A la hora de almuerzo Gon y Alluka estaban haciendo fila para recibir su comida, junto a ellos habían algunos compañeros de clases conversando animadamente, tenían pensado almorzar todos juntos para conocerse mejor, todo iba bien esta que la cara de uno de los jóvenes se volvió pálida, llamando la atención de sus compañeros.
–Ahora recuerdo que olvide algo en el salón...– Se apresura a tomar el brazo del otro chico que también lucia algo asustado.
El moreno los ve partir extrañado, hace un momento todo parecía agradable y se estaban llevando bien, ajeno a su entorno recibe su comida mientras espera que la morena haga lo mismo.
–Oni-chan no puedo creer que hicieras eso– La morena estaba molesta mirando a su hermano.
El moreno voltea a ver como ahora el albino estaba junto a la joven y toma dos bandejas, una para su hermana y la que le corresponde a él.
–Tsk yo no hice nada– Desvía la mirada mientras comienza a caminar buscando una mesa libre.
–Claro y casualmente justo cuando venías ellos recordaron que tenían que hacer algo y huyeron despavoridos– Dijo mientras se cruzaba de brazos.
–No es mi culpa que sean unas gallinas– Se defendió con el ceño fruncido.
Lo único que quería hacer era cuidar a su hermana y le molestaba que ella no viera sus buenas intenciones. Molesto tomo su bandeja y se fue en a sentar juntos a sus amigos al patio exterior.
La morena solo le saco la lengua infantilmente mientras se iba, para bien o para mal el albino no se volteo para verla.
–Alluka creo que Killua solo se preocupa por ti– dijo el moreno con una sonrisa incomoda.
–Yo no soy un bebe, puedo cuidarme sola– Inflo sus mejillas aun cruzada de brazos.
–Yo se que– Dijo con una ligera risita mientras revolvía los cabellos de la joven.
–Puedo sentarme aquí?–
Ambos miraron curiosos al joven que había interrumpido su conversación. Era un chico alto, probablemente más alto que Killua, a pesar que usa una capucha aun se podía ver su cabello rubio sucio y una barba descuidada cubría su mentón.
–Mi nombre el Meleoron– Se sentó junto al moreno con una sonrisa descuidada.
El pelinegro se recupero del estupor inicial y le dio más espacio al recién llegado. Haciendo uso de su mejor sonrisa se presento.
–Mi Nombre el Gon y ella es mi amiga Alluka – La joven lo saludo con la mano mientras sonreía amablemente.
–Se quienes son– Se rio como su hubiera dicho algo gracioso– Creo que a estas alturas todos conocen a la pequeña hermana de Killua Zoldyck y a su adorable amigo–
La joven dejo caer su cabeza contra la mesa mientras se cubría con los brazos avergonzada. El moreno solo parpadeo confundido.
El rubio sonrió de medio lado por la expresión adorable del chico.
–Tranquila, no es una mala cosa, tu hermano es una especie de celebridad en la escuela... Es normal que todos tengas un fuerte espíritu de supervivencia– Se volvió a reír –Nadie quiere morir antes de graduarse– Se encogió de hombros.
–Pero tú te sentaste junto a nosotros?– la morena levanto su cabeza estudiando la expresión del rubio.
–Pienso que tu hermano esta sobre valorado... No lo digo como algo malo, solo digo que la gente no se detiene a ver que hay más allá del apellido Zoldyck– Se apresuro en agregar luego de ver el ceño fruncido de la ojiazul.
La morena se encontraba sin palabras y su sonrisa no se hizo esperar. Desde pequeña siempre fue vista como “la hermana de los zoldyck” era agradable saber que había alguien además de Gon que se preocupaba por conocerla como era realmente.
–Alluka y Killua son personas geniales, no entiendo porque la gente se incomoda tanto cuando están cerca de ellos– dijo pensativo –Por cierto... Creo que te he visto antes pero no se en donde...–
–Tenemos un par de clases juntos, tal vez me viste en el salón– Se encogió de hombros –La verdad no tengo muchas clases de primero– Ante la mirada curiosa de ambos agrego –el año pasado debí retirarme por un grave accidente y este año por mi trabajo destacado me convalidaron la mayoría ramos–
–Eso es asombroso!– La mirada de ambos estaba llena de admiración.
