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El único en mi vida (PAUSADO) En proceso de edición por Princesa de los Saiyajin

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Notas del capitulo: Aquí el nuevo capítulo, espero que les guste.
Solo tú y yo... ¡y nadie más!
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_VEGETA..._gritó Goku. Había volado a gran velocidad al sentir el ki del menor disminuir drásticamente. Se sorprendió tanto al verlo en el suelo.

Pero eso no era todo, se paralizó al verlo desnudo, golpeado, con sangre y semen escurriendo de sus piernas, con un líquido blanco en la comisura de sus labios. Rápidamente salió de su estado de "shock" y se adentró a su casa, tomó una manta y velozmente salió y lo cubrió con ella. Lo cargó en sus brazos, pudo ver como el menor lloraba, no abría los ojos, pero aún así escurrían lágrimas por sus mejillas.

_Vegeta..._susurró mientras sus ojos se humedecían, pero no quería empezar a llorar, tenía que contenerse para proteger a su amado_Nube voladora_dijo en voz alta, haciendo que ésta llegara a un lado suyo.

Rápidamente se subió en ella, y se dirigieron a la casa del saiyajin orgulloso. Triste, acariciaba los cabellos de ese joven apuesto. Lo veía tan... ¿cómo decirlo? ¿débil? ¿frágil? ¿delicado? Tal vez todo eso y más. Lo abandonó cuando más necesitaba su apoyo. Aún en los cielos, el príncipe lentamente abrió los ojos, pudiendo admirar a aquel de cabellos alborotados.

_K...k...r..to_dijo dificultosamente, realmente le faltaban energías.

_No te esfuerzes, Vegeta. Cuando ya hayas recuperado todas tus energías, hablaremos_dijo intentando contener las lágrimas, estaba a tan sólo poco de perder el autocontrol y abalanzarse sobre él, implorandole perdón.

Llegaron a esa vivienda. Goku, aún cargando a Vegeta, bajó de la nube Kinton y se adentró a la casa. Fue a la habitación de ese joven y lo dejó recostado en la cama, cubriéndolo con la manta y otras sábanas, aún hacía frío. Fue al baño y llenó varias cubetas con agua tibia, las puso cerca de la bañera, llenó un vaso con agua y le puso un poco de dentrífico al cepillo de dientes. Volvió con su amado, le quitó aquello que lo cubría y lo cargó, llevándolo al baño. Lo colocó con mucho cuidado dentro de la tina, de modo que se quedara sentado.

Fue a la cocina y tomó una taza, regresó y se arrodilló para quedar a un lado suyo. Llenó esa taza con el agua tibia, y la fue vaciando en la cabeza del menor, humedeciendo su cabellera. Una vez que quedó mojado por completo, agarró el cepillo de dientes y el vaso con agua.

_Vegeta, por favor, abre un poco la boca_pidió amablemente con la voz entrecortada.

El menor separó un poco los labios, y el mayor pudo introducir ese cepillo dental. Con mucho cuidado lo movió, para poder quitar todo ese rastro que quedaba de aquel sujeto, ya que se imaginaba qué era ese líquido blanco que había. Cuando terminó, colocó el vaso en sus labios y lo inclinó, de modo que el agua cayera en su boca. El menor, después de enjuagar un poco, la escupió. Repitieron el proceso hasta que los restos de Zarbon, y los residuos de ese sabor a menta con jabón se perdieron.

Tomó una esponja, una barra de jabón, y empezó a bañarlo. Se le dificultó un poco, ya que tenía múltiples heridas, y no quería causarle dolor. La razón por la que no había llenado la tina, es porque no tendría caso que se quedara ahí, sentado, entre el agua sucia llena de semen, sangre, tierra, y quién sabe qué más. Al terminar, lo envolvió en una toalla y lo llevó a su recámara, para recostarlo. Secó cada centímetro de su piel, y después, con un poco de dificultad, lo vistió. Se arrodilló a un lado de la base de la cama, apretó con ambas manos la mano del menor y empezó a llorar.

