--Yoshito's POV--
-Aquí te dejo una copia de las llaves por si quieres salir a caminar o algo, descansa- dejé unas llaves de repuesto en la mesita de noche para después sonreírle y justo después salir de la habitación-¡Adiós!- me despedí al mismo tiempo que salía de mi casa por así decirlo-.
Justo al salir me apoyé contra la puerta, estaba agotado pero tenía que mostrarme bien ante Komiya, sin duda me faltaba poco tiempo.
-Uff* bueno entonces será mejor ir, supongo...- empecé a caminar hacia clase. La verdad es que no tendría por que ir, es más, no debería desperdiciar mi tiempo de tal manera pero que le vamos a hacer, seguramente me serviría para relajarme un poco, cosa que estando al lado de Komiya no podía-.
-¿Se puede saber qué estás haciendo?- escuché una voz de mujer desde mi derecha cuando caminaba por un cruce. Giré mi cabeza y allí la vi, apoyada en la pared con los brazos cruzados mirándome con una mirada furiosa-.
-Gigio...- pronuncié su nombre en un suspiro deteniéndome para después apartar la mirada porque sabía que es lo que me iba a decir perfectamente-.
-¡No desvíes la mirada!- se puso recta dejando de apoyarse en la pared-¿sabes lo que estás haciendo?- me agarró del cuello de la camisa con toda su fuerza mientras me miraba con total enfado-¡estás desaprovechando la oportunidad que te di!- apretó el agarre del cuello-.
-Gigio...- repetí su nombre cabizbajo. Entendía perfectamente su enfado, es más, si yo fuera ella no podría sentirme de otra manera más que enfadado-.
-¡Te tomaba por alguien más serio y directo!- empuñó sus manos en mi camisa mirando hacia abajo como sintiéndose impotente- no te tomaba por tal cobarde...- me sorprendió. Gigio estaba llorando, llorando por mí, porque me faltaba poco tiempo-.
-Lo siento en serio- me disculpaba mientras le tomaba ambas manos soltándome de su agarre para después baja sus dos manos hacia abajo-.
-Eres un idiota- me golpeó el torso con sus puños levemente- mira que no buscar por tu propia felicidad... es lo que haría alguien realmente estúpido... sniff* - me dijo para después girarse y alejarse de mí-.
-Sí, lo sé- la sonreí mientras desaparecía de mi vista- soy un tonto- ella tenía razón. No estaba cumpliendo mi parte del trato, es más, ni siquiera estaba siguiendo mis propios deseos. Lo único que hacia era que Komiya fuera feliz y nada más ya que después de todo ¿quién no intentaría hacer feliz a la persona que más quiere en este mundo si tuviera la más mínima posibilidad de hacerlo? nadie, o eso supongo. Según recordaba decían que "amar" más que posesión era buscar la felicidad del otro ¿Entonces? ¿por qué sentía que una parte en mi corazón me dolía cada vez más a lo largo de los días? un total misterio-.
-Uff*- suspiré mientras caminaba dirigiéndome al colegio de nuevo pensando en Komiya- que mono que está cuando duerme- sonreía recordando el rostro de Komiya de esta mañana mientras dormía- no ha cambiado absolutamente nada desde aquel entonces, sigue siendo igual que cuando era pequeño- giré mi cabeza hacia mi derecha mientras recordaba los viejos tiempos encontrándome un escaparate de una juguetería de aspecto muy antiguo que podría tener como mínimo 10 años- ¡wow! así que aún quedan tiendas como estas eh...- recordaba nostálgicamente aquellos días de hace ya más de 10 años con una sonrisa- bueno, será mejor que me vaya a clase- apuñé mi mano frustrado por mi cobardía, razón por la que me dirigía a la universidad aun sin tener razón alguna en vez de estar con Komiya-.
--Después de clases--
-¡Hasta aquí hemos acabado!- dijo el profesor terminando las lecturas por hoy-.
-Uff*- suspiré cansado mentalmente. Me había pasado toda la mañana pensando básicamente en Komiya- será mejor que vuelva ya...- me levanté y me dirigí a fuera del recinto de la universidad cuando vi a Gigio-sensei en la puerta mirando al vacío con los brazos cruzados seguramente esperando por mí-.
-¡Yoshito!- me nombró al verme y corrió hacía mí con todas sus fuerzas sin darme la mínima oportunidad de huir ya que no tenía ganas de hablar con ella porque seguramente me sermonearía-.
-¿Querrías lago Gigio?- le pregunté por cortesía a pesar de no querer hablar con ella para nada-.
-Quería...- se detuvo mirando a ambos lados- mejor vayamos a otro lugar- me susurró al ver que algunas personas a nuestro alrededor nos estaban mirando-.
