Dos semanas después.
Tao y YiFan finalmente tenían tiempo para hablar tranquilamente ahora que Suho estaba fuera de peligro y con mejor de salud. Ambos tenían un asunto pendiente sin resolver.
Ahora mismo se encontraban en el cuarto de hotel que compartían, sentados uno frente al otro mirándose fijamente a los ojos.
–Creo, que me tienes algo que aclarar Zi Tao –habla calmadamente YiFan.
El mencionado solo suspiró –Sé que te mentí, más bien he mentido a todos, pero no fue con el propósito de hacerles daño.
–Entonces, ¿por qué no nos dijiste que habías recuperado la memoria?
– ¿Para qué, YiFan?, eso no hubiera cambiado absolutamente nada de nuestro presente –Tao frotó sus manos contra el pantalón–. Escucha estaba pensando en ti cuando no dije nada. En las primeras semanas cuando recupere la memoria, yo solo te quería lejos, por todo lo que pasó, por eso te pedía que ya no volvieras con tanta insistencia.
–Ahora que lo mencionas, pensé que cuando te comportabas mal conmigo era por tu ceguera, porque no querías atarme a ti, pero jamás se me paso por la cabeza que habías recuperado la memoria –YiFan se quedó pensativo por un momento.
–Pues fue por eso que te trataba mal, después me di cuenta que tú realmente estabas arrepentido y que me querías, me pareció que si yo en ese momento decía que recupere la memoria, tú solo te sentirías culpable y no quería eso. Estábamos bien sin necesidad de mi memoria, entonces para que complicar las cosas, si después de todo te termine perdonando por completo sin que tú supieras ese pequeño detalle –Tao se acercó a YiFan y lo abrazo tiernamente por el cuello.
–Tao, aunque tus intenciones hayan sido buenas, no debiste hacer eso. No te lo decía, pero cada vez que te veía frustrado porque no podías ver, porque dependías de alguien más para poder salir seguro, me sentía miserable y culpable, porque lo que te pasó fue solo mi culpa, y si tan solo yo no hubiera sido un imbécil desde el principio nada te hubiera pasado.
Una pequeña lágrima traicionera sale de sus ojos –No sabes las veces que desee regresar el tiempo atrás para poderte proteger y que no perdieras la vista, muchos días yo quise darte mis ojos para que pudieras ver, para que dejarás de sufrir en ese mundo de tinieblas. Nunca me he dejado de sentir culpable por lo que pasó Tao, a pesar que lo intenté con todas mis fuerzas, nunca lo logré.
Tao tomó entre sus manos la cara de YiFan –Olvida el pasado amor, como yo lo hice. Otra razón por la que no dije que recupere la memoria es porque ahora ambos estamos bien, y felices, ¿para que recordar las cosas malas del pasado?, es mejor simplemente continuar. –El menor junto ambas frente y le dio un pequeño beso en la puta de la nariz al contrario.
– ¿Sabes lo que es importante del pasado? – YiFan negó a la pregunta del otro–, aprender de los errores que cometimos, sin mortificarnos en el presente por ello, además si recuperé la memoria significa que también recordé lo felices que éramos antes, lo mucho que te amaba, y eso sumado a la persistencia, amor y paciencia que me mostraste en el presente decidí aprender, olvidar y perdonar. Por haber recuperado la memoria nada cambiara entre nosotros YiFan, así que no valía la pena decirlo, enserio, al menos en mi punto de vista, entiende eso, por favor.
El silencio se plantó en medio de ellos, sin embargo los ojos de ambos siempre mantuvieron el contacto visual, Tao acaricio las mejillas de YiFan y le brindó una dulce sonrisa.
El mayor se dio cuenta que su pareja tenía razón, que el hecho de que recuperara la memoria, no cambiaba nada en su presente, no cambiaba que ahora lo tenía junto él, sano y amándolo. YiFan ahora solo debía aprender de lo que paso, para no volver a cometer el mismo error y dejar de atormentarse por ello.
–Tienes razón y entiendo tus motivos, trataré de hacer lo mismo que tú, amor. Te amo, Tao, como no tienes idea –dijo en un susurro a centímetros de los labios del contrario.
