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Sky High por Uruhasa_13

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Notas del capitulo:

Perdón por la tardanza :P aquí les dejo el capitulo de la semana. 

21. No matter where you are


 


 


No matter where you are- Us the duo


 


 


Una sensación húmeda y extraña le hizo despertar, Okami abrió los ojos para encontrarse con una lengua húmeda y pegajosa acompañada de unos ojos brillantes y un aliento que, literalmente, era de perro. Se incorporó lentamente solo para darse cuenta que no estaba sola en la cama sino que había varios perros acostados y entre ellos, sobresalía uno de pelo blanco, tenía un collar en donde brillaba una placa con el nombre “Akamaru” grabado.


-basta, chicos


La voz de Kiba hizo que los perros giraran la cabeza en su dirección para que de un salto estuvieran en el suelo, tranquilamente salieron de la habitación en fina. El chico estaba recargado en el marco de la puerta con una sonrisa suave sobre sus labios, aún estaba algo enojado con Okami y la conversación de la noche anterior solo lo había apaciguado un poco.


-vístete, hay personas abajo que quieren verte-dijo para retirarse en silencio


Ella apretó las sábanas un poco angustiada, pero no pudo evitar sonreír de oreja a oreja pensando en que ya no estaba en la mansión Uchiha, aún debía arreglar ciertas cosas pero en ese momento solo pudo querer ponerse de pie. Sus vendas estaban húmedas pero habría tiempo de cambiarlas más tarde así que solo tomó la mochila que había traído con ella y la vació en la cama, entonces entre la ropa brilló el colgante que había pertenecido a su madre.


 


 


-_


 


 


Después de haberse vestido, bajó las escaleras en silencio, sus pies descalzos podían sentir el suelo frio con mucha intensidad. Esa noche de sueño había sido muy útil, y aunque sus heridas no estaban precisamente sanadas, ya podía moverse mejor. Entonces, al llegar a la sala, se encontró con un par de ojos azules que la miraban con alegría.


-¡Naruto!-gritó ella contenta


Sin perder un solo segundo, corrió con las fuerzas de las que disponía y abrazó a su amigo que también la estrujó contra su pecho, pero enseguida ella se soltó al sentir la mano apretando su espalda.


-perdón, me duele-se disculpó ella


Pero había más personas en la sala, Okami reconoció enseguida a Red Canary y a El Relámpago Amarillo, que la miraban entre espantados y sorprendidos. La primera en reaccionar fue Kushina que con ojos húmedos se acercó a la muchacha y tomó su rostro entre sus manos.


-Dios mío…-susurró la pelirroja


-la última vez que te vimos usabas pañales-musitó Minato con una sonrisa nostálgica


-se… señores Uzumaki


-no pudimos evitar venir cuando Tsume nos llamó-explicó Kushina limpiando sus lágrimas con su muñeca


Todos los presentes estaban enfrascados en una conversación amena, hasta Deidara que solo había ido a acompañar a sus tíos, disfrutaba de esa charla. La Inuzuka mayor se recargaba en la pared, estaba realmente contenta y una paz extraña inundaba su pecho.


Ella le había hecho una promesa a Nadeshiko, su amor imposible, pues cuando fue a buscarla para esa última y fatal misión, le había prometido que ella cuidaría de su hija si algo sucedía, pero la repentina muerte de su querida amiga había hecho que simplemente no pensara con claridad. Inclusive, el hombre con el que vivía en ese entonces decidió que no aguantaría más los sentimientos tan obsesivos de Tsume hacia su amiga así que solo se fue dejándola con dos hijos.


Naruto notó que Kiba seguía junto a la puerta para que al poco rato se fuera de la sala en silencio, eso le pareció muy extraño pues según él, debía estar más que contento de tener a su novia viviendo a su lado.


-¿qué pasa con él?-preguntó Naruto para que solo Okami escuchara


-está enfadado-contestó con una sonrisa triste- es porque no le conté nada de lo que pasaba en la mansión Uchiha… y tampoco esto


-tendré que hablar con él después-se cruzó de brazos-¿por qué estás descalza?


-salí de la mansión muy rápido-se abrazó a sí misma-ni siquiera pensé en ponerme zapatos


-¿saben que estás aquí?


