Sus paredes eran tan estrechas que le gustaba. En la forma con la que arremetía dentro de él, haciendo un sonido extraño cuando sus testículos chocaban contra las nalgas contrarias. ¿Cómo fue que llegaron a esto? No lo sabía, pero cada vez que estaba con Tao, le gustaba. Ambos sobre la cama de él, Tao tenia sus esbeltas piernas, las cuales le gustaban, enrolladas en su cadera. Las manos contrarias enlazadas detrás de su nuca, el rostro de Tao escondido en su cuello mientras escuchaba los gemidos de Tao casi en sus oídos. El aliento caliente del mayor chocaba contra la piel de su cuello.
- j-jong-i-in m-á-ás a-ahh ...
- hmg -gruñido-
Kai sujeto las pequeñas caderas de Tao con sus manos en un firme agarre. Cerro los ojos, siendo llevado al instante al centro del bosque. Tao soltó un quejido al sentir como su espalda impactaba el tronco de un árbol. Kai le sonrió de lado, embistiéndolo al instante, no dándole tiempo para quejarse. Tao en cambio le regalo un sonoro gemido en respuesta, Kai beso y mordisqueo el cuello de Tao, a su gusto. Tao cerraba los ojos y mordía su labio por tanto placer que el moreno le daba.
Kai deslizo una de sus manos de la cadera de Tao hacia abajo. Llegando esta a la nalga del mayor, donde la agarro y apretó. Tao jadeo ante ese gesto de JongIn hacia él. Sus caricias subieron hacia arriba, sólo un poco, comenzando acariciar la espalda baja de Tao con sus dedos. Las manos de Tao acariciaban el torso del moreno para luego deslizarse hacia atrás, acariciando la espalda ancha del moreno. Cada vez que Kai lo embestía con fuerza, Tao lo arañaba, dejando que Kai sintiera frío y un poco de ardor a causa del sudor que recorría su cuerpo al igual que el de Tao.
Cerro los ojos, apretando el cuerpo del mayor entre sus firmes brazos para no soltarlo. Ya no se encontraban en el bosque, para cuando abrió los ojos se encontraba en la planta alta de un gran edificio. La luz de la luna iluminaba ambos cuerpos sudorosos. Kai cuando hacia el amor con Tao, o estaba con Tao, su mente lo llevaba lejos de ahí. Tao lo hacia sentir a otro nivel, cosa que otras personas no hacían.
Tao se abrazo a Kai con fuerza, para que su cuerpo no se alejara y así Kai poder dar en aquel punto otra vez. El moreno volvió a cerrar sus ojos, llevándolos a ambos a la orilla de la playa. La arena húmeda se pegaba en sus cuerpos, llegando a picar cosa que ignoraron. El agua salada mojaba los pies de Kai. El cielo nocturno, estampado de bellas estrellas y cubierto por el resplandor de la luna los iluminaba, y observaba. Sólo podían escucharse los descontrolados gemidos de Tao, cosa que encendía a JongIn de sobremanera. Kai gruñía, jadeaba y suspiraba por el gran placer que Tao le daba.
- ah-h ¡j-jongin!
- ¡tao!
Ambos gimieron el nombre del contrario, la esencia de Kai lleno por completo el canal de Tao, haciendo aquel anillo y su interior más pegajoso. Kai no tuvo que bombear el miembro contrario, Tao se corría por si solo sin llegar a tocarlo si quiera. La esencia del mayor estaba sobre ambos abdómenes y parte del pecho de ambos. Tao recibió a Kai entre sus brazos con una tierna sonrisa en sus labios. Kai igualmente se la devolvió, dejándose caer pero sin llegar aplastar a Tao.
Kai cerro los ojos, ambos aparecieron sobre la suave y mullida cama de el. Kai deslizo su miembro fuera del anillo de Tao, viendo como su esencia salía. Levanto la vista hacia los ojos contrarios, no pudiendo imaginarse otra escena más tierna y provocadora que no fuera la que Tao le dejaba ver en estos momentos. Tao se encontraba con sus mejillas al igual que su cara encendida de rojo, desviando la mirada hacia un lado cuando se dio cuenta que el menor le miraba; cubriendo así con sus manos su rostro.
Kai sonrió enternecido, se acostó al lado contrario, mirando el rostro cubierto de Tao.
- amor, no tienes por qué taparte -su voz salió ronca y profunda, los vellos de Tao se erizaron-
Tao se descubrió el rostro, girando hacia el lado para estar frente a JongIn. Tao enrojeció otra vez, al sentir como el moreno dejaba sobre su nariz un ligero pero cariñoso beso. Kai lo estrecho contra su pecho, rodeándole la cintura al contrario para que no se marchara como hacia todas las noches.
- te amo -soltó Kai, sorprendiendo y avergonzando a Tao- me alegro el que hayas aceptado trabajar aquí
- y-yo también te amo -sonrojado- pero tengo que arreglar tú habitación al igual que la de tú hermano, recuerda que me interrumpiste antes de haber entrado a la habitación de tú hermano -reprocho-
- no quiero que te vayas -se quejo Kai con un tierno puchero- eres sirviente de esta casa pero nunca tienes tiempo para mi, deja sucio el cuarto de wooyoung así aprenderá. Eres mío -lo abrazo posesivamente-
- -Tao carcajeo, dejándose mimar por el menor- es mi trabajo como sirviente de tú casa, tus padres pueden despedirme, no quiero eso -murmuro- sino ya no te podría ver
- -Kai lo miro sorprendido para luego sonreír enternecido- no te van a despedir, eres mi bebé. Sabes que te protegeré.
- pero sabes que ellos no saben lo de nosotros, ya ellos están buscándote un prometido -Tao suspiro-
Kai no sabia de eso. Quería y amaba a Tao con toda su alma hasta daría su vida por la del mayor de ser necesario. No le gustaba que Tao fuera el sirviente de su familia, y mucho menos cuando abusaban de su amabilidad y el como tonto no se daba cuenta. No quería que lo alejaran de él, es más se podría decir que ese era su mayor miedo. No queriendo soltarlo, cerro los ojos, llevando a ambos a la bañera.
- deja de hacer eso -le regaño Tao- podrías matarme del susto
- no puedo, el estar contigo me hace llegar a otros lugares que ni yo mismo pienso, sólo me dejo llevar por lo que me diga mi corazón -las palabras de Kai hicieron eco en el baño pero no en los oídos y corazón de Tao, el cuál se acelero-
- ajam -Tao le saco la lengua mientras se enderezaba y recargaba su cabeza sobre el pecho del otro- la vez que por poco nos quemamos cerca del volcán
- estaba caliente, además era la primera vez de ambos -se excuso Kai- además no escuche quejarte en el acto
- -Tao se sonrojo- cállate -murmuro-
Porque estando con Tao sus pensamientos quedaban de lado y sólo sus sentimientos le conducían a donde debía. Con eso tenia su poder y Tao a su lado, no importaba más, no para Kim JongIn quién se enamoro perdidamente del sirviente el cuál sus padres contrataron; aquella tarde mientras él bajaba las escaleras con el torso al descubierto y sus pantalones largos de pijama. Lo que lo enamoro fue que Tao no le importaba el que él fuera "especial".
Kai no quería más, sólo quería a Tao. No es especial el viajar de un lugar a otro sólo. Que mejor viajar al lado de la persona que amas, sin auto sólo la tele-portación y tú imaginación.