Los niños se levantaron de sus camas y se arreglaron para el nuevo día, se lavaban el rostro, se vestían y se peinaban. Nadie sabía que Derek había dejado el castillo.
-Estoy ansioso por el cuento de hoy- Dijo Esteban.
-¿Cuál creen que nos contara Derek hoy?- Pregunto Beatriz mientras se acomodaba un lazo en el cabello.
-Blanca nieves o la Bella Durmiente, eso dijo ayer- Le contesto Joaquín.
-Nosotras queremos la Bella Durmiente- Dijeron las gemelas.
-El cuento que sea seguro será bueno, todos los cuentos de Derek son buenos- Dominic ataba su corbata emocionado, ya quería ver a Derek.
Todos los niños subieron al segundo piso y entraron al cuarto de Derek, pero no lo vieron allí. No les pareció raro, seguro estaría con el amo, todos fueron entonces al tercer piso y después de tocar la puerta entraron a la habitación.
-¡Buenos días Derek!- Dijeron todos, pero nadie les respondió, ni siquiera el amo estaba allí. En eso un sonido familiar llamo su atención.
-¿Ese es…?- Dijo Leonora. -¿…el piano?- Termino Eleonora.
Estaban preocupados, el amo solo tocaba cuando estaba enojado. Bajaron a la habitación del piano, en efecto la bestia estaba allí, tocando una melodía errática y sin sentido, una melodía que reflejaba su alma rota.
-¿Dónde está Derek?- Se atrevió a preguntar el pequeño de ojos cielo, pero no recibió más respuesta que el sonido del piano. -¿Esta en el jardín?- Insistió Dominic. La bestia paró de tocar de forma brusca mientras golpeaba con fuerza las teclas del piano.
-El se fue- Dijo en un tono serio, no se escuchaba enojado, ni siquiera un poco molesto, más bien se escuchaba triste.
-¿A dónde?- Pregunto Esteban.
-No su hubiera ido sin avisar… ¿O sí?- Dijo Beatriz.
-Amo… no es verdad, Derek no pudo irse… el nos quiere mucho, eso me dijo- Dominic no lo creía, la bestia se dio vuelta y vio a todos, sus ojos ya no eran los de antes, no eran esos ojos fríos y sin vida, ahora esa docena de ojos reflejaban preocupación.
-Yo tampoco lo creí, pero es verdad… se fue… dijo que volvería en 7 días pero… -No lo dejo terminar, de inmediato Dominic corrió afuera seguido por todos los niños, la bestia le siguió igual.
Dominic fue al jardín confirmando que Derek no estaba, luego fue a la entrada del castillo, miro la reja con mucha atención, luego siguió el camino sin dejar de ver alrededor como si buscase algo.
-¿Qué es lo que buscas?- Preguntaron las gemelas. Dominic miro a su amo con una expresión de dolor.
-Solo quería ver si dejo caer su zapato… como recuerdo…
En ese momento Derek se estaba despertando, había sentido una punzada en el pecho, de inmediato pensó en Eidan y los niños, le preocupo saber que no se había despedido, seguro todos estarían preocupados por él. Intento calmarse, el dijo que volvería, solo estaría allí 7 días, suficientes para ver cómo estaba su padre y para arreglar las cosas. El quería volver con Eidan, sabía que lo necesitaban pero no será fácil decirle eso a su familia, debía encontrar como explicarles para que no causara problemas cuando se vaya definitivamente de casa.
-¿Hijo, puedo pasar?- Pregunto su madre tras la puerta.
-Si, pasa- Le respondió Derek. Su madre entro y le saludo con una sonrisa.
-Buenos días ¿Pasaste buena noche?- Pregunto a la vez que se sentaba a su lado en la cama.
-Algo, no te mentiré, me sentí un poco raro durmiendo de nuevo aquí- Su madre arqueo la ceja y sostuvo sus manos.
-Derek, no me has dicho donde estuviste todo este tiempo, dímelo por favor- Le miro a los ojos de manera insistente.
-Yo… estuve en el bosque- Dijo el de ojos esmeraldas algo nervioso.
-¿El bosque? No entiendo, ¿Cómo es eso? me estas ocultando cosas ¡Dime la verdad!
-Madre esa es la verdad, estaba en el bosque… alguien me encontró...
-¿Cómo? En el bosque no vive nadie ¿Quién te encontró?- Derek no quería mentirle, después de todo en esos 7 días el debía explicarles lo que paso, mientras más pronto mejor.
-¿Recuerdas a la bestia?- La expresión de la madre de Derek cambio por completo, ahora si no entendía nada. –Él me encontró, se que suena raro pero es verdad. Tiene un castillo en el bosque, y había niños, 6 de ellos, todos fueron muy buenos conmigo… y quisiera… volver con ellos una vez que mi padre mejore- La Madre del castaño coloco su mano en la frente de su hijo.
-¿Te sientes bien?- Pregunto preocupada, era obvio que no le creía.
-¡Hablo en serio! No tengo por qué mentirte mamá, estuve con la bestia, Jonathan lo vio, el te lo dirá- Justo en eso Jonathan iba pasando por allí.
-Hijo ¿Es verdad lo que dice tu hermano? ¿Tu viste a esa bestia?- La madre vio a su hijo a los ojos. Jonathan simplemente se cruzo de brazos y suspiro.
-No madre, no hay bestias. Encontré a Derek vagando solo en el bosque, estaba realmente mal, hablaba solo y se miraba algo hambriento, es obvio que alucinaba.
