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Ese chico sabe mi secreto (parte 1)
Es el 24 de agosto del año 737, es el primer día de clases. Vegeta, a sus catorce años, y a tan sólo dos semanas de su cumpleaños, ingresaría a la escuela secundaria en tercer año. La idea no le emocionaba en lo absoluto, a decir verdad, le parecía horrible. Otro año más de sufrimiento donde la soledad era su única compañera.
Se despertó temprano, tomó una ducha, se vistió con el uniforme y bajó a desayunar. Los cuatro integrantes de esa familia se encontraban callados mientras degustaban sus alimentos, pero la mujer se sintió incómoda y decidió hablar.
—Vegeta, sé que aún te sientes mal, pero la vida sigue. Tú eres una gran persona, tal vez seas un escritor, o quizá te des cuenta de que tienes talento en otras cosas. Pero para ello tienes que superarlo. ¿Lo intentarás?—preguntó su madre con un poco de preocupación.
—Mamá , todos los días tenemos esta discusión , y todos los días te respondo lo mismo. Creo que sería mejor si nos ahorramos los sermones...
—Vegeta, ¡no le hables así a tu madre! —exclamó su padre.
—Tengo que llegar temprano a la escuela—dijo mientras se ponía de pie y se dirigía a su habitación, para entrar al baño que había dentro.
Se cepillo los dientes, y después sacó una navaja que estaba en el botiquín de primeros auxilios. Empezó a deslizarla por su piel, una y otra vez. Había adquirido ese hábito siempre que se sentía mal, el dolor que le provocaba sus heridas lograban distraerlo del dolor de su alma.
Con su mirada vacía se miró en el espejo. La diferencia entre el chico que antes era y el de ahora era demasiada. Su piel se veía muy pálida por la falta de apetito, y las ojeras en sus ojos eran pronunciadas, las noches de desvelo estaban dejando estragos.
—Todos me juzgan, nadie se toma la molestia de entender como me siento—murmuró triste mientras lágrimas caían de su rostro.
Limpió la sangre de sus brazos, y después bajó a la sala. Tomó su mochila y espero a que su hermanito menor bajara. Cuando llegó a su lado, salieron de la casa. Tarble se despidió de sus padres, pero Vegeta no lo hizo, solo los ignoró. Ambos caminaban por las calles, en silencio; puro silencio. Tarble, a sus 12 años de edad, comprendió hasta hace poco lo que le ocurrió a su hermano.
—Vegeta... —dijo mientras se paraba frente a él, impidiéndole el paso.
—¿Qué quieres? —preguntó indiferente intentando no verlo al rostro.
—Debes ser fuerte, superar lo que pasó. Extraño cuando eras serio pero que por lo menos sonreías... Ahora solo estas triste y no pronunciarías palabra si no te lo pidiesen. ¿Crees que no me doy cuenta de lo que pasa en las noches? Hasta mi habitación se escucha tu llanto en las noches, así como tus gritos cuando tienes pesadillas... Lo único que quiero es que mi hermanito vuelva a ser el de antes... —dijo viéndolo a los ojos, en un tono suplicante. Incluso empezaron a acumularse las lágrimas.
—Eso no pasará... —dijo mientras seguía su camino.
Ya no volvió a insistir, se resignó a que el siempre estaría deprimido. Llegaron a la escuela, y cada quien fue a su salón correspondiente. Tarble toco en el aula 3 y Vegeta en el aula 9. El pelinegro se sentó en el banco de la esquina, justo en el rincón. Quería estar alejado de todos, no quería saber nada. Pasaron los minutos, y llegó una profesora.
—Buenos días, alumnos. Soy la maestra Alison, seré su maestra de Literatura. Quiero darles la bienvenida, este será su último año, así que tienen que dar su mayor esfuerzo. Como primera actividad...
—Disculpe, maestra, ¿me da permiso de entrar?—dijo un chico de cabellos alborotados que recién llegaba.
—Adelante, ¿éste es tu primer año en esta institución?
