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Su mente se encontraba confundida, abrió lentamente sus ojos para observar la tenue luz que se cuela por una cortina que oculta la ventana, Las sabanas cubría su cuerpo desnudo, la sensación relajante, el dolor en sus muslos el intentaba alejar las manos que se mantenían sujetando a su cadera, las piernas ajenas entre las suyas, no resistió y decidió quedarse así sin moverse, el dolor insoportable acostado con ese hombre… el olor a sexo, fornicación… y a ¡¿amor?!.
—¿Que paso anoche? , ¿Donde... auuch auuch! —el hombre se quejó con un dolor que invadía su cuerpo.
No podía moverse, como si hubiese llegado a su límite, ¿Pero que pudo haber realizado para que su cuerpo no reacciones y aquel intenso dolor?
No sabía o no quería reaccionar a tal recuerdo que invadía en su mente... ¿Que hizo ayer?...
«No, no, no», pensó intentando levantarse de su letargo.
El dolor es insoportable, ayer fue demasiado brusco, tan desconsiderado fue el maldito.
Sus caderas, trato de hablar, su voz... era tan leve... ¿Que paso ayer?
Aun sin cuestionar el por qué aceptó quedarse en aquella suite, con aquel rubio... el hombre que representó casi todo lo que él amo un día.
«Estos mares te hacen cambiar », se repetía innumerablemente...
---Flashback--
Se encontraba en su oficina, cuando una chica pelinegra entro sin tocar a la puerta.
—fufufu... Crocodile, deja de comer "smiles"—interrumpió la chica.
—¡Cállate Robin... y ahora que traes!—espeto el pelinegro ocultando los chocolates en su escritorio.
—Son buenas noticias... y estoy segura de que aceptaras—Sonrió con sarcasmo para entregarle las hojas.
El folder contenía una carta de Nefertari Cobra, socio de cierta exportadora de Dulce
Buenos Días.
Sir Crocodile.
Disculpe que le pida esto, pero quiero pedirle que vaya como mi representante en la exportadora. Con el fin de entregarle el contrato por el cual usted ha luchado tanto tiempo... exacto, un contrato con la fábrica "Donquixote Family", la creadora y exportadora de dicho producto y sino no estoy mal informado es su dulce favorito.
Sin más espero que pueda asistir a la junta que tengo con el Sr. Donquixote Doflamingo.
Se despide de usted mandándole un cordial saludo.
Nefertari Cobra.
—¡¡¡¡¡¡QUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE!!!!!!!!!!!— grito el pelinegro levantándose de su silla.
Robin estaba sorprendida, pensó qué la reacción del rostro del mayor seria de suma alegría, pero por primera vez se equivocó...
—Robin, rápido dile a Cobra que no... Que me disculpe... pero yo no puedo ir a esa reunión—Respondió con un rostro de nerviosismo nunca antes visto—Yo no puedo ir... no, no puedo...
«Doflamingo... regreso...», suspiro con pesadez ante aquel pensamiento.
La ojiazul suspiro con y se sentó en la silla enfrente del nervioso hombre. Como si tratase de comprenderlo aquella situación.
«Doflamingo»
—Crocodile, ¿pasa algo? —
« ¿Signifique algo para ese bastardo?»", se cuestionaba
Aún en esa situación la morena se encontraba ahí, leyendo, tratando de encontrar lo que hizo que Crocodile se pusiera nervioso.
«No, no, no iré y punto» se repetía una y otra vez demandando que se calmase.
Robín estaba en silencio, la mente de hombre luchaba por tomar una decisión., el silencioso lugar, las miradas furtivas más allá que simple trabajo.
Después de un tiempo y ambos en silencio, el moreno se calmó suspirando para luego tirarse sobre su asiento, observo a Robin y suspiro de nuevo.
—Si los suspiros su pudiesen llevar algo que nos atormenta— comento el mayor.
— ¿Se trata de Donquixote?
Una punzada de dolor se produjo en la mente del pelinegro, esa mujer dio en el blanco.
—No te hubieses puesto así... se trata de él—musitó las últimas palabras—si no... No entiendo porque no aceptarías el ofrecimiento de Nefertari.
« ¿Acaso... Robin será adivina?»
Suspiro y vio a la ojiazul por un tiempo.
—Sí, es por eso... Doflamingo, fue mi amante hace años, en la escuela, él se marchó a estudiar lejos del "Grand Line"... justo el día de...—trago saliva—la muerte de mis padres, no dijo nada, solo se marchó, cuando más lo necesite.
La morena escucho febrilmente, ahora comprendía...
—y... no quieres encontrarte con el—
El moreno asintió con la cabeza, el contarle algo tan personal a Robin lo hacía sentir bien... aquella chica le recordaba a su hermana.
—Robin... marchémonos a casa... no quiero saber nada hoy de trabajo—ordeno la mesa tomando los papeles.
La chica solo lo miro y sonrió, sabía que podía persuadir al mayor para asistir, aunque el... no quisiera.
—Tenemos asuntos con "miss Valentine"-
El mayor suspiro... cerrando los ojos.
—Estas en lo correcto "Miss all sunday"—sonrió el mayor tomando su abrigo para salir de la oficina con la pelinegra.
Tiempo después.
—Estas listo—
—No puedo hacer esto... me duele el estomago y no, no puedo..._
—Estamos en "Little Garden", Crocodile... estarás bien, por cualquier cosa, márcame al móvil... te estaré esperando aquí, en el estacionamiento—Sonrió señalando una gran pila de libros—No quiero que salgas de este sitio sin el contrato firmado, entendiste.
