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No fue coincidencia por mistdowner

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Notas del capitulo:

Y aquí estamos. Ngh. No puedo creerlo :'( 

Como ya he dicho, me ausentaré un tiempo de aquí. Es mi plan, ya saben, aun me quedan histoias por terminar, y muchas ideas por hacer pero... ¡RAYOS, QUIERO SEGUIR ESCRIBIENDO! :'( Pinche escuela. 

 

Puede que cree una página o cuenta especial con el nickname "Mistdowner", en facebook. Quien quiera, podrá agregarme allí, para enterarse de cuando actualizo y esas cosas (?)

 

Si llego a hacerla, lo cual considero algo apresurado... Dejaré el link en el perfil de esta misma página :'v 

 

Entre las penumbras de aquella habitación, podían observarse apenas dibujadas, dos figuras que se movían ansiosas una contra la otra, iluminadas tenuemente por la escasa luz que ofrecía la luna. El sonido de suspiros y de ropa moviéndose, como así también el sabe compas que emergía de la cama hacían del ambiente acogedor para aquellas dos personas. 

-A-ah…- se escuchó por lo bajo. Hiccup sintió como su corazón bombeaba sangre directo a sus mejillas. Nunca había escuchado a Jack gemir, y aunque no era su primera vez en “ese” tipo de situaciones, no pudo evitar que no resistiría mucho más sin escuchar esos suaves gemidos. Por lo cual, llevado por su deseo, encajó suavemente sus dientes en su cuello, mientras una de sus manos se colaba lentamente por debajo de la ropa, acariciando la espalda del albino. Sus esfuerzos dieron sus frutos, debido a que a los pocos segundos Jack pasó a dejar salir aquellos sonidos que tanto lo volvían loco. Al parecer, era alguien un tanto sensible. Besó su cuello con gula, para luego pasar a posar ambas manos en aquella prenda que tanto le molestaba. El mensaje mudo entre ambos fue captado al momento. Jack se separó un poco, y suspirando, levantó los brazos para que Hiccup pudiera al fin retirar su camiseta. La prenda fue a parar a algún lado de la habitación, justo como aquella sudadera azul que tanto amaba el albino.

El castaño sintió una pequeña presión viajar debajo de su vientre al ver el torso desnudo de Jack delante suyo. A pesar de lo oscuro que estaba el cuarto, el suave brillo de la luna era lo suficientemente fuerte como para dibujar cada curva de su hermoso cuerpo, haciéndolo perder la razón. No solo eso: desde sus preciosos ojos azules mirándolo atento, hasta sus mejillas encendidas y sus pequeños botones rosados adornando su pecho blanquecino… Sintió como si fuera a perder la cabeza. No perdió tiempo para volver a besar toda su piel. Pasó de acariciar su torso, a dejar que sus manos viajasen libres hasta su cintura. Podía sentir claramente como Jack se tomaba de su nuca, suspirando en su oído de vez en cuando para incitarlo a seguir. Ese chico realmente quería volverlo loco. Después del segundo beso, decidió que lo mejor sería igualarse en condiciones. Se retiró unos momentos, enderezándose y deshaciéndose de su camiseta.

-No estas nada mal, uh?- lo escuchó decir entre la oscuridad de la noche. Instintivamente sonrió por el cumplido. Tanteando la zona, llegó de nuevo a su lado, para apegar su piel a la de Jack. La sensación provocó nuevamente una carga de deseos recorrer su ser. Era extraño. Mientras él era cálido, Jack parecía siempre estar congelado, puesto que se estremeció violentamente ni bien estuvieron juntos. Y eso que, simplemente, acababan de comenzar. Aquello le hizo preguntarse si estaría bien seguir hasta el final. Después de todo, sospechaba que Jack… En realidad era virgen. Sintió una punzada en su entre pierna.

-Jack, ¿estas seguro?- le preguntó. Tal vez era la tercera vez que le cuestionaba tal cosa.

-Ya te he dicho que sí. –respondió el albino, abrazándolo con necesidad. La zona sensación que ese le provocó, le hizo querer devorarlo a besos.- No puedes dejarme “así” ahora.- agregó, en un obvio tono avergonzado. En ese momento Hiccup pudo sentir como Jack movía ligeramente sus caderas contra él, provocando una ligera fricción. No era tonto: Jack ya había tocado aquel punto de excitación. Aquello solo sirvió para agregar más leña al fuego. Su sexo igualmente respondió a la fricción, endureciéndose de a poco por los estímulos. Por los Dioses.