-no-negó con la cabeza despacio- tal vez después llame a Sasuke


Mientras las personas seguían hablando amenamente en la sala, Kiba decidió que quería estar solo en su habitación aunque fue seguido por el perro blanco que meneaba su cola para tratar de reconfortar a su amo. Entonces, su teléfono sonó, el terrible recuerdo de la madrugada le azotó fugazmente pero sin más, contestó.


-¡dime que ella está contigo!


La voz de Sasuke se escuchó por el teléfono, no hacía falta decir que estaba desesperado. El castaño se mordió el labio y tomó aire, necesitaría un poco de fuerza para poder hablar con normalidad, las cosas también le afectaban aunque de una manera distinta.


-¡Kiba!-insistió Sasuke


-ella está aquí conmigo


-¿puedo hablarle?


-¿cómo me pides eso después de ver el estado en el que la dejaron?- dijo un poco más desesperado- ¿con qué la golpearon? ¿Un rayador de queso?


Un silencio se hizo del otro lado del teléfono, para Sasuke también era difícil y más aún cuando se dieron cuenta de que la muchacha ya no estaba en la mansión. Su papá estaba hecho un manojo de nervios, Itachi hacía lo que podía y su mamá parecía al borde de un colapso por la reacción de la familia.


-además-siguió Kiba-ella está en estos momentos hablando con los papás de Naruto


Y entonces, la llamada se cortó. Sasuke había presionado súbitamente el botón para terminar con la llamada al sentir que alguien estaba parado de tras de él y al girarse a ver, se encontró con un par de ojos azabaches idénticos a los suyos solo que más avejentados además de un semblante verdaderamente imponente, no era otro más que Fugaku.


-los Inuzuka-musitó-debí adivinarlo-dijo para seguir de largo


-espera papá-intentó detenerlo Sasuke-¿qué vas a hacer?


-los voy a llamar, estaré en el estudio


Sasuke quiso seguirlo, pero una mano lo detuvo, su mamá le tomaba del brazo de una manera posesiva, en su rostro había una sonrisa histérica y sus ojos delataban el grado de furia que era capaz de sentir. Claro que Sasuke no estaba de humor para tratar con su mamá, ella había sido la culpable de la situación en la que estaban.


-tú eres mi hijito, Sasuke, ven a acompañar a mamá


-¿estás consciente de lo que dices?-se soltó de su agarre bruscamente


-todo es culpa suya, mi niño, ella te llevó a ese mocoso Uzumaki


Era realmente difícil lidiar con eso, pero en cuanto el nombre de su novio fue pronunciado por los labios de su madre, supo que todo había sido enteramente su culpa. Apretó los puños, jamás había sentido tantas ganas de golpear a alguien como las sentía en ese momento, aunque debía controlarse, la que tenía en frente era su mamá después de todo.


 


 


-_


 


 


Tsume seguía recargada en la pared, la familia Uzumaki seguía en la sala hablando tranquilamente. Entonces el teléfono en la pared empezó a sonar, la Inuzuka mayor lo tomó y lo puso en su oído para saludar con un “¿Diga?” despreocupada.


-Inuzuka


Esto bastó para que Tsume se tensara entera, la voz que estaba del otro lado de la línea era inconfundible. La última vez que la había escuchado, su amada Nadeshiko había fallecido, estaba hablando con Fugaku. Ella se mordió la lengua para no soltar todo lo que quería decirle a ese hombre y mucho más teniendo a Okami con ella después de haberle curado las heridas.


-Uchiha-pronunció ella


Su voz sonó con eco involuntario por la sala haciendo que los presentes se silenciaran enseguida, el matrimonio Uzumaki miró a su compañera, estaban tensos y un ambiente más serio había llegado a invadir su charla.


-mi hija está contigo-afirmó el pelinegro


-si, mi hijo la trajo cuando huyó de tu casa


-regrésala


Había sido una orden algo violenta, insolente pero Tsume no cedió ante la severidad de Fugaku, ya había perdido a esa niña una vez, no lo haría de nuevo.


Naruto tomó la mano de Okami para ayudarle a sobrellevarlo, él también estaba atento a la conversación pues después de que su relación con Sasuke  fuese descubierta, ellos dos debían de tener más cuidado.


