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Encuentros desafortunados. por ThatBlackCat

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Notas del capitulo:

Holaaaaaaaaaaaaa~ xD

Yo de nuevo por aquí con un nuevo capitulo D:

xD gracias por los rw del primer capitulo *Q* no esperaba que les llamara tanto la atención :D espero no defraudarlos... y que sigan el fic hasta el final y dejen rw :3 

Bueno xD esta vez creo que no tengo mucho que decir D: 

demasiado blablabla :3 a leer. 

 

-Sanji.

 

Vaya encuentro más raro, de temerle hasta la medula pase a querer babear por él, demonios ¿Quién demonios se creía ese marimo? Desde que lo vi había despertado algo en mí, no tengo idea de que, quizás el ánimo de molestarlo, por eso lo de marimo, se me ocurrían mil insultos más a su fastidiante pelo verde, pero ese era el que más me agradaba en ese momento.

 

No debía bajar la guardia aún, él lo había dicho, debía cuidarme las espaldas si me lo volvía encontrar, que esperaba no fuera el mismo día, sería un completo dolor en el trasero verle la cara de nuevo… o al menos eso me obligo a pensar.

 

Aún seguía demasiado cerca del salón principal, cada vez estaba más cerca de mis hombres, las cosas deberían salir bien, al menos en teoría, comencé a avanzar a paso lento, no me sentía muy confiado aún y la visita de Roronoa solo había aumentado mis miedos, mis hombres debían estar bien…

 

Camine un par de minutos más gire un par de veces y me encontraba en el sitio indicado, la pequeña bodega donde se estaban escondiendo, al parecer la cacería estaba llegando a su fin, pues el bullicio inicial hacia bajado considerablemente, moví ligeramente la puerta, con la esperanza de que ellos no se pusieran violentos y comenzaran a apuntarme o en el peor escenario que me hubiera equivocado de lugar.

 

Empuje un poco más la puerta, afortunadamente esta no realizo mucho ruido al abrirse, lentamente me introduje en la pequeña bodega, estaba completamente oscura, no lograba ver ni siquiera la punta de mi mano, debía hacer algo si los quería encontrar, habíamos desarrollado una serie de sonidos para ese tipos de cosas, solo teníamos dos palabras en realidad, “agentes” que eran tres pequeños golpes en cualquier superficie y “aquí” que eran dos golpes más lentos, no había mucha ciencia en ello, pero nos había sacado varias veces de problemas y esperaba que esta fuera una de ellas.

 

Di tres golpes en la superficie de algo que no tengo idea, según mi tacto algo como una caja de metal, pero no era muy de fiar ya que apenas y me había movido dentro de aquella sala, los segundos pasaron y comencé a tener miedo, “Maldición ellos no están aquí”, esos pensamientos surcaban mi cabeza a toda velocidad, cuando dos golpes más lentos sonaron del otro lado de la bodega, comencé a calmarme y a caminar lentamente temiendo hacer un ruido que nos delatara y mandara todo a la mierda.

 

Al llegar al otro lado de la pequeña bodega encendí una pequeña linterna y ahí estaban ambos, uno demasiado pálido y el otro acercándose mucho a su color, uno de ellos trataba de tapar a toda costa la herida del otro, para mis adentros solo espere no llegar demasiado tarde.

 

-Bien, es hora de irnos- traté de que mi voz sonara lo más segura posible, debía darles un poco de confianza.

 

-Pensábamos que no llegaría…- Usopp trataba de detener la hemorragia de su colega, debíamos salir lo más rápido del lugar.

 

-Jamás dejo a mis hombres atrás, lo sabes- Suavizar mi tono no era mi fuerte, pero en ese momento era todavía peor, estaba completamente bloqueado de como saldríamos del lugar.

 

-Sí, lo siento.- Usopp estaba pálido, ver caer a un compañero nunca es fácil, en especial cuando el colega detiene una bala por ti.

 

La voz de Usopp comenzó a temblar.

 

-Sanji… fue mi culpa, yo… yo.- Temía que comenzara a llorar, así que simplemente le di una calada al cigarrillo que acaba de prender y dije con tranquilidad.

 

“No es tu culpa, lo hablaremos después, ahora debemos salir de este jodido lugar.”

