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Entre un Kilómetro y un Milímetro por AndyStrangeMc

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-Mis intuiciones...- me quedé pensando y repitiendo eso en mi mente por al menos media hora. -Miedo a ser tocado...- generalmente se daba en personas que habían sido maltratadas en exceso pero más en aquellas que habían sido violadas y por las palabras de Akashi sé muy bien cuál de las dos es la razón. No me equivoco con facilidad pero esta vez en verdad deseo estarlo. 

 

Exhalar no me relaja del todo, ¿Qué es lo que siento por Takao?. Desde el  primer día aquí no lo vi como a un paciente, ni con lástima o algo similar. Tengo ese sentimiento un tanto enfermo; Quiero llegar a tocarle el cabello, entrelazar las manos y besar sus labios... Amor carnal. 

 

-No...- Un eco de palabras -No debo sentir esto...-

 

~

 

-Furihata Kouki ¿un nombre curioso no?- Fukui se había sentado en la orilla de la mesilla, mascando chicle ruidosamente. -Una persona con un enorme sentido de inferioridad.- le enseño el papeleo reunido.

 

-Te he dicho que no masques chicle aquí.- Kagami se tomaba las cosas seriamente, no le gustaba el desorden aunque él en verdad lo era. -¿A quién se lo debería asignar?- preguntó en voz alta, aunque no tanto para que el otro respondiera. 

 

-Nijimura. Necesita a alguien que sea firme pero con las palabras adecuadas- tronó una bomba de goma. - Himuro es muy relajado además que Aomine y Midorima ya tienen bastante trabajo.-

 

-Nijimura... No es mala idea- sacó el sello de aceptación y oprimió contra las blancas hojas. -Llega el mismo día que ellos ¿cierto?- revisó los días y respondió solo a su cuestión. -Ve a divertirte con los análisis- 

 

-Como ordene 'jefe'- marcó la última palabra con mofa, huyendo antes de que el apodado tigre mencionara más. 

 

-Ese idiota.- sonrió y acomodó algunos archivos y se preparó para salir a almorzar junto a Kuroko como lo había prometido. Se sentía cansado por la salida de ayer, pero más por haber contado lo sucedido con Kuroko, no importaba cómo, le ayudaría al pequeño fantasma. 

 

Cerró la oficina con llave y código, sabía de las 'travesuras' de Akashi y no quería ser -nuevamente- víctima de él, ni que de pronto aparecieran las cosas ordenadas de diferente manera. Se trató de desarrugar la bata con las manos, percatándose de una leve mancha de café en ésta.

 

-Kurokocchi~ tu piel es tan suave~- la escena era épica, no tenía otra palabra por el momento. Kise abrazaba fuertemente a Kuroko, pegando su mejilla a la de éste y frotándola al mismo tiempo, como si fuera un gato. -Tan blanca y tersa... Te podría comer Kurokocchi~- susurró dando un ligero beso que sonrojó al pelirrojo presente. 

 

Sin embargo la cara de inexpresión de Kuroko lo era aún más sorpresiva. Se dejaba hacer como si un muñeco fuese, tan tranquilo y relajado que podría decirse que disfrutaba de los mimos.

 

-Kuroko- interrumpió por fin Taiga, desatando un fuerte bufido de Ryouta.

 

-"Me lo quitará"- pensó el ex Modelo con una cara de pocos amigos dirigida al doctor. -Kagamicchi lo siento~ pero Kurokocchi está conmigo- sonrío apretando al de cabellos celestes contra él.

 

El joven pálido volteo hacia arriba y encontró los ojos rubíes, deshaciéndose del abrazo y yendo hacia los pectorales del psiquiatra con entusiasmo.

 

-Lo lamento Kise, pero es otra victoria para mí- sonrío de forma orgullosa y victoriosa. -Quizás sea a la otra- dio la vuelta para irse con 'su cita'

 

-Tsk- soltó formando un puchero, su Kurokocchi le había abandonado de nuevo. 

 

~

 

Principios de julio, día tres para ser exactos. Las lluvias seguían siendo constantes y cada vez más densas sin embargo eso no ayudaba a reducir el calor que se sentía por todos lados. Hoy conocería a dos compañeros más, le intrigaba poco la verdad, no se especializaba en ser un fijado o alguien que siempre está al pendiente de su entorno, 'distraído' así le gustaba llamarse. 