–Y yo a ti, gege.
Un tranquilo beso surgió entre ellos, el cual demostraba mucho más que mil palabras. Su historia finalmente ya no tenía ni altos, ni bajos, ahora era estable, finalmente podían ser felices.
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Hace un mes que a Suho ya le habían dado el alta, y se encontraba nuevamente viviendo en su pequeña casa, pero había una pequeña variante en su vida y eso era que todo EXO lo visitaba todos los días, incluso los ex miembros. Él al principio quiso echarlos, pero Neitan lo convenció que los recibiera, ya que solo con su terca negatividad lograría empeorar su salud, y hacerlos más persistentes en su idea de visitarlo.
Suho sin remedio los acepto, los dejaba ver a su hija e incluso cruzaba saludo con algunos, pero de ahí no pasaba y con Lay a pesar de que supuestamente él lo había perdonado, no le era fácil mantener una conversación, pero era de esperarse, las cosas no volverían a cómo eran antes de un momento a otro.
Por otro lado Lay no se rendía en su intento de volver a ser al menos el amigo de Suho, porque estaba muy claro en cuanto a que no serían novios de nuevo, no por el momento, eso lo tenía presente desde que el líder de EXO, había rechazado uno de sus besos.
Sin embargo él sabía que tenía esperanzas, muy en el fondo creía que Suho lo seguía amando, el unicornio que había pintado en el cuarto de su hija era una pequeña señal, cuando lo vio por primera vez, le hizo sentir animado sobre el significado que pudiera tener ese dibujo para Suho. Cuando intento preguntarle sobre el porqué había pintado eso en el cuarto de su niña, su ex novio evito el tema olímpicamente.
Las cosas no iban del todo bien pero tampoco mal, o bueno eso creían todos los q alguna vez pertenecieron a EXO.
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Era una noche tranquila, Suho se encontraba en su patio trasero viendo las estrellas, pensando, adentro en su casa se escuchaba una algarabía por parte de sus ex compañeros de grupo, sonrío un poco por ello. En ese momento decidió que era hora de hablar, era hora de que ellos volvieran a Seúl.
Sus padres ya estaban enterados, lo entienden y lo apoyan en lo que piensa hacer, es más la próxima semana vendrán a visitarlo.
Él al principio no sabía qué hacer ante el pedido del CEO de SM, pero después de pensarlo mucho y numerar los pros y contras, él se dio cuenta de algo, él quiere tener tiempo para su hija.
Con decisión entra en la casa donde se escuchan risas de parte de todo EXO, por las payasadas que están haciendo sus ex miembros, por hacer reír a la pequeña y saludable Yebin, pero la pequeña solo los mira con ojos confusos, de vez en cuando regalándoles una pequeña sonrisa que hace notar el hoyuelo que tiene gracias a uno de sus padres.
Suho ve como Lay aparta a Kris, Luhan y Tao de su niña, tomándola en sus brazos, él no va a negar que esa, es su vista preferida. A pesar que Lay no quiso a la niña a penas se enteró, ahora se le puede ver el amor salir a borbotones por sus ojos, cada vez que esta con Yebin.
Lay la empieza a acurrucar y la niña lo mira atentamente, ella parece reconocerlo, saber que él es su padre. Todos los presentes se dan cuenta que la niña debe dormir, entonces empiezan a cantar una tonada suave, arrullando a la pequeña, que suelta un gran bostezo, antes de cerrar lentamente los ojos.
Eso hace sonreír a Suho que observa toda la escena desde el marco de la puerta de la sala, donde todos se encuentran reunidos, al parecer deberá grabar a todos cantando esa canción, ya que resulta ser un gran somnífero para la pequeña.
Suho solo contempla la escena un momento más, en silencio, no sabe cuándo se volverá a repetir la oportunidad de tener a todos juntos ahí, a pesar que las cosas entre los adultos aún están tensas, le encanta saber que Yebin tendrá una gran familia, cuando las cosas se resuelvan por completo, cuando las asperezas se limen en su totalidad.
