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Satisfacción. por Ares

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Notas del capitulo:

bueno les dejo otro capitulo mas de este fic

Todo había empezado como un juego, ambos estaban ebrios, ambos deseaban olvidar el dolor. Uno por perder a Oropher en un matrimonio arreglado y el otro por perder a Ecthelion por no ser correspondido.

 

Tenia muchos meses de haberle declarado su amor, pero este solo le había dado negativas una y otra vez. Cuando el guerrero de Bar-en-Eithel regreso una noche decepcionado de falas. Él había hecho todo por animarle, había hecho de todo para que le olvidara. Y cuando pensó que por fin se le había metido en el corazón.

Su amigo había llegado llorando, diciendo la vida injusta con él, que el maldito de Gil Galad se casaría con su Oropher, pero que el tenia esperanza de que aquello fuera un error, horas más tarde Ecthelion volvía a llorar en su regazo mientras escuchaba gritar y gemir a su amado elfo. En aquella habitación indefenso. Le detuvo por que golpeo el muro con todas sus fuerzas, le dijo que se haría daño.

 

Ecthelion acallo su llanto y después dijo que se marcharía con el sindar de cualquier forma. Ambos escucharon la puerta muy dentro de él. Deseaba sujetarle para que no hiciera un estupidez, pero tuvo que salir de aquella habitación por mandato de su señor Turgon, una vez lejos se refugió en un pasillo oscuro y dejo que las lágrimas brotaran de sus ojos verdes y que escurrieran por su rostro pálido.

Despues se calmó, respiro profundo y se limpió la cara. Para marcharse al gran salón. Donde bebió minutos más tarde al lado de su rey y de su amado musico. Quien tomaba trago, tras trago. él se detuvo antes de estar completamente perdido no quería que su Ecthelion fuera castigado por sus imprudencias, le llevo a descansar y este había comenzado a llorar de vuelta.

 

--¡Me dijo que no me quiere cerca de ellos! ¡Que me perdona! ¡Pero que me quiere lejos de mi luciérnaga!

 

--¿Quién te ha pedido eso?

 

--¿Quién más?

 

--¿Gil Galad?

 

--No, ¡Él puede irse de paseo a Angband de ida y vuelta! ¡Y fornicar con los orcos hasta que muera!

 

--¿Entonces quién te ha pedido todo eso?

 

--El rey Turgon quien más. Me perdono y estoy agradecido, no sabes cuánto. Bueno por lo menos así podre verle. De lejos, pero lo veré, creo.

 

Glor le acaricio el pelo para confórtalo, y le beso los ojos. Ecthelion le acaricio la mejilla y de lanada atrapo sus labios carnosos

 

Glorfindel correspondió aquel beso, sin cohibirse en lo absoluto. El alcohol hizo su trabajo de afrodisiaco y despertó el deseo en el guerrero de la fuente. Ambos se arrastraron hasta la cama, se despojaron el uno al otro de sus ropas, se dejaron llevar por ese momento. Glor le acaricio todo el cuerpo y beso todos aquellos rincones que podían excitarlo, bajo a su falo y lo engullo para acariciarle con la lengua, escucho los gruñidos de su "amigo" El pelinegro le sujeto sus risos de oro y empujo cadenciosamente hacia adelante, el otro sintió que se ahogaba de vez en cuando Ecthelion le soltó y después le devolvió el favor, lamio y mordisqueo a su amigo que gemía a cada movimiento sintió las caricias en su cabeza. Después dejo aquel pene erecto y mojado por su saliva. Y beso aquellos labios de algodón.

 

El rubio le devolvió a la cama y se puso a horcajadas sobre de él se acomodó y se dejó caer sobre el pene erecto de su amigo la sensación de dolor y placer recorrieron su cuerpo, Ecthelion sintió aquel calor de ese lugar estrecho y comenzó a embestir escucho gemir al rubio de Bar-en-Lothglor. Y entonces ambos se sincronizaron, ambos se conectaron. Les pareció escuchar algo, pero ambos ignoraron todo. Era su momento y no querían desperdiciarlo.

Pero entonces las sombras cayeron como el orgasmo, que llego un marro pesado de Angband en el corazón de Ecthelion, quien recordó los gemidos de su rubio y las suplicas de este, por lo que al terminar quito a su amigo se levantó del lecho tomo su ropa y salió como pudo de la habitación. El rubio no le siguió se quedó vacío llorando, ni así había podido conquistarle.

