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No fue coincidencia por mistdowner

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Notas del capitulo:

Hola <3 

lamento la tardanza. He estado teniendo clases los sábados ( lo sé. ¡Sábados!) Debido a que en mi país, un paro indefinido de profesores está afectando la agenda. ¿Qué significa? Que las fechas de mis parciales, trabajos prácticos y se corren ( o adelantan, putha vida) según conviene. Y eso me tiene preocupada. 

Trataré de subir un nuevo cap de Mafia ( ¡Al fin, Jack debe descubrir quien es el dueño del diario!) pero no puedo asegurar nada. :'c Tengo que repasar varias unidades </3 

 

En fin. Espero les guste este nuevo cap <3 

La primera noche, fue un dolor de cabeza. Literal. Hiccup, en medio del sueño que lo vencía, los gruñidos de Jack, y los llantos del bebé, recordó esa época en la cual, sufría una gran tristeza que no lo dejaba dormir. Obviamente, prefería estar al lado de Jack, ahí, meciendo la cuna y comprobando que la leche que habían comprado y re calentado no estuviera muy caliente para el bebé. pero no podía negar que la falta de sueño de aquellos días era muy comparable con lo que en ese momento sentía. Toothless incluso se había marchado al rincón más alejado de la casa, buscando escapar del ruido. Miró el relog. Eran las cuatro de la mañana, y no había podido conciliar el sueño. Sin duda, algo que lo asustaba, era el solo hecho de pensar en que no sería la única vez que no dormiría.


-No se calla.- se quejó Jack en las penumbras, despeinado y somnoliento. -Hiccup...- lo llamó.- No sé que más hacer.- bufó.


-Será cuestión de esperar que se canse. - razonó él.


-Está nevando.- dijo, mirando por la ventana. Entre las persianas, y lo empañado del vidrio, podía verse como una pequeña capa de escarcha se formaba. Lo que faltaba.


-Bueno. Falta poco para navidad...- siguió Hiccup, como si los llantos de Jordan no le taladraran los sentidos. Hubo unos minutos de silencio. Por milécima vez en la noche, se levantó. Buscó el pacificador del niño, y trató de hacer que lo aceptara. No funcionó. Suspiró. ¿Cómo podría hacerle entender a un bebé que todo estaba bien, y que por favor, dejara de llorar?


-Quiero morir.- dramatizó Jack, moviéndose hasta el borde de la cama y dejando caer su cabeza fuera de esta, mientras suspiraba.


-Exageras.


-Lo siento.- se disculpó. En medio de la poca luz que había, Hiccup pudo notar aquellos dos ojos azules de su pareja. Realmente se veía culpable.


-¿Por qué te disculpas?- le preguntó, mientras decidía tomar al pequeño entre sus manos. internamente, al ver como un viento furioso golpeaba la ventana, agradeció que la calefacción los protegiera.


-Por no decirte sobre esto.- siguió Jack, mirando el techo. Su ropa desacomodada mostrando algo de su abdomen, y su cabello revuelto por dar tantas vueltas en la cama, se le antojaron de lo más adorable al castaño.


-No hay nada que disculpar.- aseguró el mayor, meciendo al niño en sus brazos. Eso pareció ayudar, ya que el pequeño ya no gritaba furioso, sino que simplemente hipeaba y sollozaba por lo bajo. -Creo que ya lo tengo. -aseguró.


-Eres increíble.- dijo, verdaderamente admirado.


-No soy Anna, pero al parecer puedo hacer esto.- dijo orgulloso de si mismo. Jack ahogó una risa que hirió el orgullo del más alto.


-Serías un excelente padre.- bromeó. Pero Hiccup no se rió. De repente todo se vio envuelto de una bruma incómoda. Jack se quedó en silencio, abochornado. Había hablado de más. ¿Por qué estaba pasando aquello? Se cuestionó su mal accionar, con los ojos cerrados. No podía dormirse en esa posición. Literalmente, estaba atravesando toda la cama con su cuerpo. Pero tampoco podía moverse. Tenía tanto sueño, y estaba tan cómodo, que se engañó con la excusa de que pronto se movería para al fin dormir. Pronto los sollozos cesaron. El bebé se había dormido.