 

Parecía que mis  palabras funcionaron, pues Usopp parecía más tranquilo, Ussop era un buen agente cuando se le necesitaba y era una situación de emergencia, casi en todo lo demás era un cobarde, regularmente él suele ayudar a detectar a los enemigos desde la zona de vigilancia en la oficina, pero esta vez no había quien más acompañara al otro agente, así que tuvimos que solicitarlo en el campo de batalla. Estaba haciendo un buen trabajo hasta que los acorralaron, Usopp era bueno escondiéndose, en gran parte eso les había salvado.

 

Usopp se encargó de sacar a su compañero cargando, pese a no ser muy alto tenía bastante fuerza, aunque toda esta desapareciera en cuanto se asustaba, puede que no sea el más valiente pero sin duda era hombre de confianza.

 

Avanzábamos a paso apresurado, yo había amarrado un trozo de camisa en la herida, pero la pérdida de sangre era abundante, debíamos de salir a como diera lugar lo más pronto posible, en unos cuantos minutos estábamos de nuevo en el salón principal, de pronto todo comenzó a estar muy ajetreado, entraban y salían yakuzas y dentro del salón se escuchaban sonidos lastimeros, por un instante pensé que el jefe se había aburrido y había decidido entretenerse matando a sus subordinados.

 

Pero no era nada similar.

 

Los sonidos lastimeros eran del propio jefe, al acercarnos los sonidos se aclararon cada vez más, hasta ser completamente comprensibles.

 

“Tengoooo haaaaambreeeee”

 

“Quieeerooooo caaaaaaaaaaaarneeeeeeeeeeeeeeeee”

 

Repetía lo mismo una y otra vez, estuve cerca de soltar una carcajada, pocos lo sabían pero yo era un chef excepcional y escuchar tales plegarias por comida me hicieron sentir un poco extraño, pensaba que quizás no eran tan malos como parecían… ¡vaya estupidez! Los yakuzas son enemigos del FBI y es lo único que debo tener en mente.

 

Seguimos caminando, deteniéndonos cada vez que alguien estaba cerca, siendo lo mayormente sigilosos que pudiéramos llegar a ser, estábamos tan cerca de la salida, solo unos metros, unos cuantos instantes y hubiéramos salido sin tener que enfrentarnos a más problemas, pero las cosas no siempre son lo que quisiéramos que sean.

 

-¡Oi! ¿Quiénes son ustedes?- Un yakuza nos llamaba unos cuantos pasos atrás de nosotros.

 

Intente pensar lo más conveniente en esa situación, si los atacaba solo lograría que llegaran más, si mentía llevaba un enorme letrero de FBI en la espalda, mierda la cosa se ponía complicada… fue cuando escuche una voz un tanto familiar.

 

-Vienen conmigo, será mejor que busquen la comida para Luffy o saldrá el mismo a buscarla y eso solo nos traerá un montón de problemas- Zoro estaba hablando con pereza hacia los yakuzas que nos encontraron antes, Usopp al reconocerlo casi se cae al piso de la sorpresa, creó que ya no entendía que rayos estaba pasando.

 

Zoro suspiro y me miro un poco molesto, un poco divertido, había algo en su mirada que era completamente irresistible, era como un gran caparazón de músculos y malas palabras protegiendo a un pequeño niño que teme ser herido, me recordó en gran parte a mí.

 

-Recuerdo haberte dicho que tuvieras más cuidado cejillas.- El apodo inmediatamente me puso a la defensiva, ¿A quién demonios llama cejillas?

 

-Cállate estúpido marimo, estaba por irme cuando ese tipo me detuvo.- Su mirada se fijó fuertemente en mi cuando pronuncie la palabra marimo, creo que tampoco le agrado mucho el apodo.

 

-¿Te acabo de salvar el trasero y es así como respondes?- A este tipo le gustaba pelear y no sabía con quien se estaba metiendo.

 

-No te pedí tu ayuda estúpido marimo.- Me hubiera quedado un rato más a molestar a Zoro, pero tenía a un hombre con herida de bala en el abdomen, recordando eso simplemente retrocedí un poco.- Pero me salvaste el pellejo sin duda, no te sientas mucho marimo, pronto llegara mi turno de salvarte.