_Perdóname, Vegeta... No debí abandonarte. Debí quedarme ahí, esperando una explicación. Debí recordar cuando me dijiste "te amo", cuando me pediste que nunca te dejara, cuando me dijiste que jamás te alejarías de mí... Sentí que te había perdido para siempre, y eso era lo que más me dolía, porque te amo. Cuando me fui, estaba un poco molesto, no pensé bien las cosas, y te abandoné, y por mi culpa ese sujeto te hizo daño_dijo llorando, pero sí se entendía lo que decía.

_Kakaroto... acércate..._dijo en voz baja.

El mayor se acercó a él, a tal forma que sus rostros estaban a tan sólo cinco centímetros de distancia.

_T-tú no tienes la c-culpa de nada... Si te hubieras q-quedado ahí, él te hubiera hecho lo que m-me hizo, y eso jamás me lo p-perdonaría... Te amo, c-cabeza de alcornoque. Jamás podría sentir e-esto por alguien más... Apréndetelo, cabeza hueca_dijo dificultosamente, pero tenía una sonrisa en su rostro.

_Vegeta, ¿realmente me amas tanto?_ preguntó. Ya había dejado de llorar, pero aún se sentía culpable.

_Sí, insec-cto. Aunque no lo demuestre, eres lo más importante en mi v-vida.

_Y tú eres lo que más amo Vegeta... Te prometo que siempre te amaré y jamás te abandonaré...

_Yo tampoco te dejaré, K-Kakaroto...

Ambos, se prometieron amarse por siempre. Realmente era amor, y duraría para toda la eternidad. Ya no importaba nada más. Si veían algo que causara una sensación de traición, la dejarían de lado, porque confiarían en el otro. Se amarán, y eso era lo único que realmente importaba.

Goku se puso de pie, se acercó a su príncipe, lo tomó del rostro con ambas manos, se acercó y le besó la frente, después le dio un beso en la nariz, y, por último, depositó sus labios en los suyos, dándole un amoroso y suave beso.

_Te prepararé algo de comer_dijo y se retiró a la cocina. Recordó que estaban esos robots, así que sólo tuvo que darles la orden. Abrió el frigorífico y vio ese pastel que su amado le preparó con mucho amor. Recordó su cita, la felicidad que sintió, la manera en la que se la habían pasado... Y una gran idea pasó por su mente.

Después de comer, el príncipe ya tenía energías, no tantas pero sí las suficientes. Sin embargo, no podía caminar, y muy difícilmente podría moverse. Su cuerpo estaba muy lastimado, tardaría unos días en reponerse.

_Kakaroto, ¿por qué estás tan feliz? no has dejado de sonreír_preguntó al verlo con una emoción y alegría muy notoria.

_Bueno... cuando tú me invitaste a la cita, me sentí muy feliz, y me la pasé muy bien... sé que estás triste por lo que pasó, y yo también lo estoy, pero por eso quiero que tengamos una cita para que te levantes los ánimos.

_Está bien... pero me tomará tiempo pensar a dónde ir y qué podamos hacer...

_Ya lo tengo planeado, iremos cuando anochesca, ¿verdad que dices que sí?

_Sí, Kakaroto.

_Entonces, dame una hora para terminar de arreglar todo. Quiero que sea tan agradable como la que tú planeaste para mí_dijo feliz y salió corriendo de la casa, para llamar a su nube voladora y emprender vuelo hacia ese hermoso lago que había visto.

Al llegar, pudo ver la forma que tenía esa laguna, la verdad se sonrojó, pero creyó que sería aún más romántico. Buscó una gran piedra con superficie lisa, y la colocó justo al centro. La superficie sobresalía, así que podrían estar ahí arriba sin mojarse, aunque esa no era del todo la idea. Se acercó a los rosales.

_Lo siento, pero el chico que amo está muy triste y quiero darle una gran sorpresa_le pidió disculpas a la planta. Cortó varias rosas, y las colocó al centro de esa roca. Pero también cortó los pétalos y los esparció en el agua cristalina.