Hiccup lo dejó con el cuidado del mundo en su cuna, arropado hasta un poco más arriba de la cintura. Miró a Jack. Al parecer se había dormido. Suspiró. De nuevo, no le había dejado nada de espacio. Eso lo irritó un poco. Ya antes habían peleado por un tema parecido. Sin embargo, estaba tan cansado que lejos de reclamar, decidió subirse a la cama y acurrucarse al lado del chico, tapando a ambos. con el movimiento, el albino volvió a la realidad.


-A-ah, yo...- susurró.


-No importa.- lo calló él, cerrando los ojos. No estaba del todo cómodo, pero bueno. No podía pedir más. Y, viendo las circunstancias, creía firmemente que eso sería lo mejor que podría tener. Jack respiró hondamente, y, concediéndose un capricho, se abrazó a Hiccup. Sabía que a él no le gustaba del todo ese tipo de posiciones, ya que era incómodo y muchas veces terminaban golpeándose entre sueños, pero sintió la necesidad. Hiccup, aun despierto, se sorprendió. Quizo gruñir, sin embargo no lo consiguió. Le costaba negarle cosas a Jack. Así que tomando una de sus manos, besó su reverso, lentamente, sintiendo como la piel de Jack se erizaba. Era su manera de darle las buenas noches. Hecho eso, se limitó a dormir. Mañana sería un día largo.


*+*+*+*+*+*+*+*+*+*+


El día comenzó a las nueve de la mañana. Justo como lo había predicho Jack, ambos despertaron cansados, en diferentes posiciones. Mientras el descansaba en un lado de la cama, Hiccup dormía en el otro extremo, cubierto de las cobijas. Gruñó. Su garganta dolía. Había cogido frío en la noche.


-Hiccup...- lo llamó, tratando de despertarlo. Tenía la vaga esperanza de que el podría calmar a Jordan de nuevo. Pero no funcionó. El castaño solo se arropó más, casi ocultándose del ruido, y gruñó. -Hiccup.- lo llamó más alto. Era obvio que estaba despierto.


- Te toca. - se limitó a decir, como si Jordan fuera una especia de juego o quehacer. Jack se llevó una mano al rostro, molesto. Sus albinos cabellos seguían terriblemente alborotados, cayendo rebeldemente en su rostro.


-Agh.- se levantó de la cama. Cogió al pequeño, su biberón, y su manta, rumbo a la planta baja. Suponía que el pequeño tenía hambre o algo. Lo dejó en el coche, junto con un peluche y su pacificador. Eso ayudó a calmarlo. Así, sabiendo que solo era cuestión de tiempo, Jack se apresuró a lavarse la cara, dientes, peinarse un poco e ir a preparar un nuevo biberón de leche. Pasados diez minutos, Hiccup apareció, bajando las escaleras. Se le notaba cansado, y aun molesto. La tetera comenzaba a chillar justo a tiempo para preparar un café. Jack sacó dos tazas, las llenó de agua caliente, y preparó todo para el desayuno.


-¿Y Jordan?- preguntó el mayor, sentándose en la mesa. Jack no quería responder. Su garganta aun dolía por el frío pasado, y quería esperar a tomar una taza caliente de café para calmarse. Así que solo señaló al coche, siguiendo con el preparativo de la leche. -... Lo hice otra vez, no?- Jack volteó. Lo miró un rato, y luego asintió.- Lo siento. No me di cuenta.- Jack se alzó de hombros, restándole importancia.- Deberiamos poner más frazadas en la cama.- siguió, tomando ambas tazas, batiendo el café, y echando terrones de azúcar. Había aprendido a la mala, que a Jack le gustaba más dulce que amargo. El albino sacó el biberón con la leche, se echó un poco en el reverso de la mano, y al sentirlo tibio, suspiró aliviado. Fue por unos macarones que había preparado el día anterior, y los dejó en la mesa. Sin más, pasó a darle el biberón al pequeño, y, al cerciorarse de que lo tomaba sin más, se sentó a la mesa. Disfrutó del caliente líquido calmando su garganta. Ahora se sentía mejor. Aunque su cuerpo estaba algo resentido por el frío. Una cosa era que le gustara, y otra diferente era que durmiera sin abrigo alguno. Suponía que con una ducha se le iría. Pobró hablar, y sonrió al ver que ya no sentía tanta molestia.


