Ahí estaban ambos, caminando por las calles de la ciudad y hablando de vez en cuando entre ellos. Él más animado de los dos era obviamente Jack, que cubriendo su cabello con un gorro negro, hacia algunas bromas y ocasionalmente daba pequeños empujones al más alto.
-Aun no entiendo porqué llevas eso.- dijo Hiccup, haciendo referencia al gorro.
-Es para darte más oportunidades.- dijo con simpleza el albino.- mi cabello siempre llama la atención en todos lados.
-Eh…Eso no lo niego, pero…¿No es algo…?
-Ya, solo lo hago por ti, sí? Déjame ser bueno de vez en cuando, o te quitaré todas las chicas que encontremos.
-Sigo estando un poco inseguro acerca de esto.
-Tu tranquilo, no es tan difícil. Solo tienes que tener seguridad, le dices algunas palabras lindas, sonríes y bum. Una chica para ti.
-No lo sé… Yo no…
-Yo te ayudo.- habló con decisión el albino, mientras seguían caminando. Pasaron por algunos sitios. Jack había aprovechado para devolverle el favor de las palomitas a Hiccup, comprándole algo de algodón de azúcar y contándole chiste e historias fantásticas que tenían entretenido al castaño. Al cabo de unos minutos llegaron a una plaza un tanto recurrida. Tenían suerte de que ese día no lloviera, ni hiciera tanto frío. Había algunas parejas sentadas por el lugar, como también grupos de amigas que solo aprovechaban el tiempo para charlar. Jack y Hiccup decidieron sentarse no muy lejos de la fuente principal.-¿ Alguna que te guste?
-. . .Eh. . .
-Vamos, tiene que haber una.- Insistió.
-Bien. Ella.
-¿La de pelo negro?
-S-sí…Es linda.
-¿Por qué?
-No lo sé, me dijiste que eligiera.
-Sí, pero dime que tiene ella de especial.
-Nada, solo fue la primera que vi.
-Entonces elige otra. Y ésta vez dime porqué la eliges.- Hiccup suspiró. Ahora se sentía un poco presionado e indeciso.
-Ella.
-¿La rubia?
-Sí, la de la bufanda rosada.
-¿Por qué?
-Tiene lindos ojos.
-¿Nada más?
-¿Por qué tendría que tener algo más? Es linda y ya.
-Sí, pero es…
-¿Qué?-Jack viró los ojos incómodo. Hiccup levantó una ceja.
-Es… No lo sé. ¿No viste su sonrisa? No es para ti.
-¿Qué tiene que ver eso?
-Elige otra.- Hiccup bufó un poco sin entender nada, pero decidió obedecer.
-Bien, esta vez estoy seguro.- anunció
-¿Cuál?
-Ella es muy linda.- apuntó con la mirada. Jack se sorprendió al ver una chica bastante atractiva de ojos verdes y cabello rizado rubio. Algo dentro suyo se movió, causándole una leve punzada de dolor.
-No, no. Ella no. – contestó por instinto, como había hecho con las otras. Esta vez Hiccup no se dejó convencer.
-No, la quiero a ella.- De nuevo ese sentimiento. Jack se encogió de hombros, haciéndose el desentendido.
-Pero…¿Qué tiene de especial?
-¿En serio?
- . . . – se mordió un poco los labios. Esa molesta sensación crecía entro de él. No quería ser egoísta. Pero no podía evitarlo.- Es lesbiana.
-¿Qué? ¿Cómo lo sabes?
-Sé de estas cosas.- comentó seguro. El castaño volvió a mirar a la desconocida. Y desgraciadamente para Jack, ésta le sonrió tímidamente. Ahí iba su último intento.
-¡Me sonrió!
-Felicidades.- comentó en un tono algo seco.
-¿Ahora qué hago?
-Ve y háblale.-dijo con un tanto más de decisión en su voz. Finalmente había decidido no parecer un caprichoso negándole todo al pecoso.- Con seguridad.
-N-no lo sé, Jack. Yo no quisiera que…
-Vamos, es solo para probar. Nadie dijo que tienes que enamorarla o enamorarte. Solo será una salida para despejarte.
-¿Y tu?
-Yo te veo y apoyo desde aquí. Además, he visto a una chica que me gusta no muy lejos de aquí.- y como solo el podía, sonrió con diversión mientras palmeaba un hombro del castaño y le guiñaba fugazmente un ojo.- nos vemos luego. Iré a hacer lo mío.- y luego de levantarse y casi empujar al pecoso a manos de la rubia chica desconocida, le levantó el dedo pulgar en señal de apoyo, y se marchó. No quería seguir teniendo ese amargo sabor en la boca.
Caminó con las manos en los bolsillos tratando de matar un tanto el tiempo. Obviamente lo de la chica había sido una mentira. Ahora no tenía gran cosa que hacer. Se puso la capucha. No por el frío, sino que para resguardarse un poco de sus propios sentimientos. Sonrió con ironía, estirándose con pesadez. Hacer de Cupido con la persona que te gusta era tan molesto y …¿Doloroso? Bueno. No era agradable. Solo sabía que la única recompensa que tendría sería ver a Hiccup un tanto más animado. ¿A quién no le levantaría el ánimo tener una que otra salida con otras personas? Él no tenía porque ser siempre el centro de atención del castaño. Aunque en el fondo, egoístamente, lo deseara. De pronto sintió un par de brazos envolviéndolo con necesidad. Sorprendido y feliz, se dio media vuelta. “Hiccup me está abrazando”, pensó. En solo milisegundos desechó el pensamiento al ver cabellos medianamente anaranjados, un par de ojos femeninos y no muy lejos, una chica sonriéndole y regañando a quien tenía encima.
