11. Stitches
Stitches-ShawnMendes
En el momento en que Naruto llegó a la escuela, lo primero que quería hacer era buscar a Sai, tenía que hablar seriamente con él sin importar lo que sucediera, ni siquiera Sasuke iba a poder detenerlo. La noche anterior había tenido una especie de pelea con su novio por culpa de su amigo y no se quedaría callado.
No hubo que buscar mucho, Sai estaba frente a su casillero recogiendo algunos libros para la clase de la mañana y al ver a Naruto acercarse dejó enseguida todo lo que hacía.
-tengo que hablar contigo-dijo Naruto a secas
-bi… bien ¿Qué es?
-no aquí, necesito que hablemos los dos solos
Lo primero que vino a la mente de Sai fueron las cartas que había hecho que Naruto leyera, seguramente la idea de Gaara estaba resultando. No le molestó en lo absoluto tener que perderse la primera clase siempre y cuando la pasara con la persona de la que estaba enamorado, seguramente Naruto había pensado mejor las cosas cuando leyó lo que su cómplice había escrito.
Sai se pavoneaba al lado de Naruto como si fuera una especie de celebración de la victoria al superar a Sasuke Uchiha. Pero cuando pensó que estaría a solas con el Uzumaki, se dio cuenta que mientras más se acercaban al gimnasio podía ver que alguien más esperaba ahí, pero no una persona cualquiera, sino que el mismo Sasuke Uchiha esperaba con los brazos cruzados sobre el pecho y una cara de pocos amigos.
-¿qué hace él aquí?-dijo Sai
-tranquilo-se apresuró Naruto antes de que su novio respondiera- ayer recibí unas cartas que hablaban mal de Sasuke
-¿de verdad?-respondió Sai fingiendo inocencia
Ese tono tan puritano que usaba Sai solo irritaba más a Sasuke, no podía soportar que ese sujeto llegara como si nada a querer destruir la relación que le había costado construir, y aún en ese momento sentía que no era lo suficientemente cercano a Naruto.
-no finjas-bramó Sasuke con los dientes apretados-sé que tú pusiste eso en el casillero de Naruto
-¿y qué si lo hice? Tú no sabes lo que Naruto necesita, él está confundido y por eso dice que te quiere pero sé que solo lo estas engañando
-maldito…
Ambos estaban a punto de lanzarse a puñetazos pero Naruto se puso rápidamente entre los dos y evitó un enfrentamiento más de, literalmente, fuego contra fuego que seguramente saldría mal.
-alto los dos
-Naruto-se adelantó Sai- puse eso en tu casillero porque sé lo que es mejor para ti, supe que debía hacer algo cuando me pediste que me alejara… no puedo dejarte
-¿Por qué sigues diciendo eso, Sai? ¿Qué sabes tú sobre lo mejor para mí?
-sé que estar con un villano no es lo mejor para ti
-¿entonces qué es lo mejor para mí?-bramó ya desesperado- ¿tú?
-yo soy mil veces mejor que esa basura con la que sales…
Ni siquiera Sasuke tuvo chance de reaccionar, la mano de Naruto se había estrellado en la mejilla de Sai para cuando pudo darse cuenta del insulto.
-¡te quise como nunca quise a nadie!-explotó Naruto-estuve enamorado de ti por mucho tiempo, no pude tener una sola relación estable porque seguía pensando en ti-tomó aire- y ahora que por fin encontré a alguien con quien quiero estar, vienes y haces que dude de mis sentimientos… quiero a Sasuke
-pero su familia-volvió a intentar Sai sobándose la mejilla
-va a ser complicado, él y yo sabremos afrontar las cosas-se cruzó de brazos- pensé que podrías entender mis sentimientos y volver a ser amigos pero… pero eso no va a pasar
-no lo hagas Naruto…
-antes me preguntaste si prefería a Sasuke sobre ti, dudé un poco cuando te dije que lo hacía pero ahora… estoy muy seguro
Las palabras de Naruto eran inesperadas, incluso para Sasuke, aunque no podía negar que escucharlo hablar de esa forma lo ponía muy feliz. Pero al parecer era el único pues Sai solo escuchaba con la mandíbula apretada y los puños cerrados.
