Sasuke estaba buscando por todas partes, su nariz aún sangrando, pero era lo que menos le importaba en ese momento.
Sentía una opresión en el pecho al ver a Naruto con ese tipo, no tenía ni idea del porque... Solo una vez había tenido la misma sensación, ¿pero podía ser lo mismo?
Con una mano en la nariz, tratando de evitar más sangrado siguió caminando, preguntando de vez en cuando si lo habían visto.
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Naruto seguía con dificultad el paso de Neji, quien aún no soltaba su muñeca.
-¡Neji, para! ¡Me lastimas!
-¿Por qué lo prefieres a él...?
Neji soltó a Naruto lentamente mirando el piso.
-¡¿Por qué yo no?!
-¿Q-Qué...?
-Naruto, yo te a--
-¡Naruto! -En ese instante llegó Sasuke, tomando de la muñeca al menor.
Neji lo miró con rabia.
-¡Suelta a Naruto!
-No.
-¡Le haces daño!
Naruto miró a ambos chicos, no entendía nada de lo que pasaba. Pero con tanto movimiento se había mareado.
Pronto comenzó a tener arcadas.
-¡Naruto! -Gritaron ambos chicos viendo como éste vomitaba.
-¡Idiotas! -Se limpió la boca rápidamente con la manga de su chaqueta y se fue corriendo, sin importarle los otros dos.
-Mierda... -Dijo Neji, golpeando la pared.- ...Esto es tu culpa Uchiha.
-¿Mía?, tú empezaste. Y ahora Naruto seguramente no nos quiere ni ver.
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Mientras iba corriendo escucho varios murmuros de los otros estudiantes.
-"Seguramente ya se enteraron." -Pensó.
Se detuvo, si seguía corriendo vomitaría nuevamente.
Se apoyó en una pared, alejado de las demás personas que lo miraban con curiosidad y empatía.
Con cuidado se levantó la manga; tenía moretones en la muñeca.
-Maldición... -Susurró,- ...Baa-chan me va a regañar.
Cuando comenzó a caminar lo empujaron al piso, seguido por varias risas.
-¿Qué quieres? -Se sentó, tocándose la cabeza, no se había golpeado en ella. Eso era bueno.
-No te hagas el tarado, por tu culpa me castigaron.
-¡Yo no he hecho nada!
-Solo quieres dar pena, ¿verdad? Para que te tomemos atención.
Naruto se enfureció, levantándose para poder darle un golpe, pero dos chicos lo detuvieron afirmando sus brazos.
-Solo porque tus padres ya no te aman.
Esas palabras dolieron más que los golpes que le siguieron.
El tema de sus padres siempre había sido uno complicado, especialmente ahora.
-¡Dejenlo! -El chico alzó la vista para ver a Sasuke, bastante enfurecido.
-Largate, no quieres terminar como él.
Lo arrojaron al piso, los tres bravucones mirando fijamente al azabache. Éste solo sonrió.
Nadie sabía que Sasuke Uchiha había ido a clases de karate, y menos que era cinturón negro.
-¿Estás bien? -Dijo mientras le daba un último golpe en la cara a uno. Dejándolo inconsciente.
-...
-Disculpa por lo de antes...
-Disculpa aceptada. -Ambos se sonrieron.
-Y por haberte salvado ahora irás el sábado a mi casa.
Naruto lo miró como si le hubiera salido una tercera cabeza.
-¿A tu casa?, ¿a qué?
-A almorzar, pero si quieres hacer algo más por mi no hay problemas. -Dijo en un tono coqueto.
-A-Almorzar está bien. -Contestó sonrojado y mirando el piso.
-Genial.
El sábado.
Naruto estaba nervioso, sería la primera vez que iría a la casa de alguien más, también sería la primera vez que saldría por otra cosa, no solo por salud.
Tal vez podría conocer un poco más la ciudad, ver y conocer gente importante. Estaba ansioso.
-¿Estás listo?
Sasuke lo había ido a recoger hace unos diez minutos, él había ido antes para preparar algunas cosas.
-Sí. -Dijo con una sonrisa.
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Sasuke bajó del auto y abrió la puerta trasera donde iba Naruto, éste estaba totalmente emocionado. Seguramente nunca había visto una mansión.
-¡Es gigante!
-No es para tanto... -Dijo Sasuke, avanzando.
Si Naruto estaba sorprendido por la inmensidad de afuera no se lo pueden imaginar cuando entró.
Toda la decoración, los muebles, las cortinas, todo. Todo era perfecto.
-Tus padres tienen muy buen gusto.
-Muchas gracias, Naruto-kun, nos costó mucho decidir.
Susodicho se dio vuelta y miró a la que suponía, era la madre de Sasuke.
Era realmente bella, y emitía un aura de alegría y cariño, le recordaba a su propia madre.
-Madre, este es Naruto. Naruto esta es mi madre.
-Como dijo Sasuke. -Sonrió levemente.- Soy Mikoto Uchiha, mucho gusto.
-Naruto Uzumaki.
Naruto la observó de cerca, tenía el cabello bastante corto, no como en las fotos que Sasuke se pasaba mostrando.
-Me corté el cabello hace unos meses. -Dijo.
-D-Disculpe, no quería incomodarla.
-No pasa nada, Naruto-kun.
La mujer se dio vuelta, sacando de un mueble una caja naranja con toques azules y negros. Se veía bastante elegante.
-Esto es para ti.
Ambos Uchihas estaban sonriendo, esperando que recibiera el obsequio.
-No puedo aceptarlo, Mikoto-san...
-Vamos, ¡abrelo! Es para ti.
Con dudas aceptó, tratando de no romper el envoltorio.
-...¡!
Dentro había una cabeza de maniquí con una peluca puesta, se parecía mucho a su cabello en forma.
-Es cabello natural. -La mujer apuntó su cabeza, sonriendo.
Naruto la miró y corrió para abrazarla.
-M-Muchas gracias, Mikoto-san.
Había comenzado a llorar de felicidad, no le importaba que estuviera Sasuke.
Aunque no lo admitiera extrañaba demasiado sus cabellos dorados.
-No hay de qué. Ven, te ayudo a colocarla.
Asintió, pacientemente esperando a que estuviera bien colocada.
-Se ve bien el negro en ti, Dobe.
-Gracias, Teme.
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Naruto se ve igual que Menma ahora, solo que no tiene Sharingan ni nada de eso (a07;∀a07;)