--En la calle--
-¿Eh?- sentí como algo en mi corazón se rompió al mismo tiempo que una lágrima descendió desde mi ojo por mi mejilla hasta caer al suelo sin yo poder llegar a entender el porque de esa lágrima-¿por qué estoy...?- me sequé el rastro de lágrima y dirigí mi mirada hacia dónde estaba Yoshito-.
-¿Se puede saber qué haces?- la apartó para después frotarse los labios-.
-Darte un besito, ¿acaso no se nota?- le preguntó con intención de querer volverle a besar haciendo que mi cuerpo reaccionara y se tensara sin aún entender que es lo que me estaba pasando, lo único que sabía era que no me gustaba para nada que esa zorra, sí, zorra, besara a Yoshito-.
-Pues déjalo- la empujó hacia atrás sin duda alguna- ¿has estado bebiendo, no es así?- le preguntó. Mientras, yo me escondí detrás de una máquina expendedora para seguir escuchando su conversación-.
-mmm... jejej sólo han sido cinco latas de nada- se pegaba a él provocando que de mí surgieran llamas de furia-.
-Uff* no entiendo cómo llegaste a ser profesora- le apartaba de nuevo y se sujetaba la frente-.
-¿Eh? ¿profesora?- me pregunté realmente sorprendido ya que no lo parecía para nada- ¿cómo puede ser esa cosa profesora?- miraba de arriba a abajo sin entender cómo esa borracha podía ser profesora de algo-.
-No digas esas cosas- hinchó sus mejillas- eres muy malo- se volvió a acercar a él con intención de besarle-.
-¡No te acerques a él, zo***!- salí de nuevo de mi escondite nuevamente sin darme cuenta estando a punto de ir hacia allí corriendo para separarlos cuando se acercó una joven peli naranja sobre unos 25 años-.
-Karu-sensei- la llamó acercándose tranquilamente e interrumpiéndolos-.
-¿Desea algo Gigio-sensei?- le preguntó girándose hacia ella con una mirada de indiferencia-.
-Espera, ¿sensei? pero que...- me quedé mirando fijamente inundado en mis pensamientos sin darme cuenta de que Yoshito había notado mi presencia-.
-¿Komiya?- me nombró despertándome de mi inconsciente-.
-Mi-mierda...- me quedé sin saber que hacer-.
-¿Qué haces aquí?- me preguntaba acercándose lentamente cuando fue cogido de la manga-.
-Yoshito, espera- le decía esa tal Karu-.
-Suéltame por favor- se deshizo del agarre de esa mujer y vino hacia mí sonriéndome, cosa que sin saber por qué hizo latir mi corazón-¡Qué alegría verte!- me sujetó de ambas manos agitándolas-.
-Ho-hola...- lo saludé torpemente por los nervios- e igualmente te digo lo-lo mismo- finalicé, en verdad quería salir de allí corriendo porque mi corazón latía a toda velocidad por culpa de estar al lado de Yoshito-.
-Pero... ¿no deberías estar en clase?- me preguntó haciendo que me tensara porque tenía razón, en esos momentos debería estar en clase-.
-Es que...- intentaba excusarme sin saber que decir porque no le diría que me he fugado del colegio porque no quería hablar con alguien- Kazuo...- suspiré para mí mismo en un tono tan bajo que dudaba que nadie lo hubiera escuchado, aún seguía sin creerme que Kazuo fuese mi primer amor-.
-¿mm? ¿has dicho algo?- me preguntó intrigado-.
-N-no nada...- levanté las manos sonriéndole torpemente-.
-Mmm vale- me volvió a sonreír provocando en mi un inesperado sonrojo por lo que giré mi cabeza impidiéndole ver mi enrojecido rostro- ¿te pasa algo?- me preguntó preocupado-.
-N-nada- le contesté girándome hacia él pero tapándome la cara para que no me viera la cara-.
-Si tu lo dices... bueno, pasando a otro tema, me hace muy feliz el haberte encontrado, debe ser cosa del...- decía cuando la tal Karu lo interrumpió-.