-si vas a seguir así-prosiguió Naruto- lo mejor será que tú y yo no volvamos a hablarnos más
En cuanto Sai se acercó amenazante a Naruto, Sasuke se interpuso y sin decir nada logró hacer que retrocediera.
-lo escuchaste-musitó Sasuke con los dientes apretados
-vas a arrepentirte, Uchiha
-eres muy valiente amenazándome de esa manera cuando fue Naruto quien te rechazó
-tú le has metido cosas en la cabeza
Sasuke no encontró una mejor manera de responderle a Sai que tomando a Naruto de la cintura y atrayéndolo hacia él para plantarle un profundo y malicioso beso en los labios. Para el Uzumaki, era un gesto muy cruel, pero los labios de Sasuke eran demasiado como para negarse.
La ira dentro de Sai era mucha, se mordió el labio inferior de coraje y dando grandes pisotones se fue aunque eso no detuvo a la pareja que pronto se olvidó de Sai.
-Sasuke… estamos en el gimnasio
-vamos a los vestidores
-las clases… y Sai…
-olvídate de eso por ahora
Ambos se besaron apasionadamente, las clases y lo demás que debían hacer ya no parecía tan importante como tenerse mutuamente ahí y ahora. Para Naruto empezaba a convertirse en una especie de adicción, no paraba de desearlo y pensar en ello, el cuerpo de Sasuke era su cruz y su maldición.
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Deidara estaba sentado en la mesa del café que se encontraba un tanto retirado de la ciudad, había pasado un buen rato pensando en lo que debía hacer con respecto a su primo y la relación que sostenía con el hijo menor de la familia Uchiha así que no pudo pensar en otra cosa más que citar al que para él era la raíz de todos los males. Claro que nadie podía verlo junto con ese sujeto pues a sus tíos no les iba a hacer gracia el hecho de haberse visto con el que era su mayor enemigo en esos momentos.
Se había tragado su orgullo entero solo por Naruto, se había prometido a sí mismo no volver a contactar a Itachi pero simplemente ese era un momento de desesperación. El café que había escogido para la reunión era discreto y casi siempre estaba vacío, era perfecto.
La campanilla de la entrada resonó en todo el cuerpo de Deidara, sabía que había llegado la persona a la que esperaba. A la entrada estaba Itachi que vestía un pesado abrigo y una bufanda que ayudaban a esconder parte de su rostro pero en cuanto se sintió seguro se quitó la ropa extra y fue directo hacia la mesa en donde estaba sentado Deidara.
Ambos se miraron en silencio, pero su pelea de miradas fue interrumpida por la mesera que se había acercado a tomar el pedido del recién llegado.
-solo un café-dijo con una tenue sonrisa en su rostro
-en…enseguida-tartamudeó la mesera al darse cuenta del inminente atractivo del sujeto
La chica se retiró torpemente bajo la mirada divertida de Itachi, él siempre había tenido ese efecto con las mujeres y a veces era divertido verlas actuar de modo tonto. Pero al parecer a Deidara no le hacía nada de gracia pues solo le miraba con los ojos en blanco.
-veo que aún te pones celoso cuando las chicas me hablan, eso me alegra
-idiota, tú y yo ya no tenemos nada que ver
-estoy aquí sentado ¿no?
Una vez más el silencio se hizo presente, era casi imposible ignorar el hecho de que la tención podía cortarse con un cuchillo. El sonido del plato y la taza siendo puestos en la mesa fue solo una distracción, Itachi miraba a Deidara por sobre la mesera que balbuceaba alguna cosa sin importancia mientras regresaba.