 

Había llegado una hora antes ya que era día de reporte de avances, se fijó en la fecha y recordó que pronto se haría más viejo. 

 

-26...- resopló en voz baja. Soltó momentáneamente la pluma y recordó que ese día se le daría de asueto. -Tendré que mover las citas para otro día- La madre de Kise era quien iba usualmente a preguntar por la salud de su hijo, jamás había visto por ahí a otro familiar o amigo, ya creía las palabras que le había dicho en varias consultas. Además que hablar con la señora era exhausto.

 

Era una mujer ni tan vieja para la edad que tenía Kise, le calculaba al menos unos 50 años, era delgada y con cabellos dorados al igual que sus ojos, era engreída y no hacía nada para ocultarlo. Siempre iba preguntando cuándo podía llevarse a Ryouta con ella, pero Midorima sabía que no era preocupación de una madre por un hijo enfermo, sino un interés.

 

Por otra parte la familia Murasakibara era totalmente diferente, siempre veía a los hermanos mayores de Atsushi Por ahí, se conocía a todos aunque el mayor era quien normalmente iba. Otra cosa que le llamó la atención es que todos tenían estatura promedio además que ninguno parecía tener una obsesión parecida a los dulces. 

 

Hoy estaría hablando con Murasakibara Akira, el primogénito y por la tarde con el menor. Sabía por dónde iban las cosas, sin embargo la cura no sería pronta, ni siquiera tenía una idea de cómo afrontarlo realmente, deseó poder estudiar al menos otro diplomado en trastornos obsesivos-compulsivos. 

 

~

 

-¡Bro!- saludó un efusivo azabache, abrazando a Kagami. -¿Cómo van las cosas por aquí?

 

-Van... Ya sabes.- sonrieron, habían hablado inglés en ese momento, al percatarse continuaron en japonés. -Debe ser pesado trabajar cuando apenas llegaron ayer. Hay personas que deben conocer.-

 

-Entonces sí contrataron a alguien más, me alegro. Haizaki era insoportable y en lugar de ayudar solo alteró más a Kise- se cruzó de manos recordando aquél episodio. -No puedo creer que haya querido coquetear con él-

 

-Y menos diciéndole que la cicatriz le quedaba perfecta- Se preguntaron cómo fue que había podido llegar a ser un médico, lo más seguro es que había pagado por ambos títulos. 

 

-Después de hablar con Akashi se fue. Eso fue lo que dijo- caminaron hacia la oficina del pelirrojo, aprovecharían para tomar un café. -¿y al nuevo como le va? Ya lleva buen tiempo, casi rompe el récord.- 

 

-Mejor de lo que pensé, Midorima es alguien muy capaz, aunque es un rarito. También es muy serio con nosotros pero con los pacientes siempre se comporta más amable y paciente- le dio la taza al otro. -Nunca le he escuchado quejándose de Akashi, aunque a veces se queda mudo después de hablar con él pero hasta ahí- 

 

-Al parecer dimos con el indicado.-

 

 

-Midorima-san, buenos días- Saludó el peli-morado entrando a la oficina del de anteojos seguida de una reverencia de cortesía. 

 

-Murasakibara-san, tome asiento por favor- ya tenía preparado los informes y algunas fotografías de Atsushi, ya que particularmente en ese psiquiátrico no se permitían las visitas. El joven que en realidad pasaba de los treinta tomó asiento frente al médico. -Tengo que decirle que su raciocinio va mejorando, no ha vuelto a comer insectos y las plantas ya son menos recurrentes. 

 

Mostró una mirada afligida, como siempre lo hacía cuando veía las fotos de su hermanito, él y sus demás hermanos tenían muy consentido al gigantón. -Jamás pensé que la muerte de mi padre podría desencadenar esto. 

 

-Las circunstancias y la edad que tenía en ese entonces también influyeron. Pero no podemos asegurar que esa fuera realmente la causa de todo- 

 

Cuando el pequeño -que ni siquiera a sus 8 años tenía una estatura promedio- De los Murasakibara, tuvo que afrontarse  a que su padre cometió suicidio, la oferta laboral era poca y el señor tenía varias deudas acumuladas en su haber. No tenía más de 43 cuando tomó la decisión de acabar con su vida. Atsushi no entendía como un hombre tan alegre y que siempre le daba dulces le había dejado de esa manera ¿Por qué lo había hecho? Se sintió culpable, él siempre le exigía más y más caramelos aunque su trastorno no se desató hasta la pubertad, más de seis años después del fallecimiento de su progenitor. 