-Vale...- acepté y la seguí saliendo así de la universidad caminando por las calles hasta llegar a una callejón-.
-Aquí podremos hablar tranquilamente sin interrupciones- pronunció de espaldas para después girarse hacia mí- lo que quería decirte es...- pausó como si le costase decirlo- ¡que lo siento!- se disculpó sujetándose la cabeza con una mano sin yo saber a que se refería-.
-¿Eh?- estaba un poco confuso ya que no tenía ni idea de a qué se refería-.
-Esta mañana me pasé, sé que eso es lo que más deseas y eso pero no me podía quedar así sin hacer nada, no cuando te falta poco tiempo para...- me decía cuando le sellé los labios porque no quería oír lo que iba a decir-.
-No tienes porque decirlo, lo sé más que nadie- le contesté seriamente- y además, tenías razón, soy un tonto y un cobarde pero...- me suspiré- te doy las gracias por darle a este cobarde tal oportunidad ya que sin ti yo aún seguiría siendo sólo...
--Después de un rato en casa de Yoshito--
Ya al acabar de hablar con Gigio me dirigí a "mi casa" por así decirlo ya que no era exactamente mía, es más, ni siquiera había una casa en dónde se encontraba hace un día.
-¡Komiya, ya he vuelto!- entré por la puerta llamándole pero al ver que no contestaba fui al dormitorio pensando que aún seguiría dormido y así era, estaba justo donde lo dejé esta mañana por lo que no pude evitar sonreír. Amaba a Komiya. Lo amaba desde el fondo de mi corazón y querría decírselo pero era un cobarde, tal como Gigio dijo a pesar de haberse disculpado-.
--Komiya's POV--
-Mmmng...- murmuré abriendo levemente los ojos y despertándome de mi profundo sueño encontrándome a alguien delante mía mirándome con una sonrisa haciendo que me despertara de golpe por el susto-¡Aaaah!- di un grito del susto pero cuando mi vista se enfocó y pude ver quién era, me tranquilicé ya que simplemente era Yoshito-.
-Buenos días dormilón- me acarició la cabeza como si fuera un niño pequeño-.
-B-buenos días- le saludé tartamudeando un poco nervioso ya que aún no entendía el porque de mis fuertes latidos cuando estaba a su lado- ¿no tenías que ir a la universidad?- le pregunté extrañado ya que se había ido hace nada-.
-Jajajajajaj- se empezó a reír molestándome un poco-.
-¡¿Qué te hace tanta gracia?!- le pregunté irritado-.
-Ya he vuelto de la universidad Komiya- me dijo enfatizando el "he vuelto" para que me diera cuenta de que había estado durmiendo un montón-.
-¿Qué? en serio?- le pregunté sin creérmelo del todo a lo que él me asintió- pues no me ha parecido tanto tiempo- pronuncié en un susurro-.
-Claro, porque has estado durmiendo como un bebé, cuando he llegado tenías una cara tan linda jajaja como la de un bebé que disfruta de su sueño plenamente- finalizó con una sutil risa que me hizo enfadar levemente-.
Después de que Yoshito saliera de la habitación por culpa mía ya que lo echaba. Me cambié y me quité el pijama para ponerme ropa de la normal limpia. Ya al acabar de vestirme salí de la habitación encontrándome a Yoshito mirando la televisión tranquilamente por lo que me uní a él hasta que nos entró hambre a ambos.
-Grrrr*- me sonaron las tripas haciendo que me avergonzara levemente-.
-Jejeje alguien tiene hambre- se rió levemente de mí a lo que desvié la cabeza hacia otro lado en señal de molestia- te enfadas por todo eh Komiya- me sonrió torpemente con una gota de sudor en la frente- bueno, dejándonos de tonterías- se levantó y se fue a la cocina empezando a abrir los armarios en busca de comida- mmm... tengo carne, ¿te parece bien filetes con arroz de acompañamiento?- me preguntó mientras miraba dentro de la nevera-.
-P-por supuesto! e-es más, déjame ayudarte- me levanté en dirección a la cocina para ayudarle a cocinar. a poner la mesa y después comer tranquilamente mientras miráramos la tele-.
--Por la tarde--
Al acabar de comer seguimos mirando la tele pero poco a poco empezaban a hacer menos cosas aceptables haciendo que nos aburriéramos por completo.
-Ayy... no hacen nada bueno por la tele- decía tumbado en el suelo- ni siquiera alguna pel...- me quejaba cuando se me ocurrió una idea- ¡eso es! podemos ¿qué te parece si vamos a alquilar una película Yoshito?- le pregunté emocionado ya que nunca había ido a uno de esos sitios ya que igualmente no tenía dinero con el qué alquilar una película porque mi padre solo me daba dinero para lo esencial-.
