Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

ADICTO A... por karimetsinaji

[Reviews - 9]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola, les entregó el 3er Cap. Perdono  por tanta tardanza, los trabajos finales de la escuela, exámenes semanales, trabajos de filosofía y más…  no podía subirlo...

 

Y con la mala noticia de que TODOS mis escritos que tenía en mi SD se perdieron...

 

Sin más les entregó amor...

 

¡¡¡BIENVENIDOS A... neko-neko-city!!!

 

Los Personajes usados en esta historia son propiedad de su respectivo creador Eiichiro Oda-san.

 

 

EL SIGUIENTE CAPITULO VA PARA TI…

 

 

 

 

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS MAGGIE!!!!!!!!

 

 El silencio se jactaba entre los dos antiguos amantes, los sentimientos en el aire y las palabras atoradas entre sus gargantas, sus mentes estaban llenas de tanto momentos, cada recuerdo y todo lo que sucedido estando juntos en la escuela, en la calle, en "aquel" lugar al cual le gustaba ir a Crocodile... cada momento entre ellos aún estaba en sus corazones... aquel sentimiento mutuo ahora resurge entre las cenizas.

 

La tarde cayó sobre ellos, la luz del atardecer entraba por la enorme ventana que se encontraba  cerca, se veía una hermosa vista del mar, el mar azul, brillante y el sol ocultándose... aquel mar que los unío y los unirá para siempre.

 

Aún en medio de aquella habitación ninguno de los dos se inmuto, Crocodile seguía recostado en el piso con la cabeza en el pecho del rubio, el cual lo abrazaba atrapando al pelinegro entre sus largos brazos, cubriéndolo, como si quisiera protegerlo de ahora en adelante como no pudo hacerlo en un pasado,  su calor era mutuo, para ambos ya no existía nada más que ellos 3 en aquel pequeño mundo creado para estar solo: "Él, SU AMADO Y... SUS AMADOS CHOCOLATES"

 

—¿Croco-chan? —interrumpió en rubio aflojando sus brazos para ver al mayor.

 

Sus ojos no podrían creer lo que veía, observar a su amado pelinegro dormido entre sus brazos, el rostro de  Crocodile dormido, ojos cerrados, lo hacían ver apacible, su respiración era lenta, pausada y relajada. Como si se tratase de un pequeño niño cansado, en brazos de su madre, Doflamingo no pudo evitar sentir ternura hacia aquel hombre, suspiro deposito en los labios ájenos un pequeño beso en la comisura de sus labios.

 

El día estaba haciendo de las suyas, la luna se miraba a lo alto del cielo, las pequeñas estrellas se asomaban entre el cielo y Morfeo molestaba a Doflamingo, el rubio empezaba a cerrar los ojos, los sentía pesados y sabía que no podía quedarse ahí tirado con Crocodile sobre él, así que se levantó y agarro el cuerpo del pelinegro entre sus brazos al estilo nupcial.

 

—ngh—se quejó el pelinegro acomodando su rostro entre los brazos de Doflamingo.

 

El rubio cubrió al menor con su abrigo rosa para llevarlo a su habitación y descansar a su lado. sabía que nadie más que su 4 personas estaban el aquel piso del edificio, los trabajadores se marchaban a las 4, así que tendría que tomar en cuenta la puerta que rompió el Rocinante, antes de salir con el mayor entre brazos, volteo para ver la caja rosada de los chocolates, las "smiles"... Doflamingo vio de reojo al pelinegro y suspiro profundamente.                                          

 

Los pasillos de aquella suite eran largos, las paredes blancas con adornos colgados de armas, pinturas antiguas se hacían presentes.

Los pasos se escuchaban atreves del pasillo hasta que unos ruidos interrumpían el monótono sonido de pasos.

 

--¡¡no, detente!!—

 

Las risas y gemidos dentro de la habitación se escuchaban, Doflamingo sabía lo que estaba haciendo su pequeño hermanito y el ojeroso, así que decidió molestar un poco antes de ir a dormir con su amado.

 

—¡¡Demonios Rocinante, tengo visitas y tus gemidos se escuchan!!—grito el rubio deteniéndose en la habitación donde se escuchaban los gemidos.

 

—¡¡Cállate Doflamingo!!—

 

El rubio sonrió sorprendido.

 

—¿¡Law... no me digas que tú eres la que esta gimiendo como animal en celo!?—pronuncio el mayor con tono sarcástico.

 

—¡¡¡¡QUE TE VAYAS ESTÚPIDO FLAMINGO!!!!—Salió en chico moreno enojado con un perro san Bernardo blanco, enorme, el cual le gruñía al mayor de los rubios.

 

—Law... no sabía que te gustará la zoofilia—Pronuncio el rubio entre carcajadas las cuales provocaron la cólera del pelinegro ojeroso.

 

—Maldito flamingo... ¡¡¡BEPO, MATA A ESE MALDITO!!!!—Grito encolerizado el ojigris.

 

El perro se salió de la habitación para acercarse al rubio con el fin de atacarlo pero algo inimaginable sucedió... un segundo rubio corrió afuera  de la habitación en llamas

 

—¿¡¡Cora-san!!?—pronuncio Law

 

El rubio seguía en llamas, para ser sinceros solo sus pantalones.

 

—hermanito...—pronuncio atónito Doflamingo.

 

—QUITATE ESO –grito el ojeroso

 

El rubio intercepto la idea y se quitó la playera arrogándola al suelo.

