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No fue coincidencia por mistdowner

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Notas del capitulo:

Aquí un nuevo cap. Lamento la espera :'( 

 

A pesar de que ya estoy en vacaciones, sigo yendo al colegio por unos temas importantes, y pues... Nada. Hoy me hice la loca (?) 

Espero les guste el cap <3 

-¡Por la Luna, Jack!

-¡Irresponsable!

-¡Hijo, te has ganado un buen castigo!

-¡Elsa, si unes todos los moretones de la espalda de Jack, formas un caballo con una sartén en la boca!

-Ya deja eso Anna, a Jack le duele.

Las voces y regaños eran muchos. Ni bien todo acabó, su tío apareció intimidante, llevándoselo a casa solo para chillar de preocupación por sus heridas y reprenderlo como una madre. Tiana no estaba en posición diferente. Bunny…Vaya. Nunca lo había visto tan enojado. Sandman se mantenía a un margen, preocupado. Y sus primas solo debatían que forma tenían sus moretones. ¿Tan mal se vería? Bueno. No se esperaba otra cosa. Después de todo, todo el equipo se le había tirado encima luego de lanzar ese golpe al capitán. Sin exagerar, era un tanto molesto caminar. Sí que lo habían molido a golpes. No quería ni ver su apariencia.

-Ve a tu cuarto, piensa en lo que hiciste en lo que te mejoras.- Hubiera protestado. Hubiera confesado sus motivos para hacer tal locura. Pero no tuvo las ganas suficientes como para siquiera pensar en qué decir, más que un leve : “Sí”

Cuando llegó a su cuarto, simplemente se echó en la cama a descansar. Estaba cansado y aún ardían algunas heridas. ¿A quién en su sano juicio se le ocurre golpear al capitán de un equipo, justo en frente de este? Solo él. Tomó su celular.

Pequitas: ¿Jack?

Lo que faltaba. Suspiró cansado. Ahora no tenía muchas ganas de pensar en nada. Mucho menos en Hiccup. Así que solo apagó el celular. Ya luego vería de encontrar una respuesta a ese llamado.

La noche llegó pesada. Despertó con la garganta seca y algo de hambre. Suerte que en su casa nunca faltaban las galletas y la leche. Se levantó con pesadez. Ahora su cuerpo comenzaba a resentirse por la golpiza.

-¿No deberías estar durmiendo?- escuchó decir detrás suyo.

-Muero de hambre.- confesó.

-Siempre igual, Jack.- el ruido de una silla moviéndose detrás de él le indicó que estaba en líos. Terminó de sacar la leche y las galletas de sus respectivos lugares, y con resignación tomó asiento a la mesa.- Buen chico.- el albino reviró los ojos.- ¿Qué estas haciendo?- esa pregunta. Esa tonta y maldita pregunta.

-Nada.- comentó indiferente, tomando las galletas y la leche, para comenzar a comer.- como un poco.¿ No es obvio?

-Tu y yo sabemos que no es esa la respuesta.- el chico tardó en responder. Estaba ocupado encontrando las respuesta en el fondo de su gran vaso de leche. Elsa por su lado, solo esperaba paciente.

-No…No lo sé.- terminó por responder vencido. Sabía que de ninguna manera podría evadir el tema. Muchas veces lo había intentado antes. Demasiadas. Aun recordaba esa molesta mirada de lástima que todos ponían en él luego que “eso” ocurriera. ¿Y cómo podría olvidar sus intentos por aislarse? Solo quería estar solo. Pensar y…Ah. Lo que fuese. Pero ella nunca lo dejó escapar. Elsa tenía “ese” don para percibir “ esas” cosas. No sabría describirlo de otro modo que no fuera diciendo acertadamente que poseía una gran percepción y quizás, un sexto sentido.

-¿Él te gusta?

-¿Por qué tienes que conocerme tanto?- sonrió, mirando a los ojos a su prima. De cierto modo, sintió su corazón vibrar con el recuerdo de un deja vú. Excepto que ahora, bueno, era mucho mayor… Y nadie… Pff. Lo que fuera. El sentimiento y la ocasión eran similares.