 

Y a Shintarou le ponía ansioso los casos relacionados con el suicidio, era un tema delicado en su vida aunque 'gracias' a un suicidio se había decidido por psiquiatría y no por cardiología como lo había pensado antes. 

 

-Me alegro que usted se encargará de él, han sido años duros para él y lo extrañamos mucho- Ya en sesiones anteriores el hermano mayor se había desahogado con Midorima, le comentó que no tenía planes de formar una familia hasta que viera a Atsushi curado, pues él era quien pagaba el costoso psiquiátrico "un buen hermano" pensaba. 

 

-Es mi deber además que Atsushi es un buen muchacho, tenemos que tratar también su inmadurez y... Si no me fallan los cálculos, en un año podrá restablecerse en la sociedad.-

 

-Suena como mucho tiempo, pero confió en usted Midorima-san, todos los psicólogos me decían que seguramente era una faceta de rebeldía y gracias a malos consejos lo dejamos llegar a este punto... Fuimos unos descuidados.- 

 

-Tranquilícese, este tipo de casos son más normales de lo que cree, son una buena familia y siempre han apoyado a su hermano. La reunión llegará pronto.- 

 

Estuvo conversando con el ingeniero hasta despejar cualquier duda de ambos, le vería en dos o tres semanas de nuevo a él o a Ran el hermano que le seguía. Ahora le quedaba hablar con Atsushi.

 

~

 

-Nijimura-san, necesito hablar con usted- le indicó Kagami al mencionado, irían a la sala donde dejaban los archivos de los pacientes. 

 

Nijimura era el mayor de todos ahí, de hecho era bastante inteligente y tenía la propuesta de tener el puesto que tenía Kagami, sin embargo lo rechazó por la carga que sería además que le gustaba estar atendiendo a los pacientes directamente. No por nada había escogido ese trabajo. 

 

-Me asignas al nuevo ¿me equivoco?- no le molestaba. -Si me lo asignas a mí debe ser alguien peculiar-

 

-Complejo de inferioridad.- contestó tajante. Le tenía respeto y un tanto de miedo a su superior por lo que mantener una conversación con él era estresante y a la vez aterrador. 

 

Se cruzó de brazos. -Perfecto, el mocoso se recuperará rápido- No era un comentario, era una decisión y una verdad. 

 

Discutieron sobre el historial, el joven de 19 años estaba en su habitación esperando a su nuevo doctor, acostado en la cama y pegado a la pared como asustado de la sociedad. Nijimura se excusó yendo a ver a su nuevo 'polluelo', tendría que hablar y hablar con él, ese tipo de personas suele tardar en hablar de sus problemas por creerlos "de no importancia" le enferma a escuchar esas estúpidas palabras constantemente. 

 

Kagami por su parte tenía que ver a Akashi -lamentablemente- iría a hablar con él sobre unos nuevos análisis, detestaba hacerlos ya que incluían sacar al pelirrojo de su cuarto para transportarlo a la sala de estudios que al menos se encontraba en el mismo hospital. 

 

Akashi sabía cómo manejarlo y tratarlo, que lo tratarán con tanta familiaridad le sacaba escalofríos pero no podía hacer nada, pero él era encargado de ese tipo de asuntos y no podía pedirle más a Midorima, él ya tenía con tratar al 'emperador' toda la semana. 

 

No tocó, solo introdujo el código para tener acceso. Siempre quiso que la puerta de aquel joven tuviera una cerradura propia con un candado pero no podía, por motivos de seguridad todas se abrían con un código para que así, si hubiese alguna emergencia, todas las puertas se abrirían. Su oficina y la de archivos eran las únicas con una llave aparte.

 

 -Taiga, me alegra tenerte aquí- ¡Joder! Y justo había ido cuando el sádico estaba a flote.

 

-Akashi, solo vengo a confirmarte lo que seguramente sabes- titubeaba, parecía un novato ante Seijuuro. -Pasado mañana te haremos Unos nuevos análisis, Midorima solo quiere tener más información acerca de ti. 

