Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

No fue coincidencia por mistdowner

[Reviews - 65]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Lo prometido es deuda (?) 

Aquí tienen  un nuevo cap <3 

Espero les guste.

Cuando escuchó la campanilla de la puerta anunciando un nuevo cliente, por alguna razón, supo que era él. Enseguida se adelantó a Tiana, comprobando que efectivamente no se equivocaba. De nuevo, con esa apariencia un tanto abatida. ¿Era su imaginación? Si trataba de compara al actual Hiccup con el que una vez conoció…. Bueno. No es como si hubiera una gran y abismal diferencia pero… Al menos el chico ya no se veía tan lamentable como antes. Aunque…Seguía estando un tanto más delgado de lo normal, y con esas ojeras dignas de disfraz de mapache.

-Hey, hola.- lo saludó divertido, casi indiferente al mal aspecto de su cliente.

-Hola.- respondió Hiccup, sonriendo un tanto opacado por el cansancio.

-¿Café?

-Por favor.- en menos de unos minutos Jack regresó con una porción de pastel y la taza de café. A decir verdad, ya tenía el pedido preparado. ¿Qué? ¿Era tan malo ser un poco anticipado a los hechos? Sirvió todo, y decidió tomar asiento. La verdad era que no quería volver a la cocina, puesto que el ambiente era por demás tenso entre él y Bunny. Aun no había arreglado ese tema, y …No sabía como. Ya había perdido la valentía que había juntado aquel día cuando no lo encontró. Sí que era frustrante.

-Y…¿Cómo va?

-¿Qué cosa?

-La chica.

-Hmp, ya casi la tengo.- bromeó, sacándose de encima los abrigos que tenía. El frío era cada vez más duro.

-Diablos, eres demasiado bueno. Casi tanto como yo. Obviamente soy el mejor.- Bromeó, riendo un poco. Hiccup enarcó una ceja, dirigiendo sus verdes ojos al chico. Desde su manera tan confiada de sentarse, hasta su posición casi recostada en el espaldar de los asientos y la manera de cruzar sus piernas… Ah. ¿Y cómo olvidar esa característica sonrisa burlona y divertida que tenía? Siendo sincero… Sí llegaba a creerse por completo las cosas que Jack decía sobre ser un genio a la hora de conquistar chicas.

-Bueno, deberías enseñarme unos cuantos trucos.- comentó, mientras se reprendía disimuladamente por haberse quedado prendido a la imagen del chico que tenía enfrente. Tomó un sorbo del café, sin caer en la cuenta de cómo su comentario había descolocado un tanto al peliblanco.

-¿Cómo crees? Es demasiado difícil. Además, supongo que tu tienes tu propio encanto.- comentó, retomando su sonrisa.

-Dijiste que yo era mejor que una chica.

-¿Sigues con eso? Era solo una broma.- El turno de sonreír un tanto animado fue de Hiccup, aunque sin darle tanta importancia al tema. El sabor del pastel se le había antojado un tanto más agradable que de costumbre. Pero no sabía porqué.

-Como digas, “ Sé que te vuelvo loco”.- habló con cierto toque de broma, haciendo que Jack se sonrojara un poco.  Solo estaba reproduciendo lo que el albino le había dicho en el chat. Al momento se sintió un golpe por debajo de la mesa y un quejido.- ¡Ow! ¿Pero qué rayos…?

-Lo siento. Es un reflejo.- dijo con un obvio tono de burla. Hiccup le mandó una mirada de reprimenda, sobando un poco el lugar donde Jack lo había pateado. Así la situación siguió entre ambos, dejando por un momento el tema de lado. Ya casi al finalizar el café y la porción de pastel, Jack propuso esa idea, haciendo que Hiccup lo viera un tanto dudoso.

-Vamos, podemos divertirnos. Y encontrarte compañía. A mi lado, tienes más oportunidades.-insistió el albino.

-No lo sé Jack. Yo no creo estar listo para otra relación.