-¡Pero que estas…- Derek no lo creía, Jonathan estaba mintiendo.
-¿Hambriento? Es verdad, seguro no has comido nada bien, te preparare algo rápido- Su madre salió de la habitación con prisa.
-¿Por qué le mentiste Jonathan? Tu lo viste, estuviste allí, incluso anoche hablamos de él, ¿recuerdas? Las marcas en mi cuerpo, él me las hizo.
-¿De qué hablas? Derek no hay bestias, yo no mentí, te encontré muy mal, incluso estas algo lastimado, seguro peleaste con algún animal o algo, todo lo que dices lo imaginaste… no hay bestias.
Derek estaba sorprendido de que Jonathan negase todo ¿Cómo podía? ¿A caso lo hacía para molestarlo? Jonathan se acerco a él y lo abrazo.
-Descuida, estuviste muchos días perdido en el bosque, es normal que te sientas así de confundido. Tu tranquilo, pronto te darás cuenta que todo fue parte de tu imaginación… no existen las bestias.
Por un momento le creía, pero al voltear a la cómoda vio la rosa que le dio la bestia, esa era la prueba, con eso sabía bien que todo era verdad.
El día paso tranquilo, desayuno con su madre y su hermano, más tarde fue con su padre a ver como estaba. Se veía mejor, ahora si comía y parecía tener más fuerzas.
-Hijo- Dijo su padre, una palabra que no le decía hace mucho tiempo.
-¿Si?- Respondió Derek.
-Aun no me has dicho donde estuviste todo este tiempo, tampoco de cómo te encontró Jonathan- Derek dudo si contarle, si su madre no le creía el menos.
-El me encontró en el bosque, en un muro de espinos que al parecer nadie conocía. Cuando me fui escape allí, había un túnel lo suficientemente grande para mi, mas no para alguien más, estuve tras el muro todo este tiempo- Quería contarle toda la historia completa, pero ahora que por fin lo aceptaba no se arriesgaría a que lo llamase loco.
-Debió ser duro para ti.
-No realmente, no pase ni hambre ni frio, aun no te puedo explicar todo, pero estoy bien así que por ahora no importa- En ese momento entro su madre a la habitación.
-Derek necesito que vengas un momento.
-Claro mamá- Se levanto de su asiento y fue con ella. Bajaron a la sala donde alguien más los esperaba.
-Él es el Doctor Johnson, quiere hacerte un chequeo y preguntarte algunas cosas- El doctor se levanto y saludo a Derek con un apretón de manos.
-Es un placer conocerte, tu madre pensó que sería bueno verte, supe que estuviste perdido en el bosque por muchos días ¿Te importaría contarme?
-¿Eh? Bueno…
-Ustedes pueden hablar en el despacho de tu padre, yo les preparare algo caliente para beber, hace un frio terrible afuera- Su madre fue a la cocina y ellos al despacho. El doctor se sentó en una silla y le indico a Derek que se sentase frente a él en el sofá.
-Cuéntame ¿Cómo te sientes ahora que estas en casa?- El doctor saco una libreta para tomar apuntes.
-B-bien, las cosas han cambiado desde que me fui de casa.
-Así que tú te fuiste de casa ¿Por qué razón?- Derek tomo algo de aire antes de responder.
-Por mi padre, dijo cosas que me hicieron querer escapar.
-¿Qué clase de cosas?
-Bueno, a él no le agradaba la idea de tener un hijo gay, además de que se quejaba mucho de los libros que leo, decía que eran fantasías estúpidas.
-Hablas en pasado ¿Tu padre cambio de opinión?
-No lo sé, eso parece, como dije antes las cosas cambiaron mucho desde que me fui. Todos me extrañaron mucho, me buscaron por todas partes.
-Eso te hizo sentir bien ¿Verdad?
-Si… hace demasiadas preguntas ¿No se supone que me haría una revisión médica?- Derek estaba sospechando lo obvio.
-No soy esa clase de doctor, soy psiquiatra- Derek, al escucharlo, se levanto molesto del sofá.
-¡No estoy loco! Seguro es por lo que dije de la bestia, ¡Pues es verdad! No alucino, hay una bestia en el bosque, estuve todo este tiempo con él y con los niños.
-¿Niños?
-Si, Esteban, Beatriz, Joaquín, Eleonora, Leonora y Dominic. Estuve en el castillo con todos ellos, al inicio como prisionero pero después…
-¿Fuiste su prisionero?
-Si, digo…no exactamente, al final no, yo y Eidan nos volvimos cercanos, el cuido de mí.
-¿Eidan es la bestia?
-Ese es su nombre…- Derek se dio cuenta que todo lo que decía el doctor lo anotaba en su libreta. –No piensa mostrar eso ¿Cierto?
-Claro que no, esta plática es privada. Mientras tu vida no corra peligro guardare todos tus secretos, no diré nada a tus padres. Así funciona esto, tú dices algo y yo escucho, debo pensar que me serás sincero y todo lo que dices en verdad paso, yo solo te ayudare a que descubras que tan cierto es este asunto de la bestia, no digo que mientas, solo que debes reconsiderarlo todo.
El de ojos esmeraldas estaba más confundido que a inicio "¿Qué todo fue una mentira?"Imposible, él sabía bien que Eidan era real, todo lo fue, sus marcas aun estaban en su cuerpo, aun sentía el dolor en ellas y al mismo tiempo recordaba aquella sensación de placer, definitivamente no era parte de su imaginación y se los demostraría a todos.
-Bien, hablare todo con usted, pero no miento, todo paso… y se los demostrare.