-no lo haré


-es mi hija


-¿ahora es tu hija?-se burló con cierto coraje en su voz- no lo fue cuando dejaste que tu maldita mujer la acabara a golpes


-yo no sabía nada de eso


-debí llevármela cuando Nadeshiko murió-apretó el teléfono tan fuerte que le dolía la mano-no te la entregaré para que Mikoto termine lo que empezó


-al menos deja que hable con ella-suplicó Fugaku


-no


El sonido del teléfono volviendo a su lugar resonó en la estancia, un silencio invadió a los presentes y más aún a los jóvenes. Naruto quería ir donde Sasuke, seguramente él estaría hecho un desastre y quería ser la persona que lo reconfortara.


-maldita familia-susurró Kushina


-mi familia no está maldita-refutó Okami


Kushina se tapó la boca sonrojándose hasta las orejas, había olvidado por completo que Okami también llevaba ese apellido.


-mis hermanos son buenos…-miró a la pelirroja-Sasuke es bueno y lo ama


-eres diferente a ellos porque tu madre fue una grandiosa heroína-intervino Minato-pero no te pases de lista, tus hermanos están en el lugar en el que están por algo


-mi mamá se fijó en mi papá por alguna razón, señor Minato, y con todo respeto, usted no conoce a mis hermanos como yo lo hago y le prometo que tampoco sabe cómo es que él mira a su hijo-tomó aire- mi hermano mayor está atado por mi madrastra, incluso Itachi… Lord Crow… también sigue enamorado de ese chico rubio de la fotografía que aún guarda bajo su almohada


Ese último comentario lo dijo a propósito y fue recibido, Deidara se tapo la boca con los ojos húmedos, no quería llorar con sus tíos presentes y menos tratándose de Itachi Uchiha.


-tengo que regresar a la mansión-retomó Okami


-¿qué…?-esta vez fue Naruto


-todas mis cosas están allá, necesito ir por ellas-miró a Tsume


-sí, es verdad-rectificó la castaña


 


 


-_


 


 


La siguiente noche, Fugaku no durmió en su alcoba al lado de su mujer, él necesitaba con urgencia ver a su hija y ver a Mikoto solo sería tentarlo a hacer cosas de las que después se arrepentiría. Cuando amaneció, el mayor estaba desayunando aunque prácticamente solo estaba sentado frente a un plato de comida, entonces el sonido de unos tacones resonó en el piso anunciando la entrada de su mujer siendo seguida por sus dos hijos quienes en silencio ocuparon sus lugares en la mesa.


A diferencia de los tres hombres de la familia, Mikoto disfrutaba de poder ver el asiento vacío al lado de Sasuke, esa mañana estaba radiante a pesar de que su marido no hubiese dormido con ella, pero eso pronto se arreglaría.


-Es una mañana muy hermosa ¿no? -  dijo con una enorme sonrisa en sus labios


Pero ninguno hizo caso de lo que la mujer estaba diciendo, claro que esto la desesperó, una sonrisa histérica se apoderó de su cara haciendo que se arrugaran las comisuras de su boca más de lo normal.


-guarda silencio-le ordenó su marido


-¿por qué?-contestó sin desvanecer la sonrisa


-aún tienes el cinismo de preguntarlo, mujer-decía tratando de mantener la calma-iré a buscarla más tarde-dijo para sus hijos


La sonrisa se esfumó por completo del rostro de Mikoto, miraba a su esposo con fiereza, pero parecía que a Fugaku no le interesaba. La mayor estaba muy a gusto en ese momento y la paz que quería por fin había llegado a su lugar, pero si su marido se esforzaba en traer a esa bastarda de regreso, entonces, por más que le doliera, tendría que delatar a su amado hijo.


-¿quieres saber la razón por la que la castigue?


-si-contestó tajante Fugaku-me gustaría saber la razón por la que hiciste que se fuera


-¡esa maldita corrompió a mi bebé!


El cuerpo de Sasuke se tensó entero, cada fibra de su ser podía sentir el miedo corriendo, no tenía idea de cómo su mamá se había enterado de lo que estaba a punto de soltar. Pero no tenía intenciones de ser más un cobarde, amaba a Naruto y haría lo que fuera por él, estaba muy enamorado y si el hecho de amar a su chico implicaba que su papá lo repudiara, entonces podría soportarlo. Un sonido chirriante llenó la sala, Sasuke se había puesto de pie arrastrando la silla.