-esto es sobre tu hermano menor
-¿qué hay con él?-alzó una ceja
-la otra noche estuvo en casa de mis tíos
Eso no se lo esperaba, su sonrisa santurrona se borró de sus labios y frunció el ceño bastante confundido.
-eso no puede… no puede ser
-tu hermano y mi primo parecen sostener un amorío
El azabache mayor parpadeó sorprendido, no era típico de Sasuke hacer cosas tan despreocupadamente. No era un secreto que a su hermano le gustara salir con muchachos para divertirse, pero hablar de una “relación” como tal era algo que no esperaba.
-temo que se vuelva a repetir con ellos
-¿te refieres a lo nuestro?
Itachi había tocado fibras sensibles, había sido inevitable recordar esos momentos tan devastadores. Las mejillas de Deidara se pusieron rojas de solo volver a acariciar esos recuerdos dolorosos.
-si…-logró decir a pesar del nudo en su garganta
-lo que pasó entre los dos es algo que no podemos cambiar-alargó su mano hasta tomar el mentón de Deidara-no puedo cambiar lo que soy, ni tampoco puedo cambiar lo que eres
-Itachi…
El dedo pulgar de Itachi acaricio suavemente la mejilla de su acompañante, ese simple gesto despertó viejos sentimientos en Deidara. El toque de pieles era algo tan íntimo que no podía evitarse el hecho de que, aunque solo por un minuto, ambos volvieran a sentirse como tontos enamorados.
-si-volvió a hablar Itachi retirando su mano en cuanto él también sintió el cosquilleo- pero nosotros no podemos intervenir, Deidara
-no quiero que le pase a Naruto lo mismo que me pasó a mi
Golpe bajo para Itachi, sus sentimientos por Deidara no habían cambiado ni un poco en todo el tiempo que había pasado pero debía obligarse a sí mismo para no demostrarlo. Ahora él era Lord Crow, el despiadado villano que juega con la mente y los corazones de las personas, debía comportarse como tal, aunque eso significara lastimar a la persona que más quería.
-mi hermano está lo suficientemente grandecito como para manejar su vida amorosa
-seguramente tu hermano le está haciendo a Naruto las mismas promesas que tú me hiciste-jadeo intentando recobrar la calma-no podrá cumplir lo que dice
-Sasuke no es como yo, ni como mi padre… sus promesas no son las mías-hablaba tratando de no hacer evidente lo que sentía, sus propias palabras le carcomían internamente
-¿cómo puedo estar seguro?
-yo tomé decisiones que afectaron a terceros, eso lo incluyó a él, te prometo que será distinto-suspiró pesado-además, seguro que tu chico está tan enamorado como el mío… hagamos un trato
-¿un trato?
-hagámoslo por ellos, por lo que nosotros no pudimos ser
Deidara apretó los labios y le miró nervioso, Itachi estaba haciendo una propuesta complicada y bastante extraña. Su relación había sido complicada y el hecho de estar ahí sentados frente a frente solo lo confirmaba.
-no puedo confiar al cien por ciento, Itachi
-no te pido que lo hagas por mí, sino por ellos
No era precisamente lo que creía que escucharía, eso era algo que el Itachi Uchiha que conoció en la escuela diría, por un instante fue como si regresara, como si Lord Crow nunca hubiera existido. Entonces decidió que le creería, confiaría en Itachi una vez más.
-bien… pero si algo sale mal…
-serás libre de patearme el trasero
Fue involuntario, Deidara soltó una risita divertida, Itachi siempre solía hacer bromas de ese estilo. El azabache acomodó un mechón de cabello rubio tras la oreja de su compañero, quería saborear ese momento, imaginar que estaban en la escuela, que todo el asunto del villano no era más que una pesadilla vivida.
La cercanía era algo que pedían a gritos, Itachi se inclinó hasta estar lo suficientemente cerca como para sentir el aliento de su acompañante, ese dulce y tremendo sabor que añoraba desde hacía mucho, después de todo, un beso no le haría mal a nadie. Entonces, justo antes de poder probar de nueva cuenta esos suaves labios, el rostro de Deidara se giró evitando así el contacto.
