-Parece un alíen.
-Espera... con esto se vera mejor.
-Buena idea, ya no se ve tan feo.
-Pobresito, ¿qué es lo que haría sin mi?
Me removí en el pequeño sillón en el que me había quedado dormido hace rato pero ciertas voces no me dejaban dormir, sentí algo rozar mi nariz y seguido de eso estornude.
-¡Jajaja! ¡Buena esa!
-Te dije que estordunaria.
-Pero no lograste despertarlo, perdiste.
Ahora tenia restos de mi saliva por todo mi rostro gracias al estornudo, pero no importa, quiero dormir. Estaba apunto de caer de nuevo en un profundo sueño cuando...
-¡Ahhh!
-Lo logre, ¡te gane! - Hani festejo de su tonto logro bailando algo que la hacia lucir como si estuviera teniendo un ataque de epilepsia.
-¡Me pellizcaste una teta! - ¿Acaso no podía dormir tranquilamente? Interrumpió mi sueño con Rain...
-Vamos no hagas pucheros - Hani pellizco mi mejilla y sonrió -Ademas te dije que te bañaras y no lo hiciste.
-Te odio.
Ya lo había mencionado ¿no?, bueno lo haré otra vez, la odio más que a las abejas que tratan de robarse mi pan dulce. Kyungsoo carraspeo y lo mire... Oh, así que él es el culpable de mi estornudo, malvados, los odio.
-Yo solo vine a entregarte esto - recogio una gran bolsa del suelo y me la lanzo, si no la hubiera esquivado con mis súper habilidades de ninja ahora mismo me estaría despidiendo de mis mini herederos. -Son juguetes nuevos.
Sonreí, ¡diablos! Amaba a este hombre cuando decía eso, ahora mismo podría casarme con él, pero el tener a Kyungsoo y Hani en un mismo lugar era como lanzarme a una piscina sin salvavidas. Abrí la bolsa y mis hermosisimos ojos brillaron, pistolas, cadenas, cuerdas, bolitas, todo lo que necesitaba para hacer mi trabajo, esto era el paraíso.
-Te dije que no le trajeras más armas, la ultima vez trato de probarlas conmigo - Hani se cruzo de brazos e hizo un puchero que seguramente se vería mejor en mi.
-Bueno, eso no es culpa mía y además no lo culpo - no pude evitar reírme mientras Hani lo miraba indignada, Soo la ignoro de camino a la puerta donde solo hizo un pequeño gesto con la mano para después salir del apartamento.
Había conocido a Kyungsoo hace 5 años, recuerdo haberlo visto dentro de un basurero, cuando me acerque a ayudarlo el muy ingrato me jalo haciéndome caer junto a él, entonces cuando trate de salir entendí por que lo había hecho; afuera había un perro horrible y gigante, la carne alrededor de su ozico se caía a pedazos y sus ojos estaban demasiado rojos. Kyungsoo vio sorprendido mis expresiones y me había preguntado si podía verlo a lo que yo asentí, después de eso Soo salio del basurero y lucho con esa cosa hasta matarlo.
Kyungsoo me dijo que no era un perro si no un demonio y que su trabajo era acabar con ellos y que desde ese momento también seria él mio, obviamente huí creyéndolo un loco pero días después llego a mi casa con armas y me enseño a usarlas sin ni siquiera pedir mi opinión, desde entonces lo veo cada dos meses cuando viene a dejarme municiones. No conozco nada de él mas que su nombre, no sé donde vive ni que edad tiene, nunca responde a mis preguntas sobre él o incluso sobre mi así que simplemente deje de hacerlas.
-Quiero una quesadilla - Hani entre cerro los ojos y sonreí, saque una bolita de la bolsa y se la mostré entonces salio corriendo hasta la cocina.
-¡Odio cuando el enano te da esas cosas! - Jajaja siempre la asustaba con mis armas, aunque obviamente no le hacían nada ya que ella era un fantasma y no un demonio, pero eso no tendría por que saberlo ¿verdad? -¡Lo bueno es que seguramente en dos semanas habrás perdido todo y entonces sufrirás!
-Claro, lo que digas - cruze mis brazos detrás de mi cabeza y me recarge en el respaldo del sillón listo para esperar por mi quesadilla.
-En lo que cocino vete a bañar - ella asomo su cabeza por la puerta de la cocina y señalo hacia el baño.
-No.
-No te pregunte.
-Tampoco te respondí - ella me miro desafiante y levante la barbilla retándola.
-Escucha humano, si no te largas a bañar te meteré todas tus bolitas por el culo - ella apretó los dientes diciendo lentamente cada palabra y bufé, espere a que regresara a la cocina para cerrar la bolsa y correr al baño, por si las dudas puse el seguro.
Una vez dentro de la bañera me permití relajarme un poco, mire a todos mis peluches de unicornio alineados en una pequeña repiza que yo mismo hice, Hani me gritaba infantil cada que entraba al baño y los veía pero a mi no me importaba, amaba tenerlos por todas partes, especialmente en el baño por que me hacen sentir seguro mientras me ducho.
Mañana tendría que presentarme a ese horrible trabajo, ¿como es que iba a cuidar a un bebé? Ni siquiera puedo cuidarme a mi mismo, o al menos eso es lo que dice Hani a cada rato, pero si quiero cumplir mi sueño de entrar a la universidad tendré que hacerlo, además ya no tengo más helado y la señora de la tienda no acepta cupones como pago.
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español