Sasuke estaba en clases de matemáticas hablando con Sakura. Se habían hecho buenos amigos después de que el azabache le confesara que no tenía interés en ella.
Al principio le dolió a la joven, pero supo aceptarlo.
-¿Crees que volverá pronto? -Susurró mientras miraba por la ventana.
-No lo sé. Tengo miedo de no volver a verlo nunca más... -Contestó la chica.
El maestro que escuchaba atentamente sonrió, sabía que hoy llegaría uno de sus alumnos favoritos.
-Chicos tengo algo que avisar. -Todos prestaron atención a su maestro, observando atentamente.- Miércoles hay prueba, ¡estudien!
-Genial... Pensé que nos diría algo sobre Naruto, hace dos meses que no sabemos nada de él.
-Ah... Se me olvidaba ho--
En ese momento tocaron la puerta, el hombre sonrió aún más.
-Justo a tiempo Naruto. -Susurró para después abrir la puerta alegremente.
Toda la clase estaba atenta al movimiento de la puerta, y cuando se abrió la mayoría quedo anonadada.
-¡Es Naruto!
-Pensé que había muerto.
-Yo creía que se había ido, ¿por qué no se fue?
Tan pronto como había puesto un pie en la habitación comenzaron los murmuros y rumores sobre él.
-Ahora ni siquiera tiene cabello.
Quiso salir corriendo y volver a su hogar o por lo menos al hospital, pero luego vio las caras alegres de sus amigos y no le importó nada más.
Pero a cierta persona le molestaban demasiado esos comentarios sobre el chico, especialmente porque conocía a su padre íntimamente. Eran muy buenos amigos.
-Si vuelven a hacer un comentario sobre lo que pasó ese día o de cómo es Naruto ahora me aseguraré de que nunca salgan de detención. ¿Entendieron?
Todo el salón asintió lentamente.
Naruto se sintió mejor, por lo menos su maestro lo apoyaba.
-Gracias Kakashi-sensei... -Ambos sonrieron y el chico se fue a sentar a su antiguo pupitre.
-Hola Sasuke, Sakura. -Ambos le sonrieron, cosa que le sorprendió por parte del azabache.
-Hola Dobe, ¿qué te pasó...?
Sabía que era una pregunta estúpida y fuera de contexto. No quería incomodarlo, pero tenía curiosidad. Había buscado los síntomas que su amigo presentó ese día miles de veces y ninguna de las respuestas eran de su gusto.
-...
-No puedo creer que hayas preguntado eso Sasuke-kun. -La chica también estaba pensando en qué podría tener su compañero y amigo, pero no podía preguntar.
-No te preocupes Sakura, está bien. -Sonrió ampliamente.- Bueno... Fue algo complicado al comienzo, ya saben... Por las noticias y todo eso.
En ese momento toda la clase estaba escuchando lo que decía el chico, incluso Kakashi.
-¡Ve al maldito punto, calvo! -Gritó un chico, Naruto lo miró amenazante. No había cambiado en nada su actitud con los demás.
-Cáncer... Cerebral. -Respondió secamente y bajando la mirada.
XNaruto POVX
No quiero llorar, ya lo superé... ¡Tsunade Obaa-chan incluso me llevó a terapias!
Sentí que alguien me tocó el hombro, era Sasuke.
Me estaba mirando con empatía y luego miró al chico que había dicho eso.
-No les hagas caso... -Asentí levemente y sentí otra mano, esta vez era Kakashi-sensei.
-Yo les advertí. -Dijo mientras miraba a todos mis 'compañeros'.
-¡Pero Sensei...!
-Sin peros, a la oficina del director. No creo que le guste que molesten a un compañero por una enfermedad. Y menos a su nieto.
El chico se levantó a duras penas y con una mirada de odio hacia mi. Bah, cómo si me importara. Él solito se metió a ese problema.
XNormal POVX
Las clases pasaron lento para Naruto, no tenía ni siquiera su cuaderno de dibujos como para hacer un boceto, o algo. Nada.
Sasuke lo pasaba mirando, no había cambiado en nada su forma de ser. O por lo menos por lo que alcanzó a conocer no.
En esos dos meses Sakura y otros amigos del chico le hablaron de él, incluso de lo poco que sabían de su pasado. Lo que era casi nada...
Y eso le intrigaba, ¿por qué no sabían de él? Si mal no recordaba, Naruto era uno de los que más tiempo llevaban en el internado.
-Naruto... -Estaban en lenguaje, con el maestro Iruka.
-¿Hmm?
-Ten. -Se dio vuelta y vio un pequeño regalo que tenía entre las manos su amigo.- Lo estaba guardando para cuando regresaras, espero te guste.
Naruto asintió y lo recibió alegre, abriendo inmediatamente el envoltorio.
Sasuke se alegró al ver el brillo en esos ojos azules.
-¡Muchas gracias!, pero... ¿cómo? Estas cosas cuestan una fortuna. Y creía que eran limitados...
-No hay nada que no pueda hacer por un amigo. Además, tus lápices estaban muy viejos... Más que tu abuelo.
-Sabes que si se entera te castigara... -Ambos comenzaron a reír para luego ser callados por el castaño a cargo.
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Ya era hora de almuerzo y Naruto no estaba en ninguna parte, o eso creía Sasuke, que hace más de veinte minutos lo estaba buscando.
La verdad el chico estaba en la enfermería, comiendo lo que su abuela le había preparado. Ya no podía comer ramen, ni muchas otras cosas.
Tenía una estricta dieta... Y la odiaba.
-¿Ya me puedo ir?
-¿Tomaste tus medicamentos?
-Sí, sí...
-Entonces sí.
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Ahora caminaba por los pasillos, sin esperanzas de poder encontrar a su compañero.
-Tsk...
-¿Por qué tan molesto Teme?
Se dio vuelta y encontró a Naruto, ahora con un gorro naranjo.
-Te estaba buscando.
-¿Por qué? -Se acercó más y Sasuke se comenzó a colocar tenso, sentía que la sangre se le iba a las mejillas.- ¿Tienes fiebre...?
-¡No!, solo... Quería que supieras que siempre estaré a tu lado, pase lo que pase.
-Gracias Teme, lo mismo digo yo. Por eso si algún día necesitas mi ayuda ven a buscarme. -Naruto le dio una gran y sincera sonrisa, mientras que Sasuke solo rió levemente.
-¡Deja a Naru-chan idiota!
Neji había salido de la nada y le dio un puñetazo a Sasuke, llevándose a Naruto consigo.
-¡Neji, para! ¡Creo que le está sangrando la nariz!
-¡No me importa!