-¿Quién es Yoshito?- se subió encima de su espalda rodeándole el cuello con los brazos poniéndome furioso-.
-¿Ya estamos otra vez? bájate- giró su cuello con una mirada de cansado hacia ella levemente y le ordenó que se bajara para después girarse hacía mí haciendo que cambiara esa aura en llamas por una tranquila- no le tomes importancia Komiya, está borracha- me dijo quitando a esa chica de su espalda-.
-No, tranquilo- le sonreí falsamente mientras que en mi interior tenia ganas de matar a esa chica-.
-Y ella es...- le dije en modo de pregunta porque quería saber cual era su relación-.
-Ven aquí Karu-sensei- dijo la pelinaranja, esa tal Gigio cogiendo a Karu de la parte trasera del cuello de la camisa y llevándosela lejos- ¡adiós Yoshito!- se despidió y le guiñó un ojo a Yoshito pero no románticamente si no como una señal, cosa que me extrañó-.
-Adiós- se despidió para después girarse hacia mí de nuevo- Es mi profesora de lengua en la universidad-me explicó-.
-Aahh...- pronuncié- ¿pe-pero por qué te estaba intentando besar a cada rato?- le pregunté yendo directo a lo que quería saber-.
-Eso me gustaría saber- se sobó de la nuca cansado- y bueno dejemos eso ¿qué estás haciendo por aquí? ¿no deberías estar en clase?- me volvió a preguntar haciendo que me tensara-.
-¡Mierda!- maldecí en silencio, pensaba que se habría olvidado de porque estaba aquí- pues...- no sabía que excusa ponerle haciendo que me pusiera más nervioso por minuto-.
-Bueno da igual- me dijo sorprendiéndome y alegrándome, no sabía si lo había dicho aposta para que no me pusiera histérico pero si hubiese sido así le hubiera dado las gracias- ¿vas a casa verdad?- me preguntó seguro ya que llevaba la maleta y el uniforme del colegio- ¿dejarías que te acompañase?- me preguntó a lo que yo asentí empezando así a caminar hacia mi casa, la cual realmente no quedaba para nada lejos-.
Ya después de estar unos pocos minutos caminando, si se puede decir así ya que era Yoshito hablándome y yo escuchando y asintiendo para que supiera que lo escuchaba y que no pasaba de él.
-Bueno, pues ya estamos aquí- me dijo con una sonrisa en el rostro apoyándose en la pared de al lado del portal del edificio-.
-S-sí...- dije un poco triste porque quería estar más con Yoshito- bueno, adió...- me despedía entrando en el edificio cuando me interrumpió-.
-¡Espera!- dijo antes de que cerrara la puerta- ¿po-podríamos intercambiar los números de teléfonos?- me preguntó sorprendiéndome pero también alegrándome-.
-Sí, por supuesto- asentí feliz, después Yoshito sacó de su bolsillo su teléfono móvil-.
-Entonces ¿cuál es tu número?- me preguntó ya estando preparado para escribirlo-.
-Es *******- le deletreé para que le diera tiempo a escribirlo-.
-Okey ¡ya está!- dijo después de haberme agregado como contacto- el mío es **...- me decía empezando a deletrearlo pero le interrumpí-.
-Espera un momento- le dije sacando mi móvil se la maleta- ahora, tu número es...- le pregunté-.
-Es ******- me deletreó y lo guardé como contacto-.
-Perfecto- sonreí feliz por tener su teléfono móvil- bueno pues adiós- le sonreí girándome para entrar en el edificio. luego hablamos- me despedí-.
-Sí, luego hablamos- me contestó con una sonrisa y cerré la puerta para dirigirme al ascensor y posteriormente a mi casa-.
Ya al entrar por la puerta, me dirigía a mi cuarto cuando me topé con mi padre, el cual me miraba sorprendido.
-¡Mierda!- me maldecí mentalmente, nunca estaba en casa y por una vez que no quería que estuviese estaba-.