Crocodile salió del auto, decidido y nervioso se dirigió al elevado, dejando a Robin en el auto con libros, entro al cubo del ascensor perdiendo a la chica de su vista...
Fin del flash back-
—¡¡¡¡demonios... Robin!!!!!—Grito a todo pulmón haciendo que el rubio que se encontraba a su lado solo quitara las manos de sus caderas.
Sin que despertara se levantó buscando su móvil valiéndole poco el dolor que sentía, tenía que saber donde y como se encontraba Robin, observando que tenía 20 mensajes de él.
///
¿No vendrás a casa, tengo hambre?
////
Robin me aviso, suerte.
Invite a mi hermano y a su novio, espero que no te moleste.
El novio de mi hermano cocina delicioso.
///
Sonrió al leer los mensajes y suspiro resignado. Tiene que regresar a su lado, a toda prisa tecleo su móvil para enviarle un mensaje a la chica pelinegra que dejo abandonada en el auto
•••
Robin, lo siento... ¿dónde estas?, todo bien. Ya voy para allá... necesito hablar contigo, él sabe sobre Baroque...
Dile a ese molesto chico que estoy bien y que me saluden a su hermano.
•••
El pelinegro tomo su ropa en la oscuridad y se vistió lo más rápido que pudo para salir de aquel lugar.
Miro hacia la cama observando al hombre rubio desnudo que aún dormía plácidamente.
«No espero nada de tí y no debería... lo nuestro acabo hace años... ¡adiós Doffy! » pensó tomando su móvil para salir de aquella habitación.
El pasillo y el sonido de sus paso hacían eco en aquel lugar, demasiadas puerta, retratos, un perro y una chica...
— ¿Disculpa, la salida?—
La muchacha sonrió y miro a Crocodile un poco.
—Es por aquí señor...—
Ya no hablo y solo se preocupó por salir del lugar, llegar a su casa y acurrucarse entre sus brazos.
« ¿Cómo le diré lo que paso!
No puedo llegar y decirle...
Tuve sexo con mi ex novio de la preparatoria.
No, no puedo. No, no… no puedo decirle eso...
Pero confiamos el uno en otro... ¿no?»
Sus pensamientos lo hacían dudar, no se fijó que la chica se había detenido en la puerta.
—Gracias—
Se desplazó rápidamente en la puerta cuando un grito lo hizo estremecerse...
—¡¡¡DONDÉ DEMONIOS SE METÍO...!!!!
—La voz de aquel hombre lo hacía palidecer, al parecer Doflamingo ya despertó
No espero que el tipo fuera detrás de él, salio a corriendo para dirigirse al elevador, metiéndose en el cubo y oprimir el botón de planta baja como loco, el éxtasis recorría sus venas, su cuerpo… el éxtasis de huir de aquel hombre, de Doflamingo.
Llego rápidamente al estacionamiento observando su coche
—¡Robin... arranca—
La chica observó al mayor corriendo hacia el auto, su rostro le extraño, nunca lo había observado así. Encendió el automóvil y piso el acelerador hasta el fondo los rechinidos de las llantas provocando ruido en el estacionamiento vacío.
La respiración de Crocodile estaba irregulada, sus jadeos se escuchaban como si hubiese corrido un maratón Robin no entendía que habían sucedido en la negociación, solo entendía que tenía que sacar al mayor de "Little garden "
La morena seguía con el pie en acelerador, tenía tiempo que se alejaron de aquel sitio pero algo la hacía pensar que los seguía, aquel automóvil alejado.
—Crocodile, nos siguen... podrías contarme ¿¿Que sucedió con Donquixote?? —pregunto observándolo por el espejo retrovisor .
Recostado en la parte de atrás, suspiro si alejar la vista del cielo, el cielo azul...
—Robin... al parecer Doflamingo sabe sobre "Baroque Works ", por eso no acepto el contrato con Nafertari — respondió con un nudo en la garganta
— ¡Como fue que se enteró... no sabe nada sobre "los sombreros de paja", ó si?—cuestiono la chica
— ¡No lo sé...! Robin...—pronuncio levantándose para sentarse en el asiento— yo... m-me
Ya no pudo pronunciar nada más porque la conductora freno en seco provocando que por poco Crocodile saliera volando por la ventana, ella se orilló para detener el auto para escuchar la explicaciones de lo que veía
—¡¡CROCODILE... EXPLICAMÉ PORQUE DEMONIOS TIENES ESOS HEMATOMAS EN EL CUELLO!!—grito una enfada morena para ponerse enfrente de. Él
—¡¡¿QUEEEEEEEEE?!!—Grito a todo pulmón observando en el espejo unas cosas moradas de adornaban s cuello, pecho y quien sabe en qué lugares mas
.
—¡¡Te revolcaste con él, aún cuando tienes... amante!! —función el ceño para luego mirar al moreno furtivamente, suspiro cerrando sus ojos.
La ojiazul seguía en el asiento delantero hasta que apagó el auto y salió para pasar a la parte de atrás donde se encontraba Crocodile.
—Tienes que decirle, no puedes hacerle esto—
—Eso lo sé—miro el cielo.
— ¿Y... que pasó? —pregunto la chica con interesa, demasiado interés.
—Hablamos de contrato, me dio "smiles ", me beso, apague un incendio en un auto-pirómano rubio... trate de salir de ahí cuando llegue a su habitación y...
--Flashback--
Nuestros labio se unieron como antes, la lengua de Doflamingo me invadía, sentía el calor en mí al igual que mi miembro.
—mph—l os jadeos salían de mi garganta.
Las manos expertas del rubio en mi falo y los movimientos que hacia mordisqueando mi cuello.
...