-Casi me congelo.- le comentó.


-Lo siento.- le miró Hiccup, apenado.- Sigo haciéndolo sin saber como ni cuando.


-Pondré más frazadas en la cama- aseguró el albino, como si nada.- De cierto modo, es mi culpa. Dormí de mala manera anoche.


-Oh, sí.


-¿Por qué no me despertaste y me hiciste acomodarme?


-Me pregunto lo mismo todas las noches.- admitió, tomando un gran sorbo. Jack sonrió, sintiendo cierto calor en sus mejillas. Era impresionante como el chico no perdía su capacidad de hacerlo apenarse. Y eso que ya habían vivido varias cosas juntos. - Algún día despertarás con muchos calambres.


-Uh, sí.- no quizo decirle que, en realidad, por las malas posturas que adoptaba, había días en que el dolor de los calambres que tenía no le dejaban trabajar. Tal vez luego se lo dijera.


Cuando terminaban de comer, se escuchó algo cayendo al suelo. Jack, al instante, pensó en Toothless. Pero al verlo sentado al lado de Hiccup, fielmente sumiso, supo que era Jordan. Y pudo confirmarlo al escuchar su llanto. Al parecer, había tirado alguno de sus juguetes.


-¿Y ahora qué...? - se preguntó a sí mismo, yendo en su encuentro. Hiccup se quedó recogiendo lo utilizado, y limpiando todo. Al acercarse, Jack pudo oler algo fuera de lugar. Y se espantó. Había que cambiarle los pañales al pequeño Jordan. ¡Por la Luna! Por el intenso lloriqueo histérico, Hiccup se asomó, intrigado, preguntándose si podía hacer algo para calmar al niño.


-¿Sucede algo?


-Uhm...Sí...- admitió.- hay que cambiarlo.


-Ni me mires.- fue cortante.


-¡Hiccup!


-No.


-Hiccup...- lo llamó con tono de advertencia.


- Nunca antes lo hice.


-¡Yo tampoco!


-No hay manera de que lo haga bien


-Piedra, papel o tijera.


-¡Jack!


-¿Qué?


-No podemos decidirlo así.


-Bueno, entonces...?


*+*+*+*+*+*+


Terminaron jugando a piedra papel o tijera. No los juzguen. Si seguían peleando por quién se haría cargo, ninguno de los dos cedería. Así que dejaron de lado sus infantiladas, y resolvieron el problema. Con otra infantilada. Hiccup perdió. La Luna, al parecer, había bendecido a Jack. Pero quedaron en un acuerdo: Hiccup le quitaría los desechos de encima, pero Jack lo bañaría para cambiarle la ropa y tenerlo más tranquilo.


Tuvieron que esperar dos horas. Según internet, debían esperar a que el pequeño hiciera la disgestión. No querían arriesgarse a nada. Aunque, claro, Hiccup no tuvo esas dos horas libres. Ni bien perdió, se puso manos a la obra. Fue difícil. Se sintió perdido, y todo un bruto. Quitó el pañal, mientras Jack contenía la risa desde el otro lado de la habitación. ¿Qué? Era gracioso observar las muecas del castaño mientras el mal olor le invadía. Fue una "operación" bastante meticulosa. Desde el aceite de bebé, las toallitas para limpiarlo, y el descubrimiento de cómo funciona un pañal, hasta finalmente entalcar, y relajarse en el sillón para escuchar como Jordan lloraba de nuevo. Hiccup nunca sintió tanta tensión. Ni siquiera cuando aprendía a fundir hierros y sentía que en cualquier momento perdería un pie bajo el candente material.