Regresó con su amado, estaba ansioso. Llegó y se adentró a su habitación, donde lo vio mirando al techo de manera soñadora mientras se tocaba el abdomen. Pudo escuchar un "Algún día te daré un hijo, Goku". Al principio le sorprendió, lo llamó "Goku" en lugar de "Kakaroto", y también soñaba con formar una familia. Entró, y el menor, un poco nervioso lo recibió.

_¿Kakaroto... cuánto t-tiempo llevas aquí?

_Lo suficiente como para escuchar que quieres que formemos una familia.

_Y-yo..._dijo titubeante. A decir verdad, no tenía ni la menor idea de cómo excusarse ante ello.

_Descuida, Vegeta. Sé que eres muy enojón y no demuestras tus sentimientos, pero me alegra demasiado saber eso que acabas de decir_dijo mientras se acercaba y lo besaba suavemente. Se retiró y le sonrió_Guardaré todo lo que necesitaremos.

Goku tomó la mochila que estaba en una silla, obviamente era la que se llevaba a la escuela. Sacó todos los útiles escolares, y los colocó en una mesita. Se acercó al armario y empezó a guardar un cambio de ropa para el menor, así como la ropa que él vestía el día anterior, ya estaba limpia (cortesía de los robots). Se adentró al baño y sacó dos toallas, las guardó junto con lo demás. Tomó su manta y una sábana blanca y la puso con lo otro.

_Kakaroto... ¿acaso vamos a ir a acampar? ¿o iremos a la militarizada?_preguntó en tono burlón al ver la pobre mochila, ya no le cabía absolutamente nada.

_Tienes razón, llevo muchas cosas_dijo y comenzó a buscar qué era lo que no necesitaría. Sacó un par de calcetines y sonrió_ ¡Ahora sí!

El príncipe se palmeó la frente. El más alto se acercó a él y lo abrazó. Aún no podía moverse muy bien, le dolía mucho el cuerpo, por eso aún se encontraba recostado, pero eso no evitó que el mayor lo abrazara. Se recostó junto a él, y lo envolvió en sus brazos, abrazándolo protectoramente mientras acariciaba su cabellera que asemejaba a una llama.

El tiempo pasó rápido, que cuando voltearon a ver hacia la ventana, el cielo estaba oscuro, pero con estrellas brillando. El príncipe se intentó poner de pie, pero al querer dar un paso sus piernas temblaron y casi cae al suelo, su novio lo tomó de la cintura antes de que cayera.

_Vegeta... no puedes caminar, te lastimarás_le dijo. Tomó la mochila y se la colocó, después cargó en sus musculosos brazos al más bajito y empezó a caminar, salió del hogar y empezó a volar.

Pasaron los minutos en silencio, pero cuando llegaron, aún en los cielos, el saiyajin orgulloso pudo ver dónde tendrían su cita. Se sonrojó, realmente era un lugar bello y romántico, y posiblemente nunca antes nadie había estado ahí. Aterrizaron en el suelo, y Goku lo dejó ahí, a un lado del lago. Se fue a la roca lisa que había puesto, y empezó a acomodar todo. Colocó su manta, y arriba la sábana, sacó todo y lo puso en una esquina. Regresó por su amado y lo llevó a ahí. Le empezó a quitar la ropa, con mucho cuidado de no hacerlo bruscamente y lastimarlo.

El menor, con un tono carmesí en sus mejillas, no pronunciaba palabra. Supuso que el mayor querría que se metieran a nadar, pero eso no evitaba que se pusiera nervioso, principalmente porque lo dejó completamente desnudo. Goku, rápidamente se desvistió. Ayudó a Vegeta para que también pudiera entrar en el agua tibia.

_Supuse que el agua, con esta temperatura, te ayudaría a relajar tus músculos_dijo sonriente. Lo tenía sentado a su lado derecho (el agua no era tan profunta, pero había una gran roca sobre la que tomaron asiento), el agua llegaba a la altura de su pecho. El clima de ese día, por la mañana, era frío. Estaban en otoño, y obviamente debía hacer un poco de frío. Pero tal pareciera que el universo se puso de su lado, e hizo el clima más agradable, volviendo ese momento aún más especial. Goku pasó su brazo sobre su hombro, abrazándolo. El príncipe se sonrojó, pero no era por eso, estaba juntando valor para decirle todo aquello que quería confesarle desde ya hace tiempo.