 

 

Por la mañana, tomaron un ligero desayuno. En la cocina del palacio, ninguno dijo nada de lo que habían hecho la noche anterior. Hablaron de la ruta que debían seguir y de que debían estar alertas de cualquier ataque de orcos.

 

Al Terminar fueron a los jardines, para esperar la pequeña comitiva Ecthelion se fue a la retaguardia, tal como le había dicho su señor. Glorfindel se quedó en la punta esperando por el rey. Y su familia.

 

--------

 

Despertó en los brazos del noldor, se asustó y se soltó de el en acto. Se vio vestido con las ropas y soltó un suspiro aliviado. Levanto la sabana con cuidado y vio a Gil Galad vestido, lo que le reconforto aún más. Estaba a punto de bajarse de la cama cuando el noldor le atrapo la muñeca.

 

--Quédate un rato más, por favor.

 

Oropher lo vio extrañado, estaba boca abajo y su cara volteaba en dirección a la ventana, el sindar suspiro y se recargo sobre las almohadas.

 

--Aun no me dices tu nombre...

 

Oropher frunció el ceño y le dijo que el rey y Cirdan ya se lo habían dicho. Pero Gil Galad le volvio hacer la misma pregunta sin soltar su muñeca Oropher puso los ojos en blanco.

 

--Me llamo Oropher.

 

El noldor le soltó la muñeca y después se incorporó y clavo su mirada profunda en esos bellos ojos azul grisáceo.

 

--Es un hermoso nombre y va con tu belleza incomparable. Mi nombre es Ereinion pero todos me llaman por mi segundo nombre Gil Galad.

 

El noldor beso la mano de Oropher, que se quedó en shock por aquellas palabras nadie le había dicho antes cosas de esa clase. Ni siquiera Ecthelion. El noldor soltó su mano y se levantó del lecho.

 

--Bueno es tarde, ven. Vamos a desayunar, nos espera un largo viaje.

 

--¿Viaje?

 

--Si, nos vamos a Gondolin.

 

--Pero...

 

Oropher comenzó a llorar, tenía un cervatillo blanco. Al que alimentaba y cuidaba cada mañana y pensó que le obligarían a dejarlo, puesto que los elfos que se mudaban a otra lugar, matrimoniados no podían llevar cosas de sus otros reinos.

 

--¡No quiero irme!...

 

Gil Galad se le acerco preocupado. Le dolía verle triste, no quería ver aquella mirada perdida y llena de dolor. Aquella mirada que suplicaba morir. En vez de vivir.

 

--¿Por qué lloras? solo cambiaras de lugar de residencia, pero puedes venir aquí cuando quieras.

 

--No eso, es que… yo… tengo un bebe

 

Gil Galad lo vio estupefacto, ¿acaso Thingol se había burlado de él y de su tío?

 

--¿Cómo que tienes un bebe?

 

Oropher tomo la mano de Gil Galad y lo arrastro hasta los establos, el noldor pensó que era tan vergonzoso aquello. Que por eso lo tenían ahí, quería tener evidencias para refutarle aquella falta al rey sindar, por eso guardo la calma y no dijo nada. Cuando llego vio aquel bebe de ciervo blanco gigante.

 

Gil Galad soltó suspiro aliviado, su corazón se alegró al saber que él era el único en la vida de Oropher, no sabía porque sentía aquella sensación, por que no era por orgullo que sentía aquello. Era algo más, pero aun no discernía que era. Se preguntó a sí mismo si tenía que ver con lo sucedido la noche anterior al ver esos ojos llenos de un enorme dolor. Al grado que se le había metido aquella sensacion en el alma. Por lo que juro hacerle feliz, pero Oropher parecía no recordar nada, de eso.

 

--¡Qué bonito mi bebe! ¿Quieres comer?

 

Oropher le extendió una manzana y sus lágrimas brotaron de vuelta Gil Galad escucho esa voz trémula y le abrazo por detrás.

 

--¡No llores! lo puedes llevar lo a Gondolin, adonde quieras. Hablare con mi tío. Te lo prometo, el vendrá. Pero no llores más.

 

Oropher se atraganto con sus lágrimas y volteo a ver a Gil Galad. El noldor se sintió algo estúpido por haber dicho aquellas palabras jamás se había preocupado por alguien y mucho menos había dicho semejantes idioteces.

 

--¿De verdad me prometes que el vendrá? ¿No me engañas?