-Listo.- le dijo a Jack. Este alzó a Jordan en brazos. Dejó de llorar.


-Aun faltan algunos minutos.- Aclaró, yendo hacia la cocina por algo de leche para el pequeño. Hiccup echó la cabeza hacia atrás, al momento de que Toothless subía consigo al sillón y dejaba caer su cabeza sobre su regazo. el pobre animal no había podido descansar bien en toda la noche, aun estando lejos del pequeño ser tan ruidoso.


En la cocina, Jack preparó un biberón. Ya comenzaba a entender, más o menos, que a Jordan no le gustaba la leche tan tibia, pero tampoco tan caliente, por obvias razones. En medio de todo el proceso, se preguntó si él mismo había sido un dolor de cabeza tal como para andar exigiendo de pequeño la temperatura justa de la leche. Suspiró. Jordan aceptó el biberón muy a gusto, dejándose mimar por los brazos del mayor. Jack lo observó. Era realmente adorable. Su cabello eran apenas algunas hebras finas y suaves, de un color castaño rojizo que le recordaban al cabello de Hiccup, de más joven. Su pecho sintió una punzada. ¿En qué estaba pensando?


*+*+*+*+*+*+*+*+


- Muy bien, solo...-De un lado, de otro. No importaba como. Jordan se quejaba, lloraba y pataleaba en la bañera. Jack, con las mangas arremangadas y mucho más empapado que el propio bebé tomando el baño, trataba de distraerlo para así, finalmente limpiarlo cuidadosamente. En el marco de la puerta, y detrás de ellos dos, Hiccup reposaba su cuerpo contra el marco de la puerta, atento por si debía ayudar en algo.


-Creo que no le gusta bañarse.- aseguró el castaño, riendo por lo bajo. Jack le mandó una mirada de muerte.


-Como...a...Otra persona que conozco.- se tardó en responder, debido a que temía que Jordan, por sus berrinches, dejara de estar sentado y decidiera acostarse rebeldemente, lo cual, obviamente, le haría tragar agua. Para evitarlo, puso una mano detrás de él para rectificar su postura, mientras el agua caía tibia por su cuerpo.


-¿Qué estas insinuando? - se ofendió Hiccup. Jack alargó una sonrisa, a pesar de lo estresado que estaba.


-Nada.- Al fin terminó. Tomó al pequeño en sus brazos con una toalla, y feliz de notar que él ya no estaba tan enojado ( u ofendido por el atrevimiento de bañarlo sin su permiso) lo cargó hasta la habitación, donde descansaba el talco, pañales, y ropa de bebé.


Hiccup se hizo a un lado, solo limitándose a ver la figura de su pareja avanzar por el pasillo rumbo a la habitación. Sus mejillas se sonrojaron. Sinceramente, en un segundos inesperado, pensó que Jack se veía más hermoso que nunca.


+*+*+*+*+*+*+


-Jaaaackkk.


-No va a aprender eso.


-Cállate. Jaaaaackkk. Es fácil Jordan. Es cómo... " Ya...Ya...K"


-Cómo el animal.- opinó. El aludido le enarcó una ceja.- ¿Qué? Ya te dije que no va a aprender eso.


-¿Por qué no?


-Aun es pequeño.


-Quizás es un prodigio. - se defendió Jack. Jordan solo los observaba, mientras escuchaba la suave melodía de su caja musical favorita soñar de fondo, y se dejaba mecer en su cuna. Sus diminutas manos tiraban de vez en cuando de la pequeña frazada estampada que lo envolvía cálidamente.


-Me alegra que no esté llorando.- expresó Hiccup, mientras seguía con su relajada lectura del principito.


-¿Cuantas veces leerás ese libro?- cuestionó el albino, finalmente optando por sentarse en el piso y mecer la cuna desde allí.


-Últimamente, no puedo dejar de leerlo.- admitió, como si eso le sorprendiera.


-¿Por qué?- preguntó, sin mucho interés.


-No lo sé. Creo que es como...El inicio de algo nuevo.- al momento se dio cuenta de lo loco que sonaba hablando de ese modo. Jack no dijo nada. Ni siquiera se burló. Había recordado algo curioso. Aquella clase de literatura, hace años.