–Lay –dice en un susurro, la canción se detiene cuando todos se dan cuenta de su presencia –, deja a la niña en su cuarto por favor y regresa pronto, necesito hablar con todos ustedes.
El nombrado asiente y se va en dirección al cuarto de su niña, Suho se dirige al comedor y jala una silla de madera, para poder estar en medio de la sala y mirar a todos los que alguna vez llamó amigos.
La sala se mantiene en silencio, Suho les brinda una cálida y sincera sonrisa, como hace mucho no lo hacía.
Lay demora un poco en regresar a la sala y cuando lo hace, se sienta enfrente de Suho, en un sofá que es ocupado por algunos de los otros miembros. –Lo siento –Se disculpa por su demora–, me quede embobado viendo su carita mientras dormía.
Suho solo asiente –No importa. –Guarda silencio por un momento, pensando la mejor manera de soltarles tal noticia–. Mmm… El Ceo me llamó –Empieza dudoso– Dice que EXO ya no puede continuar sin estar activos, por lo que desea que todos regresemos a Seúl, y también desea dejar de mentir sobre mi desaparición.
– ¿Cuándo quiere que volvamos? –pregunta tranquilo Lay.
–En una semana –Suho suspira.
–Entonces tendrás muy poco tiempo para dejar todo en orden aquí, para vender la casa y… – Suho interrumpe a Xiumin, mientras niega levemente.
–No hará falta.
–Es necesario –discrepa Chanyeol–, la casa quedará abandonada sino la vendes y con lo bonita que es será un verdadero desperdicio.
Suho solo les sonríe ligeramente –No entiende, yo no regresaré, me quedaré aquí, con mi hija.
El lugar se queda en completo en silencio –Hyung… –habla por primera vez Baek, su voz tiene un tinte de duda y tristeza–. ¿Qué pasará con EXO?
–Saldré del grupo definitivamente, no seré más el líder de EXO, de ahora en adelante, solo seré un chico normal, cuyo nombre aquí es Kim Jayden.
–No puedes hacer esto… –Lay, se levanta de donde estaba y empieza a caminar de un lado hacia el otro–, si es por mí que no regresaras, saldré yo, pero por favor no nos hagas esto –Él se acerca hasta su ex novio y se pone de rodillas–, ya te he pedido perdón por lo que hice bastantes veces, pero si es necesario lo seguiré haciendo, con tal que no cometas una locura.
Suho niega con una sonrisa complaciente –No entiendes Lay, no es solo por ti, es por muchas cosas. –Él tomo entre sus manos las mejillas del contrario–. Siéntate por favor y déjame explicarles mis motivos, de nada sirve que hagas esto, tampoco me siento cómodo teniéndote aquí arrodillado junto a mí.
Los dos pares de ojos se miraron por un largo tiempo, hasta que Lay suspirando volvió a sentarse en su lugar.
–El primer motivo por el que no voy a regresar es la relación que ahora llevo con cada uno de ustedes, los he tratado de perdonar, enserio que lo he intentado, pero a pesar que ya no los desprecio, en mi corazón aún sigue presente el dolor que cada uno me causó. Todos deben estar conscientes que está siendo muy difícil reparar nuestra relación rota, yo no confió más en ustedes como mis hermanos, ya no pondría las manos al fuego por ninguno de ustedes, y la tensión que ahora hay entre nosotros se reflejaría en el escenario –Suho dejó de ver a todos en general, para ahora solo concentrarse en Lay.
–Lay, ese día en el hospital, todo lo que dije fue enserio, pero a pesar de todos los esfuerzos que has hecho, los chocolates, las flores, el pasar tiempo con nuestra hija, todo eso solo ha servido para que no sienta rencor al verte, sin embargo no puedo olvidar todo lo que paso. Pienso que el perdón es olvidar todo lo pasado, para que no destruya tu futuro y seguir adelante sin recordar, sin que eso te haga daño en tu presente, pero yo no puedo decir que eso haya pasado contigo, es más con ninguno de los que están aquí presentes –Suho suspira.
–Prometiste que me darías una oportunidad –habla quedamente Lay.