Guió el cuerpo del albino, hasta dejarlo recostado. Se notaba lo tenso que estaba, puesto que torpemente se quejaba de vez en cuando los roces. Una vez hecho eso, pasó a besarlo. Sentía que debía hacerlo, tiernamente y de a poco, para no asustar a Jack o hacerlo sentir incómodo. Una vez sintió que era suficiente, pasó a bajar en un lento camino de besos hacia su pecho. Podía notar como el ojiazul se tensaba. No dio tantas vueltas en esa zona, pues sabía que lo desesperaría: simplemente comenzó a dejar amplios besos alrededor de sus botones, produciendo en Jack más sonidos de satisfacción que le llegaron directo a los oídos. No conforme con eso, lentamente una mano pasó a atender aquella zona necesitada, por encima de la ropa. El sobresalto de Jack al verse tocado en su punto más sensible fue notable. Sin quererlo, una mano del albino fue a acompañar a la de Hiccup. Así, ambos marcaban un suave paso sobre las telas, sintiendo como de a poco la zona terminaba por endurecerse al punto en el cual era molesto seguir.  Hiccup se enderezó encima del cuerpo de Jack. Ahí, justo debajo de él, podía sentir la mirada atenta del albino esperando su próximo movimiento. Ambos estaban agitados, aunque claro, su propia respiración no se comparaba a la de Jack, que apresurada, parecía querer buscar un ritmo adecuado para ahogar sus gemidos.

-Solo tranquilízate.- le mencionó, al tiempo en que sus manos iban a parar al inicio de sus pantalones. Pudo notar como Jack se llevaba en ante brazo a los ojos y miraba el techo

-Es fácil para ti decirlo, no es tu primera vez.- se escudó. Al fin cuando pudo terminar de bajar el cierre del pantalón y retirarlo solo un poco, notó como Jack suspiraba aliviado. Contorneado por la tela del bóxer, se hallaba el sexo de Jack, erguido y ansioso.  Sin querer alargar más la situación, pasó a liberarlo, tirando del conjunto del bóxer y pantalones un poco. Jack, rojos hasta las oreas, elevó sus caderas para permitir el retiro. Así, más prendas se unieron a las demás que yacían por el suelo. Hiccup igualmente se sintió en la necesidad de terminar de desnudarse, sin embargo dejó aquello para después, puesto que podía notar los nervios en el cuerpo de Jack. Suponía que obviamente, no sería fácil para él mostrarse de aquel modo. Como apreciaba el momento. - ¡A-ah! ¡Hiccup!- Lo escuchó decir, una vez tomó parte en el asunto, con un vaivén firme y seguro. Todo el ser de Jack se sacudió. Aún así, Hiccup se negó a parar, atendiendo aquella zona con más dedicación. Solo se permitió parar cuando se dio cuenta de cómo Jack se esforzaba por volver a sentarse. Le dio un respiro, dejándolo ser, y una vez lo tuvo cerca atacó sus labios con necesidad, abriendo el paso a una lucha entra ambas bocas. Y solo en ese entonces, las sacudidas sobre el sexo de Jack retomaron su curso.

-¿Se siente…Bien?- le dijo con esfuerzo, puesto que su respiración se había tornado tan irregular, que hablar de manera y sin ese tono pesado y meloso se le hacía difícil. Jack entre jadeos y gemidos logró asentir.

-Hiccup, ahh…Espera, Hiccup…- le rogaba el albino, sin embargo el castaño no dejaba de tratarlo entre besos y caricias.- Yo…También…- fue lo que logró escuchar el más alto, dejando salir un ronco gemido al sentir como una de las manos de Jack se paseaba por su dureza, tratando de abrirse paso entre las telas. Captando el mensaje, le facilitó el camino al chico. Jack no se tardó en hacer lo suyo, dejando libre aquello por lo cual Hiccup se quejaba. Más prendas fueron despedidas al suelo. El albino sintió como si cuerpo hervía de solo poder apreciar a Hiccup completamente desnudo. De igual modo, Hiccup solo podía sentir las ansias y pálpitos en su cuerpo al notar los tenues movimientos de Jack enfrente de él. – Esto es tan embarazoso.- se quejó. Hiccup soltó una pequeña risa antes de cazar sus labios en un beso.