 

Gil Galad clavo sus zafiros azules en las perlitas de Oropher y le dijo que así tuviera que poner de cabeza Belerian, el ciervo se iría con ellos. Oropher le abrazo de la nada y después le regalo una bella sonrisa. Gil Galad se sintió incomodo pero el sindar no se percató de ello. Ambos llegaron a la mesa algo tarde, Turgon miro con desaprobación a su sobrino pero no dijo nada, Oropher tomo asiento al lado de Cirdan. El desayuno transcurrió sin contratiempos, Gil Galad observo a Oropher no le cabía la menor duda que era el sindar más hermoso. Despues bajo la mirada y siguió comiendo.

 

--Es hora.

 

Turgon le estaba dando las gracias a el rey sindar, cuando vio llegar a Gil Galad con aquel pequeño ciervo en una carretita.

 

--¿Y eso?

 

--Es mío y de Oropher, así que no puede quedarse aquí solo.

 

Thingol sonrió preocupado de que el rey Turgon se molestara. se había olvidado de deshacerse del ciervo.

 

--Estaba bien, llévenlo. Pero es bajo su responsabilidad absoluta.

 

--Sabes que cuidare de ambos.

 

Turgon se sorprendió de aquellas palabras, al igual que Thingol, definitivamente Gil Galad era el esposo perfecto para Oropher, el rey sindar sonrió y se despidió del rey noldor.

 

Oropher sonrió al ver a su pequeño partir con el

 

-- Le hannon

 

--No tienes por qué agradecer, ven debemos cuidarlo.

 

Oropher arreo su caballo y se fue al lado de Gil Galad Ecthelion les vio juntos sintió uno celos enormes al ver como Oropher le sonreía aquel noldor arrogante. Golfindel observo a Oropher y a Gil Galad, el príncipe noldor parecía otro a su lado. Este rara vez sonreía, pero eso significaba una ventaja para él. si Oropher se encariñaba con el príncipe noldor Ecthelion tenía que dar su brazo a torcer, así que decidió estar a la expectativa de ambos elfos

 

Oropher iba detrás de la carretita, el pequeño ciervo le iba observando mientras este le sonreia y le hacía caritas felices y le aventaba pequeños besos, Turgon observo a Gil Galad y después volteo a ver a Oropher el sindar parecía un niño pequeño con su mascota. Y su sobrino aparentaba ignorar todo aquello su mirada no reflejaba mucho.

 

--Creo que no debí dejar que lo trajeras, es una carga en caso de una emergencia además Oropher está muy distraído con él.

 

--Es mi responsabilidad, no te preocupes tio. Ya te he dicho que cuidare de ambos además no iba a traer a mi esposo llorando todo el camino, por dejar a su "bebe" además si es él bebe de mi esposo, eso lo convierte en mi bebe también.

 

Turgon se quedó perplejo, su sobrino se tomaba o muy es serio sus responsabilidades o se estaba pasando de gracioso, aunque por un lado agradeció a los valar que su corazón por fin se estuviera enamorado y preocupando por alguien más, pero al mismo tiempo se angustio. ¿Y si Oropher no le aceptaba? eso sería un golpe muy duro para Gil Galad pero de alguna forma debía mantener su linaje vivo. Recordo que este habia sido un elfito muy cariñoso y alegre hasta que llego de falas Cirdan le había dicho que era muy frio que no le importaba lo que sintieran los demás que el solo necesitaba experiencias y nada más. Aunque Turgon sabía, que lo que Gil Galad realmente buscaba era satisfacción. Ese algo que llenara su dolor y su vacío. Por haber perdido a sus padres. Al llegar la noche el pequeño ciervo estaba dormido en su carretita los caballos estaban pastando y Oropher tapo la pequeña carreta con su capa.

 

--Si haces eso te dará frio...

 

--No importa, el estará bien. No quiero que sufra de frio.

 

--Bueno, en ese caso.

 

Oropher vio las intenciones del noldor y le dijo que así estaba bien. Pero el noldor se quitó la capa y se la coloco a Oropher, después se retiró a dormir junto a su tío.

 

--No lo consientas de más muchacho. Descansaremos un rato y después seguiremos

 

Ecthelion se escabullo hasta el frente, vio a Oropher hablarle a una pequeña carretita después se dio media vuelta y busco el árbol donde estaban dormidos el rey y Gil Galad para echarse a dormir. Ecthelion le jalo y lo llevo con la boca tapada lejos de la caravana.

 

Oropher al verle se sintió dolido. Recordó lo de aquella noche, recordó lo que Cirdan le había dicho. Y entonces se soltó de su agarre y le dio una bofetada. Ecthelion se quedó pasmado ante aquello.