-estoy saliendo con Naruto Uzumaki-soltó lo más rápido que pudo


 


Una vez más el silencio se hizo presente, incluso Itachi se había quedado con la boca abierta pues ni en sus mejores sueños se plantaría siquiera desafiar a su papá de una manera tan descarada. Aunque por su parte, Mikoto estaba entre extasiada y aterrada, ansiosa de ver la reacción de su marido.


A diferencia de lo que estaban esperando, Fugaku solo se recargó en la mesa con los ojos cerrados, tratando de poder asimilar lo que había escuchado. Pero su mujer estaba ya muy impaciente, necesitaba saber lo que estaba pasando por la mente de su marido, temía que estuviera pensando en esa maldita mujer, en esa entrometida heroína que solo había robado lo que era suyo.


-¿no piensas decirle nada?-retó Mikoto


Sasuke estaba listo para lo que fuera, recibiría el regaño de frente y no huiría, sería un hombre capaz de pelear por sus ideales, pero más que eso, sería un hombre por su amado novio.


El silencio era tortuoso para la familia, Sasuke seguía de pie y apretando los puños a la espera de lo que su padre pudiera decir, pero este permanecía fresco como una lechuga. Fugaku no podía negar que era una noticia sorpresiva, aunque de cierta forma lo veía venir, sabía que sus hijos no poseían esa maldad característica de su madre y tal vez esta última tenía razón al culpar a Okami por tal afirmación.


-¿sales con él?-dijo Fugaku muy calmado


-si


-¿qué es lo que sientes por ese muchacho?


-yo lo amo-respondió rápidamente, sin titubear un solo segundo


-¡¿estás escuchando las incoherencias que dice tu hijo?!-bramó Mikoto-¿acaso…?


-¡cállate de una vez!-gritó Fugaku


Solo eso bastó para que la calma volviera al comedor, Fugaku era experto en poner a todos en su sitio y eso incluía a su mujer. El azabache mayor reprimió una risa tonta, de verdad le gustaba hacer que Mikoto regresara al sitio que era de ella.


-a mi edad, muchachos-dijo para sus dos hijos-solo fui capaz de amar a una sola mujer en toda mi vida-una tímida sonrisa se asomó en la comisura de su boca


-ellos han escuchado la historia de cómo nos conocimos muchas veces-intervino de nuevo Mikoto, sabiendo lo que venía


-ella era una mujer increíble, bella y fuerte-continuó ignorando por completo a Mikoto- pero la conocí en el lugar y momentos equivocados pues para ese momento yo ya estaba casado con su madre


Era la primera vez que Fugaku hablaba en voz alta sobre la madre de Okami, sus dos hijos se quedaron quietos, Sasuke volvió a ocupar su lugar para también escuchar con atención. Ambos hermanos instintivamente miraron a su madre solo para encontrarse con una bomba de tiempo que en cualquier momento explotaría aunque a Fugaku eso le tenía sin cuidado.


-me veía con ella a escondidas-se recargó en la mesa-me arrepiento cada segundo de no haber dejado todo por ir con ella-entrecerró los ojos-pero hay algo de lo que no me arrepiento y eso son ustedes dos-miró a Sasuke-yo mejor que nadie sé lo que es enamorarse de tu enemigo, eres lo bastante grande y sensato para tomar tus propias decisiones


-¿qué me estás queriendo decir?- pronunció Sasuke con mucho cuidado


-que ya llegué a mi límite-contestó cortante-me canse de arrepentirme día tras día por no haber ido tras ella, por siempre mantenerme bajo el yugo de mi apellido… el que yo haya sido un cobarde no quiere decir que ustedes lo sean, si tu quieres a ese chico, entonces yo no estoy en contra de eso


El jefe de la familia cruzo sus brazos sobre el pecho, bajo la mirada atónita de sus dos hijos además de la histérica que le brindaba su mujer.  Había guardado silencio durante muchos años, el hecho de haber sido acusado de uxoricidio sin siquiera estar enterado de los planes de su familia fue solo el comienzo pues el permanecer callado durante tanto tiempo le rompía el corazón. Pero tenía a su hija, el recordatorio de la mujer que había amado siempre y también una luz al final del túnel, no para él, sino para sus hijos.


-¡Fugaku!-gritó Mikoto al borde de un colapso-¡¿qué demonios significa todo esto?!