-No seas tonto. No vamos a buscar una relación. Solo….Eh…Compañía.- si alguien le preguntara qué es lo que estaba haciendo, o hasta diciendo, Jack simplemente comentaría que estaba improvisando, y muy mal. Incluso en ese momento, solo tenía en mente una cosa: Quería ayudarlo. Aun a cuestas de que le molestara de sobre manera imaginarlo al lado de otra persona. Sabía que Hiccup lo necesitaba. Y sobre todo…Sabía que él no podría convertirse en esa persona a su lado. Por ello, decidió sobre la marcha dejarse de dramas, y ayudar al chico. Después de todo, no quería verlo  de ese modo más tiempo.

-Yo…Lo agradezco pero…

-Espera, escucha. Bien, no buscaremos compañía para ti, pero si, volveremos a salir. Te debo un bote de palomitas, ¿lo recuerdas?

-Oh, si es por eso no debes moles…

-¡Te las debo! Así que…¿Cuándo?- finalmente Hiccup sonrió resignado. Coordinaron otra salida, y al fin cuando el castaño terminó el café y el pastel, dejó el dinero, se despidió y salió por la puerta. Solo cuando la figura del mayor se perdió entre las calles, Jack se golpeó el rostro con la palma de su mano.- ¿Qué…Qué estuve a punto de hacer?- se cuestionó. Ahora se odiaba un tanto por haber querido lanzar al ojiverde a los brazos de una mujer. Esto era muy contradictorio. Odiaba la sola idea de ver a Hiccup con otra persona. Pero tampoco es que le agradara verlo tan deprimido. ¿En qué momento ese chico se había vuelto tan importante para él como para pensar primero en su felicidad antes que la propia? Estaba perdiendo la cabeza. En ese momento por su lado pasó Bunny. Su turno había acabado… ¡Eso era tan raro! Por lo general Bunny era el último en marcharse, siempre se quedaba varias horas después de su turno, aun cuando su tío le insistía en que se marchara. Ahora…Ahora simplemente no perdía un minuto para irse.- Por la Luna. Todo esto es demasiado para alguien como yo.- Se dijo cuando igualmente su compañero de trabajo se marchó por las calles.

************************
Habría pasado dos horas desde que la noche había comenzado a comerse la ciudad. Jack simplemente estaba en su cama, sin saber muy bien que hacer. Increíblemente la tarea le había costado muy poco tiempo, y no tenía ganas de jugar a ningún videojuego o incluso ver un programa. Suspiró. Estaba por prepararse para dormir, cuando Norte irrumpió en su habitación.

-Oye Jack…¿Puedes hacerle un favor a tu pobre y viejo tío?- y entonces supo que estaba en líos.

***********************

No es que fuera muy lejos, tampoco peligroso. Pero la oscuridad de las calles le molestaba de sobremanera. Por suerte llegó a tiempo como para recibir el paquete que su tío irresponsable le había mandado a recoger. Lo tomó en manos, y luego de pedir disculpas por la tardanza, se dio media vuelta un tanto problemático por el peso de la caja. Comenzó con el viaje de vuelta. Ya cuando estaba más o menos por la mitad. Escuchó un sollozo. Era algo difícil de ignorar, puesto que la calle entera estaba llena de silencio. Y aquel lastimero lloriqueo era intenso. Quiso continuar, sin embargo no pudo ignorar más ese pedido de ayuda. Así, comenzó a buscar al posible perro que causaba ese sonido. Tal vez estaba algo loco por adentrarse en ese lugar a esa hora y con tan poca luz… Pero vamos. La palabra “cuidado” no estaba en su vocabulario. Siguiendo las pistas del sollozo, entró a aquel bosque, el lugar preferido para los deportistas urbanos.

