14. Easy lover
Easy lover- Phil Collins
En cuanto Sasuke salió del estacionamiento, Gaara se puso de pie y se limpió de la boca la saliva que le quedó después del oral que le había hecho a Sai que ni siquiera había podido terminar. Sus ojos estaban puestos en la puerta del lugar, no cabía en él mismo después de que su plan hubiese dado resultado.
Rápidamente se quitó el antifaz y la peluca, ya empezaba a hacer calor. Estaba feliz pero sobre todo, tenía ganas de un poco más, volteó a ver a Sai para encontrarse con un agitado azabache que aún mantenía la erección despierta y fuera del pantalón.
-¿estás bien?-atinó a decir Gaara
Sai estaba a punto de estallar, el oral no estaba dentro de los planes pero definitivamente no dejaría así las cosas, no después de haber estado atormentándose. Lo que Gaara recibió como respuesta fue un beso forzado por parte de Sai aunque poco a poco fue cediendo.
-Sai…-gimoteó
Ya no podía controlar sus propios impulsos, Sai quería ir más allá y Gaara había encendido la mecha. Con su cuerpo aprisionó al pelirrojo entre él mismo y uno de los autos, lo tomaría ahí mismo si era necesario, su cuerpo lo pedía y no quería retener más las ganas.
Gaara, por su lado, no estaba interesado en detenerlo, no estaría más tener un poco de diversión para celebrar un trabajo bien hecho.
Con manos hábiles, Sai tomó a Gaara de la cadera y lo ayudó a sentarse en el cofre del auto siguiente, nadie se daría cuenta de lo que estaban haciendo, la noche apenas comenzaba y él estaba dispuesto a tener toda la diversión posible.
Los labios de Sai recorrían lentamente el cuello de Gaara, lamiendo de vez en cuando y mordiendo levemente para no dejar marca. La temperatura subía y sus cuerpos estaban a punto de arder ahí mismo. Sin pensarlo un poco más, Sai metió las manos debajo de la camisa de Gaara pero la ropa era verdaderamente estorbosa así que lo más rápido que pudo. Por el momento solo había desnudado de la cintura hacia a riba a su compañero, era todo lo que necesitaba.
-Dios, Sai…
Gaara hizo la cabeza para atrás para poder disfrutar con más profundidad, Sai se aseguraba de ir centímetro por centímetro disfrutando de esa piel aperlada, atrapó uno de los pezones de Gaara entre sus dedos mientras que estimulaba el otro con su boca.
Las sensaciones eran inmensas y variadas, Gaara se retorcía bajo las caricias de Sai, no aguanto mucho y de a poco se fue acostando en el cofre de ese auto último modelo, el frío del metal solo hacía que su sensibilidad aumentara casi el doble o hasta el triple.
-siempre tuve la fantasía de hacerlo sobre uno de estos autos-comentó Gaara
-mmm…-suspiraba Sai sin darle mucha importancia a lo que su compañero decía, él solo estaba preocupado por besar el cuello de Gaara
-aunque si soy sincero, pensé que lo haría con Sasuke
Eso último no le hizo del todo gracia a Sai, así que solo mordió fuertemente el cuello de su compañero haciéndolo gritar pero lejos de ser dolor, eso solo había logrado sobre excitarlo.
-chico rudo…-carraspeó Gaara
Sai estaba demasiado ocupado besando todo el pecho de Gaara, estaba consciente de que era el pelirrojo quien estaba con él. No sabía a ciencia cierta si era solo la calentura o había algo más en ese deseo irracional de poseer al Sabaku, pero solo quería más.
Los besos de Sai continuaron hasta el nacimiento del vello púbico de Gaara en donde el pantalón de este último ya estorbaba. Lentamente desabrochó el botón y con una rapidez casi desesperada, bajó la cremallera. Lo demás lo hizo un poco más lento, bajó sus pantalones junto con la ropa interior pero quería disfrutarlo al máximo.
-ah…-suspiró Gaara al sentir el aire frío contra su miembro recién despierto
Fue muy rápido, Sai enseguida empezó a lamer el miembro de Gaara de abajo hacia arriba lentamente, su sabor era realmente único. Entonces metió entero el pene para hacer una buena felación, así solo escuchaba los gemidos sordos de su compañero, él también estaba disfrutando del buen sexo.