-te diré lo que significa-se puso de pie-significa que iré por mi hija y después te irás de esta casa


El rostro de Mikoto estaba rojo hasta las orejas de la ira, estaba a punto de explotar cuando una de las sirvientas irrumpió en la estancia, la pobre mujer dio un paso atrás al ver a su patrona tan alterada pero la mirada de Fugaku pudo más.


-su… su hija llegó señor


-¿por qué no la hiciste pasar?


-ella insistió en quedarse afuera hasta poder hablar con usted además… ella no viene sola


Ya no solo era Mikoto quien estaba alterada sino que Fugaku enseguida salió de la mesa a paso muy rápido ignorando todo intento de su esposa por detenerlo pero ella enfureció más al ver como sus hijos también iban junto con su padre sin haberlo siquiera pensado un poco. Se suponía que una vez estuviera fuera de su vida, Okami ya no figuraría en las mentes de ninguno haciéndola recuperar el cariño de sus hijos y su marido.


Se había quedado sola en el comedor apretando los puños y rechinando los dientes, estaba ahogándose sola en su ira. El hecho de saber que su esposo prefería a Okami sobre ella le carcomía hasta lo profundo de su ser, aunque de alguna manera siempre supo que no podía ser de otra manera. Ella no era tonta, supo que su marido le era infiel desde el primer momento, eran pequeños cambios que una mujer puede notar, pero lo dejaba pasar pues estaba consciente de las presiones de la reciente paternidad además del matrimonio arreglado.


Y ahora estaba la amenaza de su marido, si su hijastra regresaba a la casa entonces ella debía de irse. No podía permitir tal cosa, ella había trabajado mucho para estar en ese sitio, además estaba enamorada de Fugaku, no podía permitirlo.


 


 


-_


 


 


Al salir de la mansión, Sasuke vio a su hermana al pie de las escaleras, venía descalza y usaba un vestido que, si no fuera por las vendas, dejaría expuesto mucho. Se apresuró a bajar lo más rápido que sus piernas le permitieron y entonces la abrazó, fue suave al estar consciente de las heridas de ella, solo quería sentirla sana y salva. Entonces miró sobre el hombro de ella para darse cuenta de que la sirvienta no mentía, pues el auto de los Inuzuka estaba aparcado ahí y con este, Tsume y Kiba Inuzuka permanecían recargados.


-hermano-dijo ella muy contenta


-papá va a echarla de la casa-anunció él muy contento


-¿qué?


-ella se irá, puedes quedarte aquí tranquila


Okami se separó de su hermano y le sonrió suavemente, miró a Itachi y a su papá que aún estaban en el umbral de la puerta. Ella sabía que después de ese incidente, no habría poder humano que la regresara a esa casa.


-me iré con los Inuzuka-dijo ella sin quitar la sonrisa de sus labios


Su hermano mayor quiso decir algo, hasta Itachi hizo por ir donde ellos, pero no fue otro más que Fugaku quien bajo las escaleras pero ni siquiera reparó en su hija menor sino que fue directo con la mujer que no paraba de mirarlo furtivamente.


-tiempo sin vernos, Tsume


-Uchiha


-¿quién diablos te crees para insinuar que vas a llevártela de aquí?


-no “insinúo” nada, ella viene conmigo


-es mi hija


-y yo su madrina-cruzó los brazos sobre su pecho-esta fue una decisión de ella


-decisión de ella…-repitió despacio volteando a verla-recoge tus cosas entonces, no me opondré


La muchacha asintió en silencio y fue dentro de la mansión para ser seguida por Sasuke que a ese punto ya no sabía  qué demonios pasaba por la mente de su padre. Solo trataba de seguirle el paso a su hermana que se detuvo en seco al ver que su madrastra estaba parada frente a las escaleras que conducían a las habitaciones.


Ella estaba ardiendo en ira,  Sasuke se puso frente a su hermana por cualquier cosa, pero ella lo hizo a un lado, ya no escaparía más de sus demonios.


-vengo por mis cosas-le dijo Okami- me iré de esta casa y así quizá podrás tener un lugar en la conciencia de mi papá


Entonces, ella solo pasó a su lado resonando sus pies descalzos en el inmaculado suelo. Subía las escaleras sin mirar atrás sabiendo que Mikoto había quedado más enojada de lo que ya estaba pero era solo un pequeño gusto.