—Así es, me perdí. Pero mi hermano me explicó dónde estaba este salón—dijo mientras colocaba una mano detrás de su nuca y reía nerviosamente.
—Está bien, tome asiento—dijo amablemente.
Ese chico misterioso se sentó a un lado de un joven de cabellera en forma de flama. Le pareció algo serio, pero vio un toque de tristeza en su mirada, por eso procuró no decir nada malo. En cierto modo le parecía interesante por su actitud desinteresada y su mirada levemente soñadora viendo a través de la ventana.
—Hola, soy Goku—saludó.
Vegeta no respondió, sólo volteó a ver hacia el frente con un rostro inexpresivo. El chico de cabellos alborotados prefirió dejar de molestarlo.
—Alumnos—continuo la maestra—. Como primera actividad, quiero que cada uno de ustedes invente un poema con el tema del amor. Están en la edad que su mente tiene más creatividad, así que no creo que les sea tan complicado.
Todos empezaron a trabajar, obviamente no sabían cómo escribir uno, ya que debía cumplir con las reglas de rima asonante y consonante, cosa que casi nadie comprendía. Luego de veinte minutos, la maestra camino entre las filas para revisar. Se escuchaban unos "le falta", "no rima", " te hace falta práctica", "qué mala letra tienes", por parte de la docente. Llegó hasta el lugar donde estaba Vegeta, tomó su cuaderno y empezó a leer lo que decía.
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El amor
Seis letras,
dos palabras,
un sentimiento
proveniente del alma.
Sin él no existo,
preferiría morir,
puesto que es lo único
por lo que quiero vivir.
No sé si es pecado
el estar enamorado,
lo que si sé
es que ese es mi estado.
No dejo de pensar en ti
eres la luz de mi vida.
¡No me dejes jamás!
Sin ti, vacío estaría.
Autor: Vegeta Saiyan.
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—Muy bien, joven Vegeta, esta poesía es la mejor que he leído de este salón—lo felicitó, obviamente a él ni le importó.
—¡Quiero ver lo que escribiste!—dijo Goku en el momento que agarraba la libreta, el otro no objetó nada, le daba igual—. Vaya, que cosas tan lindas escribiste. Ya quisiera que alguien me dijera cosas tan bonitas como estas—dijo sonriente mientras le regresaba su cuaderno.
La maestra explicó la estructura de los poemas, todos prestaban atención, menos uno que ya sabía todo acerca de eso. Vegeta escribía en una pequeña libreta.
—Maestra—dijo un conserje entrando al aula—. Dice la directora que Vegeta Saiyan baje con mochila, quiere que vaya a la dirección.
—¿Vegeta? ¿Acaso pasa algo malo? —preguntó un poco preocupada.
—Tiene que ver con el hermanito de Vegeta.
Éste, al escuchar que tenía relación con Tarble, metió en su mochila esa pequeña libreta, y salió rápidamente sin cerrarla bien. Por ello, ésta cayó al suelo, y únicamente Goku vio que ese cuaderno ahora estaba en el piso. Lo tomó y lo guardó, para entregárselo mañana.
Vegeta iba a paso veloz, temía que algo malo le haya pasado. Llegó, y vio que estaba bien.
—¿Qué pasó? —pregunto serio viéndolo.
—Su hermano menor casi se pelea con un chico de tercer año llamado Scott.
—¡Él insultó a Vegeta!, ¡no podía quedarme con los brazos cruzados!—intentó justificarse.
—¿Qué te he dicho? Con chicos mayores no te metas, de esos me encargo yo. Si hay algún problema, yo lo arreglare, no tú, ¿entendido?
—Sí, Vegeta—dijo cabizbajo.
—Bueno, esto no puede quedarse así Tarble no entrara a clases el día de hoy, preferiría que lo lleve a casa, joven Saiyan.
—Sí, directora—dijo serio.
Ambos salieron de la dirección y se regresaron a casa. Al llegar su madre quedó un poco sorprendida por verlos ahí, si hace tan solo una hora se habían ido. Vegeta se encerró en su habitación, mientras Tarble se quedaba con su mamá y le explicaba lo que ocurrió.
