-Al día siguiente—
-¡Ya casi estamos Kazuo!- decía mi madre al mismo tiempo que pedaleaba con todas sus fuerzas para no llegar tarde al parvulario mientras recordaba la razón por la que teníamos tanta prisa. Mi madre, se había olvidado completamente de reponer las pilas de su despertador por lo que se quedó dormida así que cuando se despertó, se vistió al instante y me vino a despertar a toda prisa poniéndome el uniforme de la guardería mientras aún estaba medio dormido y ahora, estaba sentado en la sillita trasera de la bici animando a mi madre mientras esta seguía pedaleando.
-¡Ánimo Mamá. tu puedes! - la animaba divertido por la escena ya que no me podía culpar porque fue la que se quedó dormida-.
-Ah* c-cállate ah* ¡Por fin! - jadeaba cuando de repente, se alegró al llegar a la misma calle de la guardería- ¡un último esfuerzo! - pedaleó a toda prisa como si detrás tuviéramos una turba furiosa persiguiéndonos con palos afilados-.
-¡Yupi!-gritaba feliz por lo divertido que era todo esto mientras sentía el viento en mi cara-¡Mamá, mira!- le dije al darme cuenta de que estaban cerrando la valla que daba al patio del parvulario donde normalmente entrabamos-.
-¡No de nuevo!-pedaleó como si no hubiera un fin logrando entrar por el hueco que quedaba en el patio deteniéndose de golpe dejando una marca en la tierra-Salvados Uff*-.
-¡Buenos días Marimo-sensei!- saludé a mi profesora de aula, la cual era la que estaba cerrando la barrera bajándome del sillín y levantando mi brazo-.
-¡B-buenos días, Kazuo-kun!- me contestó con una gotita en la frente y una torpe sonrisa no sorprendida por lo que acababa de pasar ya que no era la primera vez que ocurría-.
-B-buenos… ah* días ah*! - saludó mi madre sin aliento por lo cansada que estaba-.
-Buenos días Aoyama-san jejeje ¿está bien? - le preguntó al ver su estado agitado-.
-S-sí ah*, es sólo que estoy ah* un poco cansada-jadeaba mi madre recuperando el aliento-.
-Es que señorita, mamá se olvidó de cambiar las pilas del despertador por lo que nos hemos quedado dormidos y... ¡auch! - me pellizcó mi madre levemente en la mejilla girando mi cabeza hacia ella-.
-Kazuo, no digas cosas innecesarias, ¿de acuerdo?- se agachó a mi altura y me miró con una mirada de "cómo digas más te castigo"-.
-¡Perdón mamá!- me enderecé mi espalda y puse mi mano en mi frente como un soldado disculpándome-.
-Bien...- se levantó y se giró hacia la maestra- bueno, me voy que tengo que ir a las rebajas de los almacenes, ¡adiós! - se despidió montándose de nuevo en la bici y saliendo de la guarderia-.
*Riing Riing*
-Ya es hora, Kazuo- se giró la profesora hacia mí con una sonrisa ignorando lo que acababa de pasar- venga, ves entrando a clase que ahora empezaremos- me dijo-.
-¡Siii!- corrí hacia mi aula metiéndome entre la multitud de niños que también iban a sus respectivas aulas seguido de la profesora, la cual iba detrás de mí caminando tranquilamente y mirando si un quedaba algún niño en el patio-.
--Ya en clase--
-¡Buenos días a todos!- sonrió la señorita mirando a ver si no faltaba nadie en su sitio-.
-Buenos días señorita- saludábamos todos al unísono-.
-Hoy Kousuke-kun no vendrá de nuevo por qué aún está malito ¡ah! y Kazuo- me llamó cómo si hubiera recordado algo-.
-¿Sí?- pregunté-.
-¿Le llevaste el dibujo?- me preguntó-.
-¡Si, se lo llevé a casa cómo me dijiste señorita!- le contesté-.