_Kakaroto... cuando estoy contigo cambio. No puedo ser tan sanguinario, orgulloso, grosero, vanidoso, ni serio... Quizás, sí lo soy, pero no tanto como lo era antes de conocerte... El Sol, ilumina y da calor, y por esa razón los terrícolas se mantienen con vida... Tú eres mi razón de ser, sin ti no puedo vivir, ¡TU ERES MI SOL! Por favor, jamás dejes de brillar para mí_dijo. Al fin confesó eso que tanto deseaba decirle.

_Jamás te dejaré, mi dulce príncipe_dijo y le dio un beso en la mejilla.

Permanecieron así, en silencio. Las luciérnagas volaban cerca, con ese brillo tan hermoso y único que tienen. Crearon un ambiente perfecto. Un ambiente mágico. Un ambiente romántico.

Después de un rato en silencio, ambos tuvieron que salir de esa agua cristalina. El de cabellos alborotados nuevamente lo ayudó, y después se encargó de su arreglo personal.

_Kakaroto..._dijo mientras intentaba ponerse de pie, se le dificultaba mantenerse así y no caer.

_Vegeta_dijo mientras se ponía de pie y lo tomaba de la cintura_No debes esforzarte tanto, o sino te lastimarás y...

_Quiero prometerte algo..._dijo con un tenue rubor.

_Pero me lo puedes prometer sentado...

_No... de verdad tiene que ser de pie.

_Está bien_dijo resignado a la actitud terca del otro, pero a la vez confundido, ¿cuál era esa promesa tan importante, que es necesario estar de pie al hacerla?

La luna llena estaba en su punto alto, iluminaba ese lugar en el que estaban, era testigo de eso que ocurría. Vegeta lo tomó de las manos, y ambos se vieron fijamente a los ojos.

_Yo, Vegeta, Príncipe de los saiyajin, te tomo a ti, Kakaroto, mejor conocido por los terrícolas como "Son Goku", como mi legítima y única pareja. Prometo serte fiel, amarte y cuidarte en la salud y en la enfermedad, en la pobreza y en la riqueza, en las alegrías y en las tristezas, en los problemas y en los momentos agradables, por toda la eternidad, incluso aunque que la muerte nos separe, y nuestras almas se reencuentren en el otro mundo para continuar con este amor y esta promesa_dijo sonriendo sin dejar de verlo a los ojos. El mayor también tenía algo que prometer, así que aprovechó el momento.

_Yo, Son Goku, mejor conocido por los saiyajin como "Kakaroto", te tomo a ti, Vegeta, Príncipe de los saiyajin, como mi única pareja. Prometo amarte, serte fiel, respetarte y cuidarte en la salud y en la enfermedad, en las batallas y peleas, en las alegrías y en las tristezas, en las buenas y en las malas, por el resto de la eternidad, cuando hayamos muerto y nuestras almas se reúnan en el otro mundo_dijo con una sonrisa de esperanza, alegría y amor.

Acercaron lentamente sus rostros, y sellaron esa promesa con un beso.

Mañana sería otro día, dejarían de lado aquel pasado tan triste. Sería otro día para reír, abrazarse, besarse, demostrarse su cariño, y sobre todo, amarse.

Ese momento era incomparable, esa promesa la hicieron de todo corazón, su vida era para el otro. La luna fue testigo de aquella hermosa promesa de amor verdadero.
Notas finales: Perdí inspiración, y creo que quedó feo, en mi mente se escuchaba mejor :(

En fin, pienso desarrollar la historia con todas las sagas de dragon ball Z, pero quiero saber si quieren otras peleas con otros enemigos, ya sean de su creación propia o de dragon ball, o dragon ball GT. O peliculas (menos las que ocurren en el tiempo de dbz) lo que quiero es escribir sobre cómo superan batallas, antes de que tengan su "primera vez". Si quieren mandar una idea propia de enemigo, manden sus características y mas o menos qué quieren que ocurra. Si no quieren, bueno no importa.

Supongo que eso es todo, ¡hasta la próxima!

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