Near POV:
No se cuanto tiempo he estado en esta posición, pero la sangre ya dejo de brotar de mis encías.
Siento cada musculo de mi cuerpo inútil y adormecido.
No he dormido, cierro los ojos y veo la cara de Light.
Lleva mucho tiempo fuera de la habitación.
Pensaba en cosas como que, lo haya atropellado un trailer, o alguien lo hubiera asaltado y dejado mal herido, deseo tanto que se lastime, pero...no quiero quedarme aquí para siempre.
...Casi como si lo hubiera llamado, Light bajo rápidamente las escaleras, me miro por unos momentos con expresión seria.
Desato las riendas de los postes, mi cuello por fin descanso, sentí un tremendo dolor cuando intente regresar mi cabeza a una pose más natural. Quería escupir el frenillo, pero aún estaba unido a mi con el arnés.
Light se paseo por la habitación, pasaron unos segundos de sonidos de golpeteos de cajones y herramientas, como si estuviera buscando algo, después regreso.
- En la antigüedad uno de los métodos de tortura más utilizados eran los zapatos de hierro, ¿sabes como se utilizaban?, encadenaban al pobre ingrato en unos postes, les ponían unos zapatos de hierro, eran como zapatos normales, solo que estos tenían filosas puntas que sobresalían en los talones, el prisionero debía mantenerse de puntas para no clavarse los vidrios, clavos o lo que sea que se les ocurriera en los pies, ¿te imaginas lo cansado que debe ser mantenerse en esa posición?.-no me gustaba para nada a donde iba esto. Alzo dos cosas extrañas, eran parecidos a topes para puertas, con la diferencia de que estos tenían clavos saliendo por la parte grande.
- Me pregunto, ¿cuanto tiempo podrás soportar tu?.-mis ojos se abrieron de par en par, Light se agacho, alzo uno de mis pies y puso el tope bajo el, hizo lo mismo con mi pie derecho, sentí la punta filosa en mi talón, recargue todo mi peso en la punta de mis pies.
Mello, por favor, ven ya.
. . .
Mello POV:
Después de la conferencia los teléfonos no dejaban de sonar, dando falsas esperanzas.
Unos decían que habían visto a Near en la estación del tren comprando un boleto para salir de la ciudad. Otros que quizás escapo con él tal Light.
Muchos dijeron que Light era su vecino; fuimos a comprobar, el pobre muchacho no podía ser más opuesto al que nosotros buscábamos.
Mis nervios estaban por explotar y mis dientes dolían por el rechinido involuntario.
Suspire.
- Un chico llego hace rato alegando que era Near, su cabello era negro y su piel mas oscura , no se que piensa esta gente.-Matt se sentó frente a mi, dejando en el escritorio dos tazas de café.
Le dí vuelta a la taza, agarrándola por la boquilla en vez del aza y le dí un sorbo.
- Solo nos queda esperar Mello, alguien llegara y nos dirá todo lo que necesitamos saber, solo...ten fe , te prometo que todo estará bien.
- Primera regla de policías, nunca prometas nada que no estas seguro que puedas cumplir.
- Estoy seguro de que la encontraremos. - me gustaría sonar tan convencido como Matt, tener la seguridad de que la encontraremos, viva.
- Debí de hacerte caso desde antes Matt, debí invitarlo mucho antes, ahora...quizás haya perdido mi oportunidad de conocerlo y de estar a su lado.- estoy al borde de las lagrimas. Matt puso ambas manos en mis hombros y me dio una ligera sacudida.
