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Mi novio suicida por Princesa de los Saiyajin

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Notas del capitulo:

Jeje (^-^)7 me odiaron por matar a Veggie, pero insisto en que todo mejorará.

Paciencia...

 

(Segunda edición 15/01/2019)

13

¿Quién soy?

 

 

En la casa de los Son, los tres integrantes de la familia se encontraban desayunando. El silencio era abrumador, pero ninguno se atrevía a pronunciar palabra. Goku, una vez que terminó la cuarta parte de lo que había en su plato, se puso de pie para ir a cepillarse los dientes.

     —Kakarotto, ¿no piensas terminar de comer? —preguntó con preocupación su padre, ya que desde el funeral de Vegeta su hijo menor disminuyó considerablemente sus raciones de comida.

     —No tengo hambre—le respondió con seriedad.

     —Nunca la tienes. ¿Realmente estás bien? —se metió en la conversación Raditz.

     —Sí—dijo cortante, y salió de la cocina.

     Siempre hacían las mismas preguntas, y siempre recibían las mismas respuestas. Francamente intentar hablar con él era un caso perdido. Se notaba lo mucho que le afectó la pérdida de aquel chico de cabellera en forma de flama.

     Al estar en el baño, pudo notar en el reflejo del espejo su semblante lleno de tristeza. Ver sus propios ojos lo hacía recordar los ojos de Vegeta. Recordar cuando estaba triste y llorando, cuando se autolesionaba, cuando se aferraba a él y soltaba el llanto. Sacó de un cajón una navaja, esa que su padre usaba para afeitarse, y empezó a cortar sus muñecas. Esa sensación le comenzaba a gustar, le encantaba sentir la endorfina y la dopamina que su cerebro liberaba para suprimir el dolor; pero no todo era por cómo se sentía, sino que también deseaba acabar con su vida y reencontrarse con su amado en el otro mundo.

     Goku salió de su casa después de limpiar su sangre, y se dirigió a la escuela. Se colocó un suéter con gorro, a pesar de que el clima estaba agradable, quería ocultarse y ocultar sus múltiples cortadas. Se colocó sus auriculares y caminó a la escuela. Escuchar las letras de las canciones lo hacían sentir nostalgia, lo hacían recordar a su novio, quien ahora estaba dentro de una caja dos metros bajo tierra. Llegó; ya era algo tarde, ya había sonado el timbre de entrada, pero no le importaba. El director caminaba por los pasillos y accidentalmente chocó contra él.

     —¡¿Quiere fijarse por dónde camina, maldito insecto?! —le reclamó molesto y siguió su camino. Entró a su salón de clases.

     —Señor Son, no sea irrespetuoso y pida permiso para entrar—le regañó la profesora de álgebra.

     El joven pelinegro no le prestó atención, ni siquiera volteó a verla. Caminó hasta llegar al asiento de la esquina, y se sentó. La maestra decidió dejarlo pasar y reanudó su clase. Goku no escuchaba nada. Veía "x" y "y" en el pizarrón, y muchos números que acompañaban a esas letras, pero no entendía nada. Aunque tampoco le causó interés. Cruzó sus brazos apoyados en la paleta del banco, y ocultó su cara en ellos.

     —Vegeta—pensaba mientras comenzaba a llorar en silencio para que nadie se diera cuenta.

 

 

***En otro lugar muy lejano***

 

Narración de ******.

     Lentamente abro mis ojos, me duele todo el cuerpo. Estoy recostado en el suelo, así que me siento. Espera un segundo, ¿en qué lugar me encuentro? Creo que es un callejón, ¿qué hago aquí? ¿Acaso vivo cerca? Debería preguntarle a alguien acerca de la casa de la familia... espera, ¿cómo me llamo?

     ¿Por qué no recuerdo nada? ¿Acaso sufro de amnesia? Pero no siento dolor en mi cabeza, no pudo haber sido un golpe. ¿Entonces qué fue? Ahora que me doy cuenta, ¿qué es esta vestimenta que llevo puesta? ¿Acaso yo siempre visto de blanco? Es raro, pantalón blanco, playera blanca, calcetines blancos, ¡Ah! ¿Qué creen?, tenis blancos.

     Si mi cabello también es de ese color, juro que me volveré loco. Por lo menos mi piel no es pálida, sino sería como un muñeco de nieve.

     Me pongo de pie y salgo de ese callejón. Era un pequeño espacio entre dos grandes edificios. Paso a un lado de uno, tiene vidrios unidireccionales, puedo verme en el reflejo del espejo. Mi cabello es raro, termina en punta; debo admitir que me gusta. Aunque no entiendo por qué a los costados es de color lila, y al centro de color negro. Lo lila creo que es tinte. ¿Acaso no me alcanzó el dinero para pintarme todo el cabello?,¿o al encargado del establecimiento le faltó tinte de este color?