–Y lo estoy haciendo, a todos, no he apartado a ninguno de la niña y pueden seguirla viendo cada que quieran o puedan. En un futuro tal vez les pueda decir tíos, o papá en el caso de Lay, pero yo no considero a ninguno amigo, para mi cada uno de los aquí presentes son solo conocidos; personas que me fallaron, personas que conocí su verdadera cara cuando más los necesite, personas en las que no puedo por el momento volver a confiar.
Suho tomó una gran bocanada de aire antes de soltar sus verdaderos pensamientos. –Yo dudo de ustedes, creo que en un futuro cuando más los necesite o cuando este en problemas, no podré recurrir a ninguno, porque pienso que todos son malas personas, que no son verdaderas.
Todos los chicos lo miraron con dolor en sus ojos, ellos pensaron que con los pequeños detalles que tenían con él, los intentos de conversaciones y hacerle ver que están arrepentidos estaba dando sus frutos, pero ahora están conscientes que se adelantaron a los hechos.
–No los odio, pero… –Suho suspira–. En fin creo que he dicho más que suficiente sobre mi primera razón, la otra es que yo, al haber estado viviendo estos meses aquí me di cuenta que me gusta la vida de un chico normal, tengo dos trabajos a los que inesperadamente amo, y soy muy bueno en ellos, la vida común no es tan mala, me encanta vivir aquí.
–La tercera razón es…– Suho se pone jugar con sus dedos nerviosamente–, me puse a pensar cómo sería la vida de mi niña si yo regresará a EXO, si bien es verdad que crecería amada por muchas personas, no es suficiente, porque Yebin siempre sería un secreto, como si fuera malo su existencia. No podría decir libremente a sus profesoras o amigos que ella es mi hija, y si algún día la llegan a descubrir, la prensa caería sobre nosotros como buitres, y ellos me preguntarían: “¿Dónde está la madre?”. ¿Cómo explicaría eso?
–Nosotros te ayudaríamos a lidiar con la prensa, si eso pasara. Ella podría vivir como el hijo de Key –dice Chen tratando de convencerlo.
–No, yo no quiero eso, no crean que me he tomado esta decisión a la ligera, o que es una de mis decisiones tomadas al apuro como otras en mi pasado, la llamada del CEO no la recibí hace unos días, la recibí apenas salí del hospital –Una gran exclamación de sorpresa se escucha por la sala –, he reflexionado mucho, incluso me comunique con Key, para hablar sobre la vida de su hijo y no la quiero para mi niña.
Suho baja la mirada a sus manos tratando de no sentirse tan culpable por lo que les está haciendo pasar a las personas delante suyo, sobre todo a los que se quedarán en el grupo, él sabe perfectamente que su salida desequilibrara al grupo, como en las anteriores salidas.
Aun sin dirigirles la mirada vuelve hablar: –El pequeño estudiará en casa, porque no podrá entrar a una escuela, necesariamente tendrían que decir quiénes son sus padres, y en una sociedad tan cerrada como es la coreana, ¿cómo piensan que tomarían que dos hombres fueran los padres de un niño?, ¿cómo tomarían que uno de ellos fue el que lo llevo en su vientre nueve meses? –Está vez levanta la mirada antes de volver hablar.
–Key nunca podrá admitir que es su padre abiertamente ante otras personas, el niño crecerá sin amigos de su edad, y constantemente es un esfuerzo del grupo entero para que no descubran su existencia, yo no quiero que mi hija pase eso. Quiero que mi niña pueda decir que yo soy su padre sin miedo, y yo ir a las juntas de la escuela para recibir sus notas, aquí puedo hacer eso; en la escuela donde trabajo, todos saben que estaba embarazado, y sabrían que ella es mi niña, que la lleve en mi vientre, aquí siento que fui incluso más aceptado que en cualquier otra parte, es un lugar tranquilo, donde puedo criar a mi niña.
Todos notan que la mirada en los ojos de Suho es decidida, saben que no podrán hacerlo cambiar de opinión, aun así esperan tener una pequeña oportunidad para convencerlo, pero antes de que alguien hable, su líder vuelve a tomar la palabra.