-Somos casi iguales, Jack. Sabemos lo que es la soledad. Puedo leerte. Ya no tienes esa expresión en el rostro, ni esa sombra en tus ojos. Él te gusta.- Por un momento el albino odió a la chica y su percepción. ¿Por qué tenía que saber tanto el uno del otro? ¿Por qué eran tan parecidos? ¿Por qué ella podía simplemente saber lo que sucedía con una mirada?

-Yo… Creo…No lo sé.- Se rascó un poco la nuca para tratar de aliviar la tensión que tenía encima. Sin embargo terminó por sentir una leve puntada en uno de sus hombros lastimados, por lo cual lo dejó. No estaba mintiendo…No del todo. Solo estaba… ¿Confundido? Ah. ¡Que alguien lo golpeara! Siempre había sido alguien divertido y coqueto…. Al menos, estos últimos años. Nunca había tenido que sufrir por amores, porque nunca se había enamorado. Y ahora estaba allí, preocupado de sus sentimientos, confundido, y con aquella constante sensación de ser un idiota. Tal vez lo era. ¿Qué más podría explicar toda la situación?

-Jack…

-Bien. Sí. ¿Vas a llamarme idiota?

-No lo haré.- comentó sonriente.- solo quiero saber que te trae tan mal. Aunque…Era un poco obvio.- una pequeña sonrisa traviesa cruzó los labios de la chica. Jack desvió la mirada. Se sentía totalmente expuesto.

-Ya lo he mencionado. Es mi… Ugh. Amigo. Y lo ayudo a volver con su ex novia.- Elsa enarcó una ceja.- Sí, es tonto y descabellado. No quería sentir esto, ok? Solo pasó. Ahora me siento el peor tipo del mundo por no poder...

-¿Por no poder ayudarlo? ¿Por solo quererlo para ti?- Jack miró a su prima. Solo unos segundos intensos, en los cuales sus miradas parecieron fundirse. Siempre habían tenido ese tipo de “conexión” luego de aquellos tiempos oscuros, y sinceramente, bastaba. Incluso, lograban calmarse mutuamente mucho más de lo que podrían lograr con un abrazo. Ambos suspiraron.

-No sé que hacer.-finalmente exclamó casi en un quejido.- solo me estoy enredando en algo que no será.- aceptó. Se rió. La situación le causaba ciertas ganas de reírse de sí mismo. Tal vez era una nueva manera de no entristecerse por el tema.

-Pienso que el siente algo por ti.

-¿Qué?

-No estoy segura. Pero… Se preocupa mucho por ti.

-Es solo porque soy el único amigo que tiene cerca.- continuó, esta vez con un tono pesimista.- no es que yo sea… Algo. ¡Ah! ¡Estas cosas no son para mi!- por un momento quiso escapar de nuevo a la comodidad de su habitación. La charla se estaba tornando tan molesta… Y es que simplemente, Jack no quería afrontarlo. Elsa lo sabía, por lo cual, esta vez alzó un poco su mentón, reafirmando su postura; Jack enseguida supo que no sería buena idea moverse.

-Ya veo, sí, es complicado. ¿Ya te has declarado?

-¿Estas loca? No podría. Él simplemente no… No me ve con esos ojos.

-¿Cómo lo sabes?

-Me ha dicho que sigue detrás de ella.

-Tal vez es solo es un cabeza dura…

-¡Ja! Es el mayor idiota que he conocido, tan enfrascado, tan decidido…Tan… No lo sé. Cuando estoy a su lado es… ¡Ah! Yo ya… No…Tenía porque sentir miedo.

-Vaya. ¿Miedo?

-Cállate. – se llevó las dos palmas al rostro. Suspiró casi como un quejido.

-Jack, escucha. Sé que… Es difícil para ti. Yo igualmente estaría aterrada en tu lugar. Pero las desgracias por las que pasaste ya… No volverán. Sí ese chico te gusta, por lo menos hazle saber tus sentimientos. No digo que funcione. Tal vez su corazón siempre pertenecerá a aquella chica. Pero por lo menos no guardarás más recuerdos y sentimientos dolorosos en ti.- Jack permaneció un rato callado, como si las palabras no pudieran penetrar en él lo suficiente como para hacerlo reaccionar. Sin embargo luego un prolongado silencio, sonrió animado, mirando algo más vivaz a la chica. Aun debía pensarlo. Pero simplemente el saber que Elsa lo apoyaba, lo animaba como no tenía una idea.

