Dos en uno por AcexLuffyAMY

Al día siguiente no me sentía con ganas de volver al colegio, tal vez Ace me culparía de esto. Al parecer tanto los maestros como los alumnos estaban al tanto de aquel chico con la maldición, podría meterme en problemas, escuche mi despertador sonar, fingí no escucharlo y dejarlo pasar para después tener una excusa para no ir al colegio, lamentablemente Law me levanto diciendo que había mucho que hacer en el colegio.
Me levante y me duche, estaba tratando de tardarme todo el tiempo posible para perder el autobús.

-Luffy-ya apresúrate- decía mi buen amigo desde el sofá.

7:35 aun no había desayunado, me había demorado demasiado duchándome y vistiéndome más lo que faltaba para preparar mi desayuno y bentou. Estaba seguro que no me daría tiempo para llegar al colegio.
7:45 todo estaba listo, el autobús ya estaría por aquí subiendo a mis demás compañeros, sonreí al ver la hora, ya era tarde… hoy me quedaría en casa.

-Bien, Luffy-ya vámonos- se levantó del sofá, se dirigió a la puerta donde coloco sus zapatos y abrió la puerta.

-¿Irnos? ¿A dónde?- pregunte confundido, no tenía planes de salir.

-A donde más, al colegio

-Pero… mira la hora ya estoy tarde- sonreí esta victoria ya era mía.

-¿Olvidaste que te dije que tomaríamos el metro? Tardaremos en llegar tan solo 8 minutos apresúrate

-Pero…- es verdad me había olvidado de que tomaríamos el metro de ahora en adelante, Law estaba más emocionado por ir al colegio más que yo, tal vez porque desde que lo conocí le encantaba asistir a clases, como él no podía participar hacia que yo levantara la mano, me decía la respuesta y así era como el participaba a través de mí, eso había hecho que yo tuviera buenas notas, también en los exámenes él era quien los respondía, tal vez no me ayudaba en nada, ya que el que tendría que trabajar era yo y yo no estaba seguro de poder aprobar un examen sin su ayuda.

Exactamente 8 minutos llegamos al colegio y entramos, todos estaban un poco asustados, tal vez el rumor ya se había dispersado, entre de lo más normal, hablaba con Law, le había pedido que no me dejara solo y el acepto. No había visto a Ace por ningún lado, tal vez se escondía de mi o tal vez tenía planeado algo, estaba temblando del miedo, Law se había encargado de regañarme, me dijo que actuara normal o dudarían de mí. Entramos a la clase tomamos asiento y esperamos a que el profesor entrara.

-Buenos días- dijo el director entrando a nuestro salón.

-Buenos días- respondimos levantándonos de nuestros asientos, excepto Law, puesto que a él no lo veían.

-Como sabrán su profesora falleció el día de ayer- me miro –así que les he traído a un profesor sustituto en lo que conseguimos un remplazo.

-Buenos días, yo soy Caesar, seré su profesor de química por el momento espero llevarme bien con ustedes.

Comenzó la clase, aquel profesor no dejaba de mirarme, durante la clase Law estuvo participando lo que causo que mis compañeros me miraran con asombro, yo sabía que él era muy inteligente, así que no me sorprendía. Después de un rato llego el siguiente profesor y paso exactamente lo mismo, pude escuchar unos cuantos comentarios en el cambio de clase “no puede ser el” “es muy inteligente” “tendrá novia” “¿de dónde será?” Esos comentarios me animaron demasiado, era obvio que yo no tenía ninguna maldición, y aunque no era yo el genio después de todo, era el único al que podían ver.

-Felicidades Luffy-ya, creo que por fin tendrás la popularidad que has deseado.

-¡No la quiero!- Exclame –si la acepto tú te iras y ya no tendré con quien estar

-Te equivocas ahora tendrás demasiadas personas interesadas en ti

-Pero no las quiero si no eres tu- me sonroje. Durante todo este tiempo me había encariñado demasiado con él. Algunas veces estando con el imaginaba cosas inapropiadas, y aunque el fuera un “fantasma” yo quería vivir con él el resto de mi vida.