–No es para tanto– Dijo rascándose la cabeza apenado.
El almuerzo paso tranquilo entre historias y anécdotas. Riendo se despidieron para ir a su siguiente clase, solo para segundos después descubrir que tenían clases juntos, nuevas risas se dejaron escuchar mientras avanzaban a su rumbo al salón.
A pesar de que al salir de clases se fueron por rumbos distintos quedaron de juntarse para cenar juntos.
Alluka estaba apartando una mesa mientras que los hombres estaban haciendo la fila para comer.
–Mouuu creo que hasta ahora nunca me habían regañado tanto en clases– Dijo cabizbajo el moreno.
–Tranquilo, al menos no nos echaron del salón– Dijo mientras le daba palmadita en la cabeza.
Por otro lado el albino iba entrando al comedor pensando en que debería hablar con su hermana y aclarar las cosas, la vio sentada sola pero no le dio importancia ya que imagino que estaba reservando una mesa mientras Gon iba a buscar la comida.
–Ey sis– Saludo sentándose junto a su hermana.
–Oni-chan– Los ojos de la pelinegra brillaron al ver a su hermano, pero recordó que estaba molesta con él e inflo sus mejillas– Esta mesa está reservada y no cenaremos contigo–
El albino sonrió de medio lado por la actitud infantil de su hermanita.
–No crees que es una mesa muy grande para dos personas–
–Quien dijo que seremos dos personas– Dijo aun con mohín.
La cabeza del albino se disparo a la fila, solo para confirmar los dicho por su hermana. Junto a Gon estaba un chico rubio que le parecía familiar y otros jóvenes que no lograba identificar, todos parecían ser viejos amigos, aunque solo se hubieran conocido hace unos días. El albino abrió grande los ojos al ver como el rubio se acercaba para susurrarle algo al moreno y juntos reían a carcajadas, el chico se volvió a acercar al más bajo pero esta vez paso su brazo por los hombros mientras le hablaba al oído de manera cómplice. Apretó los puños molesto pensando en cómo se podría deshacer de ese sujeto, claro, todo por el bien de su hermana, algo le dama mala espina sobre él chico.
Su mirada se encontró con la del albino. Meleoron le dijo que alguien lo estaba “matando con la mirada” y curioso se volteo a ver al causante y por poco se sintió atrapado, como si estuviera haciendo algo indebido, la mirada del ojiazul era tan intensa que sintió sus rodillas flojas y sus manos empezaron a sudar, turbado desvió la mirada y recibió su bandeja buscando una escusa para no tener que mirar esos ojos azules.
Como se atrevía a darle la espalda, pensó molesto el más alto para molestarse aun más, al ver como el rubio le revolvía los cabellos de la misma forma que él lo había hecho en la mañana. Sus nudillos estaban blancos por la presión, ya vería Gon, pero no aquí, respiró profundamente para calmarse mientras esperaba a que se acerquen.
–Killua-sempai, je es probable que ni sepas quien soy– Dijo el rubio apenado mientras se rascaba la cabeza –Mi nombre el Meleoron, aunque puedes decirme Reon, Melo o como gustes– Dijo con una sonrisa amistosa mientras le extendía la mano.
Nadie se atrevió a decir nada, el albino tomo asiento junto a la ojiazul sin impórtale la reacción de los otros chicos que aun no se atrevían a sentarse aun.
–No me digas Killua-sempai, somos de la misma edad y el año pasado estudiamos juntos– Dijo sin mirarlo –Si ahora estas en primero de nuevo es por qué no pudiste con la exigencia–
Ya recordaba a ese sujeto, era un tipo raro que estuvo solo un semestre en la academia a pesar de que parecía ser un alumno sobre el promedio se fue sin dar ninguna explicación y nadie nunca pareció preocuparse al respecto. Bufó molesto, que pensaba su hermana al juntarse con un rarito perdedor, entrecerró los ojos al ver al moreno, seguramente fue idea de él.