-Siempre sabes que decir, eh?- afirmó el albio, dando una de sus características sonrisas ladinas. No tardó en levantarse de la silla, e ir al lado de su prima para encerrarla en un abrazo cariñoso, sacándole algunas risas a ambos.

-Es un don de los Arendelle. – Afirmó la chica correspondiendo entre sonrisas, parar luego recordar cierto detalle.-Por cierto. Él estuvo aquí. Insistió mucho en verte.- Jack se vio impresionado. No pensó que lo buscaría. Su corazón se removió sin que él lo quisiera, y para ignorarlo, solo escondió el rostro en el cuello de Elsa, mientras esta lo confortaba.

***************************************

El día se había pasado un tanto más pesado y gris de lo que le hubiera gustado. Había estado tan perdido en sus pensamientos, que ni pudo ir a comprarle algo a Astrid, y por ende, no había ido a visitarla. Aunque, bueno, tampoco es que hubiera cambiado algo si hubiera ido. Ya había asistido al trabajo. Ya había frecuentado  la cafetería. Y no podía verlo. Por “Anna”, se había enterado del gran lío en el que estuvo involucrado Jack. Decir que no estaba preocupado sería mentir descaradamente. ¿Cuándo podría verlo? El solo preguntarse aquello, le hacia divagar en algunas sensaciones ansiosas.

-¡Ah! ¡Toothless, deja eso!- tuvo que salir del mundo de sus pensamientos en cuanto su nueva mascota comenzó a perseguir a un extraño. Lo vio un tanto sospechoso, vestido todo de negro, pero no le dio mayor importancia, obligando a su perro a comportarse. Las horas pasaron. Así, después de varias vueltas al parque y uno que otro grito, él y su perro volvieron a su hogar. Ni bien abrió la puerta, por alguna extraña razón, el perro no se alejó de su lado. Al contrario, parecía gruñir a algo o alguien.- ¿Qué sucede, amigo?- preguntó quitándose los abrigos, solo para entrar y escuchar ruidos en la cocina. Se asustó. Dioses. ¿Le estaban robando? Se acercó cuidadosamente. Pronto vio como su perro se alejaba e iba a dar la vuelta por otra dirección. - ¿Hay alguien aqu…?

-¡BUH!- fue lo que escuchó, minutos antes de pegar un pequeño salto, alcanzar a ver el rostro de Jack, y verse empujado dramáticamente contra el sillón. Todo sucedió tan rápido, que se vio confundido cuando sintió un leve gimoteo encima suyo, y una que otra maldición.- ¡Ah, deberías adiestrar mejor a tu perro! ¡Me ha tacleado!- pestañeo de mejor manera, y entonces notó lo que sucedía.

-¿Jack?

-¿Quién más?

-¿Cómo…?

-Dejaste una ventana abierta, genio. – respondió un tanto molesto Jack, ahora cayendo en la cuenta de cómo sus cuerpos habían quedado posicionados. Inmediatamente  se tensó. La manera en la que Hiccup lo estaba viendo no ayudaba en nada. Desvió su propia mirada de él, y tuvo la intención de levantarse. – Rayos, mueve tu pierna, así no puedo…- No pudo seguir hablando. Las suaves y grandes manos del castaño envolvían su rostro, obligándolo a verlo. Rayos. Bufó.- Hey, esto no es…

-¿Estas bien?- lo interrumpió el ojiverde. Debido a lo oscuro del día y a que era algo tarde, no había podido caer en la cuenta de los moretones que Jack tenía. Uno le cruzada una mejilla, mientras que su ceja parecía levemente hinchada, y su labio… Parecía que en algún punto había estado sangrando o algo así.

-¿Ah?