-¿Eh? ¿alquilar? mmm...- se mostró un poco dudoso al respecto haciéndome extrañar-.
-¿Es un no?...- le pregunté un poco decepcionado-.
-¡No! no es eso, es qué como decirlo... voy corto de dinero jejeje- se rió torpemente haciéndome sentir mal-.
-Aaah.... ¡pero espera! yo tengo dinero y ya que me permites quedarme aquí sería lo menos que podría hacer- le dije sonriendo levemente- bueno, aunque el dinero era para material escolar ¡pero que más da! me lo gastaré en lo que me de la gana por una vez en mi vida- pensé-.
Después de eso salimos en busca de un videoclub, el cuál encontramos varios minutos después, sin embargo, nos olvidemos de un factor importante para alquilar una película, necesitábamos ser socios y nos daba cosa preguntar para hacernos socios simplemente para alquilar una simple película.
-¿Entonces que hacemos?- me preguntó Yoshito. Estábamos caminando dando vueltas por la zona sin saber que hacer- ¿y si volvemos a casa?- se rascaba la mejilla-.
-¡No!- me negué de inmediato- conseguiremos una película sí o sí y no pienso doblarme ante nada- decía decidido que no volveríamos a su casa hasta tener una película en nuestras manos-.
--Después de una hora aproximadamente--
-¡Por fin!- decía alegre leyendo un cartel que había en la pared de un vídeo club en el que decía "se puede alquilar sin ser socio"- ¡tenemos mucha suerte!- le sonreía a Yoshito-.
-Si tu lo dices...- me contestó un poco dudoso de si teníamos en verdad suerte porque habíamos estado una hora caminando por la ciudad-.
-Jejeje...- me reí torpemente- bueno, pues entremos- entramos en el local para empezar a buscar algo que nos interesase a ambos hasta que nos decidimos por "El Castillo Ambulante" del estudio ghibli. A pesar de que yo ya la había visto de pequeño me quedé alucinado cuando Yoshito me dijo que no la había visto por la que la escogimos porque a mi no es que me molestara mirarla de nuevo, es más, es una de mis películas animadas preferidas-.
-Bueno pues voy a pagar Yoshito, tu puedes esperarme afuera si quieres- le dije empezándome a dirigir hacia la caja registradora-.
-¡Espera! iré con...- vino conmigo cuando le sonó el teléfono móvil- ¿eh? uff* espera un segundo ahora vengo- dijo después de mirar a la pantalla para ver quién era la persona que le llamaba-.
-Sí... de acuerdo- me fui a la caja registradora para alquilar la película en la cuál, había una larga cola- maldita sea... pues a esperar toca- me coloqué en la cola esperando mi turno. Después de unos 1 minuto más o menos Yoshito llegó con una sonrisa un poco torpe-.
-Esto... Komiya- me nombró sorprendiéndome levemente por llamarme por mi nombre de repente-.
-¿Sí?- le pregunté-.
-Es que me han llamado por una cosa de la universidad y me tengo que ir un segundo, ¿te importaría ir a casa y esperarme para ver la película?- me explicó. Cómo antes me había dado unas llaves extras no necesitaba darme las suyas-.
-De acuerdo...- dije un poco desconfiado porque es raro que lo llamasen por la tarde pero qué voy a saber yo de la universidad- nos vemos en casa entonces- me despedí observándolo salir de la tienda-.
Poco después de eso llegó mi turno finalmente y alquilé la película. Ya al acabar de pagar, salí del videoclub. Teníamos hasta mañana a esta hora para devolverlo.
-Uff* mejor será que vaya lentamente hacia su casa ya que seguramente tardará en volver- empecé a caminar tranquilamente sin prisa alguna hacia su casa- ya se hace de noche- pensaba observando el atardecer mientras era observado de un ambiente naranja cuando escuché una voz familiar a mi espalda-.
-¿Komiya?- me giré encontrándome con Kazuo, el cual tenía una cara de sorpresa mientras llevaba consigo mismo unas bolsas de la compra-.
-Kazu... ¡mierda!- agarré la película fuertemente y huí, huí con todas mis fuerzas. En ese momento lo último que quería era ver a Kazuo porque seguramente querría hablar de ese entonces y me negaba, me negaba por la simple razón de que tenía miedo. Miedo de qué seguramente os preguntaréis. Pues en verdad, ni yo mismo lo sé-.
--Mientras tanto en otro lado--
--Normal POV--
-¿Querrías algo?- se escuchó una voz de hombre joven pero adulta-.
-Iré directa al grano- esta vez era la voz de una mujer joven- te queda menos de lo que nos pensábamos Yoshito.
¡CONTINUARÁ!