-Itachi… no…
Itachi se mordió los labios como para contenerse él mismo, se había dejado llevar y eso no tenía que suceder. Tenía tantas ganas de ponerse de pie y aventar la mesa para tomar a Deidara justo ahí en el suelo, olvidarse de todos y volver a sentir el placer que solo ese sujeto podía darle.
-creo que eso es todo lo que tenemos que hablar-musitó Deidara
-supongo que si
-cuando nos veamos de nuevo, será en una pelea
-es verdad-dijo sacando la cartera y poniendo un par de billetes en la mesa
-¿qué haces?
-yo invito
-no tienes que hacerlo
Itachi solo respondió con una risilla tonta y dejó el dinero para retirarse. Deidara se dio cuenta que había dejado más de la cuenta así que solo volvió a llamar a la mesera para pedir un poco más de café, estuvo tentado a golpear a la mesera que ya no estaba tan animada desde que Itachi había cruzado esa puerta para irse.
-tarada…-susurró cuando ella dejó la segunda taza en su mesa
“Tú eres el tarado” se reprimió a si mismo cuando se dio cuenta que estaba sintiendo celos injustificables. El volver a ver a Itachi había abierto un cajón que fue difícil cerrar en el pasado, la cabeza estaba punto de explotarle pues había tenido que usar todo su autocontrol para no quebrarse.
-oh grandioso-susurró para sí mismo
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Cuando la campana sonó, Sasuke y Naruto salieron de los vestidores bastante agitados, se habían perdido las dos primeras clases y ahora estaban rumbo al comedor para tomar su almuerzo. Iban de la mano como ya se habían acostumbrado, las personas en el pasillo solo miraban de reojo, la escuela estaba empezando a ser divertida para ambos.
-deberíamos salir más, Naruto
-es una gran idea, pero esta ciudad está llena de héroes retirados, habría que tener cuidado
-ya se nos ocurrirá algo
Ambos pasaron de largo junto a la mesa en donde estaban los Sabaku, los tres hermanos miraron sin expresión, solo que Gaara enseguida frunció el ceño.
-no funcionó-bramó Sai sentándose
Sai llegó y se sentó frente al pelirrojo, estaba muy enfadado y más con aquel gesto descarado que Sasuke y Naruto habían hecho. Después de eso, pasó las siguientes horas tratando de no imaginárselos teniendo sexo en el gimnasio.
-¿no me digas?-contesto Gaara sarcástico
-no pensé que se reconciliarían
-si, los subestimamos
-¿Qué pasa ahora?
Gaara volvió la mirada a sus hermanos que como siempre estaban perdidos en sus asuntos. Kankuro sostenía el teléfono por debajo de la mesa, estaba mandando textos para Hinata, la chica de la que estaba enamorado y quien le contestaba enseguida.
-¿Qué haces?-cuestionó Gaara
-na…nada-respondió Kankuro guardando el teléfono
-bien-regresó la mirada a Sai-pensemos en algo- ¿Temari?
-¿ah…?
La rubia dio un salto y regresó su atención a Gaara, ella tenía sus propios asuntos. A diferencia de su hermano, ella no estaba interesada en conseguir el apellido “Uchiha” sino más bien compartir el suyo con cierta castaña que se divertía en la mesa de los interminables rivales de Gaara.
-¿alguna idea?-cuestionó con una ceja levantada
-no-se apresuró-¿Por qué tendría que tener una idea? Es a ti a quien quieres que se coja, no a nosotros
-esto es por todos- contestó Gaara bastante fastidiado-ser parte de esa familia es lo que buscamos y me encantaría que dejaran de perder el tiempo y empezaran a pensar en más cosas
-yo tengo una idea-se apresuró Sai
Gaara agradeció la repentina aparición de ideas nuevas, no sabía exactamente lo que había sucedido pero estaba muy contento de ver a Sai tan encendido, seguramente el fracaso del plan le había afectado más a él que a nadie.
