--Yoshito's POV--
-Bueno, pues iré directamente al grano, ¿a qué has venido y quién eres?- le pregunté inseguro de su identidad y su procedencia-.
-Mmm como te lo explico...- se hablaba más a si misma mientras se rascaba una mejilla- o más bien por dónde empiezo jejeje- se rió torpemente- Como puedes notar, no soy humana- me explicó-.
-Sí, de eso ya me había dado cuenta- le contesté mentalmente-.
-Ah jejejejeje pues eso- se rascó la nuca para después proseguir- bueno, me llamo Orenjiyōsei Gi- me decía cuando la interrumpí-.
-Ya me lo has dicho- pensé un poco enfadado porque esa chica me estaba haciendo perder los papeles- ¿podrías explicarte como toca? osea, empecemos paso por paso de nuevo,¿vale?- decidí calmarme un poco- ¿quién eres?- le pregunté de nuevo esperando una respuesta normal por su parte-.
-Pero si te lo he dicho hace nada- infló sus mejillas- me llamo Orenjiyōsei Gigio y soy una hada de un país mágico- me contestó haciéndome enojar-.
-¡¿Te crees que soy tonto o qué?! te crees que me voy a creer que eres una hada que viene de un país mágico? uff*- estaba empezando a perder los nervios porque pareciese que me estaba tomando el pelo en plan broma pesada-.
-Lo dice el muñeco parlante- me respondió a lo que no pude negárselo-.
-Touché...- le respondí- bueno, es que a ver, me refería que de donde eres y ese tipo de cosas perdón, no me explico bien- le dije a lo que ella cambió de semblante a uno más serio-.
-Lo siento de verdad pero la información de mi lugar de procedimiento es confidencial- me contestó con toda la seriedad que al parecer podía tener-.
-¿Confidencial?- me pregunté por tal contestación- ¿Sabes qué? da igual...- estaba convencido de que si siguiéramos solo conseguiría cansarme mentalmente-¿Al menos me puedes decir a que has venido?- le pregunté dudoso de si seguir con la conversación o pasar de ella-.
-Por supuesto, he venido a cumplirte un deseo, en plan hada de los deseos y eso- me dijo con una sonrisa-.
-¿Deseo?- no me creía sus palabras para nada, algo de ella me olía mal por no decir que todo de ella me resultaba sospechoso hasta más no poder-.
-Exacto, un deseo- me sonrió- puede que no me creas pero te estoy hablando muy seriamente- me miró directamente a los ojos- yo, vine aquí para concederte un deseo Yoshito- me dijo seriamente-..
Me quedé sin saber en qué responder, para empezar todo lo que pasaba era una locura, primero el padre de Komiya me tira porque sí y ahora una loca cae del cielo y me dice que puede cumplir cualquier deseo que pida.
-Vaya día de locos...- pensaba para mí mismo aunque seguramente ella había escuchado mis pensamientos- bueno, ¿y por qué extraordinaria razón quieres cumplirme un deseo?- le pregunté directamente-.
-Mmm la pregunta es ¿y por qué no?- me contestó claramente intentando evadir el tema-.
-Tampoco me lo dirás, ¿no?- le dije prediciendo su respuesta de antemano-.
-No...- me contestó confirmando mi suposición-.
-No me dices de dónde vienes y tampoco porque quieres cumplir "mi deseo"... ¿Hay algo que me puedas decir al cien por cien y sin dejarme a medias?- le pregunté-.
-Mmmm.. déjame pensar.... ¡ah, sí! ah, espera, no.... mmmm- se paró a pensar unos segundos los cuales me parecieron eternos- mmm... lo siento pero creo que no.... - finalizó dejando un ambiente frío el cual decidí romper de alguna manera porque me empezaba a ser incómodo y quería quitarme esa "persona" de encima de una vez por todas-.
-Bueno...¿no decías que ibas a hacer mi deseo realidad?- decidí cambiar de tema porque sentía que cada minuto que pasaba manteniendo una conversación con esa persona me salía una arruga en la frente de más por lo que quería terminar cuanto antes pudiera-.
-¡Sí, exacto! no nos desviemos del tema jejeje- habló en un tono bastante alto sin darse cuenta-bueno pues como decía antes, he venido a cumplirte un deseo por lo que venga, pídeme que haga tu deseo realidad ¿vale? lo que quieras lo haré realidad pero piensa bien ¿eh? no pidas cualquier tontería- me explicó-.
-Vale...- le contesté para justo después prosegui- pero creo que tenemos un problema- le conté-.
-¿Mmm? ¿cuál?- me preguntó ladeando su cabeza levemente-.
-Que yo no sé cuál es ese deseo el cual "quiero" que me cumplas- le expliqué ya que a decir verdad tenía una idea pero no estaba al 100% seguro-.
-No te preocupes- me sonrió despreocupada- sólo tienes que buscar en el fondo de tu corazón- finalizó-.
-¿En el fondo de mi corazón?- me pregunté porque no sabía exactamente a que se refería-.
-Así es- estiró su brazo y lo situó señalando directamente hacia mi pecho en dónde en teoría estaría el corazón si fuese un humano, claro está- tienes que buscar la respuesta en tu corazón, pregúntate ¿qué es lo que más desearías en el mundo ahora mismo?- me preguntó cerrando los ojos-.
