_Uriel,hola
El chico se giró con rapidez al reconocer la voz. Alec estaba de pie con las manos tras la espalda.
_Ho-hola ¿qué haces aquí? Es decir, no es que no me alegre de que estés aquí ,pero es que son las siete de la mañana y...
_Quería verte y como nunca hemos compartido teléfonos pues... No se me ocurrió mejor manera.
_No sé que decir...
_¿Te acompaño a casa? Podríamos hablar.
_¡Sí! Digo... claro. Será un placer.
El joven de ojos azules soltó una leve carcajada,comenzando a caminar a su lado. Uriel se pasó repetidamente los dedos por su rubio cabello. ¿Por qué estaba tan nervioso? No era tan diferente a las veces que charlaban en el club ¿no era así? Alec se cogió de su brazo y apoyó la mejilla en su hombro. Él se puso tenso. Retiraba todo lo que acababa de pensar.
_¿Te han dicho alguna vez que hueles muy bien...?
_Ah...no... O-oye...
_¿Sí?
_¿Por qué trabajas en la prostitución?
Alec se quedó callado un instante antes de responder.
_Mi madre es la única familia que tengo en el mundo. Pero está enferma y necesita un tratamiento muy caro. Haciendo esto gano lo suficiente para costearlo.
_No...no lo sabía. Es que...
_Está bien que preguntes.
Hasta que alcanzaron el apartamento de Uriel ninguno de los dos volvió a hablar.
***
Acarició su cabello con timidez mientras él dormía a pierna suelta apoyado en sus rodillas. Sabía que lo que estaba haciendo no era correcto. Pero necesitaba estar a su lado aunque solo fuera un instante. Alzó la mirada,viendo a Aquiel reflejado en la pantalla del apagado televisor. Dio un grito, levantándose de golpe. Uriel se incorporó.
_¿Qué...? ¿Un ladrón? ¿Qué...?
Alec salió precipitadamente hacia el baño y cerró la puerta con el pestillo.
_¿Qué haces aquí....?
El espejo le mostró el rostro del demonio.
_Por lo que veo le has tomado gusto al trabajo.
_Él no...
_¿No...?
_¡No te atrevas a tocarle!
_Ya veo lo que pasa. Él te gusta
_Déjale en paz ¿me oyes? Cualquiera menos él
_Alec ¿estás bien?
_¡Sí! ¡Ahora salgo!
El demonio se limitó a sonreír ampliamente y desaparecer. El joven se tomó unos momentos para tranquilizarse y salió,golpeándose contra el pecho de Uriel.
_Auh...
_¡Pe-perdón!
_Descuida...estaré bie...
Aquello era lo último que se esperaba.
***
Uriel separó los labios de los de Alec con lentitud. De repente le entró la vergüenza. ¿Y si lo había hecho mal? ¿Y si se había precipitado? Pero cuando Alec lo agarró del cuello de la camisa y volvió a besarle tuvo su respuesta. Deslizó algo inseguro las manos bajo su camisa y lo pegó a él. Ahora que le tenía así fue todavía más consciente de lo menudo que era. De lo delicado y tremendamente frágil. Debía ser cuidadoso.
_¿Estás nervioso...? Qué dulce...
_N-no lo estoy
Alec gimió levemente ante la presión de las manos de Uriel.
_Aprietas...
_¡Ah! ¡Pe-perdón...! Es que...
_Uriel ¿podemos quedarnos así un rato más...?
_Claro...
***
_Ah,por cierto...
Alec le observó interrogantemente con uno de los bollos sujeto entre los dientes.
_Anoche la policía vino al club
El joven se atragantó. ¿La policía? Había pasado demasiado tiempo buscando víctimas en aquella zona. Por ver a Uriel se había arriesgado demasiado.
_Alec ¿estás bien?
_¿Qué les dijiste?
_Buscaban a un hombre. Mis compañeros decían que te habías ido con él,pero yo no lo sabía así que...
_¿A que hombre...?
_Se te acercó... Camisa roja,pelo corto y negro. Y... ¿Alec?
_No me fui con él.
_Está bien. Tranquilo. Yo te creo
Sin poder evitarlo,Alec se echó a llorar mientras Uriel lo tomaba de las manos e intentaba consolarlo.
***
Enredó el dedo en uno de los mechones de su cabello y le sonrió al hombre que se encontraba frente a él. Vio el reflejo de Aquiel en uno de los espejos tras la barra. Intentó invitarle precipitadamente a ir a su casa,pero ninguna palabra salió de sus labios. Se cubrió el abdomen con los brazos y se dobló por causa del dolor que comenzaba a invadirle. Apenas oía la voz del hombre y los camareros que le preguntaban si estaba bien. Los apartó de un golpe y salió del club.
_¡Basta, Aquiel! ¡Basta!
