora pero él aún así siguió esperando porque confiaba en que sus padres vendrían pero esas esperanzas se disiparon al ver que venía la profesora y le decía que a ambos le habían surgido trabajo por lo que se había de quedar en la guardería con el resto de niños a los que aún no habían venido a buscar.
-Ya... no iremos a algún lugar juntos ¿no?- pensó sentado jugando con unos cubos de construcción tras haber pasado dos horas y ver que ya todos los niños se habían ido con sus respectivas familias-.
-Shiro-kun- le llamó la profesora que estaba de guardería- han venido a buscarte- le dijo haciendo que el niño se girara hacia la puerta viendo a su madre con una sonrisa forzosa como si no quisiera estar allí pero como lo habían venido a buscar se levantó para recoger sus cosas y meterlas en su maleta e irse con su madre a casa-.
--Ya en el coche--
-Lo siento mucho Shiro-kun, sé que te habíamos prometido que iríamos a jugar juntos esta tarde pero nos surgieron cosas inprevistas y no pudimos hacer nada- se disculpaba la madre-.
-No pasa nada, no podíais hacer nada- susurró en un tono el cuál pudo escuchar la madre-.
-Uff*- suspiró aliviada porque pensara que su hijo la odia y poniendo una sonrisa melancólica- ¡Ya hemos llegado, Shiro!- decía mientras aparcaba y desabrochaba a su hijo para después desabrocharse su cinturón y entrar a su casa, una planta baja color blanco y con mobiliario rústico hecho de madera- Bueno Shiro, yo me tengo que ir al trabajo, tienes un flan en la nevera para merendar, volveré a la hora de cenar- decía mientras se agachaba y besaba la frente de su hijo-Muah* ¡Me voy, adiós!- se despedía para después salir a paso rápido e irse al trabajo-.
-Trabajo eh...-susurró el pequeño Komiya tras ver como su madre se iba de nuevo al trabajo para después irse a coger el flan que le había dicho que estaba en la nevera y comérselo- siempre, siempre es trabajo...- pensaba mientras se comía el flan tan tranquilamente.
-Uff* estaba muy rico- dijo cuando se acabó el flan y se sentaba en el sofá- ¿Que hay por la tele?- pensaba mientras cambiaba de canal en busca de algo de su interés cuando por fin encontró el canal donde echaban sus dibujos animados preferidos por lo que dejó el mando y se dispuso a mirar la tele tranquilamente-.
--Después de 2 horas apróx.--
Al estar más de una hora mirando a la tele fijamente el pequeño Komiya se quedó dormido hasta que escuchó unos gritos que hicieron despertarlo.
-¿Acaso era tan importante ese trabajo que no podías pasar una sola tarde con tu hijo?- decía la madre de Komiya a voces-.
-¿Hijo mío? donde? que yo recuerde es tuyo y de algún imbécil, además, tú tambien has estado en tu dichoso trabajo, seguramente acostandote con otro, ¿no?- le gritó su padre a la madre haciendo que Komia los mirara desde el sofá con una cara un poco de miedo-.
-Aaaah Shiro, ¿tienes hambre?- le preguntó su madre dejando de gritarse con su padre y coger a su hijo de la mano- venga, voy a hacerte una cena super deliciosa mi niño- decía mientras le soltaba la mano y se iba a a preparar la cena de su hijo mientras komiya giraba la cabeza hacia su "padre", el cuál lo ignoró y subió las escaleras sin dirigirle la palabra-.
*Fin del Flashback*
-Que hermosos árboles de cerezo- decía el chico mientras subía una cuesta lleno de flores de cerezo- mmm... se siente bien estar así de tranquilo- pensaba mientras seguía caminando-.
Ya después de haber acabado de subir la cuesta se dirigió hacia su colegio, el cuál estaba a unas pocas manzanas de allí por lo que siguió caminando a paso lento y sin preocupaciones mirando hacia el cielo hasta llegar a su destino- así que a partir de hoy este será mi preparatoria eh- pensaba mientras daba su primer paso dentro- bueno como aún falta tiempo voy a dar una vuelta- susurró empezando a caminar por el campus bajo los árboles de cerezo cuando de repente un chico le empujó desde detrás tirándolo al suelo-.
-¡Waaaaaa!- gritó por el susto-.
-Awww- dijo el chico que estaba encima suya que parecía no tener ganas de levantarse de encima suya-.
-¡Ey, tu! levántate y quitate de encima mía que pesas!- le gritó para que le escuchara y se quitara de encima-.