-Aquí pequeño, ven…- habló. Entonces el sollozo cesó, siendo reemplazado por un gruñido.- diablos…- hasta él sabía que esa era clara señal para retirarse. Pero no lo hizo. Algo le decía que debía ayudar a ese animal, a pesar del peligro. Sacó su celular. La luz que emitía éste no ayudaba de mucho, pero era algo que apreciaba. Más de una vez estuvo a punto de salir corriendo. Los gruñidos se intensificaban a medida que avanzaba.

Siempre había pensado que el frío era su elemento, no lo dudaba. Pero a esas alturas…Vaya que necesitaba que alguien le brindara algo de calor. Sentía como si solo escarcha circulara por sus venas. Sí que tenía miedo. Ahora que escuchaba mejor, el “pequeño” animal no era tan pequeño. En uno de sus dudosos pasos, encontró una lata. Más bien…Un camino de latas. Las siguió, pasando a través de espesos matorrales. Y entonces lo encontró.

-¡…!

Era grande, de color negro como la noche, con unos ojos verdes tan intensos y asustados…Lo alumbró un poco con su celular. Como lo sospechaba, estaba atado con algunas cadenas y cuerdas con latas. Eso, además de estar algo lastimado. Le faltaba un pie. No supo bien porqué, pero al primero que llamó, fue a Hiccup.

****************************

-¡Jack!- fue lo primero que dijo el castaño al llegar al lugar de encuentro. - ¿Estas bien? ¿Te pasó algo?- preguntó con preocupación, tomando una mejilla del albino entre sus manos y verificando que nada le hubiera pasado al menor. Por su lado, éste no sabía que hacer. No se esperaba esa reacción de Hiccup.

-Sí, sí, estoy bien, no me pasó nada.- Se apresuró a decir, antes de que su sonrojo se hiciera visible hasta en ese tipo de noche espesa y negra.

-¿Por qué me llamaste?

-Encontré un perro. Necesito ayuda para sacarlo de ahí.

-¿Un perro?

-Sí, esta herido. Pero no me deja tocarlo, tiene mucho miedo.

-Vamos.

El albino fue quien abrió el camino para ambos, alumbrándose con ayuda de la linterna. Llegaron con el animal, el cual parecía más que resignado a solo morir en medio del frío y en manos de extraños.

-Lo encontré así.- explicó el más joven.

-Por Odín…- ambos se agacharon para tratar de tocar el animal. Éste respiraba errático por el miedo, pero de a poco se tranquilizaba, dejando ver que ya no le importaba ni siquiera defenderse de nada.

-Creo que unos vándalos le hicieron esto.

-No hay duda.

-¿Cómo…?

-Déjame intentar.-  se apresuró a decir Hiccup, sacando su propio celular, alumbrando todo lo que podía. Estiró una mano hacia el perro, con la intención de quitarle las cadenas. Pero a medio camino, Jack lo detuvo.

-¿Estas loco? ¿Y si te arranca la mano?

-¿Estas preocupado por mi?- se atrevió a bromear.

-Claro que no, es solo que luego no quiero cuidarte.

-Tranquilo. Puedo con esto.- y volvió a estirar su brazo. Ésta vez pudo quitar todas las cadenas lo más rápido que pudo. No recibió mordidas, pero ni bien el perro se sintió libre trató de tomar posición de ataque, sacando un buen susto a ambos jóvenes. Claro. No pudo hacer más. Enseguida la falta de su pata trasera le hizo caer al suelo rendido, temblando por el frío.

-Toma- dijo Jack, sacándose sin miramientos la chaqueta de encima, quedando solo con una prenda de mangas cortas.

-¿Eh? ¿Estas loco?¿Para qué…?

-Ponla en sus ojos, así se calmará. Eso leí en internet.- Hiccup le dio la razón, pero se vio indeciso sobre si hacerlo o no. – No tengo frío, idiota. Solo hazlo.- el castaño finalmente asintió, e hizo lo que el albino le decía. Con eso, pudo tomar al animal entre sus brazos, notando que estaba bastante mal alimentado. Caminaron ambos con sus respectivas cargas encima, hasta llegar a una calle. Hiccup dejó al cansado animal un momento en el suelo, y Jack hizo lo mismo con su paquete. – Gracias por venir. No sabía que hacer.