 

--¿Por qué?

 

--¡Porque me engañaste! ¡Te revolcaste con no se quien! ¡No me amas! ¡Déjame tranquilo!

 

--¡Oropher es un mal entendido! yo...si realmente no te amara, no me arriesgaría a que mi rey me expulse por verte.

 

Oropher al escuchar aquello bajo la voz, no quería que la culpa le invadiera después.

 

--Déjame.. Tranquilo… por favor.

 

--Oropher si tú me lo pides ahora, nos iremos a vivir a otra parte. No se, lejos de aquí. Yo te amo, no soporte que Gil Galad te hiciera sufrir, no soporto que estés con ese elfo que no te ama ni un ápice. Gil galad estaba oculto detrás de un árbol atento a lo que Oropher contestara.

 

--Tu sabes, que lo único que él desea. Es hacer que tengas bebes para preservar su linaje, tu no le importas en lo más mínimo.

 

El joven príncipe estaba a punto de golpear el arbol, por aquellas palabras. En parte era cierto lo de preservar su linaje, pero no tenía derecho a decirle a Oropher que no le importaba en lo más mínimo. El noldor salió de su enojo al oler  aquel aroma apestoso.

 

Cuando Oropher iba a contestar, Ecthelion saco su espada y jalo a Oropher a su lado.

 

--¿Qué haces? ¡Suéltame!

 

--Sh...Hay trasgos cerca.

 

Escucharon gritos en la caravana, Oropher se soltó de Ecthelion y corrió a ayudar a su bebe, que estaba en la carreta

 

--¡Celeb no!

 

--¡Oropher! ¡No!

 

Gil Galad solto un bufido y salió detrás del rubio, seguido de Ecthelion

 

Oropher corrió entre los árboles y un orco lo atrapo. Gil Galad se deslizo sobre la tierra y acomodo su auriga y le corto la cabeza al orco el cuerpo se derrumbó en el piso con Oropher el sindar le dijo que estaba bien que fuera a donde estaba Celeb.

 

--Pero..

 

--¡LO PROMETISTE!

 

Gil galad siguió y dejo a Oropher en el camino, sabía que si no cumplía su palabra Oropher le odiaría, el príncipe noldor había llegado a tiempo antes de que el orco pudiera destapar la carretita Gil Galad lo fulmino con su auriga. Después mato a otro orco que estaba detrás de su tío.

 

--¡donde rayos esta tu esposo!

 

--¡está en el bosque!

 

--¡Glorfindel ve y búscalo!

 

--¡Si! ¡Mi señor!

 

--¡No!

 

--¡Basta! ¡Debes cuidar esa carretita! ¡Te dije que era tu responsabilidad!

 

Gil Galad obedeció un wargo se acercó a la carretita, el pequeño ciervo comenzó a chillar el príncipe noldor le hizo frente y lo mato. Glorfindel encontró a Ecthelion peleando contra tres orocos el rubio llego a tiempo para ayudar a su compañero. Después ambos fueron a buscar a su señor.

 

--¡Donde esta Oropher!

 

--¡Los orcos se lo llevaron!

 

Turgon vio montar a su sobrino.

 

--Glorfindel lleva al rey a Gondolin y lleva la carreta con Celeb, voy a buscarlo

 

--No iras solo lleva soldados contigo.

 

Ecthelion salió a buscar su caballo y se despegó del grupo y salió a buscar a Oropher. Turgon vio partir a su sobrino solo ya que rechazo ser acompañado alegando que él se bastaba solo y que Oropher también era su responsabilidad.

 

--¿Y Ecthelion?

 

--El capian se ha ido en su caballo mi señor.

 

--¡Glorfindel!

 

--Sí, mi señor Turgon.

 

--Yo me hare cargo de Celeb, busca a mi sobrino y a Ecthelion no es buena idea que esos estén juntos en una situación así.

 

--Comprendo.

 

--Si quieres yo puedo ir..

 

--No Cirdan, es una buena prueba para esos cuatro ten confianza en mí.

 

La caravana continuo Turgon levanto la tela y vio a Celeb temblando el rey se detuvo bajo de su corcel y acaricio al pequeño para calmarlo. El cervatillo se calmó y volvió a acurrucarse Turgon tapo la carretilla y la caravana siguió su camino.

Notas finales:

bueno nos esmaos leyendo el proximo capitulo espero sus notas, dudas y comentarios


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