No era ningún secreto que Gaara podría venderse al mejor postor, Sasuke era para él una mina de oro, pero de vez en cuando le gustaba el sexo por diversión, podía salir con hombres que lo hacían sentirse bien y Sai entraba en esa categoría. Él se consideraba una persona insensible, sin una verdadera capacidad para sentir amor como era debido. Su familia, más en concreto sus hermanos eran solo una extensión más que él podía usar para llegar a donde quería. Su objetivo era claro, poder, ¿qué otra cosa más podría interesarle? Y el apellido Uchiha era demasiado, más de lo que podía pedir.
-Sai…- gimoteó – me voy a correr…
Esto solo fue un incentivo más para Sai, quería hacerlo correrse, solo así. Podría mostrarle lo bueno que era pues solo estaba empezando.
Gaara se mordió el labio inferior incapaz de hacer otra cosa, entonces su cuerpo reaccionó como debía y se dejó ir por completo en la boca de Sai que sin pensarlo mucho terminó tragándose el semen.
-Cielos… - suspiró Gaara
-pero si aún no termino contigo- dijo Sai limpiándose el semen con el antebrazo
Una sonrisa de medio lado apareció en los labios del pelirrojo, no esperaba nada menos pues él mismo sabía que eso no podía ser todo. Con un movimiento rápido, estuvo de rodillas sobre el auto, dándole a Sai una perfecta vista de lo que estaba a punto de obtener.
Claro que el azabache no lo haría esperar, separó sus nalgas y empezó a lamer su entrada que ya estaba lista para recibirlo. La lengua de Sai se movía rápidamente dentro y fuera del cuerpo del pelirrojo y poco a poco el miembro de este último iba recuperando fuerzas.
-diablos Sai…
Pero Sai tenía la boca ocupada en asuntos más importantes, quería estimular un poco más aunque a esas alturas, Gaara no necesitaba preparación.
-no me hagas esperar más-bramó Gaara con los dientes apretados
Esa era la voz que Sai quería escuchar, simplemente era excitante y quería más, definitivamente era así. Se puso en posición detrás de Gaara, volvió a estimular su ano con un par de dedos y luego empujó su pene ahí mismo. Procuraba ser lento, Sai lo hacía despacio aunque el ano de Gaara no era precisamente muy estrecho.
-¿Por qué vas tan lento?
La desesperación de Gaara surtía efecto, aunque Sai no necesitaba presionar mucho para ir entrando, pero intentaba ir lento. Una vez dentro del cuerpo de su compañero, empezó a moverse entrando y saliendo, sus testículos golpeaban contra los de Gaara haciendo un sonido sordo que solo podía escucharse por sobre los gemidos de ambos, incluso la música clásica del salón quedaba en segundo plano.
-más… más… - pedía Gaara
Sai se inclinó sobre el cuerpo de Gaara, comenzó a acariciar el miembro del pelirrojo sin dejar de mover sus caderas, ambos estaban completamente inmersos en un sinfín de placeres. Lo único que podía escucharse eran sus propios gemidos, incluso el sonido de sus cuerpos rozándose era audible.
-Gaara…
Fue la primera vez que Sai dijo su nombre mientras tenían relaciones, eso era una fiel prueba de estar concentrado en lo que hacía, Naruto no había aparecido en ningún momento pero también estaba consciente de que seguramente Gaara no pensaba en otra cosa que no fuese Sasuke.
-estoy a punto…- susurró Sai
-hazlo fuera…-alcanzó a decir Gaara- no traes condón…
Para Sai era un poco absurdo, ya estaba dentro, el asunto del condón era irrelevante, aunque no quería tener que discutir nada así que solo se movió más rápidamente, su cuerpo ya estaba en las últimas. Cuando sintió que ya no aguantaría más, sacó su pene y frotó un poco para terminar viniéndose sobre el auto dejando impecable a su compañero.
-increíble-habló Gaara poniéndose de pie
Como si no hubiera sido nada, Gaara se empezó a vestir y a arreglarse la ropa, recogió la peluca rubia y la guardó en su bolso que había dejado escondido en el estacionamiento pues ya no la necesitaría.
