Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Quiero Alcanzarte... por Xesc13primero

[Reviews - 31]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola a todos, aquí os dejo la continuación del capítulo de ayer:

Antes de que empezéis a leer, quiero que sepáis que él no sabe absolutamente nada al principio y es como un bebé recién nacido. Lo que he escrito definiendo todo es para que os enteréis de lo que pasa.

Nuevos personajes:

Nagisa: Niño de primária pelo castaño claro, amigable y sonriente.

Ichimatsu: Niño de primária pelo negro, solitario y introvertido.

Takami: Niño de primária pelo castaño oscuro, serio y gruñón.

--Ren's POV--

*Flashback*

Lo primero que recuerdo al abrir lo ojos, fue ver una estantería llena de juguetes en frente mía aunque en ese momento aún no sabía que eran los juguetes, ni tampoco una estantería, tampoco dónde estaba, ni por qué estaba allí, ni quién era. Básicamente no sabía absolutamente nada. Sólo observaba, observaba lo que había delante de mis ojos sin moverme y no porque no quería si no porque no podía.

Tras un par de minutos de mirar a esa estantería antigua de madera llena de juguetes en la parte superior y golosinas en la parte inferior, algo nuevo apareció frente a mis ojos, algo que después conocería cómo humano entró en mi campo de visión, era un hombre mayor con arrugas y calvo, el cuál se detuvo en frente de mí y se giró hacia mí para después mirarme y tomarme en sus manos con una amable sonrisa.

-Será mejor que te limpie un poco pequeñín, que estás un poco polvoriento- me sacudió el polvo de la cabeza con leves golpecitos para después quitarme el polvo de las otras partes de mi cuerpo. Esa fue la primera vez que mantuve contacto con un ser vivo, era extraño, cómo algo que me brindaba calor, algo confortable y cálido-.

-¿Pol-vo?- pensé intentando repetir las primera palabras que escuché aunque sin emitir sonido alguno, tal cómo lo hacían el señor y los niños- pol-vo- repetí sin saber el significado de la palabra mientras me volvía a dejar en la estantería dónde estaba volviendo al mismo paisaje que antes observaba-.

Después de eso, me quedé mirando el mismo sitio observando como más personas, diferentes al señor de antes, personas de baja estatura y sin arrugas que posteriormente conocería como niños, pasaban una detrás de otra delante mía gritando y corriendo comprando golosinas para después salir de la tienda por mi derecha desvaneciéndose de mi campo de visión.

Ya tras un par de horas de mirar como niños y uno que otro adulto pasaba delante mía, todo empezó a teñirse de un color anaranjado dejándome impresionado por lo bello que era.

-Oji-chan, es hora de cerrar la tienda, baja la persiana metálica- escuché una voz de señora mayor desde fuera de mi rango de vista desde mi izquierda después del silencio que inundaba el lugar después de que los últimos niños hubieran salido de la tienda-.

-¡Sí Oba-chan!- se escuchó otra voz, la cuál pude reconocer cómo la de la misma persona que me cogió y me quitó el polvo- uff* otra día que llega a su fin- murmuraba entrando en mi campo de visión por la izquierda caminando tranquilamente hacia mi derecha hasta desaparecer de nuevo de mi vista-.

-O-ba-chan, o-tro dí-a- repetí mentalmente memorizando las palabras que escuchaba cómo había hecho todo el día cuando se escuchó el ruido de algo metálico cerrándose-,

*Brooom Pam*

Me asusté al escuchar ese ruido estridente preguntándome qué había sido lo que había provocado tal ruido mientras el mismo señor que antes, volvió a entrar en mi campo de visión pasando de largo y desapareciendo por mi lado izquierdo.

-Ya la he cerrado Oba-chan, ¿qué hay para cenar hoy?- lo escuché hablando después de salir de mi rango de visión-.

-Estofado- contestó la otra voz de la casa a la del señor-.

