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What if Kai was the last ninja? por Room 13943

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Notas del capitulo:

Ya se armó.

Tragó saliva una vez más y tocó a la puerta de la habitación que todos los demás compartían. Se escuchó la euforica voz de Jay gritar un «¡adelante, sea quién sea!», la había oído a pesar de los desenfrenados latidos de su corazón, producto de recordar el incidente que había tenido lugar ahí mismo, más precisamente en la cama de Lloyd, y el suelo de la entrada, que limpió arduamente, sin dejar rastro, salvo un pequeño obsequio para el rubio, que esperaba no hubiera sido descubierto por ningún otro.

Se dio unos golpecitos en la cara, pues las mejillas las tenía ardiendo, y abrió la puerta después de tantos espavientos. 

Lo primero con lo que se cruzó fue con un amistoso abrazo por parte del ninja azul, que en seguida revolvió su cabello, ríendo. Lo alejó con ambas manos, aunque también reía. Después saludó a Zane con la mano, pues el peliblanco lo miraba a él y a Jay atentamente; éste le regresó el saludo con una amplia sonrisa. Sus ojos se toparon con la silueta de Cole acostado en su respectiva cama, y con sus ojos penetrantes, que le erizaban la piel. Bajó la mirada y se encogió levemente de hombros, antes de atreverse a mirar a Lloyd, que le sonreía de manera inusualmente alegre. Eso le alegró; tal parecía que su "regalo" había surtido su efecto, pero sabía que esa felicidad no duraría cuando le dijera lo que le tenía que decir.

—Ehh, ¿Lloyd? Quiero hablar contigo, ¿tienes un momento?

—Para ti siempre— dijo, con un tono que Kai se atrevió a nombrar como "coqueto", haciéndolo sonrojar ligeramente. Jay se alejó de su lado y se sentó cerca del peliblanco, en seguida se pusieron a charlar. Y Cole fingió dormitar mientras el rubio se ponía de pie para caminar hasta el castaño. Ambos se dirigieron a la puerta, y Lloyd la abrió permitiendo que el menor pasara primero; éste miró atrás antes de hacerlo, podía sentir los ojos del moreno mirándole.

Salió y detrás de él, Lloyd, quien cerró la puerta. Su sonrisa aún seguía ahí, intacta. Le gustaba aquella sonrisa tan sincera. Tomó el rostro del mayor y le dio un suave beso en los labios, antes de soltar todo. Sintió los brazos del rubio rodear su cintura, y rogó que nunca lo soltara, que nunca lo odiara, y que nunca lo dejara. 

Respiro hondo, y dijo:

—Lloyd, hay algo que quiero decirte. Es importante... 

—Claro, dilo.

—Bueno, verás. Re-recuerdas perfectamente cuando me dejaste solo en tu cama, ¿cierto?— se enrojeció de sólo pensarlo, y la sonrisa del rubio se ensanchó más; eso era un claro afirmativo.

—Por supuesto que lo hago, me encantó el regalo que me dejaste. Nunca pensé que serías tan atrevido— respondió.

—Y yo tampoco pensé que fueras un fetichista— le estaba justando el juego, pero se detuvó. Sacudió su cabeza, y siguió:—. Después de eso... Él, bueno, esto... ¿Cómo se llama? Emm... Cole- sí, Cole, pues, verás, él... Entró al cuarto y- y me descubrió— la sonrisa del mayor se estaba yendo lentamente, así que añadió rápidamente:— ¡Probablemente se hizo una idea equivocada o algo así...!

—¿A qué quieres llegar, Kai?— el tono de su voz lo hizo temblar. Nada estaba progresando de la manera correcta.

—Me pidió salir con él para que eso no pase a vocas ajenas... E-Eso es todo, no hizo nada más, te lo juro.

Espero. Y espero. Esperaba que Lloyd soltará su cintura, que lo dejara caer al suelo, que le diera la vuelta y se marchara por ser tan imbécil; pero no fue así. En lo absoluto. Aquellos fuertes brazos lo seguían abrazando, ahora con mayor intensidad. Sentía el contacto, su calor, y le dieron ganas de echarse a llorar, aunque no había motivos para ellos.

—¿Aceptaste la cita?

—No... Le dije que esperará. No quiero que algo salga mal, y por eso esperé para decirtelo. 

—¿Qué no salga mal, dices...?— los brazos que rodeaban su cintura temblaron, y él también.

—¿Lloyd...? Lloyd... Lloyd, me lastimas...

—¡Maldito!— gritó. Su rostro estaba dominado por la ira, y el de Kai fue invadido por el miedo. El amarre de aquellos brazos lo dejaron libre. El mayor se giró abruptamente y abrió la puerta con un terrible azote, exhaltanto a todos los que se hallaban adentro de la habitación.

—¿Qué diablos te pas-?

—¡Tú, maldito bastardo!— entró dando grandes pasos y se acercó hasta Cole, propinándole un puñetazo.

—¡Lloyd!— gritaron Jay y Kai. Jay con sorpresa, Kai con terror.

Después de ese puñetazo, le siguieron tres más hasta que Zane agarró por los brazos al rubio y lo aparto del pelinegro, que con la palma de la mano, terriblemente tranquilo, se limpiaba la sangre que caía por su labio rotó. 

—¡¿Lloyd, qué diablos has hecho?!— gritó el castaño claro, dirigiéndose hacia Cole, para examinarlo.

—Calmate, Lloyd— susurró Zane— y explica todo.

—¿Qué ha pasado aquí?— inquirió una voz. Era el Sensei Wu, que había sido llamado por Kai. Todos se miraron; Zane y Jay intercambiaron miradas inquietas con el anciano y con el castaño menor que se hallaba tras él, mientras que Cole y Lloyd intercambiaban miradas de odio.

Notas finales:

#SalseoDelBueno

Hoy no tengo mucho que comentar, la verdad xD. Sólo que espero y les haya gustado el capítulo con un poco de salseo del bueno como siempre, entre mis dos amores: Lloyd y Cole, en la batalla infinita por el Uke-Kai, aunque ya sabemos que Cole siempre se queda con mi sensual azabache de Al -prometo algún día sacar toda su historia a la luz- UuU.

Besos♥


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