-¡Anna, podrías darle un infarto!
-¡No me importa! ¡Hace tanto tiempo que no te veo, primo Jack!
La información llegó tan rápido a su cabeza que el pobre Jack no pudo asimilarla muy bien. Como reflejo como sonrió un tanto. Hiccup no era quién lo abrazaba. Sino que su prima Anna. ¿Cómo había podido olvidarlo? A pesar de que Norte se lo había advertido. Ahí estaban ellas: Elsa y Anna, sus queridas primas. Devolvió el abrazo con entusiasmo, mientras saludaba a Elsa con una sonrisa. Por lo menos ahora podía distraerse con algo alegre.
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No funcionaba, viera por donde lo viera. No importaba cuanto tratara de sonreír, realmente se sentía cansado de solo intentarlo. La chica sonreía gentil, haciéndole charla y riéndose de todas las tonterías que salían de su boca. Era muy agradable. Pero por alguna razón no podía sentir ni siquiera un poco de agrado hacia ella. En algún punto de la unilateral charla buscó a Jack con la mirada. No estaba allí. Se sintió un tanto inseguro. Aunque trató de que no se notara tanto. Unos minutos más, no pudo sostenerlo. Se disculpó con la chica, diciendo que debía buscar a su amigo con urgencia. Ésta lo entendió, dándole su número. Aunque sonara un tanto cruel, él no tenía el más mínimo interés en llamarla luego. De todos modos agradeció todo y se marchó en busca del ojiazul. Suponía que no estaría lejos. Caminó un tanto apresurado, cuando al fin le pareció verlo a lo lejos. Sonrió por instinto. Ya encaminado para ir a su lado, notó que estaba con una chica. Esto le incomodó un poco, solo fugazmente. Recordaba que él había dicho que había visto una chica que le gustaba. Sinceramente no le importaba tanto. Solo quería estar con él, y quizá presumirle el número de la chica que había conseguido. Pero ni a la mitad de su recorrido se detuvo. ¿Ellos se estaban…? ¿Abrazando? Sí, así era. Jack abrazaba a esa rubia chica con…Mucho cariño. Avanzó algunos pasos más, sacudiendo la cabeza, como si quisiera sacudirse de encima el atontamiento que tenía por ver la escena. ¿Qué le sorprendía? Jack ya le había comentado que era muy bueno con las chicas. Dos pasos más. Y ahí se quedó. Vaya, que vergonzoso. Ahora ambos jugueteaban muy cercanos, mientras Jack besaba con cariño la mejilla de aquella chica. Sus labios temblaron un poco. Entonces desistió de ir. No quería interrumpirlos. Mucho menos para solo presumir un triste número. Si se lo pensaba…Que tonto. Jack sí que era alguien espectacular. Ja. No tenía porqué estar sorprendido. ¿No era acaso muy apuesto? Sí, obviamente. Hasta él podía notarlo. Tragó un poco y sonrió. Hacia mucho frío como para esperar. O al menos…Eso quería hacer creer. Pegó media vuelta, y comenzó a caminar con rumbo a su hogar. Ya luego cuando llegara le explicaría a Jack por su celular porqué se había marchado. ¿Qué tonto como él olvida su celular en casa?
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-¡Ya las tengo!- comentó emocionada Anna, cargando las tres manzanas con caramelo.
-Te tardaste.- comentó Elsa en broma.
-Pensé que no volverías nunca.- opinó Jack.
-Ya, lo siento. ¡Es que vi un tipo y me pareció de lo más triste!
-¿Un tipo?- preguntó Jack interesado.
-Sí, sí. Venía hacia aquí cuando lo vi. Fue extraño. Primero se lo veía muy feliz, por lo que me contagió su felicidad.- a ese punto Elsa negó un poco, como expresando que pensaba que su hermana no tenía remedio al contar cosas como esas.- pero luego parece que vio algo extraño, y se entristeció.
-Oh, pobre.- opinó Elsa.- ¿Será que vio a su novia con otra persona?
-No lo sé. Pero vaya que sí se puso triste. Como sea, Jacky, ¿qué hacías aquí?
-¿Eh?- preguntó Jack, volviendo a la realidad. Ahora tenía un mal presentimiento.- Ah, nada. Trataba de encontrarle novia a un amigo.
-¿Haces de Cupido?- Preguntó Elsa.
-Eh…Sí. Algo así. Mi amigo ha estado mal por el rompimiento de su antigua relación. Así que decidí ayudarlo.
-Vaya… Eso es muy bueno de tu parte, Jacky.- opinó seria Anna.
-Sí…Hablando de eso. ¿No lo has visto? Lo dejé hablando con una chica. Es castaño, de ojos verdes, un poco más alto que yo y… ¿Anna?- Tuvo que detenerse. El rostro de impresión de su prima no pintaba nada bien.
-¿El tipo depresivo era tu amigo?