Por su parte, Sai se acomodó el pantalón y se limpió un poco como pudo. Aún estaba aturdido, sus pensamientos eran un revoltijo y no entendía nada de lo que estaba pasando por su cabeza.
-todo salió bien
-¿ah?
-Sasuke creyó la farsa-dijo animadamente
-si… es verdad
-estoy muy cansado, quiero ir a casa… no puedo esperar por el lunes
-¿quieres que te lleve de regreso?
-sería grandioso y-sonrió de medio lado-gracias por esto, hablo de este delicioso acoston… ya necesitaba un poco de acción
Gaara se estiró como si acabara de despertarse, se sentía fresco y renovado después de lo que había hecho.
-vamos-continuó animado
-si…
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Después de un buen rato empujando la puerta, Naruto logró abrir la puerta y por fin fue capaz de salir. La ropa aún estaba un poco manchada pero estaba contento de por fin ya no estar atrapado en esa situación tan extraña. Ahora solo debía buscar a Sasuke y explicarle el tan extraño percance y con suerte irían directo a la habitación del azabache.
Regresó a paso rápido a la fiesta, pasó entre las personas intentando no ser notado pero cuando llegó a la mesa en donde se supone le esperaba su novio, pudo ver que no había nadie.
-¿me habré equivocado de mesa?-se cuestionó a sí mismo en voz baja
Pero no lo había hecho, esa era la mesa en donde estaban sentados hacía un momento. Naruto no pudo evitar ponerse algo nervioso al verse solo en una casa llena de desconocidos y en donde además no debía estar. Se quedó un momento ahí de pie pero sabía que si no hacía algo comenzaría a levantar sospechas así que solo salió del sitio, caminó un poco y salió por una puerta lateral que daba a los jardines.
-mierda…-susurró-este jardín es hermoso
Caminó un poco, el aire de la noche golpeo su rostro llenándole de frescura. Entonces vio que en una banca más adelante estaba sentada una persona, estaba de espaldas pero indudablemente era su novio. Sonrió ampliamente, ese era un ambiente tremendamente romántico y podría hacer una entrada dramática.
Con paso lento se acercó a donde estaba Sasuke sentado, le tomó por los hombros y apretó suavemente. Entonces, el azabache giró la cabeza, ya no tenía puesta la máscara y estaba hecho un mar de lágrimas.
-¿Sasuke?
La primera reacción de Sasuke fue ponerse de pie rápidamente y alejarse de Naruto. ¿Cómo se atrevía a buscarlo después de semejante numerito? Al parecer no había sido suficiente humillación y necesitaba mofarse un poco más.
-¿qué quieres?-bramó Sasuke
Naruto parpadeó sin saber lo que pasaba, había ido al baño y cuando regresaba su novio estaba muy extraño. No podía confundirse, la mirada de Sasuke era de ira.
-¿Sasuke?
-¿No te bastó con el teatrito de hace un rato?
-¿qué…?
-no te hagas el tonto-jadeo
La situación era muy extraña, Naruto simplemente estaba totalmente confundido y los gritos histéricos de su novio solo empeoraban la su capacidad de entender lo que sucedía. La visión que tenía el rubio en ese momento no tenía precio, su novio parecía un niño pequeño llorando.
-Sasuke…
-confié en ti… me hiciste quererte…
-me asustas, Sasuke
-¡deja de decir mi nombre!
El grito de Sasuke solo hizo que Naruto retrocediera un poco temeroso. Ese era un lado de su novio que jamás había visto, era indescriptible y aterrador el tan solo estar así. El menor veía como su compañero apretaba los nudillos, esa mirada turbia que solo lograba descolocarlo.
-hoy iba a ser especial-volvió a hablar Sasuke con la voz temblorosa- ¡iba a decirte que te amaba, maldición!
-S…Sasuke…-repitió su nombre con más cuidado
-ese fue tu plan desde el principio ¿no?-rio histérico- engañar a Sasuke Uchiha para después burlarte de él… lo lograste, felicidades
-no sé de qué estás hablando, Sasuke
-esto es todo Naruto, es la última vez que te burlas de mi…
-¡maldita sea Sasuke!-gritó ya desesperado
-sal de mi vista-musitó despacio-vete de aquí…
-no me voy a ir hasta que me digas que mierda está pasando
Era el colmo para Sasuke, ahora no solo debía lidiar con su corazón roto sino que debía sobrellevar el cinismo de Naruto que ahora actuaba como si no supiera lo que había hecho. Se acercó al rubio y lo tomó bruscamente de la camisa.