^^^Flash Back^^^
Tarble iba caminando tranquilamente hacia su salón de clases, pero chocó con un chico de tercer año.
—¿Cuál es tu problema, enano? —pregunto molesto aquel muchacho, algo divertido por su reacción de miedo.
—Lo siento, fue un accidente—se disculpó.
—Espera, ¿tú eres hermano de Vegeta? —dijo y el asintió confundido—. Escuchen, él es el hermano del demente suicida, ese orgulloso y serio que estaba en el grupo 7—dijo burlándose.
—¡No te permito que hables así de mi hermano! —gritó molesto.
—¿Quieres pelear, niño?
—Sí...
—¡Éntrale! —dijo mientras se acercaba, pero un maestro llegó y los regañó a ambos, para después llevarlos con la directora.
^^^Fin del Flash Back^^^
Después de explicar lo acontecido fue a su habitación. Estaba algo triste, y a la vez confundido por lo que el chico de tercero le dijo.
—¿Suicida? —se preguntaba mentalmente.
***
En la escuela, a la hora del receso, Goku bajó al patio con la libreta de Vegeta en la mano. Le había llamado la atención que en la portada estaba escrita la palabra "Poesía", así que creyó que eran poemas que él había escrito. Al abrirla, empezó a leer, pero se dio cuenta que no era un simple cuaderno, sino un diario. La curiosidad le ganó, así que terminaría de leer todo:
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14-Mayo-735
Al lado de mi casa se mudó una familia. Hay un chico de veinte años, no es apuesto, ni lindo, pero me pareció alguien interesante. Llevo tiempo de conocerlo, y se ha ganado mi confianza. Dentro de mí florecieron sentimientos hacia él. Es increíble que me haya enamorado. Quiero confesarle esto que siento, pero no quiero perder su amistad. Tomaré el valor necesario y le confesare que lo quiero algún día de estos.
P.D. Descubrí que lo que más me gusta es la literatura, creo que de ahora en adelante escribiré en poemas, tengo una capacidad que me permite escribir en versos sin esforzarme, tal vez no sean tan buenos, pero quiero ir mejorando. Lo intentaré, quiero ser un gran poeta y escritor. Por ahora esa es mi aspiración.
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—Deberías decírselo, así sabrás si siente lo mismo—pensaba mientras le daba vuelta a la hoja, completamente cautivado por la historia que leía.
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30-Julio-735
Hace un mes le confesé a Nappa lo que sentía por él, ¡y él me correspondió! Lo amo. Estoy tan feliz, creo que podría explotar de alegría. Se ha portado como todo un caballero conmigo, y eso es lo que más me gusta de él. La primera vez que me besó sentí cómo mis mejillas se calentaban, me sonrojé al máximo. Él me dijo que me veía adorable, y eso empeoró la situación: me puse rojo como tomate. Él me dio un besito en la mejilla y me abrazó. Me sentía como un duende a su lado, él era muy alto y musculoso, y yo bajito y con músculos. Me enamore perdidamente, quisiera gritarlo a los cuatro vientos pero no puedo, tengo que guardar el secreto. ¿Acaso alguien vería de buena forma que un chico de 12 años sea novio de un chico de 20? Creo que nadie... Pero no me importa, lo amo y eso es lo único que me interesa.
"Te amo,
no lo olvides.
Mi mundo
por ti existe"
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—¡Qué lindo que lo ames tanto! Más le vale que siempre sea así contigo
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18-Agosto-735
Nappa se ha vuelto muy celoso últimamente. Me prohibió hablar con mi mejor amigo, le dijo a mis espaldas que ya no quería tener algo que ver con él. ¿Quién diablos se cree que es? Me gustaba demasiado, pero ahora... ¡Ahora ya no lo aguanto! Terminé con él, por fin estaré tranquilo. ¡Alabado sea Kamisama! Él me dijo que me arrepentiría, que terminaría llorando a sus pies. ¡Sí, claro! Eso pasará el día en que el sol se vuelva azul...