-¿Te da vergüenza estar así conmigo?- le preguntó. Jack solo suspiró.

-Nunca he…Estado así con nadie.- mencionó. Aquello llenó un poco el ego de Hiccup. Saber que sería la primera persona en estar de aquel modo con Jack le hacía querer festejar de la alegría. Así, ambos decidieron proseguir con su encuentro, tomando parte en el cuerpo del contrario. Los vaivenes no se hicieron esperar. Hiccup suspiraba hondamente con cada vez que podía, puesto que Jack no lo trataba nada mal, al contrario: era como si supiera exactamente donde tocarlo para hacerlo sentir bien. Luego de un rato, el castaño pudo sentir como aquello vibraba entre sus manos. Era una señal ante el inminente orgasmo. Por ello, aceleró el ritmo de sus acciones, notando como Jack de a poco perdía coordinación en las manos y se abrazaba con dificultad a su cuerpo. La cumbre no se hizo esperar: llegó certera y sin retraso, previamente acompañada por unos gemidos limpios y gritos. Cuando todo acabó, Jack se dejó hacer rendido a sus brazos.

-¿Estas bien?- le preguntó. Jack tardó en responder.

-S-sí. – respondió.

-¿Quieres que paremos?

-No.- contestó. – Aun no.

-No tienes que forzarte a esto…- Agregó el castaño, acariciando ligeramente los cabellos del albino.

-No me estoy forzando.- hubo una pausa. Al parecer le costaba hablar bien debido a la agitación.- Lo estoy disfrutando.- culminó. Hiccup se sonrió por aquello.- Sigamos…

Así, el pecoso terminó por darse por vencido, asintiendo a los deseos del albino. No iba a mentirse: el lo deseaba, y mucho. Podía sentir en cada fibra de su cuerpo como su sexo pedía por poseerlo. Era algo extraño. Nunca se consideró alguien muy apasionado en sus encuentros sexuales: incluso con Astrid, eran pocas las veces en las cuales  realmente se sentía de aquel modo. Con Jack, era otra historia. A pesar de que se había mostrado de lo más relajado y seguro, la verdad era que le costaba mantenerse en sus cabales. Cada movimiento, cada gemido, cada mirada y sonido… Era como si realmente Jack lo estuviera sumiendo bajo sus deseos, y no al revés. ¿Cómo negarse a su voz? ¿Cómo si quiera pensar en no complacerlo? Si con tan solo caricias inocente todo su ser se revolvía ansioso. Así, de nuevo cambiaron posiciones. Jack volvió a recostarse, mientras Hiccup se animada a llenarlo de besos, desde un poco más arriba de su cadera, hasta sus labios. Todo en sus acciones preveían brindar placer al más joven.

-Lámelos.- le pidió, una vez sintió que ya no podría alargar más la cosa. Jack no se negó. Aquellos tres dedos pasaron a empaparse seductoramente. Hiccup simplemente maldijo para sus adentros. Jack no sabía cuanto lo estaba incitando. No sabía como lo hacía sentir. O, si lo sabía, era muy bueno manejándolo. Al fin cuando estuvieron listos, Hiccup pasó a tomar una posición más cómoda para lo que iba a hacer.- Se…Ah. – una pausa. Su sexo palpitaba pidiendo atención.- Se sentirá extraño, sí? – habló al fin.- Dime…Dime si te duele, para parar.- y luego de un leve asentimiento de parte de Jack, pasó a hacerlo. Primero acarició la zona, notando como el albino suspiraba gustoso. Luego, llegó el momento de introducir uno. Costó, debido a que Jack al instante se tensó por la intromisión. Hiccup decidió que lo mejor sería distraerlo, por lo cual, con su mano libre, comenzó a estimularlo de nuevo entre las piernas. Funcionó. De a poco, el albino fue acostumbrándose al vaivén que se producía tanto dentro como fuera de su cuerpo, al punto en que, cuando una segunda intromisión apretó su interior, no se notó muy incómodo. Hiccup lo besó como recompensa, profundamente, para luego pasar a enderezarse de nuevo en su lugar y seguir con el proceso.

