Yugi estaba como hipnotizado ante tal melodía, el sonido se intensificaba y nublaba sus sentidos, la voz de ese hombre debería estar considerada como un peligro y mas aun en las aguas. ¿Podrían llegar a confundirlo con una sirena?, no aquello sonaba bastante femenino para él, quizás sería más con un tritón.
Sus pies lo llevaron a estar a centímetros de la puerta y apoyarse con suavidad para poder escuchar la melodía, él amaba la música, en especial el piano, era uno de los instrumentos que tomaban mas el alma de un músico y le robaban el alma por cada sonido expresado.
-Everything I do, I fo it for you - repitió las ultimas palabras de esa canción, acaso aquello significaba que Yami haría lo que sea por el, incluso le dejaría quedarse con Atem.
Una pequeña aprensión en su pecho, le lastimo y se hizo cada vez mas grande mientras mas meditaba, deseaba no sentir aquello, la vida sin Yami seria un verdadero martirio, no sabia como ni cuando su alma parecía llamar a su otra mitad. Su alma gemela, ese concepto le había parecido un tanto fantasioso e incluso irreal con Atem parecía que había experimentado aquel sentimiento de haber encontrado a su otra mitad, pero era erróneo.
Yugi se exaspero al pensarlo, como era de difícil el amor, con Atem sentía cariño y deseo. Como no hacerlo si aquel hombre era la definición de la belleza, agradable tez, labios de un adecuado tamaño, sus ojos y su fornido cuerpo. Era el paquete completo eso sin contar con la voz de tono grave que le hacia derretirse a la sola mención de su nombre de esos labios, pero esto le genero un cuestionamiento, solo era atracción física.
Suspiro pensando en el otro lado de la moneda, en este caso Yami, su personalidad era insufrible debido al mal carácter que tenia, su educación a pesar de ser un hijo de noble a veces dejaba mucho que desear, pero cuando empezó a mostrar su lado suave a Yugi le encanto ser quien sintiese aquello. El físico de Yami era casi idéntico al de su prometido con la pequeña variación de que, si entre ambos existiera una pelea, esperaba que eso no ocurriera, Yami tendría mas ventaja a pesar de que no tenia la musculatura de Atem.
Ya empezaba a dolerle la cabeza, pero de pronto le llego una idea a su cabeza como una revelación, en Yami veía mas sus defectos que otra cosa y él lo quería a pesar de aquello, pero en Atem, casi no podía ver que tenia de malo. Por Dios, el enamoramiento por su prometido parecía ser mas una ilusión, la ilusión del primer amor. Él se reprendió mentalmente ante esto, quizás lo que le había jugado en contra era el poco tiempo que tuvo para conocer a su prometido. Estaba a punto de darse topes con aquella puerta, pero tan encerrado estaba en sus pensamientos que no sintió la presencia de cierta persona.
- ¿Escuchaste lo que estaba interpretando? - dijo Yami bastante curioso de como el mas pequeño lo miraba, esas joyas mostraban una confusión bastante profunda.
-Como no escucharlo si resonó por los alrededores, no pensé que sabias cantar en inglés y menos de tal manera- dijo un tanto animado.
-Los miembros de la nobleza de Francia deben saber más de un idioma, la diplomacia con otros países es de vital importancia, debes saber aquello por experiencia propia-
Yugi lo sabia bastante bien, desde pequeño estudiaba bastante, pero lo fundamental en su educación era aprender otros idiomas, el como fue criado como una niña, le habían enseñado ciertos trucos para despistar a los hombres y que perdiesen el control absoluto y cedan con prontitud, su mente empezaba a divagar, quizás el uso aquello con Atem o con Yami, sacudió su cabeza tratando de espantar aquello de su cabeza.
-Me temo que lo sé por experiencia, pero ese no parecía ser el Ingles que escuche toda mi vida- dijo un tanto curioso, aunque sabia de antemano la respuesta quería escucharlo de su voz.
-Lo sé y me disculpo, pero al acento británico aun me es difícil de lograr hubiese deseado que aquella melodía fuese un deleite total para tus sentidos- dijo con un tono un tanto sugerente que hizo que Yugi se sonrojara.
-No me importo el acento, aun así, lo disfrute en demasía- termino de decirlo y esbozo una pequeña sonrisa -Fue todo un deleite mi joven Duke-
Yami sonrió de lado, esa forma de hablar de Yugi le molestaba un poco, le sonaba demasiado formal para su gusto, pero le resto importancia los ingleses eran conocidos por sus extremos con los modales.
-Demasiado educado para mi gusto, me haces pensar que soy otro hombre más con el que tienes que hablar por obligación-
La sonrisa de Yugi se hizo cada mas pequeña hasta desaparecer, a veces no entendía los cambios de animo de la persona que estaba en frente suyo, pero eso no le era tan irritante, no quería pelear, respiro conto hasta diez en su cabeza y hablo.