-te escuchamos
-bueno, debemos movernos despacio-comenzó a explicar-Sasuke tiene mal carácter y sus celos son inmensos
-eso es obvio
-hagámosle creer que Naruto le es infiel
La sonrisa histérica regresó al rostro de Gaara, las ideas que tenía su nuevo aliado le agradaban, aunque eso significara tener que irse con cautela.
-me gusta como piensas, podemos alterar algunas fotos y…
-eso no servirá, Sasuke no es tonto
-entonces ¿qué sugieres?
Sai pensó un poco, necesitaba una excusa perfecta y entonces lo recordó. Cada año, se celebraba una fiesta llamada “Mascarada final” que no era más que una reunión de villanos que se juntaban para pasar un rato pretendiendo ser solo gente de alta sociedad. Sai había escuchado sobre esa fiesta un par de veces en su familia, siempre era en algún sitio diferente.
-la Mascarada final-sugirió Sai
El rostro de Gaara se iluminó no solo ante la grandiosa idea de su compañero, sino que había escuchado tantas cosas de esa fiesta que el solo hecho de imaginarse yendo ya era ganancia. El pelirrojo acomodó un mechón de cabello tras su oreja sin dejar esa enorme e histérica sonrisa, estaba emocionado.
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Después de la escuela, Naruto llegó a casa muy contento pues arreglar las cosas con Sasuke había sido realmente gratificante aunque empezaba a costarle un poco de trabajo sentarse con normalidad.
-¡Estoy en casa!-saludó mientras cerraba la puerta
-ah, Naruto-respondió Deidara desde la cocina
-¿y mis padres?
-están en una misión en Indonesia, no creyeron necesitarme así que me dijeron que podía quedarme
-¿Qué comeremos?-dijo llegando a la cocina
-pedí pizza
-genial
En lo que respectaba a Naruto, su día iba mejorando, ahora podía pasar la tarde comiendo pizza junto a Deidara y seguramente verían películas hasta tarde.
Tomaron la caja de pizza y la llevaron hasta la sala, se sentaron y prendieron la televisión en donde daban la noticia de la increíble pelea de Red Canary y El Relámpago Amarillo contra el ejército de algún malvado villano de Indonesia.
-mamá y papá son geniales-dijo Naruto con la boca llena de pizza
-si-contestó dejando su comida a un lado-quiero hablarte de algo, Naruto
-¿Qué cosa?-contestó sin quitar la vista de la televisión
-es sobre Sasuke Uchiha
A Naruto casi se le atora la comida, tosió hasta que su garganta quedó despejada y pudo estabilizarse. Miró con miedo a su primo que simplemente había puesto una expresión preocupada.
-¿qué… qué pasa con ese sujeto?
-¿qué relación tienes con él?
-ah…
En otros tiempos, la respuesta inmediata de Naruto habría sido decir que Sasuke era solo el bastardo que se sentaba a su lado en clase pero entonces, su relación era mucho más profunda, algo que no debía de suceder.
-es un… un compañero de clase
-mira, escuché cuando estuvo aquí la otra noche
Entonces no se le ocurrió nada que decir. El corazón de Naruto empezó a dar tumbos violentos en su pecho, podía escuchar claramente la sangre en sus oídos, algo bastante desagradable tomando en cuenta la situación.
-puedo… puedo explicarlo, él…
-deja que te cuente algo antes de que sigas
-¿qué…?
-cuando estudiaba, conocí a un chico maravilloso ¿sabes?-sonrió de medio lado-él era increíble, era guapo, amable y debo decir que el sexo con él era algo fuera de este mundo
-Deidara…
-espera-volvió a hablar-se suponía que él y yo estábamos muy enamorados, me dijo que me amaba en muchas ocasiones pero todo resultó una mentira
-¿Por qué me dices esto?