-Muy bien, esperemos que se mejor, bueno, pasando a otro tema ¿qué os parece si empezamos el día dibujando un poco? -nos preguntó Marimo-sensei con una sonrisa-.
-¿Eeeeeh?- se escucharon quejas por parte de todos-.
-Pero Marimo-sensei, eso ya lo hicimos el otro día-dijo uno de mis compañeros quejándose porque no quería dibujar de nuevo-.
-Eso eso, queremos hacer otras cosas- decían varios de mis compañeros-.
-De acuerdo, si tanto insistís no se le puede hacer nada... ¿pues qué tal si hacemos matemáticas? - nos preguntó con una falsa sonrisa la profesora mientras algunos seguían quejándose haciendo que todos se callaran al instante-.
-¡No, no, mejor dibujemos!- dijo uno y los otros le siguieron la corriente ya que ninguno quería hacer matemáticas-.
-¡Si! me encanta dibujar, ¡eso! dibujemos!- se empezaba a escuchar a toda la clase diciendo que amaban dibujar aceptando la derrota por parte de la profesora-.
-Jejejejeej- me reí ya que fue muy divertido-.
-Pues venga, ¡sacad vuestras pinturitas y a dibujar se ha dicho! - nos ordenó la maestra y todos hicimos caso yendo a los cajones donde guardábamos las cosas-id en orden y no empujéis, ¿vale? -.
-¡Siiiii!- dijimos todos a la misma vez haciendo una fila india para ir a coger los materiales-.
Después de que todos hubiéramos cogido nuestros materiales, la profesora nos explicó lo que teníamos que dibujar y todos nos pusimos a ello.
--Unas horas después--
-¡Bueno, dejémoslo aquí por ahora, podéis ir al patio que hoy hace un estupendo día!- dijo la profesora dándonos permiso para salir a jugar afuera-.
-¡Bieeeen!- dijimos todos dejando las cosas que hacíamos y saliendo afuera a jugar-.
-¿A qué jugamos hoy?- pregunté al grupo de chicos con los que normalmente jugaba con Kousuke, unos 4 niños sin contarnos a mí y a Kousuke-.
-¡Yo he traído una pelota así que podríamos jugar a fútbol!- nos enseñó la pelota de fútbol, la típica con rombos blancos y negros-.
-¡Por mi bien pero nos falta un jugador, Kousuke no está así que somos impares!-les decía a todos-.
-Ay es verdad... mmm- se giró uno de los chicos del grupo pareciendo que buscara a alguien-¡Ah! ahí está... ¡Daichi! ven aquí!- lo llamó haciendo que el chico de piel morena y pelo corto color negro viniera hacia donde estábamos-.
-¿Qué pasa?- preguntó al chico que lo había llamado-.
-¿Quieres jugar con nosotros a fútbol?- le enseñaba la pelota de fútbol desde cerca intentando tentarlo mientras le hacía la pregunta-.
-Vale, igualmente no estaba haciendo nada- contestó el tal Daichi-.
-¿Bien pues problema resuelto, no?- me dijo el que había llamado a Daichi-.
-¡Sí empecemos!-dijimos para justo después hacer los equipos y empezar a jugar a fútbol-.
Ya después de estar jugando por un rato, uno de los chicos del equipo contrario al mío y al de Daichi, le tiró una patada muy fuerte haciendo que la pelota se alejara hacia la esquina del patio.
-¡Ups! lo siento- se disculpó-.
-¡Ya voy yo!- dije corriendo hacia donde la pelota había ido- Ya está- cogí la pelota del suelo y cuando me giré, la pelota de me cayó al suelo de lo sorprendido que estaba ya que no me esperaba para nada encontrármelo en ese lugar-¿Shiro-kun?- pregunté abriendo los ojos-.
-¿Kazuo?- salió de sus labios confirmando mis sospechas-.
-¡Shiro-kun!- lo llamé al ver que no era yo que me imaginaba cosas ni que me confundía con otra persona- ¿Qué haces aquí?- le pregunté-.
