Dio vueltas en su celda, sabía que el sol estaba saliendo. debido a que un rayo de este se colaba por un hueco diminuto de su celda. Escucho como se abría la puerta y lo vio parado frente a la puerta. Le noto extraño y molesto, el rubio se acercó a él y lo miró fijamente con esos ojos verdes
--Eres libre… El rey Gil Galad no hará nada en tu contra y por ende tampoco nuestro señor Turgon.
--Yo...
--¡NO DIGAS NADA!
Le escucho casi al punto del llanto un llanto de rabia. Ecthelion Bajo la mirada deseaba arrodillarse y pedirle perdón sabía que le había fallado.
Escucho como le seguía en silencio, se tragó su nudo de dolor. Le había fallado una vez más, pero también supo que Oropher había flaqueado una vez más. Porque para que aquello pasara a su juzgar se necesitaba de dos. Dio gracias a los valar que no pasara de ser un simple fuga. Para llamar la atención de Gil Galad la carta para el rey Turgon explicaba todo lo que Gil Galad le había contado.
--Desde mi punto de vista, muy personal. No me parece justo que tu "amante" siga con sus bobadas, tampoco justifico con ello la falta que cometió mi esposo. Solo pregúntate que puede estar mal en su relación. Yo ya lo he hecho con la mía.
--Mi señor, el problema es que nunca ha habido tal. El siempre estuvo y supongo que estará enamorado de aran Oropher, yo ...
Recordo como el noldor le había abrazado y le había consolado ni siquiera había terminado la frase.
--Es una pena, que no se dé cuenta del amor que le tienes, pero por salud propia te sugiero que te alejes de él. Un rato. Aunque ello te duela, en cuanto a Oropher ya no buscara más a Ecthelion.
Llegaron a los caballos y ambos montaron con la comitiva de Bar-en-Eithel, y de Bar-en-Lothglor; Gondolin seria él lugar donde decidiría si enterrar su amor o seguir en el intento.
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Despertó y al ver los ojos de su ada le abrazo con fuerzas, Oropher lleno dé besos a Naurit, acaricio su hermoso pelito azabache. Observo a Gil Galad que estaba sentado en la cama jugando con su pequeño y dándole pequeñas probaditas de puré de melocotón con el dedo.
-- Meleth nín no le des tanto, recuerda que es un bebé tierno.
Gil Galad dejo de darle puré y después limpió su boquita, para después darle un besito a su pequeño.
--¡Dadita! ¡Cumpliste!
--Yo siempre cumplo, bebé
El rey noldor se levantó de la cama y dejo a su pequeño Laer acostado. Y cargó a Naurit para darle un abrazo fuerte y corresponder a los besos que le daba su hijo. Mientras Oropher se acercó a un callado Thranduil, que miraba hacia el jardín.
--¿Me odias?
Thranduil volteo y sólo abrazo a su ada sin decir nada. Oropher le tomo entre sus brazos. Sabía que su retoño no le reprochaba nada.
Thranduil estaba aferrado a su ada daba gracias a que este estaba con el de vuelta pero escondía aquel deseo que había sentido por Elrond la noche anterior.
-------------Flashback------
Se incorporó despacio sin hacer ruido, observo la escena y se imaginó como ada de sus hermanitos y a Elrond como su pareja. El noldor dormía profundamente mientras el rubio le miraba embelesado en la penumbra. Thranduil acorto la distancia sintió que el corazón le golpeteaba con fuerza, titubeo al sentir la respiración del noldor sobre sus labios, hasta que por fin poso los suyos sobre los del consejero de su adar.
Elrond sintió cosquillas y entre abrió los ojos; los cuales sentía pesados hasta que la vista se le aclaro y vio a Thranduil alejarse de golpe. Elrond se levantó detrás de él pensado que lloraba por la ausencia de su ada.
--Mi príncipe ¿está bien?
--Elrond...yo...
Thranduil se puso más nervioso. Respiro hondo y volvió a besar al noldor, Elrond se quedó inmóvil y después se separó de Thranduil.
--¡No es posible esto mi señor!...
--¡No lo soporto más! yo....
Elrond apretó los puños y después tomo a Thranduil entre sus brazos. El joven sindar se soltó a llorar, sabía que Elrond tenía razón. Aquello no era posible.
--No llore, mi señor.
--¡Elrond pide mi mano! ¡Pídesela a mi Adar Gil Galad!
Elrond no dijo nada; solo consoló a Thranduil que lloraba en silencio, Thranduil le vio con ojos vidriosos. El noldor se desarmo ante aquella mirada beso los labios de su señor y le guio durante ese fugaz beso.
--No. No, debemos...hoy no...
--¿Cuándo entonces?