-el sujeto del que te hablo es Itachi Uchiha
La garganta de Naruto se secó inmediatamente, Itachi era el hermano mayor de Sasuke y el temido villano Lord Crow.
-pero…
-bien, todo empezó cuando estaba en último año, así como tú
Deidara empezó a narrarle a su primo el comienzo de su último año en la escuela, como siempre, se sentó con sus amigos para charlar sobre lo que habían hecho en el verano pero entonces empezó a notar que alguien lo miraba insistentemente desde parte trasera del salón y al girar para ver, encontró a Itachi Uchiha.
-al principio fue raro-prosiguió Deidara- su mirada era penetrante y molesta, así que un día simplemente me acerqué a confrontarlo
El primer instinto de Deidara fue buscar pelea, después de Todo si un Uchiha era muy insistente era porque algo quería, pero en vez de responder agresivamente, Itachi le sonrió y se disculpó. Fue imposible para el rubio no caer enseguida en las redes del azabache, no supo si era la adrenalina de salir con un “chico malo” o simplemente el villano supo mover sus cartas.
Empezaron a frecuentarse, primero en los pasillos y en clase pero después Itachi empezó a invitar a Deidara a salir a citas. El apellido Uchiha resonaba siempre en la escuela, la familia más conocida en el mundo de los villanos, pero era algo que pronto desapareció de la cabeza del rubio pues se dio cuenta que su chico no encajaba en el molde que habían hecho para él.
-una noche, después de haber estado juntos, me dijo que me amaba y que se opondría a su familia por mi…
-¿Qué pasó después?
-¿qué pasó?-rio irónico-pasó lo que tenía que pasar
La noche de la graduación, Deidara estaba especialmente emocionado pues hacía unos meses, él y su novio habían hecho planes de irse a vivir juntos para que el azabache no tuviera que lidiar con sus asuntos familiares. Entonces algo inesperado pasó, Itachi se presentó a la graduación pero estuvo evitando a Deidara, estaba serio y no quedaban rastros de aquel chico amable del que se había enamorado.
Como era de esperarse, Deidara logró encontrarse con Itachi pero este solo lo miró con superioridad y se rio mientras se burlaba. “¿Cómo pensaste que de verdad sentía algo por ti?” fue la primera cosa que salió de los labios del azabache “No lo niego, coges delicioso… pero no eres más que un culo bonito… “
Las palabras de Itachi dañaron como veneno, pero al principio Deidara se negó a hacer caso, intentó volver a acercarse pero el Uchiha lo rechazó. Unos segundos más tarde, la mano del rubio se estrelló en el rostro del que ahora era su ex novio.
Parecía no afectarle en nada a Itachi, solo le miró con superioridad, como si esa fuese exactamente la reacción esperada. Deidara no pudo soportarlo, era una humillación inmensa y más aún en la graduación, todavía podía escuchar la risa de Hidan, el fiel compañero del pelinegro. Después de la graduación no pudo con la depresión, era increíble el dolor que sentía, el engaño de Itachi dolía aún más sabiendo lo mucho que lo amaba.
-después de eso, al principio del verano, debutó como Lord Crow
-Deidara…
-no voy a decir que dejes al chico y tampoco le diré a mis tíos-suspiró-pero quiero que tengas cuidado con Sasuke… no quiero que esa familia vuelva a lastimarme…ah…lastimarte-se rectificó
-Sa…Sasuke es diferente-se apresuró
-espero que lo sea Naruto, por el bien de ambos
Después de eso, los dos volvieron a la televisión, había un silencio entre ambos pero Naruto se sentía bien, Deidara era lo más cercano a un hermano y le agradecía el que quisiera querer cuidar de él. Sus sentimientos por Sasuke eran más profundos, podía sentirlo, sabía que no era nada fácil, pero por su novio, sería capaz de superarlo todo.