-¿Algo nuevo...?


-No lo sé. No me preguntes.- se escudó él, volviendo a la lectura. Hubo un silencio prolongado de al menos unos treinta minutos. Jordan se había quedado dormido. Jack aprovechó para levantarse, estirar un poco, e ir a preparar algo para comer. Tal vez podría hacer un pastel... -Jack.- lo llamó Hiccup.


-Hm.- respondió él parando su paso.


- ¿Qué harás?


- Un pastel.- respondió con simpleza.


-Quédate conmigo.


-¿Ah?


-Tengo frío.- le dijo.


-Soy el frío mismo.- exageró él. Hiccup rió, tomando de la muñeca al chico y obligándolo a sentarse con él. Jack suspiró "resignado", mientras se acomodaba. Dejó su cabeza en el regazo del mayor, y los pies colgando por el otro lado del sillón. Hiccup pasó a dejar su libro en una mano, mientras que con la otra acariciaba aquello cabellos albinos que tanto le gustaban. Solo se escuchaba el sonido casi hipnótico de la caja de música, aun con cuerda, y el viento correr divertido contra la ventana. - ¿Por qué tan cariñoso?- preguntó él de repente. Hiccup sonrió. A Jack no se le escapaba nada.


- ¿ Por qué preguntas?


-No sueles ser muy cariñoso. Sobre todo en época de trabajo.


-Hoy es sábado.


- Hoy es sábado.- afirmó él.- y no has estado planeando algún artefacto nuevo.


- Está Jordan. No podría dejarte solo con él. - Jack pareció pensarlo. Esa era una buena explicación.


-Si quieres, puedes ir. Jordan ya se durmió.


-Creí que no te gustaba que me enfrascara tanto en el trabajo.- dejó el libro de lado, concentrándose por completo en mimar al más joven.


-No me gusta.- aseguró.- lo detesto.- siguió, cerrando los ojos.- fue una de las razones por las cuales peleamos.- recordó. Y era cierto. haciendo memoria, hace algunos años, quizás dos, Hiccup se había metido tanto en su trabajo, que no tenía tiempo para él. Al principio, no dijo nada. ¿Quién era él para pedir más de lo que ya recibía de Hiccup? Pero luego de algunos meses ( tuvo mucha paciencia), el problema terminó por afligirlo tanto, que pensó sinceramente que él solo era una traba en la vida laboral del mayor. Fue un lío, y una de sus más grandes peleas. Mientras Hiccup no comprendía su "drama", el pensaba que lo mejor era seguir de largo con su vida. Después de todo, ya comenzaría la universidad y...Bueno. Un viejo recuerdo. El final, recordaba, había dejado a ambos sin palabras. Resultaba que Hiccup estaba esquivándolo a propósito. Y no porque ya no quisiera tenerlo cerca. Sino que todo lo contrario. Sus deseos por afianzarse con él como una pareja estable eran tan fuertes, que siempre, según sus palabras, pensaba en proponérselo cuando estaba ambos juntos. Quizás fue algo apresurado. Frunció la nariz.


-Lo sé.- habló Hiccup, acariciando los labios del chico.- Por eso no lo haré.- siguió. - Además, verte cocinar es de lo mejor.- expresó.- me recuerdas a una cálida madre.


-...¿Madre?


-Ah.- se dio cuenta de su error. Que idiota.- bromeo. No te enojes.


-No podría.- aceptó, incorporándose. Si seguía así, se dormiría entre las manos de Hiccup. Se dio media vuelta, y besó los labios del castaño. 


Quizás haría un pastel de vainilla y un tibio chocolate caliente. Venía bien con la ventisca que se aproximaba.

Notas finales:

Responderé los Rw luego <3 

Espero les haya gustado y sobre todo, espero haber plasmado de lo mejor mi idea: la relación entre Jack y Hiccup no es la típica perfecta. Tiene problemas, como todos, pelean, rezongan... pero se aman <3 

Bueno. Nos leemos <3


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