-¡Ay perdón, no te había visto!- decía mientras se levantaba y se quitaba el polvo para después ayudar a Komiya a levantarse cuando de repente el chico con el cuál se había topado se había quedado con una cara realmente de sorprendido-.
-¿Pasa algo?- le preguntó Komiya al ver que lo miraba con esa cara-.
-¿Eh?- dijo embobado- ¡Ah! no, nada! no pasa nada jejeje- decía torpemente-por cierto, perdón por haberte empujado-se disculpó-.
-No pasa nada tranquilo pero podría saber la razón por la que estabas corriendo con tanta energía tan temprano?-.
-¡Ah! es que cuando me he despertado he mirado el reloj mal y he venido pitando a la escuela sin mirar de nuevo la hora, bueno, hasta ahora hace un momento que si la he mirado jejejeje-explicaba el por qué de sus prisas-.
-¿Eres tonto o te entrenas?- le dijo Komiya para burlarse de él llevándose una sorpresa al oír su respuesta-.
-Me entreno jejejej- le contestó haciendo la gracia- ¿Como te llamas?- le preguntó el chico de la estampida-.
-Es grosero pedir el nombre de alguien sin antes presentarte, ¿no crees?- preguntó Komiya-.
-Cierto jeje tienes razón- decía sobandose la nuca para después alargar su mano hacia Komiya- ¡Me llamo Aoyama Kazuo, encantado de conocerte!- dijo acabando con una sonrisa su frase- ¿y tú? como te llamas?-.
-Me llamo Komiya Shiro, e-encantado de conocerte- le contestó el joven un poco inseguro de si mismo-.
-Shiro eh que nombre tan boni- decía Kazuo cuando fue interrumpido por Komiya-.
-No me llames así, no es normal llamar a alguien que acabas de conocer por su nombre de pila, llámame Komiya y ya está-decía para después mirar su hora- bueno ya se acerca la hora y empieza a venir gente por lo que me voy a mi sitio, ¡adiós!- se despidió Komiya mientras se giraba e iba hacia el pabellón donde habría lugar la ceremonia de apertura del curso-.
-¡Hey, espérame!- gritaba Kazuo mientras se dirigía a donde él estaba cuando se oyó una voz proveniente de un tercero-.
-¡Kazuoo ¿Qué haces?!- le preguntó un chico más o menos de us misma altura con pelo negro-.
-Ah, Kousuke...- susurraba mientras se detenía para después girarse hacia Komiya, el cuál seguía adelante por lo que no le insitió más y se giró hacia Kousuke- ¡nada, vamos!- decía para después irse junto a su amigo al gimnasio para la ceremonia de apertura-.
-Uff* que mañanita...- caminando Komiya tranquilamente hacia el pabellón pensando en lo brusco que había sido el chico con el que se había tropezado- espero no tener ningun tipo de relación con ese individuo- pensó sin saber que ese accidente sólo era el comienzo de lo que estaba por venir-.
--Después de 1 año y medio--
*Riing Riing*
Sonó la alarma del reloj despertando a un chico en un martes por la mañana- Q-que sueño...- decía el joven apoyando su muñeca en su frente con la palma de su mano hacia arriba- bueno, ya es hora de que me aliste para ir a la escuela- decía levantándose de la cama para preparar todo cuando recibió un mensaje de Kazuo provocando una pequeña sonrisa en Komiya:
<<Shiro-kun! Buenos días ¿cómo has amanecido? yo bien, quieres que nos veamos ahora antes de ir al cole?>>
Leyó Komiya con una pequeña sonrisa en su rostro contestando el mensaje:
<<No gracias :D nos vemos en clase PD: No contestes que tengo que vestirme>>
Envió riéndose levemente porque le encantaba meterse con Kazuo, igual que Kazuo le fascinaba meterse con Komiya- y ahora...- pensó empezando a ponerse su Gakuran-.
Ya después de vestirse, se fue a la cocina y se preparó algo de comer y al acabar, fue al altar a dar los respetos matutinos a su madre como todos los días-.
-Bueno mamá- dijo al acabar de dar los repetos a su fallecida madre- tengo que salir ya porque si no llegaré tarde al colegio así que adiós- se levantó del suelo donde estaba arrodillado para ir a coger su maleta y dirigirse a la puerta de su casa-Uff* que pereza- murmuraba abriendo la puerta saliendo al rellano- ¿por qué he de ir al colegio tan pronto?...-se preguntaba dirigiéndose hacia el ascensor- bueno, al menos está él en el colegio...- pensaba en un suspiro Komiya con una sonrisa mientras el ascensor descendía-.
CONTINUARÁ!!