-Tienes…Moretones- expresó el más alto, pasando la yema de sus dedos por los lugares que se teñían de morado y verde, casi con miedo a provocar dolor. Jack instintivamente se estremeció, tan a gusto estaba con el tacto que por un momento, hasta le faltaron  las ganas absolutas de moverse. Él igualmente quería tocar. Quería sentir aun más cerca su cuerpo. Será por ello que casi por reflejo movió su pierna. Error. Enseguida notó como Hiccup se tensaba horriblemente y se volvía rojo como un tomate.

-Estas…Tu…- Jack no comprendía nada.- Tu pierna está en mi… Jack…

-¡AH, TE DIJE QUE TE MOVIERAS!- explotó, su cara no podía estar más roja. Por aquel tono de voz que había usado el mayor, parte de su espalda y brazos se habían erizado. Se levantó tan rápido, que el pobre Hiccup seguía confundido en el sillón, solo atinando a tragar en seco y levantarse de a poco. Se dio un silencio incómodo entre ambos, interrumpido por los quejidos de Toothless. Al parecer al perro no le caía de lo mejor que su dueño pasara tiempo con alguien más que no fuera él.- Fue su culpa.- finalmente habló, levantándose del sillón, ya más calmado. Solo quería desviar el tema- Él me empujó.

-¿Toothless? Bueno, no me sorprende. Al parecer le agradas.

-Oh, suerte ven a mi.- ironizó el albino. Hiccup se dedicó a observarlo un poco, solo de pasada, para que no se notara tanto sus ansias de verificar que no tuviera otra herida.

-¡Eras tu!- exclamó.

-¿Qué?

-Toothless quiso seguirte cuando pasaste por el parque. ¿Por qué estas vestido así?

-Nada en particular.- Se hizo el desentendido. El mayor sintió que no debía creerse tal tontería, pero finalmente solo lo dejó pasar. No tenía ganas de llevarle la contraria al albino.

-Anna me contó sobre tu pelea. No sabía que fueras así.-bromeó, solo para enojar un tanto al menor.

-A veces no me controlo.- expresó éste, para luego guiñar un ojo. De nuevo Hiccup se sintió avergonzado. Claro, no le duró mucho, porque pronto una gran risa estalló en el lugar. Jack sí que sabía burlarse de él.- Bromeo. Solo pasó. Aunque… sí que fui un idiota. Solo alcancé a dar un triste golpe, mientras que los miembros del equipo del instituto acabaron conmigo.

-¿Estás bien?

-Sí, vamos. Solo fueron un millón de kilos encima de mi, golpeando mi cuerpo.

-Jack, no me preocupes así.- se quejó el castaño, ahora sí, levantándose él también del sillón y siguiendo al albino, quien marchaba desinteresado a la cocina. - ¿Ya te has…?

-Sí, ya me hice tratar. ¿Cómo no con  dos primas y un tío encima?- Hiccup abrió los ojos de impresión. ¿Tío? ¿Entonces ese gran hombre no era su padre? A pesar de que se vio tentado a preguntar, solo guardó silencio. Tal vez luego pudiera sacar el tema sin sonar tan intrigado.- ¿vas a comer?

Pronto el ojiverde apreció lo que Jack había estado haciendo en su casa. Sí, de nuevo se había tomado el trabajo de limpiar los trastes, y además, cocinar un pastel. Simplemente, iba a matarlo de dulzura, y no exactamente por sus creaciones culinarias. Sonrió agradecido, y se sentó a la mesa.

-Gracias.

-No es nada.

-No lo entiendes. Sí lo es. Realmente había querido verte. Estaba preocupado.- Esas simples declaraciones sirvieron para remover el interior del más joven. Simplemente no se imaginaba que Hiccup le soltaría tal cosa encima. Por suerte reaccionó rápido, y solo sonrió como siempre, como si la noticia no le causara un estremecimiento de felicidad.

-Lo sé, lo sé. No puedes vivir sin mi.- se escuchó un tono. El albino sacó su celular, verificó y suspiró frustrado, antes de cortar. Hiccup enarcó una ceja.

- ¿Quién era?

-Mi novia.

-Jack…

-Bien, bien. Norte y las chicas. Ya notaron que no estoy en casa.

-¿Qué…?

-Me escapé.

-¿¡Qué!?

Notas finales:

Subiré otro cap (?) ¿Por qué? Porque YOLO


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