--Descanse mi señor, mañana hablaremos. Mañana que todo esté en orden.
----------Fin del Flashback--------
--Deseo jugar con mis pequeños...
--Si, mi señor.
Thranduil miro extrañado a su ada, por la forma en que se dirigía a su adar Gil Galad.
--Entonces vayamos al jardín. y tu Thranduil ¿No tienes lección hoy?
--Si adar. en seguida me iré a mis deberes.
--No, hoy no hablare con Elrond. Deseo que tú también este conmigo.
--Como tú ordenes adar.
Gil Galad salió de la habitación y suspiro, se dirigió hacia la biblioteca, que era donde Thranduil toma sus lecciones. Entro y vio a Elrond acomodando su material para la clase, recordó sus días jóvenes cuando Cirdan y su tio Turgon le enseñaban caligrafía y pintura.
-- Alassea Ree Elrond.
--Aran nya, Alassea Ree.
Elrond hizo una reverencia y se arrodillo ante Gil Galad. El rey noldor le indico que se levantara y tomara asiento con el.
--Bien enséñame algo de caligrafía..
--¿Aran nya?
--Anda ¿o es que es pintura lo que tomaría Thranduil?
--No aran nya en seguida yo me disculpo.
Elron trazo unas letras del abecedario, delos edain con letras garigoleadas y hermosas. Marco las flechas de como trazar las letras y se las extendió al rey.
Gil Galad observo las letras y comenzó a trazarlas mientras hablaba con un nervioso Elrond.
--Veo que me conoces. sabes que estoy aquí no solo por saber cómo le das sus lecciones a mi hijo. Y esta en lo cierto Elrond, mi esposo me ha dicho que mi hijo está enamorado de ti.
Elrond palideció en el acto, bajo la mirada triste. Sabía que era su fin, el corazón se le volcó en una tristeza enorme. Lo expulsarían para siempre.
--Aran nua yo...
--¡Aún no he dado autorización para que hables!
Elron guardo silencio ante la voz suave pero autoritaria de Gil Galad. quien seguía trazando las letras con sumo cuidado.
--Mi tio Turgon, me dijo que eres de buen linaje y que la razón por la que te bajo a consejero fue porque tú mismo se lo pediste. Cuando tu estatus es de jefe sanador. de Gondolin. Por ello pienso en devolverte tu estatus y hablar con mi tio Turgon sobre tu compromiso con mi hijo.
Elrond sonrió levemente y después apretó los puños sobre su regazo. Trago saliva y contuvo sus emociones lo mejor que pudo.
--Le agradezco su gentileza mi señor y le pido perdón por mi inoportuna interrupción, pero no quiero ser el causante de su ruptura con Aran Oropher.
Gil Galad dejo el pincel sobre la mesa y extendió las hojas con las letras a Elrond después le pregunto si tenía algo que ver con su esposo, el noldor negó con la cabeza. Mientras revisaba asombrado los trazos perfectos de su señor
--Si te he dicho esto, es porque Oropher ha aceptado lo que Thranduil siente por ti. Así que no aceptare un no como respuesta. Si mi tio Turgon da su consentimiento.
Elrond asentó y vio a su señor dirigirse a la puerta.
--Aran nya
--Si
--No tengo nada más que enseñarle de caligrafía, sus trazos son dignos de usted y es un honor servirle.
--Espero que hagas llegar a ese nivel a tu futuro esposo.
--Así lo haré aran Gil Galad.
Oropher tenía un enorme mantel blanco extendido sobre el jardín, sabía que a Gil Galad le encantaba estar sobre la hierba pero necesitaba un lugar donde recostar a su pequeño, él bebe movía inquieto sus piecitos y sus manitas mientras Thranduil movía un pajarito que pedía de un hilo, Naurit corría detrás de las mariposas y se detenía a verlas comer sobre las flores. Gil Galad se llenó de regocijo mientras veía aquel cuadro.
Tomo asiento junto a su amado esposo, después Naurit corrió a abrazar a su dadita. Gil Galad le abrazo y se recostó con el pequeño que reía divertido. Gil Galad se giró y dejo a su pequeño el mantel. El pequeño elfito se levantó y volvió a correr detrás de las mariposas, Gil Galad abrazo a Thranduil por detrás y beso su cabeza.
--Elrond necesita hablar contigo un momento, ve y regresa deseo comer en el jardín con ustedes.
--Como tú ordenes adar.
--Mi pequeño Laer. ¡mira nada más que hermoso eres!
--Él es idéntico a ti.
Gil Galad le sonrio a Oropher, amaba tenerle ahí. Cargo al bebe y lo puso sobre el regazo de su esposo. Después abrazo a ambos.