     Como sea, me agrada un poco cómo luce. Aunque insisto en que mi ropa es extraña. No importa, debo ir a un lugar donde me digan quién soy y de dónde vengo. El viento sopla fuerte, y un pedazo de papel queda en mi rostro. Me lo quito, y puedo ver que es una especie de identificación. Viene una fotografía, soy yo. Dice que me llamo Gotenks, y que tengo 15 años. Hay unas iniciales como marca de agua, dice "OE". Este papel está incompleto, y por las marcas y bordes en las orillas de color negro, debió haber sido quemado.

     El viento vuelve a soplar, y me arrebata esa identificación de las manos. Intento atraparla, pero antes de lograrlo, ésta cayó en una alcantarilla.

     Las iniciales me suenan familiares. ¡Es cierto! ¡Son del Orfanatorio Esperanza!

     Aguarda un segundo, ¿provengo de un orfanato? ¿Acaso... acaso no tengo familia?

     Ojalá pudiera recordar algo.

     Veo a mi alrededor, y veo una palmera inflable afuera de un acuario. Esa palmera se me hace familiar, es como si la hubiera visto antes. "Desde la primera vez que te vi, mi corazón comenzó a latir...". Sacudo la cabeza varias veces, no sé por qué llegó a mi mente esas palabras. Tal vez poco a poco recuperaré la memoria.

     Aunque insisto en que no me duele la cabeza como para que me hayan golpeado.

     Ahora que me doy cuenta, con los adornos extras que tiene, parece que esa palmera sonríe. "Sonrisa resplandeciente...". De nuevo esos pensamientos.

     Será mejor que vaya al orfanato, tal vez ahí aclaren mis dudas. Camino y veo a un hombre incendiando un bote de basura. "Un héroe y víctima...".

     Esto ya me preocupa, creo que me estoy volviendo loco. ¡Por favor! ¿Una palmera sonriente? ¿Un héroe y víctima? Esto sería irónico, MUY irónico. No puede ser verdad, debí haber sido golpeado muy fuerte en la cabeza; tanto que duré mucho tiempo inconsciente, se calmó el dolor y me afectó las neuronas, ¡sí, eso debe ser!

     Luego de largo rato, por fin llego. Entro, y una mujer me saluda. Tiene el cabello teñido en color rojo, y sus ojos son de color café oscuro. Tiene alrededor de 48 años, lo noto en las arrugas por la edad en su rostro.

     —Jovencito, ¿en qué puedo ayudarte? me preguntó amablemente.

     —Ehm... creo que yo pertenecía a aquí—dije nervioso.

     —No lo creo, llevo quince años trabajando en este lugar, y jamás te había visto antesme respondió.

     —Verá, encontré una identificación, y decía que pertenecía aquí. No recuerdo nada, quería que usted me ayudarale pedí un poco confundido.

     —De acuerdo, déjame ver qué puedo hacer—ella empezó a caminar, así que yo la sigo.

     Llegamos hasta su oficina, se sienta en su silla y yo tomo asiento frente a ella, lo único que nos distancia es el escritorio de madera que hay entre nosotros.

     —¿Podrías decirme tu nombre y edad? Así podré buscarlo en la computadora. Este no es el único Orfanatorio Esperanza, hay muchos en todo el país—me explica.

     —Gotenks, 15 años—dije no muy convencido.

     Luego de que ella tecleara varias cosas en esa computadora, y de revisar muchas páginas distintas, voltea a verme con un poco de confusión.

     —No apareces en el sistema.

     —Ojalá pudiera recordar algomurmuré un poco triste. Me sentía perdido en un lugar desconocido.

     —Si gustas puedes quedarte aquí, hasta que alguien te reporte o tú recuerdes más acerca de time sugirió con una sonrisa.

     Sonreí un poco, ella es muy amable y bondadosa. Asiento con la cabeza y ella se pone de pie y camina hacia la puerta.

     —Te llevaré a una habitaciónme dice. Yo la sigo. Camino a su lado; puedo escuchar muchas voces infantiles, pertenecen a niños que juegan y cantan, otros ríen—. Eres algo mayor. En caso de que nadie te adopte, saldrás hasta cumplir 18 años.

     —Entiendo... murmuro.

     —Dentro de un mes realizarán un examen a todos los varones de la ciudad. Es para encontrar buenos elementos para que puedan entrar al mejor de los internados del mundo. Ahí está la mejor educación, los mejores estudiantes, los mejores maestros, los mejores deportistas... En resumen, los mejores jóvenesdijo, yo sólo sonreí, empieza a agradarme esta mujer—. ¿Te gustaría ir?

     —Sí, sería una gran oportunidadle respondí emocionado.

     Llegamos hasta una alcoba. Será para mí. Me dedica una última sonrisa, y se va. Aquí, tengo entendido, me darán todo lo que necesite. Tal vez pueda ser algo feliz aquí, conocer otros de mi edad, o algo.

     Aunque sigo pensando en la palmera.

     Ojalá pudiera recordar algo...

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

¿Qué tal?

Aún falta....

Aproveché (de nuevo) el parecido entre Vegeta y Gotenks para dejar volar mi imaginación.

Sin más, me despido. ¡Gracias por leer!

~~~Insectos~~~


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