–Reon nos dijo que tuvo que retirarse de la academia por motivos personales, pero que por sus notas destacadas ahora tiene varios ramos de segundo –Dijo el moreno inflando sus mejillas. No le gustaba cuando la gente miraba sobre el hombro a otros.
El albino solo mira hacia otro lado y el moreno sonríe feliz desvaneciendo el ambiente tenso. Finalmente los otros chicos se sientan y todos parecen disfrutar su cena mientras charlan sobre sus clases y gustos personales. A pesar de todo el albino seguía estando tenso, cada vez que el rubio ponía su mano en el hombro del moreno o le susurraba algo al oído hacía que sus nervios se crisparan, cada vez que esto pasaba picoteaba la bandeja del más bajo consiguiendo que éste se molestara y dejara de prestarle atención al rubio.
–Killuaaaaa– Gimoteo infantilmente –Ese era el último trozo de carne, debiste ir a buscar tu bandeja... Mooouuuu –Se quejo nuevamente al ver que ahora se estaba tomando su jugo ignorando sus regaños.
–Oni-chan si tenías hambre podías comer de mi bandeja, casi has dejado sin comida Gon– Dijo media molesta.
–Tsk! No es para tanto... Aun tiene el arroz y la sopa– refunfuño mirando la bandeja del moreno.
Los otros jóvenes en la mesa rieron discretamente al ver que el gran Zoldyck se ponía al nivel de dos niños.
–Hey aquí... di aah– Dijo el rubio con una sonrisa mientras le extendía su tenedor con un trozo de cerdo.
–Ahm!– Abrió grande dejando que el rubio lo alimentara –Mmmmh– Sonrió aun con la boca llena –Esta delicioso, debí pedir lo mismo– dijo mientras se frotaba sus mejillas.
Nuevas risas se dejaron escuchar, esta vez hasta la ojiazul se unió enternecida por la actitud simple e infantil del moreno, el albino simplemente miraba hacia otro lado sorbeteando fuerte el jugo del ojimiel.
–Killua no te acabes todo mi jugo– dijo extendiendo sus manos tratando de quitarle su jugo al albino.
–Si quieres... –
–Te comprare otro!– Dijo interrumpiendo al rubio –De todas formas está lleno de baba y seria asqueroso tomar algo con las babas de otro– agrego comenzando a parase.
–Pero tú te tomaste mi jugo y yo ya lo había probado– volvió a inflar las mejillas –Aunque no lo deje lleno de baba– Dijo cruzándose de brazos.
Todos en la mesa guardaron silencio esperando la respuesta del albino. Éste sintió como su cara se calentaba y dándose vuelta rápidamente para que nadie lo viera susurro un “es distinto” y se fue a comprar el dichoso jugo.
Nadie le dio demasiada importancia y siguieron conversando. Cuando Killua llego a la mesa con el jugo se lo tiro en la cara al moreno al ver como este no le había hecho caso y estaba tomando del jugo del rubio.
–Te dije que no bebieras de ese jugo –Dijo aun con la mano extendida y molesto.
–Pero tenía sed y tardaste mucho– Se quejo sobándose la cara, milagrosamente el jugo no se había reventado.
–Debiste esperar– Dijo con los ojos cerrados mientras se volvía a sentar junto a su hermana.
–Mou descuida ahora me tomo el que me compraste, aun tengo sed– Dijo con una sonrisa enterrando la pajilla en el embase.
–Ya no lo mereces... Me lo tomare yo– Dijo quitándoselo de las manos y dándole un sorbo.
–Lo que se da no se quita– casi pasando por sobre la ojiazul acerco su boca a la pajilla para tomar un gran sorbo.
–G-Gon! Eso es asqueroso –Se sorprendió de la reacción del moreno mientras sentía que nuevamente se estaba sonrojado.
–Por qué sigues diciendo que es asqueroso, el jugo de Reon no tenía ningún sabor raro –Dijo aun con la pajilla entre sus labios.
El albino trago grueso.
