La plática con Eleonor había terminado, Yami salió de aquella habitación y se dirigió a las habitaciones superiores, deseaba no decirle nada, no sabía cómo decirle además de que significaría que tendrían que separarse para siempre. Sus sentimientos ya fueron confesados pero nunca recibió una respuesta, no podría dejarlo inconcluso además de decirle lo del viaje trataría de aclarar las cosas entre ellos.
-El beso de hace un rato… debió significar algo – decía para sí mismo mientras se encaminaba a la habitación.
Cuando llego a la última habitación del pasillo, se quedó un momento parado viendo el frente de la puerta, no estaba seguro de si tocar o no. Se frustro, él no era de las personas que se quedaban así, él era decidido pero aún le rondaba en la cabeza, si le decía lo iba a perder.
Yugi se encontraba sentado en el borde de la cama pensando claramente lo que sucedió hace rato. Sus impulsos le jugaron mal, se había dejado llevar, por aquel beso, el sentir aquellos suaves y delgados labios del joven Duque, lo llevaron al cielo por unos segundos. Se sentía feliz con tan solo rememorar aquel momento, pero a la vez le invadía la preocupación y la incertidumbre.
-Admito que ese beso fue…fue hermoso?- es lo que pasaba por su mente –Que pienso, esto no es correcto- movió su cabeza a ambos lados negando sus pensamientos - Estoy comprometido – repetía varias veces en su cabeza como si ello lo convencería - Yo quiero a Atem pero que y Yami? –
Sus pensamientos se convirtieron en tenues palabras no quería decirlo a viva voz le apenaba declarar tales cosas -Yami, cuando estoy con el me siento seguro y su mirada me hace sentir nervioso - conforme decía aquello sus mejillas se tiñeron de un pequeño tono rojizo.
-¿El me gusta?-
De pronto, la puerta se abrió de un solo golpe, lo asusto ya que se encontraba en un estado reflexivo, vio al Duque que lo miro con algo de preocupación por su llegada.
-¿Ha sucedido algo Yami?-
Yami se quedó un momento quieto no sabía cómo empezar aquella conversación, cerro la habitación para que no fueran interrumpidos.
-Yugi pues veras yo, estaba de paso por aquí y – se detuvo al ver que se desviaría del tema y lo pensó mejor.
-Un primo me acaba de visitar, fue inesperado, me informo sobre cierta reunión familiar y se llevara a cabo en Inglaterra – dijo sin rodeos y de manera clara.
La noticia dejo sorprendido a Yugi pero se calmó al sentir las manos de Yami sobre sus hombros y lo tomo como indicación de que debía esperar y escuchar todo lo que le diría Yami.
-Yo sé muy bien que es el lugar de donde provienes por lo tanto estoy dispuesto, personalmente te llevare de vuelta con tu familia –
Yugi al escucharlo sonrió de manera notoria y sus ojos se empezaron a llenar de unas cuantas lagrimas debido a la emoción. Volvería a Inglaterra, y lo mejor es que volvería a ver a su madre, amigos y a Atem. Tanta fue su felicidad que abrazo a Yami por impulso, el más alto se asombró pero sintió como Yugi se apartaba, jalo su brazo y le correspondió el abrazo.
-Yugi- dijo muy cerca del oído contrario. -¿Vendrás conmigo?-
-Si… yo... si quiero ir contigo –
Al escucharlo sonrió levemente. Se separó de el para mirarlo de forma directa –Quiero preguntarte algo mas Yugi-
-Dime- decía mientras le miraba bastante contento además de la tierna sonrisa que mostro.
-Tu sabes sobre mis sentimientos, yo te amo pero dime ¿Tú me amas?-
-Yami eh… yo...eh... –empezó a tartamudear su respuesta en verdad no tenia una.
No sabía que responder, le tomó por sorpresa que le preguntara tan directamente. Se quedó callado, el cuarto se tornó en un total y profundo silencio que al pasar los segundos se volvió más incómodo para ambos. Yugi miro a Yami con cierta expresión que para Yami fue como un certero negativo además de su silencio.
-Entiendo saldremos de viaje en una semana- dijo de modo serio y frio separándose así del mas bajo y saliendo de inmediato de la habitación.
-Lo siento Yami… en verdad lo siento tanto perdóname por no poder responderte – fue lo último dicho por Yugi sin poder evitarlo no pudo evitar darle la espalda a Yami.
-Sé que aún lo amas ¿verdad?-
Al no recibir respuesta alguna salió de ahí con la mirada baja, decepcionado, quería mitigar su dolor de algún modo. Llego por inercia al salón de música. Su único deseo era descargar aquella frustración y tristeza y opto por tocar una canción, logrando con ello una tonada muy melancólica.
Eleonor se percató del sonido emitido desde aquel salón y no pudo evitar entrar a la habitación, sintió a Yami abatido y no dudo en acercarse.
-Yami te conozco muy bien, sé que algo ocurrió allá arriba, daré por hecho que no me lo vas a decir pero si deseas llorar hazlo-
-Qué te pasa mujer, no soy de esos chicos sensibles que lloran por tonterías- dijo bastante hastiado por ponerle o verle como un débil.
-llorar no te hace más débil Yami, no reprimas ese dolor, te hará daño el guardarte esas emociones – Al decirlo como si fuera su madre lo abrazo y coloco una de sus manos en su cabeza para que Yami se recargara en su hombro. No pudo aguantar más el cedió y con su voz algo quebrada hablo.
-¿Por qué? Eleonor, esto me duele, me duele demasiado perderlo-
Sin más a Eleonor no le quedo más opción, así que se dedicó a abrazarlo, consolarlo y escucharle desahogarse.
Continuara….