-Lo que más deseo en este mundo...-repetí una y otra vez entrando en mi subconsciente buscando una respuesta a esa pregunta-.
--Después de unos minutos--
-¿Y bien?- me llamó la atención Gigio sacándome de mi mundo-.
-¿Y bien qué?- le pregunté-.
-Qué si ya sabes cuál es tu deseo- me dijo haciendo una cara de esperar mi respuesta con muchas ansias-.
-Ah eso... pues a decir verdad, todavía no estoy seguro del todo pero si pudiese pedir un deseo sería...- empecé una frase de la cual aún no sabía el final por lo que me puse a pensar entre las opciones que me quedaban-.
-¿Sería?- preguntó ansiosa esperando a que acabara la frase de una vez-.
-¡Exacto! eso es!- me decidí por mi deseo-.
-Jejeje por lo visto ya te has decidido- me sonrió- ¿entonces cuál sería tu mayor deseo?-.
-Sería que Komiya fuese feliz... ¡sí! sin duda alguna- finalicé de recitar mi deseo después de haber llegado a una conclusión, por mucho tiempo que me hubiese puesto a pensar una sola cosa se me venía a la cabeza, era lo que mi corazón deseaba desde la muerte de la madre de Komiya y era el que fuera feliz-.
-¿Komiya?- preguntó ella-.
-¡Así es, Komiya!- estaba seguro de mi deseo completamente- si pudiera pedir un deseo que este es el caso, sin duda alguna pediría que Komiya fuese feliz- le expliqué mi deseo viendo como cambiaba su semblante feliz y ponía una expresión de incomodidad evitando mi mirada- ¿pasa algo?- dije dudoso de sí yo quería o no escuchar su respuesta-.
-Mmmm... Es que ese tipos de deseos son inconcebibles porque son demasiado generales, es decir, a que te refieres con qué sea feliz ¿qué gane la lotería o qué? ¿podrías especificar un poco? jejeje - me explicó dándome una razón "lógica" por la cuál no podía conceder ese deseo aunque bueno, nada de lo que pasaba en ese momento era lógico-.
-¿En serio?- estaba ya cansado de que nada pasaba cómo quería. No a esto y no a lo otro. Estaba a punto de desear que se fuera de aquí de inmediato pero tenía que controlarme- ¿entonces si no puedo desear su felicidad con un deseo que es lo que puedo hacer?- le pregunté-.
-A decir verdad no sé...- me contestó-¡espera! puede que yo no pueda hacer feliz a Komiya pero sé de alguien que si puede hacerlo feliz- me miró a los ojos directamente con una sonrisa en su rostro- hay alguien que sabría como hacerlo feliz- finalizó-.
-¿Eh? ¡¿quién?!- le pregunté desesperado con solamente la felicidad de Komiya pasando por mi mente-.
-Tú Yoshito- me señaló con su dedo índice y estirando su brazo hacia mí-.
-¿Yo?-.
-¡Así es, Tú! ¿quién más a parte de ti conoce a Komiya a la perfección, lo comprende y desea plenamente su felicidad? ¡Nadie!- me sostuvo la cabeza con sus dos manos mientras me miraba a los ojos-.
-¿Yo? ¿pero cómo? soy un simple muñeco de felpa que ni puede moverse y encima ya ni estoy a su lado- le expliqué-.
-Y aquí es dónde yo entro en acción- me sonrió- puede que no pueda hacer feliz a Komiya pero puedo hacerte humano- me declaró dejándome asombrado-.
-¿Eh? ¿humano? ¿yo? ¿es en serio? ¿puedo convertirme en un ser humano?- no me lo creía-.
-Así es ¿qué me dices?- me preguntó poniéndose recta y dando unos pocos pasos hacia atrás-.
-¡Sí!- dije sin pensármelo dos veces. No podía creérmelo, sería capaz de hablar con Komiya-¡sí, acepto!- sentía como mi corazón estaba a punto de estallar. Por fin podría conocer a Komiya como persona y no como muñeco, podría mantener una conversación con él, agarrar su mano y muchas cosas más. Sentía que en cualquier momento me daría algo-.
-¡Ah pero antes tengo que decirte algo importante!- mencionó, al parecer se dio cuenta de que se estaba olvidando de algo de nuevo destrozando toda mi loca emoción en trozos-.
-¿El qué esta vez?- le formulé una pregunta ya por decena vez en nuestra conversación-.
-Por mucho que sea un deseo, toda su magia tiene sus reglas y su precio- me explicó-.
-¿Qué reglas?- tenía miedo por saber qué reglas eran-.
-Pues la verdad es que no puedo transformarte eternamente, sólo tienes una semana- me explicó-.
-¿Cómo? ¿sólo una semana? ¿y yo cómo lo hago feliz en una sola semana?- estaba histérico ¿cómo podría hacer feliz a una persona en una sola semana?- pero espera un segundo... ¿y qué pasa si no lo hago feliz en una semana?- pregunté-.
-Si lo haces feliz serás un humano normal y corriente como cualquier otro- empezó a explicarme- pero- se detuvo mirando hacia abajo-.
-¿Pero?- estaba empezando a tener miedo de lo que estaba a punto de decir en ese mismo momento-.
-Pero si no lo consigues- se detuvo de nuevo empuñando su mano en su pecho para después mirarme directamente a los ojos- tú...-.
¡CONTINUARÁ!