-sal.de.mi.vida-dijo con pausas
Después de esa frase, Sasuke soltó con brusquedad a Naruto y se limpió la nariz con la manga de la chaqueta. No entendía como hacía unos momentos estaba tan feliz y contento, el pecho le dolía y seguir viendo a Naruto solo empeoraba las cosas. Era todo, ya no lidiaría con nada más así que dio media vuelta y regresó a la mansión dejando ahí solo al Uzumaki.
-yo también te amo…-susurró Naruto con el rostro mojado en lágrimas
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-despierta-susurró Okami en el oído de Kiba-despierta, mi amor
Después de haber desaparecido de la fiesta, Okami logró escabullirse con Kiba hasta su habitación, sabía que su ausencia no levantaría sospechas y mucho menos con Mikoto tratando de sacarla del camino, sabía que si ya no la veía entonces su madrastra sería feliz.
-Kiba-canturreo en el oído de su novio-levántate ya, quiero hacerlo
-chica desesperada-musitó el castaño con los ojos cerrados
Esto bastó para la azabache que enseguida se movió y se sentó a horcajadas en las caderas de su novio, se quitó la blusilla dejando sus pechos descubiertos. La noche anterior solo se había puesto bragas y una blusa cualquiera de dormir.
Kiba se mordía el labio inferior y en cuanto puso sus manos en los pechos de Okami, la puerta se abrió de golpe y en un arranque de pánico por los dos, ambos se movieron muy rápido y terminaron en el suelo. La chica se levantó de golpe para encontrarse a Sasuke mirando sorprendido.
-ah-suspiró-solo eres tú-se volvió a sentar en la cama más tranquila-cierra la puerta, alguien puede entrar
La muchacha se estiró mientras su aturdido novio se ponía de pie al tiempo que buscaba sus calzoncillos que habían desaparecido la noche anterior.
-eres inoportuno-regañó su hermana
-¿inoportuno?-alzó una ceja-estás denuda y estabas sobre él ¿qué hubiera pasado si en vez de mi, hubiese sido papá o Itachi?
-él es mi novio, además seguramente tú también pasaste la noche con Naruto
-cierto-intervino Kiba cuando por fin encontró su ropa interior-dile que tenemos que salir de aquí antes de que nuestros padres sospechen
El que hayan hecho mención de Naruto solo hizo que Sasuke perdiera la poca calma que había podido recobrar la noche en vela. No pego el ojo después del incidente con el que ahora era su ex novio, había sido como si reviviera la noche anterior, más específicamente el instante en que entró a la cochera para solo poder darse cuenta de lo que había sucedido.
-Kiba-le llamó Okami-debes irte
Ella no era tonta, supo casi de inmediato que algo no estaba bien y tenía que averiguar lo que estaba sucediendo con su hermano mayor. Entonces todos permanecieron en silencio hasta que el novio de Okami estuvo decentemente vestido.
-¿recuerdas el camino que te dije?
-si
Cabía la posibilidad de que los hermanos no pudieran acompañar a sus respectivas parejas afuera así que se tomaron el tiempo de trazar una ruta que probablemente estaría vacía a esas horas de la mañana.
-pero Naruto…
-él no pasó la noche aquí-intervino Sasuke tajante-tendrás que irte solo
Una vez más el silencio se hizo presente, era extraño que Sasuke dijera que su pareja no había pasado la noche con él cuando ese sería el plan.
-me voy-musitó Kiba
-ve con cuidado
El muchacho fue directo al balcón y de un salto ya no estuvo en la casa, Okami dejó de preocuparse por él sabiendo que podría salir sin problemas. Ahora tenía el asunto de su hermano mayor.
-tú, yo y la tina, ahora-dijo para entrar al baño
Una de las ventajas de tener su propio baño era que Okami podía hacer esas cosas con su hermano, sabía que si Mikoto se enteraba de que ellos dos tenían esos momentos íntimos entonces seguramente sería la razón para una paliza.
