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RED por YunaYami

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Uriel golpeó a uno de los demonios con la espada ,partiéndolo por la mitad. Giró a la derecha y continuó por el pasillo con una de las manos en la espada y otra en una de las pistolas. El olor se hacía más intenso. No pudo evitar hacer una mueca. Si él percibía aquello con la ínfima parte del poder de un ángel verdadero no quería ni pensar en lo que ellos deberían oler. Avanzó con rapidez destrozando aquellos demonios que se le ponían en medio y empujó la puerta. Alec estaba colgado en una de las paredes por cadenas. Sus ojos estaban rojos y miraban al infinito. No dejaba de repetir una y otra vez la palabra "culpa". Echó a correr hacia él y partió las cadenas. El cuerpo del joven cayó ,inerte,sobre sus brazos. Pero...aquel olor... 
Antes de que pudiera darse cuenta el demonio ya le había clavado las uñas en el abdomen. Le dio un empujón, gritando mientras él recuperaba su verdadera forma.
_No pensé que fueras a caer en un truco tan viejo.
_¿Dónde está Alec?
_Oh,a salvo de ti. 
_¡Devuélvemelo!
_¿Devolvértelo? ¿Con quien crees que estás hablando,criajo?
_Con un puto demonio de mierda
_Eh...cuidado con esa boca,angelito 
Uriel se precipitó contra él con la espada en alto. El demonio giró, dándole un zarpazo en la espalda. 
_Tienes mucho que aprender...
El joven se incorporó a duras penas. Las heridas le ardían.
_¿Qué tal se siente...? Con las almas que absorví gracias a tu Alec puedo atacarte sin sufrir una sola quemadura.
_Pero eso no durará mucho.
Aquiel gruñó. ¿Como podía saberlo?
_Voy a matarte. Y luego iré a por Alec.

***
Mick disparó, volviendo a esconderse tras la columna. Se sentía cansado. Demasiado cansado. Había sido una locura entrar en el infierno y más cuando la suave presencia angélica de Uriel no podía protegerles ya que estaba demasiado lejos. Observó a Leroy,aferrado a la otra columna. Debido a las heridas que había sufrido su condición empeoraba por momentos. Oyó el sonido sordo del cuerpo al caer y se echó a correr hacia él. 
_Eh...tío... Joder,no pierdas el conocimiento ahora.
Disparó al demonio que se le acercaba,propinándole al mismo tiempo un par de bofetadas a Leroy para mantenerlo despierto ,pero el cazador ya había cerrado los ojos. Mick lo colocó contra la columna y volvió a disparar. 
_Mierda,mierda ¡mierda! No voy a morir en este puto lugar.
Salió de su escondite dispuesto a cargarse a todos aquellos demonios,pero lo único que vio fue a un chico en medio de restos esparcidos. Su rostro de muñeca se encontraba enmarcado por una melena negra que casi le alcanzaba la cintura y vestía una túnica negra abierta por uno de los laterales que dejaba ver un sencillo pantalón de cuero. Iba descalzo y de su espalda...
_Alas
No. No eran alas. Eran solo huesos.
Él clavó sus ojos violetas en los suyos. 
_¿Quién eres?
_Mi nombre no es desconocido para vuestra raza. Soy Lucifer y vosotros,humanos,estáis en mi territorio.

***
Uriel intentó levantarse del suelo. Ya no recordaba cuantas veces había mordido el polvo,pero no podía rendirse. Tenía que recuperar a Alec. Sintió como las uñas de Aquiel se clavaban en su espalda y dio un grito. 
_¿Quieres que lo traiga...? Realmente adoraría verle la cara cuando te mate. Un futuro soldado que ni siquiera ha sido entrenado no puede nada contra mi. Haré que tu alma forme parte de mi y tu me ayudarás. 
_¿Ayudar...? ¿A qué?
_A hacerme señor del infierno. Detestamos que un ángel nos gobierne. 
_¿Ángel? 
Sus uñas se clavaron más en su espalda.
_Lucifer...el único ángel caído y señor del infierno.
_Dime ¿qué es lo que vas a hacer para derrocarme entonces?
Aquiel se volvió hacia la puerta de la cámara. Cerbero sujetaba a Alec de la cintura y,a su lado,un en apariencia frágil muchacho. Los ojos violetas del señor del infierno se clavaron en los del ambicioso demonio.
_Cerbero... tu,traidor...
_ Mi amante me debe lealtad a mi,no a ti,Aquiel. No eres más que un demonio inferior con una sed desmedida de poder. Sabes que he prohibido la realización de pactos con humanos y tu lo has incumplido en demasiadas ocasiones. No puedo seguir ignorando tus artimañas.
_Mi señor,yo...
_¡Silencio!
El demonio retrocedió ante el aura que comenzaba a crecer alrededor del muchacho. ¿Cómo era posible que tuviera tanto poder? Uriel gateó hasta Alec que se debatió en los brazos de Cerbero hasta que le soltó y pudo abrazarse al fin a su rescatador. Tras el efusivo pero breve reencuentro ambos jóvenes clavaron la mirada en la pequeña figura que avanzaba hacia Aquiel,que retrocedía a cada paso de Lucifer con una mueca de terror adornando su cara.
_Aquiel... No solo has cometido traición,si no que has concedido deseos que estaban por encima de las posibilidades de tu cargo. Mereces un castigo ejemplar,uno que jamás olvides. Y ese castigo es la muerte.
_¿La muerte? No soy el único. Hay más. Más que piensan como yo. Te derrocaremos Lucifer,a ti y a todos tus allegados hasta que nadie se interponga en nuestro camino y...
Pero no llegó a terminar la frase. Su cuerpo estalló en llamas.
_Los mataré a todos entonces. Igual que he hecho contigo.
***
_¡Uriel! 
_¡Leroy! ¡Mick!
El chico echó a correr hacia ellos tirando de Alec. 
_Pensábamos que estabas muerto,chico.
_No tendréis esa suerte.
Alec se abrazó a Uriel,notando una quemazón en su bajo vientre y su entrepierna. Pero no era doloroso. Ahora que Aquiel había muerto el trato que con él había realizado ya no existía. Pero su madre viviría. Lucifer se lo había prometido ,como una especie de compensación. Miró hacia atrás. Cerbero se mantenía apoyado contra la puerta mientras mantenía sujeta con firmeza la cintura de su amo. 
_Debemos irnos. Ahora.