-E-eso me pregunto y... ¿vas a esta guardería? - me preguntó tartamudeando-.
-S-sí y parece que tú también- sonreí feliz por haber visto a Shiro-kun de nuevo antes de lo que esperaba- ¿y qué haces? - dije subiendo el tono inconscientemente de lo entusiasmado que estaba-.
-N-nada- se sentó en la parte donde había sombra del suelo apoyándose a la pared-.
-¿No juegas con nadie?- pregunté extrañado al no ver a nadie más a parte de Shiro-.
-E-es que me gusta la tranquilidad jejeje- me dijo sin convencerme ya que ayer nos la pasamos jugando un montón y digamos que él no era el más callado de los dos por lo que le pregunté directamente-.
-¿Es que no tienes amigos?-dije dándome cuenta después de que lo había dicho de una manera tan directa que podía doler-.
-Eh...- bajo la cabeza apoyándola en sus rodillas haciendo como una bolita- jejeje si... digamos que si jejeje, no sé hacer amigos y por eso me quedo aquí en los patios- dijo con una riendo fríamente dirigiendo su mirada a un lado-.
-¡Ups! p-perdón, e-eso no es lo que quería decir qu...- le pedía perdón cuando fui interrumpido por un grito-.
-¡Kazuo!- gritó Daichi viniendo hacia aquí- ¿Qué pasa que tardas tanto?- me hizo recordar el porqué estaba allí-.
-¡Es verdad! jejej perdón es que me olvidé- me disculpé cuando se me ocurrió una idea- Hey Daichi- lo llamé cogiendo del brazo a Shiro haciendo que se levantase- ¿podría Shiro jugar con nosotros?- le pregunté-.
-¿Eh?- preguntó Komiya-.
-Por mi bien, pero seremos impares- me recordó-.
-E-esto...- pronunció mientras lo ignorábamos-.
-Pues... yo no juego más...- le dije porque quería que Shiro hiciera amigos y el primer paso sería empezar a jugar con los otros-.
-¡No importa Kazuo! además...- se soltó de mi agarre- no se me dan bien los deportes- se excusó-.
-Pero eso no es excusa, venga ven- le dije intentándolo arrastrar, pero el muy cabezota no se movía-.
-Que no que además lo habéis dicho, si me uno seréis impares de nuevo- dijo haciendo fuerza hacia atrás-.
-Que te he dicho que vengas...¡Aaaaah!-grité al caerme de tanta fuerza que había hecho cayendo encima de Daichi y haciendo que Komiya cayera encima mía-¡Ay, perdón!- me disculpé-.
-No, no pasa nada- me perdonó Komiya, el cual estaba encima mía por lo que nuestros rostros estaban a escasos centímetros haciendo que los dos nos sonrojáramos-.
-Perdonen, pero ¿podrían quitarse encima mía? es que pesan y eso- dijo haciéndonos volver a la realidad-.
-¡Ah, es verdad!- ayudé a Shiro a apartarse y me levanté liberando a Daichi de morir aplastado-.
-¡Gracias!- se levantó del suelo-.
-Lo siento- se disculpó Komiya esta vez para después quedarse callado con una cara de cómo si estuviese pensando en decir algo pero que no pudiese- en verdad, me encantaría poder juga...-decía prácticamente en un susurro cuando de repente se oyó a las maestras de la guardería llamarnos para volver a clase-.
-Venga, vámonos que nos llaman- decía Daichi empezando a correr seguramente hacia su aula-.
-Bueno, pues adió…- se despedía Shiro cuando por suerte, lo pude detener agarrándole del brazo-.
-¡Espera Shiro-kun!- lo llamé haciendo que se girara hacia mí poniéndome levemente colorado-.
-¿Sí?- me preguntó-.
-E-esto...- intentaba decir, pero las palabras no me salían de mi garganta y tratamudeaba hasta que no aguanté más y solté todo de golpe- Shiro-kun te qu...-
CONTINUARÁ!!