_Quiero a ese chico y tu vas a dármelo
_N-no... Uriel no
_Ahora,Alec o lo tomaré yo
_¡No!
***
_Alec ¿que haces aquí? ¿No tienes trabajo?
_No. ¿Y tu?
_Tampoco. Es mi día libre. Cada dos semanas ¿recuerdas?
Alec le empujó al interior y lo echó sobre el sofá,sentándose a horcajadas sobre él.
_¿A-Alec?
_¿Qué? Vamos a follar ¿no es lo que querías?
_Pero es que estás muy raro... Tus ojos parecen..diferentes
_Solo es la luz
Le besó agresivamente, sacándole la camiseta después.
_Uriel...hazme tuyo. Ahora. Quiero que me lo hagas hasta romperme. Sé mi hombre esta noche.
El joven se dejó llevar comenzando a desnudar a Alec. Su piel estaba fría,pero él se ocuparía de calentarla. Lo volteó con brusquedad,mordiendo la piel de su pecho. Era tan suave, tan tierno... Succionó uno de sus pezones,acariciándolo luego con su lengua. Alec se retorcía bajo sus atenciones, pero Uriel seguía sintiendo algo raro.
_¿Q- Qué ocurre? ¿Por qué te detienes?
_¿Qué ha pasado con lo que decías antes?
_¿El que?
_Que no podías acostarte conmigo.
_Deja de preocuparte por eso ahora -susurró Alec,acariciando sus labios- seamos uno del otro esta noche. Continúa.
Uriel desabrochó el botón de su pantalón ,bajando la prenda de un tirón. No llevaba ropa interior. Observó las delgadas líneas del extraño tatuaje que le cubría desde el hueso de la cadera al comienzo del pene. Un sitio realmente raro para hacerse uno. Tragó saliva. Si Alec supiera que aquella era su primera vez... Sintió las manos de él acariciando su marcado torso,haciéndole estremecerse.
_¿Puedes metérmela ya..?
_Pero...¿no debería...? Ya sabes,prepararte
_No. Está bien si tu lo haces ya. Quiero sentir como te clavas
Se limitó a asentir y abrir sus piernas. A cada momento su corazón se aceleraba y al verle de aquella manera la tirantez en la entrepierna se hizo más intensa. Liberó su miembro de la prisión de tela,mientras colocaba con delicadeza el cuerpo de Alec en la posición correcta. Acarició su entrada con uno de los dedos,introduciéndolo luego. Su interior ardía.
_Mételo de una vez
_Perdona...
Le costó bastante penetrarle. Entre sus torpes movimientos y aquella estrecha entrada todo era más difícil. Alec dio un grito de dolor.
_Joder...eres enorme.
_¿Eso es malo?
_¿Bromeas? Es lo mejor
Uriel le besó con ternura.
_Comenzaré a moverme ¿vale?
_Estás tardando.
***
Se aferró a Uriel,gimiendo con fuerza mientras las lágrimas rodaban libres por sus mejillas. No podía estar pasando. No podía. No quería que el orgasmo llegara nunca aquella vez,pero con aquel joven inexperto y su potente herramienta este no tardó en llegar. Cerró los ojos.
_Ah...yo...Perdona,me he corrido dentro. Alec ¿estás bien?
_N-no me mires
_Alec... ¿he hecho algo malo?
_Cubre todos los espejos. Todos ellos,rápido.
Le oyó moverse por la sala.
_Ya están
_¿Seguro?
_Sí
Se incorporó, abriendo lentamente los ojos. Él dio un paso atrás sorprendido. _Tus ojos...son rojos
_Yo... Uriel yo... ¡apártate del televisor! Esta vez la luz no se apagó. Pudo ver como una garra negra salía del aparato y agarraba a Uriel del hombro. Un intenso olor a quemado invadió la sala y la garra se alejó del joven. Uriel echó a correr de nuevo hacia el sofá y tiró a Alec con él al suelo.
_¿Qué diablos es eso?
_Se...se llama Aquiel. Y es exactamente eso que has dicho.
La puerta del piso salió volando al mismo tiempo que la garra sujetaba el tobillo de Alec. Uriel lo sujetó con todas sus fuerzas. Oyó disparos y se volvió a mirar. Eran dos hombres,quizá de unos treinta años. Gabardinas negras y escopetas. ¿Quienes eran?
_Uriel,por favor... No me sueltes... No me sueltes
La garra pareció perder fuerza un instante y Uriel tomó a Alec entre sus brazos. El joven moreno se tapó los oídos, aterrado.
_Tranquilo. Todo irá...
No le dio tiempo a terminar la frase. La garra se lo arrancó de entre los brazos. Alec clavó las uñas en el suelo y Uriel se echó a por él.
_¡Dame la mano! ¡Alec! ¡Tu mano! ¡Confía en mi!