-¿Chico?- ni siquiera se dignó a nombrarme ni por mi apellido, pero igualmente desde siempre fue así por lo que no me afectó- ¿se puede saber qué estás haciendo aquí?- me preguntó en un tono enfadado-.
No sabía que decir, sólo podía desviar la mirada nervioso porque no tenía excusa que decirle y decir que estaba enfermo o que no tenía clase sería demasiado falso.
-¡He dicho que qué estás haciendo aquí!- me gritó- asustándome-.
-E-es que el pro-profesor no vino y nos dieron permiso para salir- mentí rezando que se lo creyera aunque dudaba que se lo hubiera tragado-.
-¿Te crees que me chupo el dedo?-se abalanzó sobre mí agarrándome del cuello del uniforme y levantándome levemente del suelo aterrorizándose, lo sentía diferente a lo normal, cómo más agresivo y enfadado de lo que normalmente era- encima de que te pago tus estudios y te doy de comer ¿así me lo pagas? ¿escapándote del colegio?- me agarró con todavía más fuerza levantándome completamente del suelo-.
Yo por otro lado intentaba zafarme de él porque estaba empezándome a ser difícil el respirar pero era inútil, no tenia casi fuerza por lo que sólo me quedaba intentar aflojar el agarre.
-S-suéltame po-por favor...- le rogué asustado. Realmente estaba diferente, no era cómo lo usual, parecía furioso de verdad y no sabía porque-.
-¡Estoy harto de ti! siempre haciendo lo que te da la gana y encima tengo que cuidar de ti desde cuando murió esa mujer a pesar de no ser tu padre- me gritó en cara haciendo que empezarán a salir lágrimas de mis ojos. A pesar de que él no me viese como su hijo, yo, aún después de todo lo que ha dicho y hecho, pensaba en él como un padre, no muy bueno pero un padre- ¡ojalá no hubieras nacido! si no estuvieras aquí todo estaría bien!- me gritó para después soltarme del cuello repentinamente haciendo que cayera el suelo dejándome respirar libremente de nuevo-.
-Cof* Cof*- tosí por la falta de aire en mis pulmones- ¡papá!- lo llamé pero él solo me dirigió una mirada de odio, después de eso, cogió su maleta y sus llaves y salió por la puerta no sin antes decir una cosa-.
-No vuelvas a llamarme padre en tu vida!- y salió por la puerta cerrándola de un portazo. Definitivamente había pasado algo pero igualmente dudo que hubiera dicho eso si no lo sintiera al menos un poco-.
-Jejeje- me reí tristemente recordando las palabras de hace un momento-.
*FlashBack*
-¡ojalá no hubieras nacido! si no estuvieras aquí todo estaría bien! ¡No vuelvas a llamarme padre en tu vida!-.
*Fin del flashback*
-Jajaja sniff*- derramaba lágrimas tras lágrima para después romper en llanto- Snif* aaaaaaah sniff*- lloraba intensamente sintiéndome un completo inútil no querido. Mi padre, aunque no justificara sus acciones y palabras, tenía razón, si no hubiera nacido puede que mi madre aún estuviera viva y ella y él ahora mismo serían una pareja feliz- to-todo por mi culpa... Sniff*- me frotaba las lágrimas que salían de mis ojos inútilmente porque de mis ojos brotaban más y más- ¿y sniff* a-ahora que hago?- me preguntaba porque seguramente mi padre no querría volverme a ver. Estaba harto de todo, entre esta mañana y esto había tenido un día de completo de emociones, solamente quería poder estar tranquilo y alejarme de todo lo que me trastornaba por lo que instintivamente, después de tranquilizarme un poco, cogí mi teléfono y fui a la libreta de contactos seleccionando el de Yoshito porque con él me sentía relajado y feliz, así que sin pensármelo dos veces pulsé la tecla llamándolo-.
*Biip Biiip*
Sonaba el teléfono en llamada hasta que Yoshito lo cogió.
-¿Sí?- escuché su voz haciendo que explotara de nuevo en llanto-.
-Yo-yoshito sniff*- le nombré mientras lágrimas volvían a salir de mis ojos una detrás de otra-.
¡Continuará!