–Bien tómalo– Le entrego el jugo desviando la mirada turbado.
El rubio le revolvió los cabellos mientras el resto de los chicos lo felicitaba, podía parecer nada pero el moreno le había ganado una batalla al albino, pocas personas podían jactarse de dicha hazaña y era algo para estar celebrar. La morena por su parte trataba de consolar a su hermano que parecía aun más molesto por la actitud del resto, no era para tanto...
Cuando la cena al fin termino, todos se despidieron y se fueron a sus respectivas habitaciones. Meleoron se ofreció para acompañar a Alluka y Gon a su habitación pero Killua le dijo que no era necesario ya que él lo haría. El rubio no se molesto al respecto y susurrando algo al odio del moreno se fue por otro camino, el pelinegro solo sonrió.
–Es de mala educación andarse secreteando con otros cuando hay gente cerca– Dijo molesto el más alto.
–En serio? –Se veía genuinamente sorprendido –No lo sabía, prometo no volverlo a hacer– Dijo sonriendo.
–Tsk... Da igual–
–Olvide que deje algo en el salón!– Exclamo la morena. No era cierto, pero conocía a su hermano y sabía que él quería hablar con el moreno y si ella estaba presente nunca lo haría.
–Te acompaño– Dijo el albino dando media vuelta, ajeno al intento de su hermana por dejarlo solo con el más bajo.
–Oni-chan te dije que soy grande, no necesito que me cuides todo el tiempo –La ojiazul inflo sus mejillas y se alejo a paso rápido –Si le haces algo a Gon mientras no estoy te las veras conmigo!–Grito mientras se iba.
El moreno solo se rio mientras veía de reojo al más alto, éste al fin entendía lo que pretendía su hermana.
Como se atreve a dejarme solo con Gon, pensó molesto, no es como si tuviera algo que hablar con él... miró de reojo al más bajo y sus miradas de encontraron.
–Cómo que confías tan fácil en la gente? –Pregunto cuando el moreno estaba abriendo la puerta de su habitación.
–Y Por qué no debería hacerlo–Dijo pensativo.
–Tsk si eres así la gente podrían engañarte fácilmente y hacerte daño... Dime ¿Desde hace cuanto conoces a Meleoron?–
–Mmmm lo había visto antes, pero solo hoy durante el almuerzo nos presentamos como corresponde– Dijo sonriendo.
–Debes estar bromeando, ni conoces a ese sujeto y dejas que se te acerque de esa forma!–
–¿de qué forma? No entiendo a lo que te refieres...– Ladeo la cabeza con una mirada curiosa.
El albino apretó los puños molesto pensando que el moreno se estaba burlando de él.
–De esta forma– Dijo tomándolo del brazo y acercando su rostro al cuello del más bajo– ¿Por qué dejas que se te acerque tanto si no son nada?–Pregunto contra el cuello del ojimiel.
–Él nunca se ha acercado de esa forma– Dijo confundido.
–No mientas los he visto, he visto como hablaba contra tu oído–Dijo contra su oreja.
–E-es distinto– Algo en el tomo de voz del más alto lo hizo estremecer.
–No mientas–Lo empujo contra la cama de su hermana haciendo que ambos cayeran uno sobre el otro –Acaso te gusta esto?–Ahora hablaba contra su cuello.
–Killua? –Pregunto asombrado por la extraña reacción del ojiazul, sintiendo un leve cosquilleo en el cuerpo.
Toda la rabia que sentía paso a ser vergüenza al notar como estaba tratando a Gon. Se levanto con sus brazos aun sin salir de encima del moreno.
La mirada del pelinegro reflejaba curiosidad aunque sus mejillas igual estaban medio rosadas.
Podía sentir la respiración del moreno en su cara y se preguntaba si él también sentía la suya. Si alguna vez hubiera pensado que alguien estaría respirando sobre él, seguramente hubiera hecho una mueca de disgusto, pero ahora se daba cuenta que no era desagradable y se preguntaba si era porque el aliento del moreno olía a jugo de manzana o si era por otra cosa...
Continuara...