–La última razón es que yo quiero tiempo para mi niña, lo he pensado mucho y he discutido con Key todo esto, y saque una conclusión, yo no quiero pasar días enteros sin ver a mi hija, incluso semanas, no quiero que sea criada por los padres de alguno de los dos progenitores, quiero poder criarla yo, y aquí lo voy hacer.
–No podrás llevar a la niña a la escuela, cuando vuelvas a trabajar, necesariamente tendrás que estar sin verla por medio día –replica Baek.
–Sí, tienes razón, también lo he pensado, y en las mañana la dejaré con la mamá de Neitan, y en las tardes cuando salga de la escuela iré a la panadería, donde podré cuidarla y al mismo tiempo trabajar. Si bien no voy a pasar todo mi tiempo con ella, será mucho mayor que si estuviera en el grupo, ustedes mismo saben los horarios extenuantes que tenemos, a veces nos levantamos a las cinco de la mañana y regresamos a las dos o tres de la madrugada; no quiero salir de casa viendo a mi niña dormida y regresar solo para encontrarla en el mismo estado, yo quiero ser capaz de jugar con ella, no perderme sus primeros pasos, quiero que ella en su adolescencia no pelee conmigo por no haberla cuidado lo suficiente cuando era niña.
Toda la sala se queda en silencio, nadie sabe cómo replicar a todas las razones que él ha dado, ya que cada una tiene mucho sentido, a la final no pueden encontrar un punto débil en sus argumentos, y las leves esperanzas de hacerlo cambiar de idea han desaparecido.
–Espero que puedan entender, hoy mismo hablaré con el CEO para informarle de mi decisión y no crean que no pensé en todas las consecuencias, lo hice y mucho, después de todo ya no puedo ser tan imprudente, impulsivo e irresponsable, ahora soy un padre, y mi pequeña Yebin sufrirá las consecuencias de lo que decida.
– ¿No piensas en mí? –Lay habla apretando los dientes– Prometiste que me darías una oportunidad, ¿cómo te voy a recuperar a miles de kilómetros de aquí?, yo quiero formar una familia contigo y la niña, me estas negando eso, incluso prácticamente me estas negando el derecho a verla, a estar presente en su vida.
–No te estoy impidiendo verla, cuando tengas tiempo podrás venir –dice calmado Suho.
– ¿Cómo haría eso?, sabes lo complicado que sería viajar hasta aquí en mis días libres, tú mismo estas consciente que cuando EXO promociona apenas hay tiempo para respirar, con suerte vería a la niña apenas dos veces al mes –Lay se toma de sus cabellos con exasperación.
–Tú mismo lo has dicho con la agenda de EXO apenas tenemos tiempo, y quieres que nuestra hija crezca solo con sus abuelos y apenas viendo a ambos padres, ¿quieres eso? –Hasta ahora ninguno de los dos ha alzado la voz, pero el ambiente es cada vez más denso entre ellos–. Al menos si me quedo aquí la niña crecerá con uno de sus padres, y a diferencia de lo que tenía planeado hacer antes de que aparecieran aquí, ella sabrá que eres su otro padre, no te negaré.
– ¿De que servirá eso?, prácticamente sería una constante ausencia en su vida –Lay suspira, tratando de calmarse y buscar una solución a ese lío–. Al menos considera vivir en Asia, no sé, tal vez en China o Taiwan.
Suho niega pacientemente – ¿Qué ganaría con eso?, es decir aquí puedo andar por las calles de la mano de mi hija sin miedo a que me persigan o me reconozca. Aquí la niña crecería en paz, y si voy allá, ¿cómo esperas que explique que ella nació de mí?, ¿qué no hay madre?, mi objetivo con esto es darle una vida normal a la niña.
–Yo… –habla dudando Luhan–, te entiendo Suho, pero, ¿qué pasa con tus sueños?, ¿no te arrepentirás en un futuro de haber renunciado por lo que luchaste siete años, por una vida común?, es decir, tanto Kris, Tao y yo salimos de EXO, pero los tres seguimos en la industria del entretenimiento, seguimos haciendo lo que amamos.