Desde que eran pequeños, solían tener esas conversaciones en la bañera, hubo un tiempo al principio de la adolescencia de ambos cuando evitaron hacerlo pero repentinamente lo hacían otra vez. Un segundo más tarde, los dos hermanos estaban en la bañera sentados uno junto al otro.
-¿Qué pasó? ¿Peleaste con Naruto?
-terminé con él
Una pelea con Naruto era lo primero en lo que Okami había pensado pero el rompimiento era algo que no pudo contemplar siquiera. Su hermano mayor estaba perdidamente enamorado de Naruto, incluso llegó a contarle que estaba listo para decirle que lo amaba.
-¿Por qué?
-todo fue un engaño, siempre fue un maldito engaño
-¿po… por qué lo dices?
-anoche desapareció unos momentos diciendo que iba al baño y cuando volvió me hizo seguirlo hasta el estacionamiento
-¿Qué hay con eso? Pensé que disfrutabas de esa clase de juegos
-si-dijo con dificultad, el nudo en la garganta estaba regresando
-entonces ¿Qué sucedió?
-ahí estaba Sai…
-¿qué? ¿El superior Sai?
-Naruto… él…-su voz se quebraba poco a poco- lo vi haciéndole sexo oral a Sai
Eso era bastante difícil de creer, Okami no podía visualizar a Naruto haciendo tal cosa, pero el rostro de su hermano era de genuina consternación.
-tal vez fue un error, hermano
-yo lo vi, Okami-respondió en un hilo de voz-lo llamé y él solo siguió… Sai dijo que Naruto le pidió hacer ese numerito para mí
-no…
-eso no es todo-ahuecó las manos y se echó algo de agua para poder calmarse-después me buscó
-¿si…?
-actuó como si no supiera nada…
-Sasuke, tal vez debamos investigar un poco y…
-¿no lo entiendes? Él solo quiso jugar conmigo… Okami, jamás me había enamorado de nadie como lo hice con Naruto
La menor de los hermanos no encontró mejor consuelo que simplemente abrazar a su hermano, este solo hundió el rostro en el cuello de Okami al par que esta le acariciaba la cabeza.
Para Okami, Naruto no podía haber hecho eso que Sasuke decía, simplemente no le cabía en la cabeza que ese chico tan dulce que conocía se hubiese comportado de una manera tan vil y descarada. Algo no cuadraba, lo sentía pero por ahora, solo se dedicaría a darle consuelo a Sasuke, él la necesitaba en ese momento.
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Después de haber llevado a Gaara a casa, Sai se refugió en el apartamento en donde vivía. La noche de la fiesta había tenido un desenlace bastante inesperado, lo que había planeado junto con Gaara había sido solo besarse frente a Sasuke, pero el menor había ido un poco más lejos y después del oral, no pudo contenerse.
Se suponía que Naruto era la razón por la que estaba ayudando a Gaara con esa farsa, el Uzumaki era perfecto para él y de eso Sai no dudaba o más bien, no lo hacía hasta la noche anterior.
El sexo con Gaara había sido simplemente increíble, jamás experimentó un placer así de bueno. El cuerpo del pelirrojo era algo que no se podía sacar de la cabeza, su piel, su aliento, su voz pidiendo más eran solo razones para seguir reviviendo la escena.
Al principio pensó que podría pensar en Naruto mientras sostenía relaciones con Gaara, así como este fantaseo con Sasuke, pero no había podido. Cada segundo estuvo consciente de que estaba tocando a Gaara, simplemente no pudo fantasear con nada, su cuerpo ya era bastante como para mantenerlo bien concentrado.
-cielos…-susurró para él solo
Al llegar a casa solo pudo echarse en la cama y dar vueltas hasta por fin caer rendido. Se despertó varias veces en la noche, había estado teniendo sueños que tenían que ver con Gaara, no solo sueños húmedos, también soñaba con cosas sin sentido pero la inevitable constante en todo eso era Gaara.
Pero no tenía tiempo de seguir confundido, ahora tenía el camino libre para ir por Naruto y no podía desperdiciar todo el trabajo que había hecho. Absolutamente todo era por su amigo de la infancia del que estaba enamorado, nada debía interponerse.