-¡Ah!- se tensó. La tercera intromisión tensaba sus paredes, haciéndole pasar por sensaciones dolorosas. Hiccup gruñó por lo bajo. No quería lastimar a Jack. Se detuvo unos minutos, en los cuales se puso a pensar que haría para mejorar la situación. - ¡H-Hiccup! ¡E-es--! ¡Mnh!- los sucesivos gemidos, uno tras otros llenaron su ser. Hiccup sabía que era mucho para Jack, pero no quería parar, pues al parecer se sentía de lo mejor. Nunca había hecho un oral,  al menos no a un hombre, pero ahí estaba. Jack parecía encantado. Así, aprovechando la situación, pudo terminar de prepararlo. Sacó de su boca aquello que tanto volvía loco a Jack, no sin antes besarlo, y se preparó. Tomó de ambas piernas al albino, rozando su entrada ligeramente. Jack no podía parecer más lascivo.

-V-voy a hacerlo.- advirtió. Jack, apenas sostenido por sus codos sobre el colchón, suspiró.

-Hiccup…- lo llamó. Al instante el aludido acudió a su nombre.- Vas a romperme.-claro. Faltaba el comentario gracioso. El castaño dejó todo de lado, yendo a apoyar su frente con la de su pareja.

-Seré gentil, sí? Sólo…Relájate.- le comentó. Jack solo gruñó por lo bajo, como si no estuviera seguro. Sin embargo luego solo pasó a asentir.

Se dio de a poco, y contrario a lo que el albino pudiera haber llegado a pensar, no dolió tanto como pensó. Era más una sensación intensa, opacada por los gemidos de Hiccup. Por la Luna. No sabía que Hiccup pudiera sonar de ese modo, hasta ese día. Sinceramente, lo adoraba. No pudo suprimir un gemido cuando finalmente el castaño se mantuvo dentro, quieto, esperando quizás a que él se acostumbrara. Tomó la iniciativa, moviendo sus caderas de arriba abajo. La reacción no se hizo esperar: Hiccup gimió, estremeciéndose, mientras lo llamaba. Su nombre nunca había sonado tan bien. Pronto tuvo al mayor encima suyo. Enredó sus piernas alrededor de sus caderas, mientras lo abrazaba. Algo le decía que iba a necesitarlo.

Y así, las primeras estocadas dieron comienzo. Primero eran gentiles y cortas, casi pequeños empujones en su interior que probaban la zona. Luego, pasaron a ser algo más bruscas. En ese momento, fue que comenzó a sentir sus fibras sensibles retorcerse. La habitación se llenó de gemidos, y el sordo sonido de sus cuerpos uniéndose una y otra vez. Como lo había supuesto, le fue necesario tomarse de Hiccup. La excitación llegaba a un punto en el cual se retorcía gustoso mientras el castaño lo tomaba a un ritmo más y más brusco y certero. Claro, aquello que terminó su cordura fue cuando Hiccup tocó cierto punto en su interior. Ni siquiera sabía que tenía algo así dentro suyo. Pero al parecer Hiccup si lo sabía, puesto que cuando supo donde era, no dejó de tocarlo una y otra vez. El resto, se basó en gritos, espasmos y la inminente llegada del clímax. Ambos estaban totalmente cansados cuando cayeron en el colchón. Jack todavía sentía las piernas vibrar. ¡Si mañana no podía caminar, iba a matarlo!

Ambos se buscaron en la oscuridad, terminando en un abrazo. Hiccup no tardó mucho en quedarse dormido, dejando al único semi despierto a Jack.  Lo observó: desde sus cejas, pasando por sus pecas, sus pestañas, sus labios…Todo le gustaba de él. ¿Estaba despierto? ¿Y que tal si todo era un sueño? ¿Y si cuando abriera los ojos, se encontrara en su habitación? Se rió de si mismo por esos pensamientos. Comenzó a rememorar. Increíble que se hubieran conocido por un fortuito empujón en la calle. Sonrió, al fin cayendo presa del sueño.

-No fue coincidencia…


 

Fin.

Notas finales:

Tal vez haga más adelante un extra, como me sugirió Henrry. (?) Aunque, aun no estoy segura de qué trataría ni nada... 

 

En fin, espero les haya gustado, nos leemos pronto, en otro historia :'( * Le da la nostalgia (?) * 

 

Cuídense <3 <3 


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