-- Le melin Meleth e-guilen a los cuatro. ¡No quiero separarme de ti nunca! estos pequeños son el fruto de nuestro amor, aunque mi matrimonio haya sido arreglado no me arrepiento de estar a tu lado.
Oropher se soltó a llorar, abrazo a Gil Galad mientras sentía tirones por parte de su pequeño, ante aquella posición incómoda. al grado de que el pequeño estaba a punto de llorar, Oropher soltó a su esposo y acomodo al bebe le dio besitos y el pequeño se calmó.
--¿Ya has hablado con el verdad?
--Si
--¿Y la boda será en gondolin?
--No; sera en Belerian. Quiero que se case donde tú y yo lo hicimos Thingol no dirá que no.
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Elrond le abrazo en cuanto entro a la habitación, Thranduil correspondió el abrazo y después le beso, Elrond ya no se resistió y beso a Thranduil; acaricio el cuerpo de su joven señor, le deseo con unas ganas que le quemaban el cuerpo, que aumentaron ante los suspiros que dejo salir la boca del sindar.
--No, debemos. Esperar.
--¿Esperar que cosa?..
--A casarnos.
Thranduil lo miro estupefacto y después brinco a los brazos de Elrond y volvió a besarle desenfrenadamente.
--¡Le pediste mi mano! ¡lo hiciste! ¡ Le melin!
--Hey... espera espera...no cantemos victoria aún, estamos condicionados a la decisión del rey Turgon.
--¿Por qué siempre todo gira alrededor del Tio de mi adar?
--Por qué él es descendiente de Finwe, el rey de los eldar. Y pues él es mi tío abuelo por eso debo esperar su consentimiento, es como mi atar.
--¿Entonces tu como es que eres solo un consejero?
--Nunca fui como Gil Galad, así que le pedí a mi tío me relegara mi título para poder estar cerca de los que me necesitaban y aprender de ellos y estudiar medicina y artes a mi antojo.
--¿Entonces mi adar Oropher te acepto?
--Según las palabras de tu adar. Sí.
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Oropher estaba terminado los últimos detalles, todo estaba listo incluso con su pequeño que brincoteaba ataviado con sus ropitas de lujo, sobre la cama. el rey sindar había tenido un temple enorme para no salir gritando de la habitación. Al entrar Gil Galad el pequeño dejo de saltar y se sento en el acto, su padre le lanzo una mirada severa por su comportamiento.
--No debes brincar en camas ajenas.
--No es allena, dadiita. Es de adar
Oropher solo se rio de lleno ante la declaración trabajosa de su pequeño Naurit que apenas respiraba.
--Aun así no debes brincar, te puedes caer y pegarte en esa cabecita tuya.
--Ya quedo listo mi señor ¿Te gusta?
--Están hermoso como tu amor..
Thranduil se miró al espejo mientras sonreía ante la aprobación de su adar.
--¿Y mi pequeño tesorito?
--Está en la canasta haciendo la sienta.
--¿Cómo es que puede dormir tan tranquilo con el alboroto de Naurit? Y tu igual estas como si nada amor.
--La práctica mi señor, la practica... Bueno es hora, ya sabes que hacer Thranduil.
--Si ada.
Oropher salió al pasillo seguido de Naurit y de Gil Galad, sujetando la canasta. El sindar dejo caer unas cuantas lágrimas, recordó todo el dolor y la emoción de hace siglos, cuando amaba a Ecthelion y de cómo le habían obligado a casarse con Gil Galad y de como este se había robado su corazón con su protección y atenciones.
--Me alegro que por lo menos el haya elegido.
Gil Galad guardo silencio ante aquellas palabras; le dolieron y sintió celos de Ecthelion. pero su semblante serio no se inmuto, vio a su tío y al rey Thingol acercarse.
--Me alegro que nuestra alianza siga y que ambos linajes perduren, felicito a ambos por su decisión.
--Le agradezco rey Thingol.
Gil Galad y Oropher hicieron una reverencia. Turgon camino junto a Gil Galad de vuelta al salón para presenciar la unión de Elrond y de Thranduil.
--Quieres puedo encargarme de mis nietos y tú puedes estar con tu esposo para recordar su boda.
--Una boda obligada.
--¿Pero aun así te ama no?
--Si, con trabajo me ama...
--¿Sigue con sus tonterías de Ecthelion?
--¡No dada! ¡No! ¡Es malo! ¡Se lo quiere llevar!
Oropher volteo a ver a su pequeño que estaba por llorar. Gil Galad le entrego a Laer a su tío y cargo a Naurit y le abrazo. Le dijo que nadie se llevaría a su adar que no tenía por qué llorar y que debía portarse bien con su abuelo Turgon. Él bebe vio al noldor y le dio un beso y después se aferró a su dada.