Suho le brinda una pequeña sonrisa antes de responder –También pensé en ello, y me di cuenta que amo más a mi hija que lo que alguna vez ame ser famoso, y pensé en la posibilidad que me dices, y no, pienso que no me arrepentiré, porque no estoy renunciando por completo a la música. Después de todo aquí soy un maestro de música, seguiré cantando y haciendo lo que amo, solo que más tranquilo, sin la estridente y agitada vida de un ídolo. Quiero esto, y si en un futuro hay la remota posibilidad de llegar a sentir arrepentimiento, solo me bastarían los recuerdos vividos junto a mi niña, para saber que todo sacrificio y esfuerzo valió la pena.
Suho se levanta de la silla y se acerca hasta Lay, quien tiene la mirada gacha, toca su hombro y cuando él levanta la vista, el ex líder de EXO sonríe amablemente.
–No creas, que dejaré de darte esa oportunidad que me pediste, nos mantendremos en contacto todos los días y cuando vengas no te evitaré, tal vez salgamos a citas, todavía hay la oportunidad que nuestro amor renazca.
–El amor a distancia no dura –Lay responde en un tono amargo.
–No necesariamente, sabes que no siempre se cumple esa regla.
–Tu decisión ya está tomada a pesar de lo que diga, ¿verdad? –Suho asiente, Lay respira profundamente dos veces antes de hablar –. Necesito aire, y pensar en esto con la cabeza fría –Sin decir más se levanta y sale rápidamente de la casa dando un portazo en el proceso.
–Se enojó –Suspira Suho.
–Es normal Omma –habla Tao, sonríe débilmente cuando Suho lo regresa a ver– Me entristece saber que no volverás a Corea, ahora será mucho más difícil contactarte.
–No te preocupes por eso, Tao, ahora hay mucha tecnología que nos ayudará a comunicarnos continuamente.
¿Qué pasara con nosotros? –pregunta esta vez D.O–, es decir, dijiste que ya no nos consideras tus amigos, pero, ¿podríamos seguir en contacto contigo y la niña?, dejar pasar el tiempo para ver lo que pasa y tal vez en el transcurso de los días, meses o años podamos volver a ser los amigos que éramos antes.
–Nada volverá a ser igual Kyungsoo, pero sí, podemos mantenernos en contacto y ver lo que pasa después.
–Ten por seguro que todos nos mantendremos comunicados contigo –habla decidido Baek– Ahora si nos disculpas necesitamos ir a ver como esta Lay.
Todos se levantan del sofá y cada uno se despide del propietario de esa casa. El último en irse es Baek, quien da un abrazo sorpresivo a Suho –Aunque tú ya no nos consideres tus amigos, para mí siempre lo serás.
–Gracias Baek, no por lo que dijiste ahora, sino porque no se me olvida que fuiste el único que me apoyo, perdón si te meto en el mismo saco que los demás, pero aún siento que traicionaste mi confianza –Baek asiente cabizbajo–, pero tú estás a un pasito más cerca de que te perdone tu pequeña indiscreción, después de todo, lo que hiciste no está completamente mal –Baek asiente feliz, y con un último “Adiós” se despide de él.
Suho al final del día se queda completamente solo, cansado y fatigado emocionalmente, él sabe que está haciendo lo indicado, sabe que es la decisión correcta. Se dirige a la habitación de su niña y sigilosamente se acerca hasta la cuna de ella, espera verla dormida, pero la niña esta con sus grandes y bellos ojos observando el unicornio pintado en la pared de al lado.
– ¿No estabas dormida pequeña? –dice mientras acaricia los escasos cabellos de Yebin, su hija le regresa a ver cuándo reconoce su voz.
Él recarga su barbilla en el barandal de la cuna sin dejar de acariciarla y suspira –Estoy tomando la decisión que estoy seguro es la mejor para nosotros Yebin, sé que habrá momentos difíciles por mi decisión, pero superémoslo junto como una familia ¿sí?
La niña le sonríe y asiente, mueve sus manos y piernas enérgicamente, parece feliz, como si hubiera entendido lo que su padre le dice.