Un rato después de eso, todo lo que me envolvía con ese tono precioso anaranjado, empezó a oscurecerse lentamente hasta el punto en que no podía ver casi nada, por lo que hubiera entrado en pánico si no fuera por un rayo de color blanco que entraba por lo que después conocería como ventana pequeña. Sin saber que hacer, lloraba interiormente asustado al pensar que este sería el final de todo por lo que no podéis saber la felicidad que sentí al ver que después de varias horas, todo empezó a iluminarse de nuevo quitándome el miedo y cuando el señor pasó por delante mía como si no hubiera pasado nada desapareciendo de mi vista por mi parte derecha de nuevo.

*Raaaaasssh*

Se escuchó un ruido, el cuál después conocería cómo el sonido de la persiana metálica de la puerta abriéndose.

-Ouaaaaaaaghh*- bostezó el abuelo pasando por delante mía y desapareciendo de nuevo volviendo a la normalidad, la cuál era mirar a la estantería sin ninguna novedad-.

--Ya Por la tarde--

El resto de la mañana había sido aburrido y tranquilo, casi nadie había entrado en la tienda, sólo algunos vecinos para hablar con los dos señores mayores de la tienda y ya está. Ahora, hace unos pocos momentos, habían empezado a venir los niños hablando de que por fin habían acabado las clases, lo que habían hecho en ellas y que a donde irían a jugar después de comprar las golosinas, dejándome con una pregunta, ¿qué era una clase?

-¿Cla-se?- me preguntaba observando cómo el tiempo pasaba hasta que no venía nadie a la tienda y todo se empezaba a poner anaranjado de nuevo, tal como ayer-.

-¡Ojii-chan! ves a cerrar la tienda, tienes el baño preparado- se oyó la voz de la señora desde mi izquierda-.

-¡Sí mujer, ya voy!- apareció el señor mayor en mi campo de visión para después salir de él-.

*Brooom Pam*

Se escuchó el mismo ruido metálico de ayer de cuando bajaban la persiana metálica de la tienda para después ver de nuevo al señor entrar en mi rango de visita, el cual pasaba de largo de nuevo y desaparecía por mi lado izquierdo como anoche.

Minutos después de eso, todo empezó a oscurecerse como lo hizo el día anterior haciendo que entrara en pánico de nuevo ya que no acababa de acostumbrarme pero gracias a que me acordé de que todo volvería a su normalidad en un par de horas más, pude tranquilizarme, aunque no del todo porque todavía tenía un poco de miedo de la oscuridad.

Ya al amanecer, todo se iluminó y el señor abrió la tienda de nuevo pasando delante mía para empezar un día como los anteriores, para después pasar a otro y a otro y a otro, hasta que pasaron días, semanas y en un abrir y cerrar de ojos, pasaron hasta meses, en los cuáles, llegué a entender muchas más cosas, como por ejemplo donde estaba y qué era haciendo que me quedara muy confuso porque al parecer, según los niños, juguetes no podían hablar y no tenían pensamientos.

*Flashback dentro del flashback*

-Mmmm me encantan los chupa chups- dijo un niño enfrente mía comiéndose un palo con una bola de color rosa-.

-Sí, ya lo sabemos Nagisa- le decía otro chico al muchacho pelicastaño entrando en mi campo de visión y poniéndose al lado del tal Nagisa y otro chico pelinegro-.

-Uff* chicos- miraba hacia la parte superior donde estaban las maquetas-.

-¿Sí, Ichimatsu?- dijeron ambos para esperar una respuesta del pelinegro-.

-La película de esos robots gigantes fue increíble, ¿a que sí?- les comentó a ambos chicos-.

-Sí, me encantó, la parte en que los robots cobraron vida y quisieron proteger al mundo sacrificándose fue increíble- decía Nagisa- cómo molaría que las maquetas de juguete cobrasen vida y tuvieran sentimientos- finalizó mirando a las mismas maquetas que miraba Ichimatsu-.

-Sí, pero los juguetes solo cobran vida en las películas así que cómo que es un poco imposible, ¿no?- le contestó Takami-.

