Cuando la noche parece más oscura y llena de tinieblas. Siempre queda la esperanza que el sol saldrá en algún momento iluminando todo a su paso.
- Hijo por que no dices nada. Acaso no te alegra- como no alegrarme esa noticia era la mejor que podía haber escuchado pero….
- Es genial la noticia – trate de mostrar la mejor sonrisa que podía para no preocupar a mi madre, en estos últimos años me había vuelto todo un experto en hacer eso. Trataba de no pensar negativo. Pero y si esta vez tampoco era verdad. Si en esta ocasión como las anteriores también era solo una falsa esperanza
- Esta vez, es la definitiva.-
- Tienes razón mama. Esta vez será la definitiva-
Los días pasaron y al parecer en esta ocasión todo indicaba que de verdad. Habían encontrado un donante.
- Nonna el chico que me donara su corazón. Que le paso,- le dije a la enfermera que tendía mi cama
- Esa es información clasificada-
- Anda Nonna hazlo por tu paciente favorito-
- Jajaja y a ti quien te dijo que tú eres mi paciente favorito- debido a que me la pasaba más tiempo en el hospital que en mi casa había hecho una relación muy estrecha con algunos y sobretodo con mi Nonna Hyori
- Solo lo sé- puse un puchero
- Aishh está bien, lo poco que se. Es que tuvo un accidente automovilístico y debido a eso tuvo muerte cerebral- un escalofrió recorrió cada centímetro de mi cuerpo.
- Ósea que el….-
- Si, su corazón y sus demás órganos funcionan pero su cerebro no-
- Cuantos años tenía Nonna-
- Como 2 o 3 más que tu- al escuchar eso mis ojos comenzaron a gotear.
- Porque la vida es tan injusta Nonna, el siendo tan Joven con una vida por delante- sentí como ella colocaba su cálida mano sobre mi espalda tratando de reconfortarme
- Hay personas. Como él y tú que no merecen la vida que les tocó vivir-
- Nonna podrías llevarme a conocerlo- dije limpiándome las lágrimas que aun bajaban por mis mejillas.
- No creo que sea una buena idea-
- Por favor- nuevamente hice un puchero
- Aish siempre que quieres algo pones esa cara y yo termino aceptando-
- Eso es un si-
- Si pero solo serán 5 minutos Está bien? Esta noche tengo guardia vendré por ti más noche. Ahora descansa - sonreí ampliamente.
- Gracias-
La noche. Paso y como mi Nonna lo había dicho. Vino por mí pasando las 10 de la noche para llevarme con él. Caminamos por unos cuantos pasillos hasta que nos detuvimos en la que supuse que era su habitación.
-No podremos entrar- me dijo mientras soltaba mi brazo derecho del cual me había llevado sujeto.
- Porque no, Pasa algo- pregunte
- Dentro de la habitación, hay otra persona y por lo que veo no creo que sea prudente que entremos- dicho eso tomo de nuevo mi brazo y caminamos de regreso a mi habitación. En el trayecto mi Nonna iba completamente en silencio. Algo que era muy raro en ella. Pues no era de las chicas que se mantenían calladas por mucho tiempo. Llegamos a mi habitación y me recosté sobre la cama,
- Nonna pasa algo-
- En la habitación de aquel chico. La persona que estaba hay lloraba desconsoladamente-
Un escalofrió nuevamente recorrió todo mi cuerpo, pensando que yo era el culpable de la desdicha de ese joven. Por un momento quería no aceptarlo, quería rechazarlo. Que ese joven siguiera conservando su corazón. Pero yo también tengo derecho de ser feliz. Decía en mi mente tratando de no sentirme culpable por todo eso.
- No debí decírtelo. Perdón – sus palabras demostraban tristeza
- No te preocupes, estoy bien- creo que me había hecho todo un experto en ocultar mis emociones. Tal vez se podría decir que a lo largo de estos años, había creado dos Lee Seung Hyun. Uno al que solo yo tenía acceso y otro el cual mostraba a todas las personas que me rodeaban para no preocuparlas.
- Nonna. Mañana lo desconectaran verdad-
- Si-
- Podríamos esta noche rezar por el- sentí como la cálida mano de mi Nonna acariciaba mi mano.
- Tú eres un ángel. Rencarnado en un hermoso panda- no pude más que sonreír por tal comentario.
- Y tú también eres un ángel rencarnado en una hermosa y sexy enfermera, Nonna –
- Oye panda lujurioso. – un leve golpe en mi hombro me gane debido a mi comentario.
Las horas pasaron y yo no podía conciliar el sueño
La vida era muy injusta de eso no tenía duda.