 

-¿y podré tener la dicha de tu compañía? Taiga- como pronunciaba su nombre, un énfasis lento y elegante. 

 

-S-sí- lo torpe -e idiota- no se le quitaría. -Te veré pasado mañana. Descansa.-

 

-Te veré, siempre- una sonrisa tétrica se formó en sus labios. 

 

 

~

 

-Atsushi ¿Cómo recuerdas a tu papá?- hablaba con él mientras comía algo que el doctor desconocía de qué se trataba. No le llamaría la atención por ahora.

 

-Él era muy trabajador y alto- puso una mano a una altura más grande que la suya.

 

-¿Lo extrañas?

 

Dudó, apretó los labios y pensó poco. -Sí, siempre me cargaba en su espalda y decía que era un enano- frunció el ceño, odiaba ser llamado por ese apodo. 

 

No llegaba a ningún lado, no notaba algo digno de rescatarse. -Pero quiero que me cuentes qué sentiste cuando te enteraste de lo que hizo tu padre. ¿Decepcionado? ¿Triste?-

 

-Molesto.- le veía a los ojos. -Prometió regresar a casa... Pero no lo hizo nunca más Mido-chin, rompió su promesa- 

 

-¿Crees que hizo bien al tomar esa decisión?

 

Negó moviendo la cabeza. -Todos lo queríamos... Hubiera dejado las golosinas para que no se preocupara por mí... También Nee-chin no iba a pedir más muñecas.- sus labios hicieron una mueca similar a la de un niño a punto de llorar. 

 

-Pero sabes que no fue tu culpa ni la de tus hermanos que cometiera tal acto ¿eh Atsushi? Sus deudas fueron por malas inversiones de dinero.-

 

-Papá era un idiota de lo peor- 

 

Sacó de su cajón un papel que se podía canjear en el comedor por un helado y se lo entregó. -Tu ración- el peli morado debía estar consumiendo cosas dulces, sería peor si le hicieran pasar por un síndrome de abstinencia. 

 

-Gracias Mido-chin~- sabía que podía irse, así que al salir vio a 'Muro-chin' acercándose de inmediato, apreciaba mucho al moreno y le había extrañado en las semanas que estuvo lejos.

 

-Atsushi...- revisó a los lados que no hubiese nadie y le entregó unos dulces redondos de caramelo. -Te los traje de América, espero te gusten- sonrió ampliamente, desde que se conocían le había 'traficado' los snacks.

 

-Muro-chin es el mejor junto con Aka-chin~- le brillaban los ojos de solo ver la comida.

 

~

 

Se ponía melancólico, se regañó a sí mismo por estar pensando en cosas del pasado. Sí, había sido una persona importante en su vida pero debía atender otros asuntos. A esa persona le hubiese gustado eso.

 

Y por eso había tardado en encontrar un trabajo "Cualquier tipo de caso excepto donde haya intento de suicidio" y es que eso quiso por el bien de los tratados, ya que los humanos que intentaban quitarse la vida le desconcertaban, le enojaba y le causaba un humor de los mil demonios ¿para qué meterse donde no debía? 

 

No olvidaría que ese suceso le tenía ahí en ese momento, con esa personalidad. 

Notas finales:

¡Hola! :3 Me siento feliz por el hecho que no tardé los mil años(? justamente dos semanas y espero siga siendo así~ Y sinceramente batallé con este capítulo, ya que es para conectar muchas cosas así que si está confuso y tiene incoherencias me disculpo uwu 

Ahora las cosas se pondrán a veces densas y a veces livianas, ya estaré detallando y haciendo más encuentros de Midorima y Takao. Igual que se revelará el pasado de Shintarou, también pondré todas las parejas que me pidieron, solo paciencia por favor :D

Y bien, ¡Muchísimas gracias por leer y llegar hasta aquí! Me alegra mucho~ Agradezco por todos los favoritos, followers, reviews y lectores kuroko *corazón, corazón* Sin ustedes uno no es nada :')

Cualquier comentario, duda, sugerencia, duda, crítica es bien recibida, así me ayudan a mejorar :3

Sin otra cosa más que decir, me despido. ¡Nos leemos luego corazones!~

 


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