- ¿Con ese hombre eras igual o lo tratabas diferente? -
Aquella pregunta dejo con la boca cerrada a Yugi, no se esperaba que sacaran a flote aquel tema, el de su prometido, para el era doloroso pensar mas en el y ahora Yami le hizo pensar en aquel hombre y de cómo solía comportarse.
-No lo recuerdo-
-Mientes – dijo con sumo enojo -por lo que yo presiento tu debiste ser más dulce y tierno con él, puedo apostarte todo lo que tengo que antes de la boda tú ya le abriste tus piernas-
Parecía que resonó por todo el barco, la cachetada que fue arremetida contra él fue sonora y dolorosa, de una mujer no le habría hecho ni cosquillas, pero Yugi era un hombre después de todo, así que dejo la marca de su mano bien marcada en su mejilla. Yami se reprendía mentalmente, el modo no fue el mejor, pero si el mas efectivo, trataba de alejar a Yugi de él. El lo sabia ya casi no les quedaba tiempo y aunque le doliese que sus últimos momentos con la persona que amaba fuesen así, el siendo un completo imbécil.
-Es por su bien – suspiro pesadamente -y el mío- se llevó la mano al lugar golpeado e intento sobarlo para aminorar el ardor.
Mientras a una distancia no tan grande Joey se encontraba observando la escena, su primo era un total idiota, como había hecho tal cosa. Lo conocía demasiado bien para saber que había dicho y el motivo, ese imbécil trataba de alejar a Yugi siendo un patán, pero todos sabían que a pesar de portarse como tal Yugi seguiría amándolo o eso hasta que el corazón del pequeño se cansara y se pusiera en manos de alguien que no lo hiciese sufrir y seguro aquel sería el prometido del chico.
-Idiota, idiota, idiota…- escucho repetidamente y con sumo cuidado detuvo al otro chico para que no se asustase.
-Lo se Yami puede ser un verdadero dolor de cabeza, pero entiéndelo casi estamos en Inglaterra, él tiene mucho miedo de salir mal herido de todo esto, más bien teme que su corazón termine muerto-
-Si él quiere que me aleje lo hare no tengo que estar soportando sus desplantes – dijo con lágrimas en sus ojos.
-Los dos sabemos que eres un tanto masoquista y a pesar de sus maltratos lo sigues amando, pero en lugar de estar jugando quien se golpea más fuerte disfruten del resto del viaje, quizás sea el último que hagan juntos y no te gustaría que tuvieses un buen recuerdo-
Al decir lo ultimo Joey se fue en dirección opuesta, a ver si podría atrapar a esa cabeza hueca y hacerlo notar lo equivocado que estaba.
La noche llego mas pronto de lo que Yugi hubiese querido, odiaba que el tiempo avanzara y cada vez se acercara mas a su destino, a su prometido, tembló de miedo al pensarlo, como le vería Atem cuando le contase lo que había pasado con el, de como fue violado, de su relación con el chico Frances, seguro su prometido sentía asco de él y terminaba votándolo. Eso no era bueno empezó a dudar de la devoción y amor de Atem. De nuevo su mente entro en conflicto y parecía como un niño perdido entre dos caminos y torpemente no había elegido a ninguno.
Yugi giro su cabeza al escuchar la voz de Joey y Yami cerca de donde estaba así que se acerco un poco para saber que estaba pasando.
-Calma Yami si te quiero mucho – dijo mientras acariciaba la espalda del más pequeño -una vez termine esto te llevare al mejor bar de Francia y nos emborracharemos hasta olvidar nuestros nombres- una pequeña risita se escucho debajo de aquel rubio.
-Como te odio, eres de las pocas personas que he dejado que me toquen cuando estoy en este miserable estado- apenas se escucho un pequeño sollozo.
Joey lo vio un tanto compadecido, no era de sus actividades preferidas el consolar a Yami y mas cuando era por un lio de amores. Acostumbraba a calmarlo y evitar a toda costa que bebiera, si llegaba a ponerse violento la pelea era interminable.
-He pasado tanto tiempo con este jodido lio que ya me he acostumbrado –
-Lo se soy un terrible y jodido lio- sorbio un poco la nariz -si puedes desacerté de mí y conseguir algo menos jodido que yo, no te culpare, te pateare el culo si lo pones por debajo de mi-
Joey rio ante el comentario, el Yami que tenía ahí fragmentado ya lo había recogido antes y esperaba que no fuese hoy la excepción. Hasta que sintió que era observado, giro con sutileza su cabeza y vio un par de ojos muy curiosos no muy ocultos por la oscuridad. La idea que tuvo lo iba a poner en serios aprietos, pero aprovechando la vulnerabilidad de Yami, se acerco de forma sutil a su oído susurrándole algo que Yugi no alcanzo a escuchar y de un momento a otro, el rubio beso a Yami.
Yugi pareció desconcertado que mierda estaba pasando en ese momento. Joey estaba besando a Yami y el muy imbécil no se apartó, no podía creer que estaba mirando, el imbécil del Duke de Francia estaba correspondiendo el beso.
Continuara….