***

Deslizó los dedos por los huesos de sus antaño hermosas alas. Hacía demasiado que habían ardido,demasiado desde que se había visto obligado a habitar en aquel lugar de intenso olor azufre y pura maldad. Pero su esencia ,aquella que se escondía tras su frágil aspecto y sus furiosos ojos violetas,no había dejado de ser la de un ángel. Cerbero cerró los ojos mientras Lucifer se acomodaba entre sus brazos.
_Mi señor... ¿deseáis que os cuente una historia?

***
Uriel tomó a Alec del mentón y unió los labios a los suyos en un tierno beso. Él golpeó con suavidad su hombro,algo aturdido por aquel repentino beso. 
_¿Eres tonto o que...?
_Podría decirse
_Vamos ya. Llegaremos tarde al restaurante y mi madre detesta la impuntualidad,Uriel.
_Lo sé,lo sé. No sé porqué estás tan nervioso,Alec. Solo vas a presentarme a tu madre
_¡Pues por eso mismo!
_Me encanta cuando te enfadas
Uriel estalló en sonoras carcajadas. Pero se detuvo de repente,volviéndose hacia atrás. 
_¿Uriel...? ¿Ocurre algo?
_No... 
_¿Estás seguro?
_Solo he tenido una sensación extraña.
_¿Como de extraña?
_Ya no importa. Se ha marchado. Continúa hablándome de tu madre.

De pie sobre una de las cornisas un hombre de ojos rojos les observaba. Ladeó una sonrisa y se esfumó.

 

***

 

El joven de cabello castaño dio un grito,separando a patadas al hombre que tenía encima. Las marcas de Aquiel desaparecían de su cuerpo. 
_¡No! ¡Ni hablar! 
Llamó a gritos a Aquiel mientras el hombre comenzaba a vestirse. La próxima vez se pensaría mucho lo de irse con un chico guapo. Al parecer aquel estaba realmente loco. Cuando oyó la manilla del cuarto su desesperación se volvió ira. Tomó un abrecartas y se lanzó contra el sorprendido hombre. Empezó a acuchillar una y otra y otra vez hasta que el cuerpo sin vida se desplomó en el suelo.
_¡Aquiel! ¡¿Has visto lo que he hecho?! ¡Aquiel! ¡Ven a mí! 
_Él no vendrá
El muchacho clavó sus ojos verdes en el hombre trajeado que se encontraba sentado sobre la sábana salpicada de sangre. Era atractivo,de rasgos marcados y brillantes ojos rojos. Su cabello negro se encontraba recogido con una goma en un lateral.
_¿No...va a venir?
_Aquiel está muerto
Aquella noticia cayó como una losa sobre el muchacho,que se dejó caer de rodillas al suelo,soltando el abrecartas que aún llevaba sujeto.
_No... Él me dijo... Me dijo que siempre estaría conmigo.
Deslizó los dedos por sus caderas,esperando encontrar las marcas de Aquiel solo con sus dedos.
_Siempre. Siempre...
El hombre le tendió una pequeña botellita roja.
_Sé quien le mató. Bebe eso y ayúdame a conseguir el objetivo de Aquiel.
_¿Podré matar a esa gente...? ¿Podré arrancarles las entrañas?
_Podrás hacer lo que quieras con ellos llegados el momento.
_¿Que es?
_No querías separarte de Aquiel ¿no es así?
Sin pensárselo más veces el joven vació la botellita de un sorbo. Su sabor era metálico y su color era negro.
_Bien,Josey...
Observó como uno de sus iris se tornaba rojo ,igual que su cabello.
_Crearemos el nuevo infierno que Aquiel deseaba.
El demonio lo tomó del mentón,clavando la mirada en la suya.
_Mi nombre es Mammon y soy uno de los siete príncipes del infierno. Aquiel actuaba bajo mis órdenes y ahora tu serás la pieza principal de mi plan. Recuperaremos nuestro mundo de las manos de ese ángel caído.
Josey sonrió ampliamente,besando sus labios. 
_Me has garantizado mi venganza,Mammon.
_La tendrás.

"Porque también me viene de perlas"


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