"Me gustas, es verdad.
te quiero, no lo niego.
Pero... ¿rogarte?
a ese nivel no llego"
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—¡Bien hecho, Vegeta! Lo pusiste en su lugar. Él no te merecía, eres demasiado para él. Qué bien que terminaste con eso—pensaba alegre.
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14-Septiembre-735
Al fin vi a Raditz en la escuela. Pude explicarle que lo que dijo Nappa era una vil mentira. Él me dijo que sabía que no era cierto, pero creía que hacía mal tercio si estaba con nosotros. Ahora que estoy soltero, nada nos separará, creo que seremos amigos siempre, como lo hemos sido los tres últimos años.
"Amigos somos
amigos seremos
no importa los obstáculos
que atravesemos.
Juntos por siempre
de eso no hay duda
nuestra amistad será
fuerte como ninguna".
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—¿Raditz? Entonces mi hermano es su mejor amigo... Quizás sepa dónde vive, así le podré regresar su diario cuando lo termine de leer—pensaba emocionado mientras cambiaba la página, como si de un libro se tratara.
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21-Octubre-735
Hoy cumplía años Tarble, estoy algo emocionado. Siempre me ha visto como su héroe, y yo quiero serlo. Por eso le prometí jamás desprotegerlo, cuidarlo siempre. Lo quiero mucho, es lo más valioso que tengo. Me moriría si algo malo le pasara, jamás me lo perdonaría.
"Amor de hermanos
un mandamiento
pero la verdad
eso es lo que siento.
Hoy en el cumpleaños
de mi hermano adorado
pude prometerle
eso que me he jurado.
Lo protegeré siempre
de todo peligro
no importa si en ello
mi vida se lleva consigo".
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—Vegeta es muy cariñoso y adorable, me pregunto por qué se veía triste en el salón de clases.
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24-Diciembre-735
Vino toda mi familia a festejar la Navidad en nuestra casa. Amo esta temporada, me gusta ver la expresión de mi hermano cuando le dan obsequios. Gaste todos mis ahorros por comprarle una bicicleta nueva, ya que sé que mamá y papá le compraron ropa. Le encanto, eso me alegra. Ver su sonrisa fue el mejor regalo.
"La navidad llegó
y con ella alegría ,
al igual que mi familia
de nuevo se reunió".
P.D. Estoy haciendo versos pésimos, necesito inspiración, como la que tenía al estar enamorado de Nappa. Un escritor debe cumplir sin importar las condiciones que se le presente. Debo hacer eso.
Esta noche vi una estrella fugaz, pude pedirle un deseo: encontrar a mi chico perfecto. Quisiera a alguien dulce, bondadoso, amable, divertido, que siempre busque la manera de hacerme sonreír... Tal vez pido mucho, pero sé que en algún lugar de este planeta hay alguien que es para mí. Me gustaría que, al encontrar ese chico, pudiera entregarme a él por amor, para mí es muy importante eso, ya que pienso perder mi virginidad con alguien que realmente ame. Para mí, la cita perfecta para hacer eso sería una cena romántica a la luz de la luna, un espacio únicamente iluminado por la luz de velas, sábanas blancas, pétalos de rosas, y que de vez en cuando me dijeran cosas lindas. Sé que es algo extraño que yo planee ahora eso, pero es algo que me gustaría que pasara de esta forma, pero sé que si algún día consigo pareja, él sería quien arregle ese asunto, ya que yo siempre me he considerado un uke, aunque no lo demuestre. Si algún día alguien hiciera algo así por mí para nuestra primera vez, me sentiría súper emocionado. En fin, el destino decidirá eso.
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—Vegeta es muy adorable, es increíble que haya gastado todo su dinero solo por ver sonreír a su hermanito. Aunque todavía no comprendo muchas cosas, ¿por qué se ve tan serio y como si ocultara algo? Me parecía interesante, pero… tengo un mal presentimiento. Estando a su lado noté una gran tristeza en sus ojos y eso no me agrada en lo absoluto, ¿acaso le pasó algo malo?