 

—Cora, no me refería a eso—

 

—Roci, rueda, rueda en el piso—interrumpió el mayor de lis Donquixote.

 

Al parecer el rubio captó la idea y se lanzó rodando por el piso, los gritos de Law se escuchaban y las carcajadas de Doffy se escuchaban haciendo eco.

 

—¡Dejen dormir... y Cora-san... DEJA DE PRENDERTE, LA GENTE PENSARA QUE ERES UN PIROMANO!—espetó un enojado Crocodile lanzando agua sobre el pobre hombre en llamas.

 

—Ven, les dije que se callaran—

 

—Cro... Crocodile —musitó el ojeroso sorprendido

 

—Gracias Croco— pronuncio jadeado el pobre hombre que se encontraba tirado aún en el piso Con, bueno, casi sin pantalón.

 

 

—¡ven, vamos—interrumpió Doflamingo

 

—¿A dónde Doflamingo? —pronunciarón al unísono el ojeroso y el auto pirómano.

 

—Ustedes no par de idiotas, le digo a Croco-chan—

 

Los otros tres se quedaron en shock. Al escuchar aquellas palabras, haciendo que se juntaran a hablar.

 

—el estúpido flamingo esta raro— musitó Law.

 

—Eso lo sé, me sorprende verlo actuando así—pronunció tratando de encender un cigarrillos.

 

–Deja de fumar Cora-san—pronuncio Crocodile

 

El rubio hizo pucheros viendo al mayor, él Cual le Quito el tabaco para encenderlo.

 

—¿Que hacía Doffy cargándote?— expreso el rubio.

 

El mayor se sonrojo, haciendo que el chico ojeroso no comprendiera nada.

 

—¿Y tú, que haces con este crió? —

 

—Es mi amante—Sonrió el rubio fumador

 

—hahaha... Bromeas, eres mayor que èl, tanto en edad y en altura—

 

—pero estoy más alto que tú... y tú eres mayor que él— dijo divertido

 

Crocodile sabía que tenía razón el estúpido de Doflamingo era colosal, aún se preguntaba por qué tenía que ser tan alto. Aquellos pensamiento le provocarón que se pusiera rojo y un calor algo inusual se apodero de su cuerpo.

 

—eso no importa, ¿Porque hacemos esto?—

 

—Rso me preguntó,  Croco-chan... estas rojo, recordaste algo—interrumpió Doffy el cual se encontraba abrazando el perro a lado del ojeroso.

 

—¿Que le hiciste a Bepo-ya?—

 

—Que obedezca—

 

Crocodile ya no cuestionó nada, solo decidió en salir de aquel intento de circulo informático.

 

—M-Me voy, adiós. Doflamingo—

 

—Croco ... por ahí no..—trato de pronunciar el pirómano pero fue interrumpido por su hermano

 

—Te acompañó a la puerta—Pronuncio el mayor de los Donquixote — y ustedes... dos... ah, Law, Bepo se quedara en otra habitación, ya sabemos que si no lo cuidas, ambos se van—pronuncio al ojeroso para ir detrás del pelinegro.

 

Law sonrió levantando al rubio, para voltear a ver a los hombres que se alejaban de la habitación.

 

—Cora, así que... Bepo-ya se queda—sonrió.

 

—Te dije que lo haría, no—

 

—Bueno, vamos a acabar "eso"—pronuncio con cierto énfasis en la última palabra.

 

Ambos no pudieron evitar mirarse de manera sospechosa entrando a su habitación lo más rápido posible dejando al pobre perro afuera el cual se acostó en a entrada.

 

El rubio seguía caminando detrás del Crocodrile, el cual caminaba rapido como si huyera de alguien, hasta que por fín llego a la última habitación.

 

«Por fin» pensó el pelinegro.

 

Giro el pomo de la puerta...

 

«Llegaré a comer ...» pensaba

 

Empujó la puerta...

 

«Quiero salir de aquí» imaginaba

 

Tan solo dío un paso, dos pasos...

 

«Quiero ir a dormir» se repetía

 

Abrió los ojos como platos...

 

«Quiero ver a mi pobrecitoo~ Bananawani» imaginaba a su mascota.

 

se cuestionaba que estaba mal...

 

«Quiero ir a Arabasta »

 

—Fufufu... Croco-chan,  llegaste a mí habitación —

 

«QUIERO HUIR DE DOFLAMINGO» se decía una y otra y otra vez como si fuese su mantra.

 

—Ah, Doflamingo... me qui–quiero—

 

El Rubio cerró la puerta detrás de él,  lanzando la llave a otra parte de la habitación  y se abalanzo sobre el pelinegro.

 

—No Croco-chan... te has pasado la tarde provocándome y quieres que te deje marcharte—  pronuncio abrazando al mayor.

 

—Que, no... no...—trataba de—Ngh... no.. Doflamingo...

 

Las manos del rubio pasándose por el cuerpo de Crocodile, estaban haciendo que algo se encendiera en aquella habitación.

 

—n-no... Doffy—gemía el pelinegro.

 

—ssh...—

 

«Quiero que... me... »

 

—Doffy—Pronuncio entre suspiros agarrando entre sus manos el rostro de aquel hombre para despojarlo de sus lentes—Doffy.

 

—Croco... estoy... 

Notas finales:

¡¡¡NO ME MATEN, ESTO SE PONDRA... «Caliente» entre el rubio y "MÍ" Croco-chan!!!

 

Si, valió la pena esperar y tendrán que esperar más y leer LEMON...

 

HASTA LUEGO...

 

TAKOYAKI TACHI

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).