- Escúchame bien Mello, tu nunca, jamas, has perdido la cabeza en uno de los casos, yo se que es por Near, que lo amas y que harías cualquier cosa por que él este bien, pero eres tu el que siempre dice que todo estará bien, que resolveremos el caso y que todo saldrá bien, siempre luces muy serio e insensible, pero te he visto con las familias afectadas, siempre eres muy suave con ellos, intentando hacerlos sentir lo más cómodos posibles, ahora, yo quiero hacer lo mismo por ti, quiero que dejes de pensar en lo peor, él te reto a encontrarlo, ¿no?, demuéstrale a ese bastardo de lo que eres capaz, además si él le hubiera hecho algo a Near, ya estaríamos yendo a la morgue a ver causas de muerte.- por un lado me sentía miserable, pero por el otro Matt tenia razón, él aún tiene a Near, él aún lo esta haciendo sufrir, el debe estar tan asustado, no puedo permitirme ni un momento más pensar así. Mire a Matt.
- Tienes razón Matt...gracias.-el sonrió.
- De nada, amigo.
. . .
Near POV:
Las puntas filosas de los clavos ya se formaron en mis talones, no se cuanto tiempo podre seguir así.
Intente mover los topes, pero son más pesados de lo que
parece.
Ya no siento dolor, solo un poco de incomodidad.
Me pregunto, ¿que hora será?.
En la habitación no hay ventanas, ni nada donde pueda infiltrarse luz exterior, lo que más se le parece son las lamparas, pero eso no ayuda en nada.
Mi cabeza esta colgando, mi cabello cae sobre mi rostro y hace cosquillas en mi nariz.
Me pregunto...¿qué estará haciendo Mell ahora mismo?.
¿Me estará buscando?.
Me siento como una tonto en este momento.
Me hubiera gustado pasar más tiempo con Mello; Light terminará matándome y jamas pude entablar si quiera una conversación decente con Mello.
Lo extraño, quiero estar con él, quisiera a verlo conocido, haber tenido esa cita.
Tener tiempo de a ver estado muy nervioso, pasar horas bailando frente al espejo con ropa diferente tratando de decidir que ponerme, o intentando acomodar mi cabello en mil estilos diferentes, para terminar con el cabello suelto y un lindo adorno en el cabello, hacer caras o tirar besos frente al tocador; caminar a pasos delicados , mientras pongo unas gotitas de perfume en mi piel y doy la ultima checada en el espejo del resividor, para cerrar la puerta y encontrarme con Mello esperando recargado en su auto.
Mis lagrimas comenzaron a empapar mi cara y mi respiración se convirtió en sollozos.
Y ahora que estoy en esta situación es cuando me doy cuenta de lo mucho que me arrepiento de mi vida, jamas hice nada de lo que quise hacer, siempre fui una buena persona, dejé que los demás hicieran lo que quisieran conmigo, siempre estuve estudiando, metida en los libros, siempre dando mi mejor esfuerzo en la escuela, estudiando una carrera que mi mamá escogió.
Hablando cuando me lo indicaban, o haciendo lo que los otros querían...Jamas pude ser simplemente yo.
Y ahora, en este momento es cuando pienso en todo lo que siempre quise hacer, viajar por el mundo, conocer lugares diferentes, hacer un amigo en cada lugar visto, comer todo lo que se pusiera frente a mi, hacerme un tatuaje, embriagarme hasta no poder sostenerme en pie, entrar a una escuela de artes, decirle a mi mamá que no me gustaba la ingeniería, saltar en bonji, enamorarme de alguien, tener lindas citas, conocer a su familia, casarnos, vivir juntos, formar una familia y envejecer.
Quizás pude cumplir lo de enamorarme de alguien, lastima que no tuve tiempo de que nuestra historia se desarrollara.
Agua salada continuaba resbalado, mis ojos arden y el pecho punza cada vez que absorbo el aire.
Quiero estar con Mello.
Fruncí el ceño y apreté la mandíbula, quiero estar con Mello.
Me di cuenta de lo poco que hice por mi mismo, de lo poco que disfrute y lo tonto que sonaba pensando en el fin. Aun sigo respirando, mi corazón aun sigue latiendo y mi cerebro sigue funcionando. Mello debe de estarme buscando, no puedo permitirme seguir pensando así.