Para cuando Sasuke llegó a la habitación de su hermana, ella ya tenía una maleta llena y estaba llenando la segunda. El azabache entró despacio en silencio, su hermana ni siquiera reparó en Sasuke y seguía con lo suyo.


-no tienes que irte


-quiero hacerlo-respondió Okami sin mirarlo


-papá iba a echarla de casa, no te vallas


-tú e Itachi me retuvieron en esta casa por años, pude haber escapado desde la primera vez que Mikoto me golpeó pero no me fui porque sé que mis hermanos mayores no son iguales a ella


-Okami…


-pero ahora encontré a Tsume-miró a su hermano-jamás me había sentido tan cerca de mi mamá desde que ella murió- dejó lo que estaba haciendo y se aproximo a Sasuke para acariciar su mejilla- yo no pertenezco a esta mansión, nunca lo he hecho… sin embargo, soy una Uchiha igual que tú


-no me dejes tú también


-no voy a dejarte y Naruto tampoco lo ha hecho-le sonrió ampliamente- me encargaré de arreglar las cosas con los Uzumaki


-¿nada de lo que te diga va a detenerte?


-hermano, yo debo irme


La siguiente maleta fue puesta en el suelo para que la siguiente también fuera llenada, entonces un tercero llegó a la habitación. Itachi veía a su hermana con los brazos cruzados sobre el pecho y una fina línea sobre sus labios.


-huir no cambiará nada


-no seas hipócrita, Itachi-volvió a hablar Okami- el primo de Naruto aún sigue esperándote-no me hables de huir


Bofetada con guante blanco, Itachi no fue capaz de defenderse. La reacción de su padre ante la relación de Sasuke le había dado un nuevo soplo de esperanza aunque no podía simplemente dejar todo tirado, no después de haber llegado tan lejos. En ese momento hubiera querido abandonarlo todo e ir tras lo que él amaba, pero seguía pensando en la culpa que le carcomía entero, seguramente su amado Deidara no tendría intenciones de recibirlo de nueva cuenta después de todo el daño hecho.


 


 


-_


 


 


Cuando la mayoría de las pertenencias de Okami estuvieron ya en el auto de los Inuzuka, ella estaba terminando de despedirse de sus hermanos. Definitivamente ellos eran lo único que valía la pena dentro de esa casa y haría lo que fuera para poder salvarlos de convertirse en lo que Mikoto quería, pero por lo pronto debería seguir su lucha desde un lugar diferente.


-prométeme que vas a llamar diario-le dijo Itachi queriendo que sonara como una orden


-lo haré sin falta


-cuídate-se despidió Sasuke


-tú también, hermano mayor


Después de un par de largos abrazos y un beso en la comisura de la boca para cada uno de sus hermanos estuvo lista para partir. Bajó las escaleras y al pie de estas, pasó de largo a Fugaku que no le había dirigido la palabra desde que estaba en la mansión recogiendo sus cosas, ella no pretendía comprenderlo del todo pero podía sentir que si no hacía nada, sus hermanos terminarían igual a él.


-Okami


La voz de su padre llamándola había sido un sonido raro, Fugaku rara vez estaba con ella y el escucharlo decir su nombre había sido algo importante. Ella se detuvo y giró para verle a los ojos, inmaculado e imperturbable, como siempre.


-para que lo sepas, yo amé… no, sigo amando a Nadeshiko 


Los ojos de la muchacha se llenaron de lágrimas e inevitablemente corrió hacia los brazos de Fugaku que la abrazó como siempre quiso hacerlo, por primera vez desde que esa niña había llegado a su lado sentía que realmente tenía derecho a llamarse su padre. Y después de un beso en la frente por parte del mayor, ella pudo irse tranquilamente.


Pero el que ella se fuera no quería decir que las cosas se hubieran apaciguado, al contrario, Mikoto seguía con esa mirada asesina y apretaba los puños tan fuerte que encajaba sus uñas en las palmas de sus manos. En cuanto el auto de los Inuzuka ya no fue visible ella fue directo con su marido que seguía mirando el sendero por el que se habían ido.


-¡Fugaku!


-sigo firme, Mikoto-se giró hacia ella-ahora, haz tus maletas porque te vas de esta casa-dijo mientras subía las escaleras- y espera noticias de mis abogados, quiero el divorcio 


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