-Sí...- bajaron sus cabezas un poco desilusionados- bueno, vamos al parque de una vez, ¿no os parece?- gritó el tal Nagisa saliendo de mi campo de visión seguido por los otros dos-.

*Fin del flashback de dentro del flashback*

También, aprendí a hablar, aunque no podía emitir sonido al exterior, claro está.Todo gracias al señor y la señora porque hablaban todo el día permitiéndome conocer cada día nuevas palabras aunque también era gracias a los niños que entraban cada día a comprar. Además, también aprendí el tipo de lugar en el que estaba, era algo llamado juguetería y tienda de dulces, en la que según mis observaciones era un sitio en el que los niños y algunas veces niños acompañados de gente mayor, sus padres, venían a comprar dulces con su paga, la cual eran monedas de color bronce. Asimismo, había veces en que algunos niños, venían con monedas plateadas o hasta billetes, los cuáles eran papeles rectangulares, para comprarse juguetes, como por ejemplo, las cajas que tenía delante mía, las cuales algunas desaparecían porque se las llevaba un niño. Al pasar tantos días sin ningún cambio en mi vida, pensaba que sería así por mucho tiempo más, qué equivocado que estaba.
Una tarde cualquiera, después de que algunos niños de marcharan, una mujer rubia que si mal no recordaba había visto una o dos veces, entró en la tienda y también en mi campo de visión.

-Disculpe- se dirigió al señor dueño de la tienda-.

-¿Sí, que querría?- le preguntó con su amable sonrisa-.

-Quería preguntar si podría darme ese muñeco de trapo- me señaló directamente con el dedo-.

-Por supuesto señorita- dijo el señor haciendo que entrara en pánico porque si mal recordaba, cuando los niños decían que querían algo o si les podía dar algo, significaba que se los llevaban de la tienda y no los volvía a ver-.

-T-tengo miedo...- lloraba interiormente, no había llorado tanto desde la primera noche que pasé, sentía que me desmayaría en cualquier momento del miedo observando nuevas partes de la tienda que nunca antes había visto al estar sin moverme en una misma estantería por meses-.

-Ah, ¿podría meterlo dentro de una caja y empaquetar-lo? es que es para regalo- le decía la señora al dueño de la tienda-.

-Por supuesto señorita, ahora mismo- le contestó el señor para después meterme en una caja y cerrar la tapa, dejándome completamente a oscuras-.

-Sniff* Sniff*- lloraba por el miedo que sentía al no poder ver nada ni saber lo que estaba pasando- a-ayuda...- pedí auxilio aún sabiendo que nadie podía escucharme-.

-Ah y ponle un lazo por favor y tam...- escuchaba a la señora seguir hablando cuando me quedé inconsciente por primera vez en lo que llevaba de "vida" por así decirlo ya que desde el primer día en que abrí los ojos, nunca había dormido y tampoco me había quedado inconsciente-.

--Al despertar--

Cuando desperté de mi largo sueño, podía escuchar mucho ruido afuera de la caja donde estaba metido, niños gritando y adultos hablando. Me sentía aterrorizado y asustado y sólo quería irme a la estantería dónde estaba. Al pasar un rato, alguien me cogió y me movió hasta dejarme en otro sitio.

-Toma Karu, aquí está tu regalo de parte de mamá- reconocí la voz de la señora de la tienda la cuál me había comprado-.

-¡Gracias mamá!- escuché una voz aguda mientras notaba como alguien abría la tapa de la caja en la que estaba metido-¡Muchas gracias mamá! es lo que quería- vi como la niña, dueña de la voz aguda que escuché hace unos instantes, salió de mi campo de visión mientras seguía estando confuso sin llegar a entender lo que estaba pasando en ese momento-.

¡CONTINUARÁ!!

Notas finales:

Este capítulo me ha resultado muy difícil, en serio :v lo empezé a escribir el jueves pero no pude subirlo hasta hoy porque no sabía como expresar lo que quería poner xD

Oji-chan: abuelo

Oba-chan: abuela

aunque supongo que lo sbaréis, SUPONGO xD


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).