-Ya veo- sonrió.

En el descanso no había dejado de recibir visitas, toda clase de chicos preguntando si podían ser mis amigos, yo acepte pero les di la condición de que me dejaran solo en el descanso, extrañados aceptaban, también preguntaban cosas como… ¿De dónde eres? ¿Dónde aprendiste tanto? ¿Por qué no estás en la universidad? ¿Tienes novia? ¿Puedes ser mi tutor? ¿Me ayudarías en “tal clase”?, No respondí ninguna porque no me dio la gana, fui con Law a la parte de arriba del edificio, ahí había tranquilidad.

Así transcurrió el día, había ganado demasiada popularidad, participaba en todas clases. Al terminar las clases me dirigí a mi departamento, llegue aproximadamente a las 4:30 había pasado a comprar mi almuerzo y el de Law.

-Que día tan cansado- dije tirándome boca abajo en el sofá-

-Muévete- dijo tirándome del sofá y comenzando a leer su libro.

-Vamos Law déjame descansar- me senté a su lado y me acerque a el -¿Qué tanto lees?

-Un libro, creo que tu cerebro puede procesar eso- dijo burlón

-Aunque no lo creas, soy muy inteligente

-¿Cuál es la raíz cuadrada de 49?

-¿Es algún tipo de pregunta capciosa?

-Apuesto a que ni siquiera sabes que es raíz cuadrada- rio.

-Si lo sé, es cuando la raíz tiene cuadros- sonreí victorioso

-Olvídalo- volvió a su lectura

-Ne Law… has puesto una pregunta difícil shishishi, mejor vamos a comer

Después de comer, jugamos un rato videojuegos, me fastidiaba que él me ganara tan fácilmente sin prestar tanta atención, pues todo el tiempo se la había pasado leyendo aquel libro.
Ya era hora de ir a dormir, lave mis dientes y me dirigí a la cama, me acosté y rápidamente concilie el sueño.

*Esa misma noche*

-Sabía que no había escapatoria- había corrido durante 3 cuadras sin parar, le hacía falta la respiración, pero, si se detenía ahora… no habría escapatoria.
Minutos antes había terminado su labor en aquel restaurante que le exigía quedarse hasta tarde. Desde que había salido de aquel lugar, le habían estado persiguiendo, no tenía mala condición por eso podía soportar otro rato hasta llegar a casa. O al menos eso creía.
Quedo inconsciente tras recibir un gran golpe en su nuca. “Este es el fin” se dijo antes de desmayarse.

No sabía de qué se trataba, a quien debía alguna cuenta, ¿por qué tenía que pasar por esto? Solo era una simple camarera que solía tratar bien a sus clientes, tiempo atrás le habían ofrecido un mejor trabajo que por lealtad a su jefe no habia aceptado. La verdad era que detestaba su empleo, no era muy bien pagado. Ahora que se encontraba frente a frente con la muerte deseaba tantas cosas, como haber cambiado de empleo, quizá hacer el intento de verse un poco mejor, conseguir un buen marido y tener hijos, pero sobre todo… deseaba no haberle gritado a su pequeño hermano de 6 años esta mañana en el desayuno.

Se escucharon unos pasos a lo lejos, se acercaban a donde estaba ella. Una sombra se pudo visualizar.

-¿Qué quieres de mí? –pregunto asustada, aunque sabía que no respondería, ella esperaba ansiosa su respuesta. Aquel sujeto se acercó aún más, portaba un hacha en su mano derecha, levanto su brazo y sonrió -¿Por qué desperdicias tu vida así? –fue lo último que dijo, aquel hombre había comenzado a golpearla con el hacha que llevaba consigo. La sangre votaba por todos lados incluyendo el rostro del sujeto. Al terminar de asesinarla, comenzó a lamer el cuerpo, saboreaba la sangre de su apreciada víctima. Mientras ideaba como deshacerse del cuerpo ya sin vida.