-No hay problema, lo llevaré a mi casa. Mi madre es veterinaria. Puede darnos una mano con él- dijo refiriéndose al animal.

-Oh, genial. Entonces yo…Eh…

-Espera. – lo detuvo Hiccup. Pronto comenzó a desprender los botones de su chaqueta.

-Oye, en serio yo no…- Comenzó a decir Jack, ya a sabiendas de lo que Hiccup quería hacer.

-Póntela. Hace mucho frío como para que estés así.

-Te vas a enfermar

-Resisto bien el frío.

-Pero…

-Tómala.- Insistió, esta vez acercándose a Jack, y pasando la chaqueta por sobre sus hombros.- No quisiera que te pasara nada.

¿Qué estaba pasando? Jack no lo sabía con certeza. Su corazón latía rápido, pero a la misma vez se sentía seguro y calmado. ¿Qué tipo de sensación era esa? No pudo hacer otra cosa más que perderse en el verde de los ojos de Hiccup. Y sí, Hiccup también se perdió en sus ojos. Ambos con aquella intensidad tan extraña, perdieron la noción de lo que los rodeaba. Fue la primera vez en donde el castaño apreció con atención como las mejillas de Jack se teñían de rojo. ¿Sería por el frío? Bueno,  no lo sabía muy bien. Lo que sí sabía es que él mismo no estaba en una situación diferente. Se sentía muy cálido por dentro, como si los miles de grados bajo cero que los acechaban no fueran nada a comparación de lo que sentía en ese instante. El primero en volver a la realidad fue Jack, solo por aquella sombra que acechaba sus pensamientos.

-Bien, ya que insistes.- exclamó como su fuera un fastidio, desviando la mirada y apartándose del lado del castaño.- Solo vete, tu también  te enfermarás.

Hiccup solo sonrió, despidiéndose con un tenue “adiós”. El albino solo pudo observar como éste cargaba al herido animal y se marchaba por las oscuras calles. Él se arregló un poco la chaqueta…Olía a café, y ese extraño aroma que Hiccup tenía… A decir verdad, era la primera vez que “olía” al chico con tanto detalle. ¿Así se sentirían las chicas cuando olían el perfume de los chicos? Rapunzel siempre hablaba de que le encantaba la fragancia de Flynn, y Mérida de vez en cuando hablaba sobre algo similar. Diablos. Comenzaba a asustarse de si mismo. Decidió no darle más importancia al asunto, antes de que terminara congelado, o peor. Con la policía detrás de sus pasos. Ya se había un muy buen tiempo, y ni se había dignado en avisarle a su tío nada.

Cuando llegó, Tiana y Norte estaban como locos tomando todas las llamadas que podían.

-¡Sí, llevaba una sudadera azul, y unos simples pantalónes…! Espere. ¡Ya llegó!- fue lo que dijo la potente voz de Norte, segundos antes de cortar todas las llamadas y apresurarse a apretujar a su sobrino entre sus brazos.- ¡Muchacho, por la Luna, me has restado años de vida con este susto! ¿Dónde habías estado? ¿Y esa chaqueta? ¡Tienes mucho que contar, así que más vale que comiences, antes de que te ponga en la lista negra! ¡Otra vez!

-¡Jack, que susto! ¡No sabes lo afligidos que estábamos! ¿Qué paso? ¿Quisieron robarte algo? ¿Estas bien? ¿Te caíste? ¿Te hiciste daño en los dientes? ¡Ah, Jack, por el amor de la Luna!

-. . . Rayos. . .

Notas finales:

Y  bien <3  Muchas gracias por sus comentarios !! Me hacen MUY PERO MUY feliz. 

 

¡Ya ando a la mitad de la historia! Puede que uno de estos días suba uno o dos capítulos (sino es que más). Por el momento, me enfocaré en terminar (?)

 

Nos leemos <3 <3 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).