 

-¡Oh! Estaré esperando eso con ansias.- Sus movimientos eran fluidos y cargados de una gran fuerza, solo con su porte ya era intimidante, camino unos pasos hacia mí y se inclinó para susurrar en mi oído- Estaré esperando con ansias volverte a ver.

 

-Zoro

 

No había encontrado nada interesante, desde el rubio todo era aburrido, comencé a creer que realmente el sería alguien entretenido, no me veía en dificultades para poder entablar una conversación sobre cualquier cosa con él… si no existiera el pequeño defecto de que fuera un alto rango del FBI.

 

Seguí dando vueltas por un rato, los agentes se habían desvanecido como el agua, pensaba que el rubio también lo había hecho, comencé a preguntarme cuál era su nombre, después de todo el sabia casi todos mis datos, al menos los que conocía la mayoría de gente, yo no tenía ni la mínima pista de él, sin duda eso era una desventaja.

 

La gente comenzaba a correr de un lado al otro, sin duda Luffy se estaba quejando de la comida, el jefe no era muy estricto en muchas cosas, prácticamente no había muchas reglas que se pudieran romper, la primera y fundamental era que siempre debía haber comida, bueno quizás no era la fundamental pero si importante, segundo: nunca se deja a nadie atrás, en gran parte es debido a eso que habíamos tenido la fortaleza para continuar aun después de ser atacados tantas veces por el FBI, se había creado un gran lazo de unidad entre nosotros, principalmente entre los líderes, aunque el Jefe era muy fuerte no sabía absolutamente nada de organización, la que se encargaba de esos temas siempre era Robin con ayuda del médico Chopper, era un poco problemático meterse en esos temas, así que la mayoría del tiempo me mantenía al margen.

 

Iba sumergido en pensamientos relativos al tema del hambre de Luffy cuando lo vi de nuevo, su pelo destaca demasiado, no hay muchas personas rubias por aquí. Escuche que lo interrogaban y solo con ver su postura logre deducir que estaba pensando que decir, no era muy difícil de descifrar.

 

Logre alejar a los chicos que estaban merodeando por ahí, y después me dispuse a jugar libremente con él, molestarlo era realmente entretenido… quizás el FBI no era tan malo, simples pensamientos tontos, ellos nos habían quitado a mucha gente, nos habían arrebatado cosas que eran importantes para nosotros… las peleas siempre las iniciaban ellos. No podía olvidar mi lugar.

 

Pero algo dentro de mí quiso soltar más mierda y simplemente dijo:

 

“Estoy ansioso de volverte a ver.”

 

En cuanto mi cerebro entendió lo que estaba diciendo se dio cuenta de la tremenda estupidez que acababa de decir, pero era demasiado tarde, ya lo había dicho y no había vuelta atrás.

 

Lo mejor de esto fue ver al rubio sonrojado, increíblemente sonrojado, mierda. Por un instante sentí que el color en mis mejillas comenzaba a aumentar también e inmediatamente cubrí mi boca con la palma de mi mano.

 

Entonces otro chico hablo refiriéndose a él.

 

-Sanji… yo, ammm, creó que deberíamos irnos.- Señalo la puerta con un movimiento de cabeza, ahora ya sabía el nombre del rubio, Sanji, era un nombre poco común, no sería muy difícil recordarlo.

 

Di la vuelta y dije en voz baja.

 

-No esperaba encontrarte dos veces el mismo día, vaya suerte, nos volveremos a ver… Sanji.

 

Y camine en dirección al salón principal.

 

 

 

 

Notas finales:

:3 les gusto? Me odian? Lo aborrecen? Soy pesima escribiendo? xD Q_Q acepto jitomatazos también no se preocupen xD (?)

Espero que les haya gustado -trate de hacerlo lo más largo que la señorita inspiración quiso, pero no le gusta mucho cooperar- 

xD

Dejen sus rw :3 me dan mayor motivación *Q* se acercan cosas buenas, quizás algunos fragmentos de las vidas de ambos 7u7 

Sigan leyendo el fic *Q* y dejen rw :3 soy feliz cuando lo hacen (?) 

Saludos! 


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