Comencé a buscar una forma de salir, una forma de romper tal vez las cadenas o las esposas, comencé a moverme, a retorcerme; las esposas estaban cortándome las muñecas, pero no me importo, me colgué de las esposas, dando brincos, intentando poner todo mi peso para que estas terminaran cediendo, desgraciadamente lo único que logre fueron que mis heridas se hicieran más profundas, la sangre comenzó a deslizar por mi brazo, no le di importancia.
Moví mis piernas a todas direcciones, sujete fuertemente mis manos a las maderas para mover mis piernas con todas mis fuerzas, hasta que estas se tenzaran, las cadenas chirriaban entre si, la piel me punzaba, podía escuchar mi corazón bombeando la sangre y mi respiración agitada...hasta que por fin, escuche el sonido que yo quería, escuche el crujir de la madera.
La madera a la cual estaba sujeta mi pierna derecha se debilito, se había cuarteado. Seguí moviendo mi pierna, esta vez con una fuerza sobre humana, deje huellas con mi sangre en forma de mi pie. Cuando por fin, la esposa con la que estaba encadenado mi tobillo a la madera se separo, sentí la libertad, sentí como mi tobillo descansaba, recargue todo mi peso en ese pie.
Recupere el aliento, el sudor resbalaba por todo mi cuerpo, haciendo que mis heridas ardieran, pero, ¿a quien le importa?, acabo de liberar mi pie.
Acabo de liberar mi maldito pie.
Quería reír y gritar de lo feliz que me sentía, pero Light podría escucharme, además, aun falta mucho trabajo por hacer.
Empece a retorcer mi cuerpo, intentando que mi pie alcanzara la palanca que Light había utilizado para soltar o recorrer las cadenas, la rose varias veces. Volví a sujetarme de las maderas, esta vez me resulto más fácil alcanzar la palanca.
Después de varios intentos pude moverla un poco, los músculos me dolían y casi podía oír gritar el lugar donde se dobla mi pierna. Se me hizo eterno el tiempo en el que por fin mi pie pudo darle una vuelta completa a la palanca, ya podía pararme bien, poner mis pies a cada lado de los topes de puerta, y mis brazos ya no estaban tan rectos.
Volví a pararme normalmente para descansar un poco...cuando oí la puerta abriéndose y el chillar de las escaleras al ser pisadas por pasos apresurados, volví a pararme de puntitas, aunque esa parte del pie dolía.
Lo mire fijamente a los ojos cuando estuvo frente a mi, al principio el solo me examino. Comencé a sentir miedo de que se diera cuenta de lo que había hecho.
- Así que...¿tienes calor?, estas sudando cariño.- me sonrió.
- Déjame te ayudo con eso.- puso su mano en la tira de mi remera de en medio y lo arranco de un tirón, mi pecho quedo expuesto. Comenzó a reír.
- Mucho mejor, ¿no lo crees?- las lagrimas estaban amenazando con salir nuevamente, pero no eran lagrimas de miedo.
- ¿Aun no hablas?, bueno, no importa, igual lo disfrutare.- con ambas manos sujeto mi pecho, entre su dedo medio e indice agarro mis pezones. No lo soporte, así que con toda la fuerza que pude, patee su entre pierna. Light dio unos pasos atrás, después cayó al suelo, puso sus manos en su entre pierna y comenzó a toser.
Posiblemente lo había jodido todo, pero ya no me importaba, solo quería molerlo a golpes.
- M...maldita....maldita perra.-dijo entre bocanadas de aire.
- ¡Suéltame!, ¡Ahora!, si vas a golpearme al menos déjame defenderme, maldito cobarde.-escupí las palabras.
- Oh~ claro que voy a golpearte.-comenzó a recuperarse y se puso de pie. -No vas a pasarlo muy bien.
Se puso nuevamente frente a mi, apretando mi cuello con fuerza, encajándome las uñas, el aire dejo de pasar a través de mis pulmones, la cara comenzó a picarme, fue una sensación extraña.
Intente patearlo nuevamente, pero agarro mi pierna con su otra mano. Soltó mi cuello.
Aspire todo el aire que pude.
Aquí es cuando comienza lo interesante.
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